LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

SOBRE EL FRUTO.


“Nosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra FE virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal; amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo…”

2 Pedro 1:5-11 5Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia;6Y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor de Dios;7Y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad.8Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.9Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la vista muy corta, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.10Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.11Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.




Poniendo TODA DILIGENCIA…poniendo todo su trabajo, su servicio, su quehacer, su aplicación, su dedicación, su cuidado, su atención, su esmero, su afán, su ahínco, su prontitud, su actividad, su vivacidad. AÑADAN …aumenten, completen, agreguen, incorporen, mezclen, junten, compongan, acumulen, asciendan... A su FE…confianza, crédito, seguridad, certeza, esperanza, convicción, solidez… VIRTUD…buena conducta, lo mejor en pensamientos, palabras y obras. A la virtud, CONOCIMIENTO… discernimiento, juicio, comprensión, sensatez, prudencia, talento, preparación, práctica, sabiduría. Al conocimiento, DOMINIO PROPIO…control de emociones, sin permitir que las emociones nos dominen. (Emociones: inquietud, alteración, turbación, conmoción, exaltación, temor, agitación, desasosiego, enternecimiento, alarma, seducción, entusiasmo, disgusto, tristeza). Al dominio propio, PACIENCIA… entereza, equilibrio, caridad, tolerancia, mansedumbre, humildad, docilidad, apacibilidad, sumisión, perseverancia, resistencia, firmeza, voluntad, calma, sosiego, espera, pasividad, insistencia. A la paciencia, PIEDAD… misericordia, compasión, dolor, ternura, sensibilidad. A la piedad, AFECTO FRATERNAL…cariño, apego, armonía, aprecio, cordialidad, estima …entre hermanos. Y al afecto fraternal, AMOR…cariño, querencia, atención, interés, aprecio, apego, amistad, intimidad, inclinación. Virtud suprema.

La virtud, el conocimiento, el dominio propio, la paciencia, la piedad, el afecto fraternal, el amor son cualidades, actos de FE. Estas virtudes deben ser añadidas a la FE; porque sino está incompleta.
Y hay consecuencias , pero también promesas para los que obedecen. Porque si estas cualidades están en nosotros, y abundan, no nos dejará estar desocupados, indiferentes, descuidados, haraganes e inútiles, vacíos, infructuosos, en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. O sea crece en nosotros el discernimiento, el juicio, el entendimiento, la percepción, la prudencia, la sensatez, la sabiduría.

Pero el que no tiene estas actitudes tiene la vista muy corta (ni ve), es ciego; ofuscado, cerrado, tapado, empecinado, alucinado (confundido, engañado, seducido, entorpecido); hasta deja de lado que fue limpiado de sus antiguos pecados, del perdón que Dios le otorgó. Pero si se hacen estas cosas, no caerán jamás y será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Entonces…debemos poner toda nuestra dedicación en agregar a la FE, o sea a esa convicción absoluta que puso Dios en el corazón, un comportamiento sano en palabras, obras y aún en pensamientos…a esto acrecentarlo con sabiduría, discernimiento, prudencia, juicio...incorporar el gobierno de nuestras emociones evitando que ellas nos controlen…juntando a ello la tolerancia y la calma ante personas o situaciones difíciles…uniendo la compasión por los que sufren, lloran, por los que todavía no les resplandeció la luz de Cristo…agregar el cariño, el apego entre hermanos…y para completar el amor, como broche de oro…amar a Dios y a nuestro prójimo.

Si estas cosas predominan en nosotros no podremos estar sin hacer nada, ni sin producir frutos, pues tendremos discernimiento, sabiduría, entendimiento , (conocimiento de Cristo). Pero el que carece de ellas es porque no ve, ya sea porque es cerrado, empecinado o está confundido, engañado; tan ciego está que ya ni ve que fue lavado de sus pecados, ya se olvidó de lo primero.

Pero el tener o el no tener estas cosas causa efectos. Si abundan se crece en el conocimiento de Cristo y se evita ser inútil e improductivo. Si no la tienen es porque no permitieron que su FE vaya más allá de lo que se ve, y hasta se olvidaron.

Hay hermosas promesas para los que hacen estas cosas: no caerán jamás y se les abrirá de par en par las puertas del reino. Estos son actos de FE, debemos atender para ser obedientes a Dios, pues dice en Santiago 2:17 17Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma. (podes leer Santiago 2:14-26 14Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?15Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,16Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?17Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.19Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan.20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?21¿No fué justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció á su hijo Isaac sobre el altar?22¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?23Y fué cumplida la Escritura que dice: Abraham creyó á Dios, y le fué imputado á justicia, y fué llamado amigo de Dios.24Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.25Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fué justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.)”Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”; podemos ver en el vers. 18 “…Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”.

¡Imposible…! ¡cómo mostrar a los demás algo que no se ve! Si queremos agradar a Dios debemos tener fe, porque sin fe es imposible agradarlo Hebreos 11:6 6Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.; si no hay obras de fe, la fe es muerta; es como que no la tenemos por lo tanto no le estamos agradando a Dios.

El Dios Todopoderoso nos ayude a abundar en los actos de fe, en las obras de fe, para poder tener la seguridad que El no nos dejará caer jamás y que podremos entrar a su reino eterno. Por lo cual procuremos andar en obediencia haciendo las cosas que nos pide en su Palabra para alcanzar las promesas.

La FE debe ser más que creer en hechos ciertos, debe traducirse en ACCION, en DESARROLLO DE CARÁCTER CRISTIANO y en la PRACTICA DE LA DISCIPLINA MORAL o DESAPARECERA!!!

Los actos de fe: NO se producen automáticamente, requieren árduo trabajo. NO son opcionales, deben de ser parte constante en la vida del cristiano. NO terminamos con uno para luego comenzar con el otro, sino que nos ocupamos de todos juntos. Dios nos capacita y autoriza, pero nos da también la responsabilidad de aprender y crecer. No debemos sorprendernos ni resentirnos por el proceso: disciplina y esfuerzo. Si nos resentimos: flaqueamos, aflojamos, nos debilitamos, disgustamos, ofendemos o enojamos; no le estamos dando al Señor la posibilidad de transformarnos hasta llegar a la estatura de Cristo.

Nuestra FE, debe ir más allá de lo que creemos, para convertirse en parte dinámica de nuestra vida, resultando en buenas obras y en madurez espiritual. La salvación no depende de las buenas obras pero se manifiesta en buenas obras. Si nosotros decimos que somos salvos sin manifestar cambios, puede ser que no hayamos entendido lo que es la FE o lo que Dios nos ha dado. Si nosotros somos de Dios lo probará nuestro arduo trabajo. Si no nos esforzamos por cultivar las cualidades, posiblemente no somos de EL. Si nosotros pertenecemos al Señor y nuestro arduo trabajo respalda nuestra afirmación de haber sido elegido por Dios (vocación y elección), nunca seremos descarriados por falsos maestros o el encanto del pecado.

