EL MILENIO VISTO DESDE LA POSICION PREMILENIALISTA / RESPUESTA A LA POSICION DEL HERMANO JETONIUS ---- SEGUNDA PARTE
Las Resurrecciones
Estamos otra vez en el capítulo 20 de Apocalipsis. Específicamente vamos a encarar el tema de las resurrecciones (vv.4-5). Los amilenistas sugieren que la primera es espiritual (regeneración) y que solo la segunda es física. ¿Pero cómo podemos saber?
Por supuesto que la resurrección espiritual es una realidad clara para todos aquellos que estamos en Cristo (Juan 5:24-25). Aquí tendríamos que entender la estructura hermeneutica del NT, donde encontramos que muchas cosas del reino de Dios son una realidad en este tiempo pero aun tienen un aspecto que se realizará en el futuro. Es la teología del ahora pero no aun. La naturaleza escatológica de la Soteriología es un ejemplo de esto.
Ejemplo: la salvación es definida en términos escatológicos como “vida eterna”, “resurrección”, ingreso presente en el Reino (Jn.5:24). Para el apóstol Pablo la “justificación” de los santos, compareciendo ante Dios posicionalmente en Cristo, es un realidad presente, algo de lo que gozamos en fe antes de tiempo (Ro.5:1). Del mismo modo las bendiciones del Nuevo Pacto, de las cuales el creyente es receptor hoy en día, han sido originalmente puestas en un contexto escatológico (Jer.31:31 ff; Eze. 36:22 ff). Cristo nos ha librado del presente siglo malo (Gá.1:4), nos ha trasladado a Su reino (Col.1:13), etc.
En Cristo, el futuro es presente; el reino escatológico es ahora. Pero como en muchas áreas de la teología bíblica: la escatología no es tan simple, porque existe una lista muy impresionante de declaraciones en el NT que nos indican que el reino de Dios, es “no aun”. Se nos instruye a orar “vénganos a tu reino” (Mat.6:10), el reino de Cristo es regularmente asociado con su segunda venida (Mat.25:34; Luc.19:11-15, etc). Ver a Cristo un día viniendo en su reino es la cúspide de la esperanza del cristiano.
Reitero, puesto sencillo, el reino es ambos, presente y futuro, ahora pero no aun.
Es presente en su forma espiritual y en su forma “misteriosa” (Mat.13:1-52), pero sigue esperando el retorno del Rey para su manifestación plena (2 tim.4:1).
Volviendo ahora al tema de las dos resurrecciones presentadas en Ap.20, de nuevo, ¿cómo podemos saber que nuestros hermanos amilenistas están correctos cuando dicen que la primera es espiritual y la segunda física? Ya sabemos que la resurrección espiritual es una realidad hoy en el creyente, pero el punto ahora es dilucidar qué es lo que el lenguaje del pasaje requiere.
En mi opinión (la cual yo respeto mucho – broma), no existe ninguna indicación en el texto que nos diga que esta resurrección sea espiritual. El término Griego para “resurrección” (anastasis, vv.5-6) NUNCA es usado en el sentido espiritual en ninguna parte del NT. Tampoco tenemos ninguna pista interpretativa como el ahora es de Juan 5:25, que indicaría una resurrección espiritual. Tampoco hay ninguna definición que nos apunte en esa dirección.
Por el contrario, esos que “vivieron” son los que fueron decapitados por causa del testimonio, etc, etc. El contraste establecido es muerte física, y la indicación obvia es que la resurrección es también de carácter físico. Es más, es igualada en la misma categoría con la resurrección de “los otros muertos” (v.5), la cual es reconocida por ambas posiciones como física.
Tampoco hay ninguna evidencia dentro del texto que nos indique un cambio de significado en las palabras, ni de que las resurrecciones sean de diferente naturaleza. Por el contrario, cambiar en medio del pasaje sin ninguna indicación dada por el texto, significa caos exegético.
Sumado a esto agreguemos que el término ezesan (v.4,vivieron), en el libro de Apocalipsis solo se refiere a resurrección corporal (2:8; 13:14), y nunca se usa en un sentido espiritual.
Es más. La resurreción de los que vivieron en el v.4, es posterior, no anterior a su fidelidad. Esta consideración sólo deja opción para una resurrección física.
Permítanme usar aquí un “cliché” muy usado por los hermanos amilenistas, pero esta vez apuntando hacia su interpretación: La interpretación amilenista del pasaje descansa en presuposiciones importadas al pasaje, que van en contra de la lectura más natural del pasaje. Esto no es exégesis fundamentada. Si es equivocada, como yo pienso, una vez más, todo lo que nos queda es premilenismo.
