El trasfondo bíblico explica muy bien, demasiado quizás, todo lo que acontece en torno a la historia de Israel, el pueblo "elegido".
Lo primero es desmontar aquello de "elegidos". Dios se ha manifestado a toda la raza humana desde el principio de los tiempos.
Dios no es una "persona" en el sentido antropomórfico, cualquier intento de limitarlo y escudriñarlo fracasa, porque Dios en su esencia es la Causa, no la consecuencia de nada. Nos cuesta concordar todo ello con el teísmo imperante que reduce muchas veces a Dios a los intereses humanos, la Biblia es un claro ejemplo que, pese a todo, nos habla y revela mucho de Dios, en medio de enormes errores humanos.
Dicho lo cual, el sionismo es un claro ejemplo de la perversidad y la mentira que ha rodeado la religión judía desde el principio de los tiempos. No olvidemos a Jesucristo y su extraño arrebato de ira en medio del Templo de Jerusalén. Perdió los papeles porque era imposible concordar Dios Padre con eso que rodeaba al templo: grasaza, olores, dinero, cambistas, animalitos y, no lo olvidemos, corazones putrefactos que pensaban que con sacrificar un "bicho" ya salían de allí justificados.
Por eso la Biblia nos lo explica muy bien, determinados descendientes de Abrahán (padre de multitudes) proceden del esclavismo, el sometimiento, el dolor y el sufrimiento, y sin embargo otra rama procede siempre del dominador, el que viene del linaje adecuado, el "puro". Hasta que el pueblo entero termina sometido al esclavismo tras engañar nosecuantas veces a diversos faraones, no olvides que si el pueblo de Israel acude a Egipto es siempre en épocas de hambruna, y pese a que expresa la Biblia con claridad que les acogen con sumo respeto, tierras y bienes, al final siempre la cagan.
Me voy a trasladar al siglo XXI, en Israel tenemos un estado sionista salvaje, rodeado de fundamentalismo islamista y mucha pobreza. Sionistas salvajes y otros salvajes que viven de la pobreza y la bondad de muchos, esa rama esclava y sometida, que simplemente quiere sus tierras y cultivar el bien, que habitó siglos esas tierras y de repente en una decisión más que discutible tras el holocausto se decidió reponer como "tierra prometida" a esos habitantes que salvajemente ya habían conquistado esas tierras milenios atrás con la excusa de un dios en el que yo no creo, pero amparados por un Dios que buscaba hacer nobles y puros sus corazones, buscando la justicia, la equidad y el amor entre hermanos, una sola raza humana.