Obras de servicio con amor no remplazan a la FE; pero sí son una prueba de nuestra FE en Cristo. Los entrenadores experimentados revisan constantemente lo fundamental del deporte con su equipo y los buenos deportistas pueden ejecutar lo fundamental constantemente bien. Nosotros también necesitamos recordar constantemente los fundamentos de nuestra FE y sobretodo cómo llegamos a creer. No nos cansemos de practicar y desarrollar lo fundamental.

FE no es aprobación intelectual, estar de acuerdo con una serie de enseñanzas cristianas, la verdadera FE transforma nuestros pensamientos y nuestra conducta. Si nuestra vida no cambia, en realidad no creemos las verdades que decimos creer.

La verdadera FE es la entrega total del ser a Dios. No podemos ganar nuestra salvación por el servicio y la obediencia a Dios, pero tales actos demuestran que nuestra entrega es genuina. La FE, don de Dios para que el hombre pueda conocerle y para que el creyente acepte lo que los demás hombres no pueden aceptar. FE, don de Dios que debe resultar en vida cambiada y en buenas obras.

Obras: llamadas “buenos frutos” Santiago 3:17 17Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida..
Frutos dignos de arrepentimiento: Mateo 3:8 8Haced pues frutos dignos de arrepentimiento,.
Obras y trabajo de amor: Hebreos 6:10 10Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos..
Sólo los que permanecen en Jesús pueden ejecutar: Juan 15:4-5 4Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.5Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en Él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
Producidas por Dios en nosotros: Isaias 26:12 12Jehová, tú nos depararás paz; porque también obraste en nosotros todas nuestras obras. Filipenses 2:13 13Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad..
La Palabra tiene por objeto conducirnos: 2 Timoteo 3:16-17 16Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,17Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra. Santiago 1:25 25Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho..
Las mujeres santas deben manifestar: 2 Timoteo 2:10 10Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salud que es en Cristo Jesús con gloria eterna.; 2 Timoteo 5:10 10.
Manifiestas con mansedumbre: Santiago 3:13 13¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría..
Estimularse a buenas obras: Hebreos 10:24 24Y considerémonos los unos á los otros para provocarnos al amor y á las buenas obras;.
Serán traídas a juicio: Eclesiastes 12:14 14Porque Dios traerá toda obra á juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena ó mala. 2 Corintios 5:10 10Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno ó malo..
En el juicio serán prueba de FE: Mateo 25:34-40 34Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;36Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.37Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber?38¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos?39¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti?40Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis. Santiago 2:14-20 14Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?15Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,16Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?17Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.19Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan.20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?.

Dios nos de sabiduría para entender lo que nos demanda, discernimiento para diferenciar lo que debemos hacer nosotros y lo que debemos dejarle hacer a El. No debemos confundir pues escrito está que la salvación no se puede alcanzar por medio de las obras: Efesios 2:8-9 8Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:9No por obras, para que nadie se gloríe.; 2 Timoteo 1:9 9Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, Tito 3:5 5No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;.

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Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

LA FE ES :
Darnos incondicionalmente
Entregarnos a Dios ciegamente
Dejarnos conquistar por su amor para su causa sin hacer reparos
Caminar, sufrir, luchar, caer y levantarnos tratando de se fiel a un Dios que nos llama y que no vemos
"Lanzarme en la oscuridad de la noche, siguiendo una estrella que un día vi, aunque no sepa a donde me va a llevar"
Sobrellevar con alegría las confusiones, las sorpresas, las fatigas y los sobresaltos de mi fidelidad
Fiarme de Dios y confiar en El
Adhesión total, llena de amor a la voluntad santísima de Dios
Quien da valor a la vida, a los sufrimientos, a las dificultades, a todo
Ese rescoldo que ilumina y calienta en las luchas más terribles de la vida

El reino de los cielos es como una semilla de mostaza ,a la verdad es la más pequeña de las semillas,pero una vez produce, se convierte en la más grande hortaliza, de tal modo que las aves del cielo van a morar bajo sus ramas

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Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

FRUTO EN LA VIDA NUEVA.

3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
3:6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
3:7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
3:9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
3:11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
3:15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Colosenses 3 .
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Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

FRUTO EN LA VIDA NUEVA.

3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
3:6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
3:7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
3:9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
3:11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
3:15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Colosenses 3 .
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COMENTARIO :
COLOSENSES

Luís Alejandro Zepeda Mir

LA VIDA NUEVA DEL HIJO DE DIOS

COLOSENSES 3.1-17.



Ahora vamos a entrar a la sección práctica de esta epístola, Pablo ya nos ha hablado de la preeminencia de Cristo sobre la creación, sobre la iglesia, sobre las falsas enseñanzas. Y ahora el apóstol va a considerar cual debe ser la aplicación de todas estas enseñanzas en nuestras vidas. Entendiendo que somos nuevas criaturas (2 Corintios 5.17) después de bautizarnos y obedecer el evangelio, desde ese momento morimos con Cristo a nuestra antigua vida, morimos a la ley y tenemos una nueva vida para con Dios.

A. BUSQUEN LAS COSAS DE ARRIBA (3.1-4).

Y Pablo comienza diciendo: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Este es un llamado para todos nosotros, para vivir como hijos de Dios y poner nuestra vista en las cosas celestiales.



Y el primer énfasis que vemos es que Pablo les recuerda, “Si, pues, habéis resucitado con Cristo”, apegándose a lo que anteriormente había dicho en el 2.12 “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”. El cristiano no solo muere con Cristo, sino que también resucita como su Señor, tiene una nueva vida para Dios, y Pablo en simples palabras les dice, “Si ustedes se consideran cristianos, hijos de Dios, que murieron y fueron resucitados con Cristo, entonces tienen un deber”, ¿Cuál es este deber? “Buscad las cosas de arriba”, debemos buscar, interesarnos por las cosas espirituales, como lo dice el escritor de Hebreos “Puestos los ojos en Jesús” (Hebreos 12.2), Como también lo dijo Cristo en su ministerio “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6.33),el verdadero cristiano, el cual le da el primer lugar de su vida a Jesús solo busca, pone su atención en las cosas celestiales, ya que sus metas, las fuerzas que tienen y todas sus motivaciones vienen del cielo donde esta Dios Padre y Jesucristo que esta “sentado a la diestra de Dios”, Cristo esta a la derecha de Dios, esta frase da a entender el puesto de honor y autoridad que él tiene. El reina en este mundo, y debemos preguntarnos, ¿REINA JESUS EN MI VIDA? Es esto lo que Pablo le dice, Jesús quien los resucito tiene todo poder y autoridad, es preeminente en todo y si es así, entonces debemos rendirnos a él y solamente poner la mirada en las cosas de Dios.

