Yo no soy tres sino uno solo y en todo caso razono y no razonamos...
En parte es correcto. La ley de Egipto es como la ley del pecado.
Correcto. Dios les rescata de la esclavitud de Egipto pero no de su naturaleza caída. En este sentido el hombre sigue esclavo del pecado.
Toda la historia del pueblo de Israel es como un lienzo que Dios va pintando.
Pero Dios sabe que ellos están vendidos al pecado y que no pueden ajustar sus vidas a la ley. La ley para ellos, mas que un bálsamo, resulta una carga, porque pone en evidencia su naturaleza rebelde. La ley le dice una cosa y ellos van y hacen otra.
Para el pecador si. Porque por un lado quiere hacer el bien (obedecer la ley), pero en los papeles no puede, y toda transgresión de la ley, produce, indefectiblemente la ira de nuestro Dios, transformándolos, no solo en hijos de desobediencia, sino también en hijos de ira.
Correcto. Israel responde conforme a su naturaleza como un cuervo vuelve a su carroña.
El problema del hombre es su naturaleza vendida al pecado. Todo descendiente de Adán es por naturaleza un hijo de desobediencia y de ira. Un enemigo de Dios. Todos los hombres debieron morir en el diluvio porque no hay justo ni aun uno. Noé halló gracia y la gracia comienza donde la ley termina. La gracia es Jesús y Noé sin saberlo halló a Jesús.
El diluvio no es otra cosa que la aplicación de la justicia divina sobre la desobediencia. Es la ira santa que provoca el pecado.
A mi juicio estás confundiendo un poco los tantos.
La ley es buena, pura y santa pero el hombre no se puede ajustar a ella porque el pecado mora en él.
Su naturaleza rebelde y heredada, lo lleva directamente a su transgresión, y al transgredir la ley, esta ley se vuelve contra él, porque la paga del pecado es la muerte.
Y precisamente porque la ley es buena, pura y santa, condena en si misma todo aquello que no lo es.
Por otro lado es cierto, que aparte de la ley de Dios existe la exigencia humana.
La exageración.
Y esto en verdad complica mucho las cosas.
¿Y en que las complica?
En que desvía la atención sobre el propósito de la ley y el hombre termina creyendo que no la puede cumplir porque esta exagerada y distorsionada.
Y se crea la falsa idea de que si se le saca todo aquello que es un agregado humano, entonces el hombre podrá ajustarse a ella y ser santo y perfecto delante de su Dios.
Y esto es incorrecto.
Si el hombre no puede reconocer su enfermedad no podrá buscar su cura. No podrá buscar refugio en Cristo y no irá jamás al médico de las almas y la muerte le alcanzará en pecado.