Re: LOS NUEVOS JUDAIZANTES VUELVEN A COLOCAR EL YUGO SOBRE LOS HOMBRES.
Y SoyFriend...
Dios no instituyó el Sábado para el hombre.
Dios ordenó guardar el último día de un total de siete.
El séptimo día tiene relación directa con los primeros seis.
La semana creacional fueron siete días y el séptimo vino a razón de los primeros seis días.
Sin aquellos primeros seis, el séptimo no tendría ninguna razón de ser.
Dios no mandó a adorar el Sábado.
Si la semana tuviera nueve días por ejemplo:
Domingo, Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado, Platino y Dorado...
El séptimo día sería la primer semana el Sábado, pero en la segunda semana el séptimo día sería el Jueves y en la tercera el Martes.
En este ejemplo los judíos guardarían el séptimo día y le podrían llamar Sabath y aún sábado para uso interno pero caería todas las semanas en un día del calendario diferente.
¿Porque?
Porque no se respetaría el nombre del día sino su posición relativa.
La Biblia refuta tu creencia:
Génesis 2:1-4 Así quedaron concluidos el cielo y la tierra y todo lo que hay en ellos. Para el séptimo día
Dios había concluido su obra y descansó el día séptimo (Dios no se cansa; pero cesó su obra y santificó el tiempo del sábado). Y
bendijo Dios el día séptimo y
lo declaró día sagrado,
porque en ese día
descansó Dios de toda su obra creadora. 4 Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra.
Cuando lees el verso anterior no puedes decir que Dios no instituyó el sábado como tiempo de reposo y santo. Eso no es verdad. Si no crees que es así, niegas la escritura.
Exodo 20:8-11
Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. 9 Durante seis días trabajarás y
harás en ellos todas tus tareas; pero el
séptimo es día de descanso consagrado al Señor, tu Dios. En ese día no realizarás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el inmigrante que viva en tus ciudades.
Porque el Señor hizo en seis días el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y el séptimo día descansó.
Por eso mismo bendijo el Señor el sábado y
lo declaró día sagrado.
Escrito está que Dios consagró e instituyó como tiempo santo el sábado. Lo puso en el decálogo para que su institución tuviese defensores eternos. El mismo Jesús lo defendió diciendo:
"El sábado fue instituido para el hombre". El sábado no fue dado para Israel solamente. Está escrito y sus defensores estaremos defendiendo su institución para siempre. Nunca se podrá quitar de la escritura el mandamiento que está en el decálogo de Dios y de Jesús. La palabra dice que no se debe añadir ni quitar. Jesús no añadió ni quitó, sino que cumplió o hizo lo que la escritura decía de él.
Deuteronomio 4:2
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella,
para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.
Ahora fíjate como Cristo cumple la escritura. No que la abrogue, pues él aseguró que no vino a abrogarla o quitarla, sino a cumplirla. O sea que dentro de lo que Dios le dio a Moisés en observancia de la ley, estaban las fiestas y ceremonias y días festivos que no eran el séptimo día y que Cristo era el motivo de la celebración ceremonial de esos día. Entonces, Jesús no abrogó, sino que cumplió. El no cumplió no matarás para tú mates, no cumplió no robarás para que tú robes, etc. No cumplió acuérdate del sábado para que tú ya no te acuerdes. El fue molido por ti, fue muerto para que tú no mueras, resucitó para que tú resucites. "De cierto os digo que el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá".
La nación de Israel, debía observar las leyes y estatutos como nación, que no corresponden a nosotros, y todas las demás naciones dirían que Israel es sensata con sus leyes que rijan a la nación.
3 Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.
4 Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.
5 Mirad,
yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así
en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella.
6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra;
porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
8 Y
¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
Obviamente no podemos legislar en nuestras naciones; pero sí podemos ser fieles en los mandamientos del pacto "la ley en nuestro corazón: los diez mandamientos".
ESCRITO ESTÁ.