Este es un mandamiento imperativo “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”, no es opcional, no es si nosotros queremos o no queremos preocuparnos de las cosas de arriba, es un mandato que debe obedecerse. Cuando nosotros ponemos nuestra mirada en las cosas de arriba, esto significa que HEMOS PROGRESADO AL PUNTO DE DESEAR LAS COSAS ESPIRITUALES NO SOLO LAS BUSCAMOS POR DEBER, SINO QUE YA LAS ANHELAMOS. SERVIMOS A CRISTO PORQUE QUEREMOS HACERLO Y LE AMAMOS DE TODO CORAZÓN, SABIENDO QUE HAY UN MANDAMIENTO QUE NOS INSTA A HACERLO, PERO NUESTRAS MOTIVACIONES NO SE BASAN EN EL MANDAMIENTO SINO EN QUE QUEREMOS HACERLO DE CORAZÓN. Esto es tener la mira puesta en las cosas de arriba. Son nuestro verdadero y ferviente anhelo. Para llegar a este punto de madurez es necesario disciplinar la mente, así la gloria de las cosas celestiales son tan atractivas que llegan a dominar los deseos de la mente. Cuando Pablo habla de las cosas de la tierra se refiere a la honra, el poder, las riquezas, el conocimiento, los deleites, las comodidades que el mundo ofrece. Tales cosas no rigen la vida del cristiano. No deben dominar nuestros pensamientos, pero ¿COMO PONEMOS NUESTRA MIRADA EN LAS COSAS DE ARRIBA?

1. Estudiando la palabra de Dios constantemente (1 Pedro 2.2)

2. Orando a Dios siempre (1 Tesalonicenses 5.17)

3. No dejando de congregarnos (Hebreos 10.25)

4. Haciéndole el bien a todos (Gálatas 6.9-10)

5. Evangelizando a este mundo perdido (Mateo 28.19; Marcos 16.15-16)

6. Viviendo vidas de santidad en este mundo (1 Pedro 1.14-16; 2 Corintios 7.1)

7. Preocupándonos por nuestros hermanos, animándolos y exhortándolos (1 Tesalonicenses 5.14; Hebreos 10.24), Etc, etc.

Pero ¿POR QUÉ DEBEMOS PONER LA MIRADA EN LAS COSAS DE ARRIBA? “Porque habéis muerto” dice Pablo, hemos muerto al pecado como lo dice Romanos 6.11 “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro” y al mundo, ya no debemos tener nuestra mirada en las cosas de la tierra. Desde el momento que obedecimos el evangelio, desde ese momento crucificamos al viejo hombre, morimos al pecado y tenemos una nueva vida para Dios

También ponemos nuestra mirada en las cosas de arriba porque “nuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. La verdadera vida del cristiano no se ha manifestado todavía. La realidad que el cristiano busca, no se encuentra en la vida que vive en este mundo. Aguarda la "esperanza que os está guardada en los cielos" (1.5). Pero no debemos pensar que se trate de alguna cosa insegura, pues nuestra esperanza es SEGURA (compare Hebreos 6.18, 19).

Pero no olvide que es posible apartarnos de Dios (Hebreos 3.12). Por este motivo el cristiano debe siempre poner la mira en las cosas de arriba no en las de la tierra para no ser atraído y seducido a caer de nuevo en las contaminaciones del mundo (2 Pedro 2:18-22). Y como nuestra vida verdadera, la vida eterna, esta escondida con Dios, “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. En la segunda venida de Cristo se harán realidad todas las promesas que tenemos como esperanza ahora por medio del evangelio.

Esta es una gran verdad, Cristo vendrá y con él vendrá la bendición que nos promete si somos fieles hasta el final. Seremos transformados a un cuerpo glorioso, como el de Cristo, le veremos tal como es, cara a cara, y gozaremos eternamente de la salvación divina en la gloria. Es por esto que debemos buscar las cosas de arriba, las celestiales, porque de esa manera nosotros podremos tener la seguridad de que Dios nos llevara a su gloria y tendremos la paga a nuestra obediencia. Esta seguridad debe animarnos a vivir una vida sumamente espiritual como la de Cristo (1 Juan 3.1-3).



B. QUITEN TODO LO TERRENAL EN USTEDES (3.5-11).

Después de esto Pablo añade: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.

Nótese la frase “Haced morir”, Pablo ya ha hablado y nos ha explicado que para tener una nueva vida para con Dios necesitamos morir, morir al pecado. Eso lo hacemos cuando somos bautizados, cuando somos muertos, sepultados y resucitados con Cristo. Y la voluntad de Dios nos insta a matar, a destruir y acabar “con lo terrenal en vosotros”, esa es nuestra lucha, el crucificar el viejo hombre diariamente, con esfuerzo voluntario e intensivo, debemos controlar y sujetar los miembros de nuestro cuerpo a la voluntad de Dios, y no dejar que vuelvan a ser miembros del pecado. Pablo lo expresa más claramente en Romanos 6.6 “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él (Cristo), para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” Y en Gálatas 5.24 "Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos", ese es nuestro desafió, el luchar y batallar con lo terrenal que todavía queda en nosotros, hemos muerto con Cristo pero debemos seguir en la lucha diaria para destruir por completo cualquier residuo que nos quede de la antigua vida.

Debemos crucificar lo terrenal en nosotros, debemos acabar con lo mundano y pecador de nuestras vidas. Nos preguntaremos por qué. ¿Por qué debemos hacer morir lo terrenal en nosotros?

Porque ahora tenemos una nueva naturaleza. Ya no tenemos la naturaleza carnal y pecadora. Ahora somos participantes de la naturaleza divina (2 Pedro 1.4). Nuestra esencia esta ligada a nuestro Padre Celestial y por lo mismo, por lo que somos, por nuestra nueva naturaleza debemos alejarnos de lo mundano en nuestra vida. Ya no solamente lo hacemos por el mandamiento o por la obligación, sino que nuestro propio ser se revela a la ley carnal y lucha para que triunfe lo espiritual de nuestra nueva naturaleza.

La santidad es lo que Dios busca de nosotros (1 Tesalonicenses 4.3; Hebreos 12.14), pero esto no es algo que de repente sucede en la vida de uno por medio de algún milagro. Si bien es cierto que no podemos santificarnos sin la ayuda de Dios, también es verdad que nosotros tenemos que hacer un esfuerzo propio por hacer morir lo terrenal en nosotros. Dios no nos lo quita milagrosamente, nosotros debemos luchar con su ayuda para morir al viejo hombre (Gálatas 5.16-25; Romanos 8.1, 4-14).