REINANDO
Los premilenistas afirmamos que los que vivieron en la primer resurrección, reinarán sobre los no creyentes. Se trata de una autoridad ejercida sobre los hombres rebeldes. Esto encaja bien con Ap.2:25-27, donde una “vara de hierro” es prometida a los fieles en Cristo cuando El retorne (19:15).
El Hno. Jetonius asume o supone que luego de la venida gloriosa de Cristo, toda persona que no sea cristiana será eliminada de sobre la tierra, cosa que Ap. 19:18 no dice explícitamente.
Una “vara de hierro” es necesaria solamente en un mundo de pecado.
Para los amilenistas, por otra parte, el reinado es un reinado espiritual nada más, en cualquiera de estos dos sentidos:
1) En el sentido de una vindicación de algún tipo en el estado intermedio.
2) O en el sentido del creyente reinando espiritualmente con Cristo.
Ninguna de estas ideas es permitida por el texto mismo.
1) El término traducido “vivieron” no se usa en ninguna parte del NT para describir la continuación de la vida del alma en el cielo después de la muerte del cuerpo, nunca. Siempre habla de vida después de la muerte solamente luego de una resurrección. Indica el estado final, no el estado intermedio.
Aun más, la imagen presentada en Ap.6:9-11 de los santos en el cielo durante el estado intermedio, está muy lejos de pintar la acción de reinar, sino que los presenta clamando por venganza sobre sus enemigos que aun están en la tierra. Se les responde que descansen y sean pacientes hasta que el número de mártires se complete.
La situación en el capítulo 20, es la respuesta a su clamor – cuando Cristo venga en Su reino, solo ahí y entonces, ellos vivirán para reinar con El. Es aquí, en el cap. 20, donde ha llegado su vindicación.
2) Si bien el término (ezesan) es usado fuera de Apocalipsis en un sentido espiritual (Juan 5:25), debemos preguntarnos, ¿en qué sentido puede decirse que un reinado espiritual puede durar solo mil años? ¿Acaso tal clase de reinado no continuaría por siempre? ¿Acaso no es cierto que nosotros debemos esperar sufirmientos hoy para reinar mañana (2 Tim.2:12) ?
Una vez más, las sugerencias amilenistas no nacen ni entran en lo que el pasaje demanda.
Bendiciones
Pablo
Las Resurrecciones
Estamos otra vez en el capítulo 20 de Apocalipsis. Específicamente vamos a encarar el tema de las resurrecciones (vv.4-5). Los amilenistas sugieren que la primera es espiritual (regeneración) y que solo la segunda es física. ¿Pero cómo podemos saber?
Por supuesto que la resurrección espiritual es una realidad clara para todos aquellos que estamos en Cristo (Juan 5:24-25). Aquí tendríamos que entender la estructura hermeneutica del NT, donde encontramos que muchas cosas del reino de Dios son una realidad en este tiempo pero aun tienen un aspecto que se realizará en el futuro. Es la teología del ahora pero no aun. La naturaleza escatológica de la Soteriología es un ejemplo de esto.
Ejemplo: la salvación es definida en términos escatológicos como “vida eterna”, “resurrección”, ingreso presente en el Reino (Jn.5:24). Para el apóstol Pablo la “justificación” de los santos, compareciendo ante Dios posicionalmente en Cristo, es un realidad presente, algo de lo que gozamos en fe antes de tiempo (Ro.5:1). Del mismo modo las bendiciones del Nuevo Pacto, de las cuales el creyente es receptor hoy en día, han sido originalmente puestas en un contexto escatológico (Jer.31:31 ff; Eze. 36:22 ff). Cristo nos ha librado del presente siglo malo (Gá.1:4), nos ha trasladado a Su reino (Col.1:13), etc.
En Cristo, el futuro es presente; el reino escatológico es ahora. Pero como en muchas áreas de la teología bíblica: la escatología no es tan simple, porque existe una lista muy impresionante de declaraciones en el NT que nos indican que el reino de Dios, es “no aun”. Se nos instruye a orar “vénganos a tu reino” (Mat.6:10), el reino de Cristo es regularmente asociado con su segunda venida (Mat.25:34; Luc.19:11-15, etc). Ver a Cristo un día viniendo en su reino es la cúspide de la esperanza del cristiano.
Reitero, puesto sencillo, el reino es ambos, presente y futuro, ahora pero no aun.
Es presente en su forma espiritual y en su forma “misteriosa” (Mat.13:1-52), pero sigue esperando el retorno del Rey para su manifestación plena (2 tim.4:1).
