¿Qué parte de la voluntad de Dios no habéis entendido? ¿Entendéis los siguientes versos o los tenéis por obsoletos?
La ley no fue dada solamente para el Israelita, sino para todo aquel que fuese de los que moran con el pueblo de Dios:
Éxodo 12:49 La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
La ley del descanso sabático se conocía antes de que el pueblo fuese recordado acerca de los diez mandamientos:
Éxodo 16:4 He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. (la ley de hacer nuestra obra de domingo a viernes y no trabajar en lo nuestro en sábado).
Salmos 1:
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores,
2 Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
4 No así los malos (los que no guardan la ley), Que son como el tamo que arrebata el viento.
Beneficios de la ley de Dios
Salmos 19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo
El que guarda la ley de Dios en su corazón, no resbalará, o sea, no caerá en la tentación. ¿Quiénes son los justos?
Salmos 37: 29-31
29 Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella.
30 La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia.
31 La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.
Por último quiero dejarles la protesta de Dios contra los que no guardan su ley. Fue escrita en Salmos 50.
13 ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos? (Dios no se agrada de sacrificios engañosos)
14 Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; (se agrada de un corazón verdadero que alabe a Dios)
15 Te libraré, y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios: (al que no hace lo correcto)
16 ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? (el pacto de Dios no es de boca)
17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. Esto lo dijo Dios acerca de su ley ¿Qué ley? ¿Qué pacto?
18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño... (hablando Dios del pacto, este sin duda se refiere en el Antiguo Testamento, a las tablas de la ley).
Muchos aseguran que Dios no recibió el sacrificio de Caín por no ser del corazón. Los que así enseñan no son movidos por el Espíritu Santo. Lo que Dios dijo a Caín tuvo que ver con una acción y no con un sentimiento en el corazón. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
Dios requirió el sacrificio del cordero de acuerdo al pacto con Adán cuando los sacó del Edén. A la serpiente dijo: "Esta te herirá la cabeza y tú le herirás el calcañar". Aunque no está dicho literalmente, esta promesa se entiende que sería Cristo quien vendría a morir por nosotros; ¿porque de dónde vino la idea de matar un animal para Dios, cuando todos sabían que la muerte era consecuencia del pecado? Miremos pues que no caigamos en la necedad de Caín ofreciendo sacrificio extraño a Dios.
Abel era pastor de ovejas y Caín labraba la tierra; mas la ofrenda de sacrificio, Dios no aceptaría del orgullo de ambos, sino del propósito del sacrificio (el Cordero de Dios.)
Entendamos pues que desde la fundación del mundo, las leyes de los sacrificios, los diez mandamientos y las buenas costumbres, fueron dadas por Dios hasta que el hombre, como en el tiempo actual, se negó a seguir estos estatutos. Los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y todo el mundo se corrompió, mas Noé continuó siendo hijo de Dios.
Bendiciones.