Y en el mismo texto Pablo, va a comenzar a enumerar algunas cosas que son parte de lo terrenal que debemos matar:

1. FORNICACIÓN - (porneia) - Algunos enseñan que esta palabra se refiere al pecado sexual cometido sólo por solteros, pero en la Biblia se refiere a toda relación sexual ilícita. Incluye el adulterio (Mateo 5.32; 19.9); el incesto (1 Corintios 5.1); y la homosexualidad (Judas 7). Es tener relaciones sexuales ilícitas, con una persona que no sea nuestro(a) compañero(a) de vida. Puede cometerse por casados o solteros (Hechos 15.29; 1 Corintios 6.18; 7.2).

2. IMPUREZA – (AKATHARSIA) - Se traduce suciedad en Romanos 1.24; 2 Corintios 12.21; Efesios 4.19; 1 Tesalonicenses 2.3. Se traduce impureza en Efesios 5.3; Colosenses 3.5. La inmundicia está asociada con el adulterio y la fornicación e incluye la impureza de corazón que lleva a estos pecados. "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" (Mateo 5.8). Recuérdese que el libro de Levítico habla mucho de los inmundos que estaban separados de Dios, que por causa de su impureza no podían acercarse a El. No estamos bajo aquella ley, pero el Nuevo Testamento condena la impureza. "Después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza" (Efesios 4.19). No hay otra palabra que describa mejor el desenfreno y la desvergüenza de mucha gente moderna que la palabra avidez, pues an*siosamente practican el mal. En cuanto a los deseos y pasiones carnales son glotones, cuyo apetito es insaciable. Este es un estado de mente que se deleita en lo inmoral e ilícito.

3. PASIONES DESORDENADAS - (pathos) – Deseos pecaminosos que se permiten desarrollar y avanzar al punto de ser incontrolables. Es cuando deseamos algo hasta el punto que podemos hacer cualquier cosa para poseerlo y lo realizamos, no solo quedan en pensamientos, sino que van a la acción (Romanos 1.26, 27; 1 Tesalonicenses 4.5).

4. MALOS DESEOS - (epithumian) – Es el anhelo por lo prohibido, son los deseos intensos que tenemos por lo pecaminoso. Las pasiones desordenadas y malos deseos son pecados del corazón: allí esta la fuente y raíz del pecado (Marcos 7.21-23), porque "cada uno es tentado cuando por su propia concupiscencia (epithumias – Malos deseos) es atraído y seducido" (Santiago 1.14).

5. AVARICIA, QUE ES IDOLATRÍA - (pleonexia) - La definición de avaricia es: Codicia. Literalmente, "Es un deseo de tener más, siempre en mal sentido... es el egoísmo y falta de confianza en Dios. La adoración de sí mismo o de otras cosas, pero no de Dios. Apego desordenado a las riquezas y las posesiones materiales. "Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos" (Efesios 5.3).

La avaricia constituye una idolatría. La idolatría es la sustitución de Dios con otras cosas que tenga la misma o mayor importancia que Dios para la persona. Como por ejemplo, el amor al dinero, el apego a las cosas materiales. Es cuando ponemos algo o alguien en el lugar que le corresponde a Dios, dando tiempo por aquello, esfuerzo y hasta reconocimiento por el objeto idolatrado. La avaricia o codicia nos aleja de Dios, y nos apega y acerca mucho más a este mundo.

En Cristo ES POSIBLE eliminar TODAS estas prácticas y malos pensamientos de la vida de uno. Es mandamiento de Dios. No hacerlo es REBELDÍA - DESOBEDIENCIA. Y ¿Por qué debemos dejar y eliminar estas cosas?

Porque todas estas cosas que ennumeramos: FORNICACIÓN, IMPUREZA, PASIONES DESORDENADAS, MALOS DESEOS Y AVARICIA, son cosas que desagrada Dios, y cometiéndolas estamos expuesto a la IRA DE DIOS, “Cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”. Si practicamos estos pecados, somos considerados como hijos de desobediencia, o sea, la desobediencia, el pecado es nuestro Padre y nosotros nos sometemos y lo seguimos. Es por esto que la ira de Dios es buena porque nos anima a dejar las cosas terrenales (Romanos 1.18; Juan 3.36; Mateo 3.7; Efesios 5.6). No olvidemos enseñar toda la verdad de Dios. Dios no es SOLAMENTE amor. También es JUSTO y SANTO. Su ira se manifiesta contra el pecado y el castigo es el resultado de extraviarnos en este mundo, no matando el pecado en nuestras vidas.

Después de esto agrega, “en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas”, él les recuerda que ANTES, no ahora, anduvieron, o sea, practicaron todas esas cosas, vivían una vida de esa manera. El pecado era la atmósfera de su vida. Aquí Pablo dice que vivían en estas cosas, pero, como dice en Efesios 2.1 estaban muertos (Efesios 2.5; 5.14; Mateo 8.22; Juan 5.25). El muerto está destituido de una vida que reconoce a Dios o que es devota a El, porque está entregado a transgre*siones y pecados; inactivo con respecto a hacer lo correcto. Están completa*mente entregados a las prácticas de la idolatría, estaban muertos, separados de Dios (2.13; Isaías 59.1-2). Pero ahora todo eso había cambiado, ahora era su pasado, fueron cosas que hicieron en otro tiempo, y debían cuidarse de no volver a caer en el mismo pecado.

Entonces, después de mandarles que no volvieran atrás, a la antigua vida que llevaban, sino que mataran al viejo hombre, Pablo les dice “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas”. No solamente debían alejarse de la fornicación, impurezas, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, cosas que en la antigua practicaron y que ahora por la sangre de Cristo ya era lejano para ellos, sino que también habían otras cosas que hay en este mundo, que también era necesario matar, es por esto que Pablo dice, dejen también estas cosas.

La clave para entender este pasaje, es la palabra AHORA, o sea, que los Colosenses debían alejarse de las cosas que antes practicaban, pero también en el presente “ahora”. Debían cuidarse de otras cosas que podían llegar a su vida y hacerlos retroceder. ¿DE QUÉ COSAS DEBIAN ALEJARSE LOS COLOSENSES?