Volviendo ahora al tema de las dos resurrecciones presentadas en Ap.20, de nuevo, ¿cómo podemos saber que nuestros hermanos amilenistas están correctos cuando dicen que la primera es espiritual y la segunda física? Ya sabemos que la resurrección espiritual es una realidad hoy en el creyente, pero el punto ahora es dilucidar qué es lo que el lenguaje del pasaje requiere.
En mi opinión (la cual yo respeto mucho – broma), no existe ninguna indicación en el texto que nos diga que esta resurrección sea espiritual. El término Griego para “resurrección” (anastasis, vv.5-6) NUNCA es usado en el sentido espiritual en ninguna parte del NT. Tampoco tenemos ninguna pista interpretativa como el ahora es de Juan 5:25, que indicaría una resurrección espiritual. Tampoco hay ninguna definición que nos apunte en esa dirección.
Por el contrario, esos que “vivieron” son los que fueron decapitados por causa del testimonio, etc, etc. El contraste establecido es muerte física, y la indicación obvia es que la resurrección es también de carácter físico. Es más, es igualada en la misma categoría con la resurrección de “los otros muertos” (v.5), la cual es reconocida por ambas posiciones como física.
Tampoco hay ninguna evidencia dentro del texto que nos indique un cambio de significado en las palabras, ni de que las resurrecciones sean de diferente naturaleza. Por el contrario, cambiar en medio del pasaje sin ninguna indicación dada por el texto, significa caos exegético.
Sumado a esto agreguemos que el término ezesan (v.4,vivieron), en el libro de Apocalipsis solo se refiere a resurrección corporal (2:8; 13:14), y nunca se usa en un sentido espiritual.
Es más. La resurreción de los que vivieron en el v.4, es posterior, no anterior a su fidelidad. Esta consideración sólo deja opción para una resurrección física.
Permítanme usar aquí un “cliché” muy usado por los hermanos amilenistas, pero esta vez apuntando hacia su interpretación: La interpretación amilenista del pasaje descansa en presuposiciones importadas al pasaje, que van en contra de la lectura más natural del pasaje. Esto no es exégesis fundamentada. Si es equivocada, como yo pienso, una vez más, todo lo que nos queda es premilenismo.
REINANDO
Los premilenistas afirmamos que los que vivieron en la primer resurrección, reinarán sobre los no creyentes. Se trata de una autoridad ejercida sobre los hombres rebeldes. Esto encaja bien con Ap.2:25-27, donde una “vara de hierro” es prometida a los fieles en Cristo cuando El retorne (19:15).
El Hno. Jetonius asume o supone que luego de la venida gloriosa de Cristo, toda persona que no sea cristiana será eliminada de sobre la tierra, cosa que Ap. 19:18 no dice explícitamente.
Una “vara de hierro” es necesaria solamente en un mundo de pecado.
Para los amilenistas, por otra parte, el reinado es un reinado espiritual nada más, en cualquiera de estos dos sentidos:
1) En el sentido de una vindicación de algún tipo en el estado intermedio.
2) O en el sentido del creyente reinando espiritualmente con Cristo.
Ninguna de estas ideas es permitida por el texto mismo.
1) El término traducido “vivieron” no se usa en ninguna parte del NT para describir la continuación de la vida del alma en el cielo después de la muerte del cuerpo, nunca. Siempre habla de vida después de la muerte solamente luego de una resurrección. Indica el estado final, no el estado intermedio.
Aun más, la imagen presentada en Ap.6:9-11 de los santos en el cielo durante el estado intermedio, está muy lejos de pintar la acción de reinar, sino que los presenta clamando por venganza sobre sus enemigos que aun están en la tierra. Se les responde que descansen y sean pacientes hasta que el número de mártires se complete.
La situación en el capítulo 20, es la respuesta a su clamor – cuando Cristo venga en Su reino, solo ahí y entonces, ellos vivirán para reinar con El. Es aquí, en el cap. 20, donde ha llegado su vindicación.
2) Si bien el término (ezesan) es usado fuera de Apocalipsis en un sentido espiritual (Juan 5:25), debemos preguntarnos, ¿en qué sentido puede decirse que un reinado espiritual puede durar solo mil años? ¿Acaso tal clase de reinado no continuaría por siempre? ¿Acaso no es cierto que nosotros debemos esperar sufirmientos hoy para reinar mañana (2 Tim.2:12) ?
Una vez más, las sugerencias amilenistas no nacen ni entran en lo que el pasaje demanda.
Bendiciones
Pablo