6. IRA – (ORGE) – Es una actitud crónica. Es cuando la molestia o indignación se manifiesta en nuestro corazón. Pablo dice a los efesios (4.26), "Airaos (orge), pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo". Dios se enojó (1 Reyes 11.9; 2 Reyes 17.18; Hebreos 12.29). Cristo se enojó (Marcos 3.5; Juan 2.15-17). El cris*tiano debe enojarse al observar el pecado y la destrucción de vidas y almas causada por el pecado. Si amamos la verdad, en*tonces aborrecemos el error y el pecado, y no seremos indiferentes hacia el pecado ni hacia la destrucción que éste causa.

Sin embargo, el enojo es muy peli*groso y tiene que controlarse, pues fácil*mente se convierte en resentimiento y amargura y en el deseo de venganza. Por lo tanto, "no se ponga el sol sobre vuestro enojo". Si el enojo per*manece en el corazón, puede producir malicia y amargura. Si el enojo que senti*mos es indignación justa, como la de Jesús, debemos decir lo que se debe decir, o hacer lo que se debe hacer, y luego acabar con el enojo.

Pablo agrega otra exhortación: "Ni deis lugar al diablo" (Efesios 4.27); pues esto es lo que sucede si no quitamos lo más pronto posible el enojo del corazón. El enojo guardado y alimentado en el corazón da ocasión al diablo para ten*tarnos. Cuando el cristiano se indigna, su reacción, sea en palabra o en hecho, debe ser lo que le agrada a Dios. No es pecado reaccionar con indignación a las injusticias u otras provocaciones de Satanás (Marcos 3.5; Hechos 23.3), pero lo importante es que lo hagamos con dominio propio.

7. ENOJOS – (THUMOS) – Es la expresión de las emociones negativas que de repente surge y luego se mengua. Comúnmente es de poca du*ración. Lo que pasa es que hay explosión de ira expresada en palabras y acciones violentas, y pronto muere, pero en ese lapso de tiempo hace mucho daño, pues deja heridas físicas o emocionales que duran por mucho tiempo. Aparentemente mucha gente no toma en serio el tempera*mento o genio explosivos; quieren justificarse diciendo, "así soy", como si fuera una condición normal o algo más allá de su control, pero aquí está este mal enumerado en*tre las obras de la carne que evitan que los culpables hereden el reino de Dios. En realidad tales explosiones de ira demues*tran la falta de amor y la falta de paciencia. Por eso, es necesario crucificar esta pasión.

8. MALICIA – Es el deseo de hacer daño a otras personas intencionadamente, es cuando no solo nos hemos enojado, explotando en ira, sino que después de eso, por la ira guardada en nuestro corazón, comenzamos a planear como hacer daño a quien nos airó. En particular estas palabras describen la conducta de la persona que no controla el enojo y que no está dispuesta a per*donar. No se puede negar que otros nos pueden afligir. Pero la aflicción más grande y dañina es la que nos hacemos a nosotros mismos. Es imperativo que cada cristiano entienda que esta lista de cosas mencionadas por Pablo (amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, malicia) son la reacción de la persona provocada, y no son necesarias ni ine*ludibles. Estas palabras describen la reac*ción del viejo hombre a las provocaciones de la vida, pero el cristiano se ha renovado en el espíritu de su mente y se ha vestido del nuevo hombre.

9. BLASFEMIA – Es hablar mal contra Dios o los hombres. Se encuentra este término en medio de los pecados contra el hombre; por eso, significa que por causa de la malicia en el corazón contra otro se blasfema contra él, hablando calumnias, lastimando y perjudicando con la lengua (Santiago 3.9).

10. PALABRAS DESHONESTAS – Malas palabras, palabras ofensivas, palabras insultantes y obscenas. La lengua es una fuerza tremenda para bien o para mal. Se usa la lengua para predicar, para enseñar, para exhor*tar, para amonestar y para alentar, pero también se usa para destruir con mentiras, con chismes y con toda clase de ataque contra la persona de otros (Santiago 3.3-12). "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca sino la que sea buena para la nece*saria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios 4.29). ¿Cómo podemos corregir este problema? Limpiando el corazón; "sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida" (Proverbios 4.23). "Porque de la abundancia del corazón habla la boca" (Mateo 12.34); es decir, el habla mal revela el carácter, como el árbol es conocido por su fruto. La nueva vida es conocida por su habla y por sus hechos. Las palabras corrompidas que salen de la boca indican que el corazón (el carácter) es corrupto. Esto es mucho más que una blasfemia, es cuando directamente nos ensañamos con una persona y la atacamos con palabras hirientes, insultantes y obscenas.

11. MENTIRAS – No debemos mentirnos ni engañarnos los unos a los otros, debemos hablar con verdad siempre, "Por lo cual, desechando la men*tira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros" (Efesios 4.25). Obsérvense las palabras conectivas, "Por lo cual". La primera aplicación práctica hecha por Pablo de su enseñanza acerca de "despojarse" y "vestirse" (Efesios 4.22-24) es desechar la mentira y hablar verdad. ¡Qué difícil es dejar la mentira! ¡Cuántos nuevos conversos luchan con esta tentación! La mentira es un "modo de vivir" de mucha gente inconversa. Se usa en el hogar, en el trabajo, en los negocios, y casi en toda faceta de sus vidas. Las vidas de los del mundo están llenas de "toda injusticia...engaños y malignidades" (Romanos 1.29). ¡Cuántos hogares y cuántas congrega*ciones se han destruido por la mentira en forma de chismes y calumnias! "Desechando la mentira, hablad verdad". Y recuérdese que es posible mentir, no solamente con palabras, sino también con los ojos, con los hombros (encogidos para indicar "no sé"), con el silencio, con alguna expresión del rostro, o con algún gesto de las manos, etc. Si el propósito es engañar o dejar alguna impresión falsa o errónea, es mentira.

Y ¿Por qué debemos dejar todas estas cosas? Porque ahora que hemos muerto al pecado, y tenemos una nueva vida para Dios, debe haber una gran diferencia en nuestra andar. “habiéndonos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo”, como Pablo lo dijo a los Efesios, "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre" (Efesios 4.22). Esta ma*nera de vivir debe cesar ter*minantemente. El arrepentimiento sig*nifica un cambio de mente para dar una vuelta de 180 grados. El viejo hombre es conocido por sus hechos o prácticas; de la misma manera, la nueva vida es conocida por sus hechos o prácticas. "Despojarse" y "vestirse" sugiere un cambio de ropa; se debe quitar la ropa su*cia, para vestir la ropa limpia. Es nece*sario despojarnos de toda inmundicia, de toda carnalidad, y el principio de este proceso es el cambio de corazón (Ezequiel 36.25-27).

Y debemos vestirnos con ropa limpia, como la ropa nueva nos agrada a nosotros, el vestido nuevo (espiritual) del cristiano agrada a Dios. "Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santi*dad de la verdad" (Efesios 4.24). Debemos tener un cambio radical en nuestras vidas, debemos quitar cualquier cosa que nos aferre a este mundo y debemos comenzar a practicar las que nos llevan a la salvación. El hombre nuevo refleja la imagen de Dios y poco a poco se va transformando en esta imagen (2 Corintios 3.18).

El hombre nuevo es creado por Dios (Efesios 2.10). La mayoría de nosotros nos dejamos guiar y dominar por las emociones y prejuicios en vez de ir progresando hacia el conocimiento pleno que nos puede hacer actuar como Dios actúa. El hombre nuevo puede ser realidad únicamente cuando nos vamos renovando en nuestras mentes hasta el conocimiento pleno de Dios y de la VIDA que es Cristo. Y Pablo termina diciendo “el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.

La vida nueva en Cristo es un proceso continuo de renovación. Al resucitar de las aguas del bautismo, empezamos este proceso y lo continuamos hasta la muerte. Muchos bauti*zados no perseveran, por falta de esta renovación, porque es imposible vivir por Cristo sin la reno*vación de la mente. Es indispensable que haya cambio de corazón que lo hace Dios, cambio del entendimiento, cambio de voluntad y cambio de las emociones, en fin, un cambio del carácter y cambio de la disposición (genio). La conversión es una regeneración, una recreación. El individuo es "rehecho", hecho de nuevo. La expresión conforme a la imagen del que lo creó se refiere a Génesis 1.26 y significa que el nuevo hombre se transforma cada vez más en la semejanza de Dios y crece en el conocimiento perfecto de él.

“Donde”, se refiere a la nueva vida en Cristo, no hay "circuncisión", o sea, judíos; "incircuncisión", o sea, gentiles; "bárbaros" - cualquier persona que habla un idioma extranjero que no sea entendido por los que lo llaman así. "escitas" – es un pueblo del sur de Rusia. Llegaron a invadir a Palestina en al año 625 antes de Cristo. Se consideraban como los más incivilizados de todos los bárbaros por las naciones más civilizados. “Siervos”, o sea, esclavos; y “Libres”, o sea, ciudadanos, personas que tenían libertad, que no estaban esclavizados. El hombre nuevo NO siente prejuicio racial, social, ritual, lingüístico ni cultural. Sólo Cristo es importante en la vida del hombre nuevo ("Cristo es el todo"). Y él recuerda que el mismo Cristo vive en todos los que han recibido esta vida nueva ("en todos"). Esto tiene especial relación con los nuevos atributos que deben caracterizar al nuevo hombre en sus relaciones con otras personas y en especial con sus hermanos. Los gnósticos, como muchos religiosos modernos y no pocos cristianos, se consideraban con cierta importancia personal y en un plano superior a los demás cristianos. Esta actitud que invadía al pueblo de Dios es atacada mediante estas palabras que nos recuerdan que realmente CRISTO es el único que tiene importancia especial y que nuestra posición como hijos de Dios depende TOTALMENTE de que El esté en nosotros y El Mismo está en todo cristiano SIN DISTINCIÓN.



C. VIVAN COMO NUEVOS HOMBRES (3.12-17).

Y después de decirnos donde debemos poner nuestra mirada, y también nos ha hablado de que cosas debemos quitar y matar en nuestra vida, ahora Pablo nos dice que cosas debemos agregar a nuestra vida, nos habla de cómo vivir como nuevas criaturas para Dios, “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (3.12-17).

Ya anteriormente Pablo había dicho que debíamos despojarnos del viejo hombre y que debíamos revestirnos del nuevo (3.9-10), y ahora nuevamente toma esta figura para expresarles una gran verdad a los Colosenses.

Él dice "Vestíos" - se trata de una decisión y un esfuerzo de nosotros mismos. Es un cambio total de "ropa" en el simbolismo que emplea Pablo. Nos quitamos una ropa y luego nos ponemos otra, nos quitamos el pecado y toda iniquidad, y nos vestimos de justicia. Es una expresión de nuestra condición interna como resultado de haber sido muertos (3.3), sepultados (2.12) y resucitado con Cristo (3.1). Al decir vestíos, significa que debemos agregar algo a nuestras vidas, ¿QUÉ DEBEMOS AGREGAR A NUESTRAS VIDAS? ¿CUAL DEBE SER NUESTRA VESTIMENTA?

“COMO ESCOGIDOS DE DIOS”, esto solo es posible por la misericordia de Dios. Antes estábamos alejados de Dios, pero ahora por el evangelio somos escogidos, somos elegidos por el llamamiento celestial para heredar las promesas de Dios. Él, nuestro Padre nos ha escogidos, nos ha elegido desde antes de la fundación del mundo, a nosotros SU IGLESIA (Efesios 1.4), si nosotros obedecemos a Dios y resucitamos con Cristo desde ese momento hacemos nuestro este escogimiento y elección que es solo a través del evangelio podemos conseguir, no se trata de un escogimiento personal en el cual Dios elige a unos para salvación y a otros para condenación no importando si le obedecen o no, sino que se trata de un escogimiento a través del evangelio, quienes resucitan con Cristo, que quienes lo obedecen pasan a ser escogidos de Dios.

Pero no solamente eso, Pablo también dice: “SANTOS Y AMADOS”, aparte de ser escogidos, también somos “santos”, o sea, somos apartados por Dios de este mundo para servirles, somos su pueblo santo, y también somos “amados”, o sea, Dios nos ha amado y nos amara por siempre, lo sabemos, Dios nos ha amado de tal manera que aun nos dio a su hijo para que pudiéramos ser salvos (Juan 3.16-17). Esta es nuestra nueva naturaleza, nuestra vestimenta espiritual, nuestro uniforme como escogidos de Dios, santos y amados por Dios, esto es lo que Dios hace por nosotros. Pero ¿QUÉ DEBEMOS HACER NOSOTROS?

Debemos vestirnos, incorporar a nuestra vida la misericordia “DE ENTRAÑABLE MISERICORDIA”, sabemos que la misericordia significa “Dolor de corazón”, viene de MISERI=DOLOR + CORDIA=CORAZON. Pero esta misericordia nace en lo profundo del corazón, viene de nuestras entrañas “entrañable”. Es cuando nosotros sentimos el dolor o sufrimiento de los demás como nuestro, y es deber nuestro el llenarnos de misericordia por los que sufren. La palabra nos dice que debemos “llorad con los que lloran” (Romanos 12.15). Acompañar en el dolor y sufrimiento a los demás, así como lo hizo el buen samaritano, que fue movido a misericordia (Lucas 10.25-37).

Pero también dice: “DE BENIGNIDAD”, viene de CHRESTOTES en griego. No se trata de una emoción nada más sino de una actitud que es activamente ÚTIL para el bien de otras personas. Es cuando buscamos el bienestar de los demás. También lleva la idea de un trato SUAVE, sensible a los sentimientos y las necesidades de otras personas que se manifestará en el modo de hablar, pensar y actuar (Efesios 4.32).

¿SOMOS BENIGNOS PARA CON LOS DEMAS? Debemos el buscar ayudar, y serles útiles a nuestros hermanos, así también tratarlos bien, ser suaves y sensibles con ellos. En vez de ser toscos e implacables, es mejor el ser benignos y buenos con nuestros hermanos.

Después añade “DE HUMILDAD”, ser humilde es rebajarse voluntariamente, en vez de dar cabida en nuestra vida a sentimientos como la arrogancia, el menosprecio a los demás y jactancia, el siervo de Dios aprende que él no es nada y todo lo que es, solamente lo es con Cristo. Esta cualidad era aborrecida por los paganos, pues para ellos indicaba flaqueza, pero Jesús dice, "el que se humilla será enaltecido" (Lucas 18.14). Pablo dice, "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo" (Filipenses 2.3). Esto debe describir nuestro carácter, y si ya hemos dado este paso, o sea, SER HUMILDES tendremos buenas relaciones con los hermanos.

Vemos como Pablo va edificando una idea tras la otra, necesitamos agregar a nuestras vidas MISERICORDIA, BENIGNIDAD, HUMILDAD, y también MANSEDUMBRE “DE MANSEDUMBRE”, viene de PRAUTES en griego, es la fuerza bajo control o dominio, es cuando aprendemos a refrenar nuestros impulsos y arrebatos, y tenemos control sobre nuestras emociones. Esto nos ayuda mucho en nuestro trato con los demás, porque si ejercemos control sobre nuestros impulsos y emociones podremos estar en armonía con el resto, así como a un caballo se le controla con un freno, el cristiano también necesita la mansedumbre para poner un freno en su vida (Efesios 4.2).

Pero también necesitamos PACIENCIA “DE PACIENCIA”, viene de la palabra griega MAKROTHUMIA, que es una palabra compuesta por MAKROS=LARGO+THUMOS=TEMPERAMENTO. Es cuando tenemos largura de ánimo o temperamento, cuando soportamos y aguantamos a los demás. Es sinónimo de la palabra LONGANIMIDAD, que es la capacidad de soportar personas desagradables o que buscan hacernos daño, no buscando el pagarles mal por mal o querer hacerles daño. Debemos ser pacientes para con todos (Colosenses 1.11; 1 Tesalonicenses 5.14).

Y todo esto es para “SOPORTANDOOS UNOS A OTROS Y PERDONANDOOS UNOS A OTROS SI ALGUNO TUVIERA QUEJA CONTRA OTRO”, este es uno de los mandamientos más difíciles de practicar, pero debemos soportarnos, debemos aguantarnos para eso debemos tener paciencia para con los demás, para tener la capacidad de sobrellevar las molestias que muchas veces los hermanos nos hacen pasar, no significa hacer la vista gorda al pecado, pero si el pasar por alto situaciones que no son pecaminosas que pueden afectar nuestra relación con nuestros hermanos, no afectarnos por toda actitud o cosa que hagan los hermanos. Efesios 4.2 nos dice: “Soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”, el amor nos puede ayudar también a soportarnos.

Pero si las situaciones que nos causan molestias de nuestros hermanos son pecados, Pablo también nos dice que debemos “PERDONARNOS LOS UNOS A LOS OTROS”, si tenemos alguna queja, alguna molestia con nuestro hermano por causa del pecado, es mejor solucionar ese conflicto en nuestro corazón y abrirnos al perdón. La escritura es este respecto es clara: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6.14-15). Dios quiere que aprendamos a perdonarnos, así como también el nos perdona, el texto mismo lo dice: “De la manera que Cristo os perdono, así también hacedlo vosotros” (3.13b). Debemos perdonar a los demás genuinamente, sin resentimientos, quitando todo lo que había en nuestro corazón, para después no acordarnos del mal que nos hicieron y recriminar a los hermanos, seamos como Cristo, él nos perdono y ya no se acuerda más de nuestros pecados, él nos ofrece un perdón total, el cual estamos llamados a imitar.

Y Pablo añade: “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” (3.14), y sobre todo lo que anteriormente se había dicho, debemos vestirnos, debemos empaparnos del amor, todo esto que consideramos puede ser posible solo si hay amor. El amor es el vínculo que une a los santos, pues sin el amor la unidad sería imposible. Todas estas virtudes –misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre y paciencia - son manifestaciones del amor, pero es inconcebible que se muestren donde el amor no exista.

El amor es el vínculo que trae perfecta unidad. Une en un solo cuerpo personas de diferentes razas, condiciones sociales y económicas, temperamentos y personalidades. Son personas que de otra manera no tendrían nada en común y que quizá hasta serían enemigos. Aunque sabemos que la tendencia natural de un grupo es esparcirse tarde o temprano. El amor puede superar esta tendencia y solamente el amor lo puede hacer.

El amor, AGAPE en griego es benevo*lencia inconquistable, buena voluntad que no se vence. Agape es el espíritu en el corazón que nunca buscará otra cosa sino el bien máximo de su prójimo. No importa cómo sus semejantes lo traten;... no importa la acti*tud de ellos hacia él, Éste nunca buscará otra cosa sino el bien máximo de su prójimo.

“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos” (3.15). Este es un gran deseo, porque sabemos que la paz verdadera procede únicamente de Dios. Es el resultado de la reconciliación con Dios por medio del sacrificio de Cristo (compare Romanos 5.1). Dios quiere que la paz reine en nuestros corazones, abunden en la vida de sus hijos. Tener paz es tener la tranquilidad y seguridad que no tenemos conflictos con Dios, que él siempre estará con nosotros.

Y Pablo nos dice que esta paz también debe extenderse a la iglesia, o sea, entre los unos a los otros, no fuimos llamados a disgustos, pleitos y división, fuimos llamados a paz en un solo cuerpo, o sea, en la iglesia. Todo esto puede encontrarse en la vida del mundo (Colosenses 3.8, 9). Porque sabemos que la iglesia no puede progresar bien en medio de pleitos y obras de la carne.

Debemos alejar de la iglesia cualquier cosa que entorpezca la verdadera paz que Dios ofrece para su pueblo, podemos tener paz si aplicamos todos los principios que anteriormente consideramos y los ponemos en práctica en la iglesia.

Además de eso, también el apóstol nos exhorta a SER AGRADECIDOS, o sea, por la paz que tenemos con Dios y porque Dios nos ha llamado al cuerpo de Cristo con todas las bendiciones que hay en El debemos ser agradecidos. También debemos ser agradecidos por todo lo que Dios nos da y nos ha dado, la gratitud debe abundar en la vida del cristiano (1 Tesalonicenses 5.18).

Y para que todo esto sea posible, para que podamos vivir como nuevos hombres, alejados de las antiguas practicas pecaminosas, debemos estar arraigados en la palabra de Dios, "La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría" (3.16).

Esta es la única manera de lograr dejar y despojarnos realmente del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre: mediante la influencia de la Palabra de Cristo en nosotros. Y como sabemos la palabra no puede abundar en nosotros si no la estudiamos. Tampoco la palabra podrá abundar en nosotros si no la ponemos por práctica. Como lo dijo Pedro: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2.2).

Vemos en este pasaje que la palabra de Dios, la Biblia, si habita en nosotros, si forma parte integral de nuestra vida, nos ayuda a ENSEÑARNOS, o sea, recibiremos conocimiento de cosas que no sabíamos, Dios nos dirá cosas que no conocíamos y las compartiremos con otras personas, en este caso con nuestros hermanos para su edificación. Y también podremos EXHORTARNOS, o sea, podremos aconsejarnos y amonestarnos, podremos corregirnos los unos a los otros para ser fieles al Señor. Y toda esta enseñanza y exhortación debe ser de acuerdo o en base a la palabra de Dios, esta sabiduría divina que nos ayuda a vivir como hijos de Dios.

“Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor”, el cantar es UN método de enseñar y exhortar. La música en nuestras reuniones no puede ser solamente algo emocional. La mente y el entendimiento tienen que participar (1 Corintios 14.15). Los textos que nos hablan de la alabanza en el Nuevo Testamento son: Mateo 26:30; Marcos 14.26; Hechos 16.25; Romanos 15.9; 1 Corintios 14.15; Efesios 5.19; Colosenses 3.16; Hebreos 2.12; 13.15; Santiago 5.13. En estos pasajes encontramos la ausencia de la música instrumental, y vemos reafirmado el mandamiento bíblico de cantar. Esto supone que si Dios manda algo, añadir algo más al mandamiento divino significaría infringir el mandato de Dios, como le paso a Nadab y Abiú (Levítico 10.1-2).

SI DIOS NOS MANDA A CANTAR ESO ES LO QUE TENEMOS QUE HACER, EL TOCAR INSTRUMENTOS, SILVAR, APLAUDIR U OTRA MANIFESTACIÓN QUE ESTE FUERA DEL MANDAMIENTO BIBLICO, SOLO ES ALGO AGREGADO POR EL HOMBRE Y NO DEBEMOS PRACTICARLO.

El cantar himnos no es una mera formalidad o ceremonia, sino que es un acto de adoración; los cantos son mensajes importantes que alaban a Dios y edifican a la iglesia. Hay mucha enseñanza, exhortación y aliento en los himnos que cantamos. Hay alimento rico en el servicio de cantos. Además del beneficio de enseñanza y exhortación que nosotros recibimos de los cánticos, lo hacemos "al Señor", para Su honra y alabanza, por tanto hay que hacerlo como El manda para que El sea glorificado correctamente.

El propósito principal para el uso de los instrumentos de música según los sectarios es para ATRAER a la gente. Pero este propósito de la música o sea los cantos cristianos NO SE ENCUENTRA en el Nuevo Testamento. Son para ENSEÑAR, EXHORTAR y GLORIFICAR A DIOS, pero no para atraer a la gente. Al cantar al Señor le ofrecemos el "fruto de labios", pero si nuestro servicio no viene del corazón El no lo acepta.

El cantar es un medio eficaz (poderoso) de hacer que el mensaje de Dios llegue al corazón. Cuando cincuenta o cien (o quinientas) voces se unen para cantar "Estad por Cristo firmes", tiene un impacto fuerte sobre los participantes. Al cantar enseñamos, exhortamos y edificamos, los unos a los otros. Los himnos nos edifican, nos consuelan y nos animan a ser más consagrados al Señor. Al cantar himnos hacemos peticiones a Dios, confesamos pecados y hablamos de la necesidad continua de la ayuda de Dios. Al cantar alabanzas estamos expresando emociones, tales como: amor, gratitud, gozo, ánimo, paz, tristeza, contentamiento.

“con salmos”, Los salmos (p. ej., los de David) alaban a Dios, exal*tando su nombre, poder, atributos y obras. El libro de Salmos era el himnario del pueblo de Israel, en ese libro vemos manifestado por las alabanzas la relación que tuvo con su pueblo elegido y consagrado. Estos Salmos nos instruyen; Jesús y los apóstoles los citaban, para enseñar y para comprobar lo que enseñaban.

"Originalmente un salmo era una canción acompañada de un instrumento de cuerdas... Con el uso la idea de acompañamiento cesó". Algunos de los que usan instrumentos musicales en el culto dicen que la palabra psallontes, traducida "alabando" (Efesios 5.19) significa cantar con instrumentos. Es cierto que bajo el Antiguo Testamento se tocaban instru*mentos con los cantos; y es cierto que en la versión Septuaginta (versión griega del Antiguo Testamento), la palabra psallo se usaba para indicar tanto el tocar como el cantar, pero cuando Pablo escribió estas cartas a los colosenses y efesios, la palabra psalmois ya no significaba "con acompañamiento musical".

Este verbo (psallo) se halla en Romanos 15.9 "cantaré"; 1 Corintios 14.15 "cantaré"; Santiago 5.13 "cante alabanzas”; y en Efesios 5.19 "alabando". No hay ninguna versión que traduzca el verbo psallo como "tocar" en el Nuevo Testamento. Para el siglo primero la palabra psallo ya había per*dido el significado de tocar y cantar, y significó simplemente cantar. Los israeli*tas usaban los instrumentos por el man*damiento de Dios en el Antiguo Testamento (2 Crónicas 29.25; Salmos 81.1-4), pero no hay tal mandamiento para la iglesia en el Nuevo Testamento. Como sabemos el Antiguo Pacto fue abolido y sustituido por uno Nuevo, con nuevas ordenanzas y mandamientos.

Pablo habla del instrumento con el cual se alaba a Dios en la iglesia: EL CORAZÓN. El signifi*cado radical de la palabra psallo es tañer, y se aplicó a todos los sonidos pro*ducidos por la vibración de las cuerdas de cualquier instrumento. Es muy razonable que se usara, pues, con referencia a la voz humana, que es el sonido que sale de los pulmones y de la boca del hombre, ha*biendo pasado por las cuerdas vocales. "La voz humana es el más complicado, delicado y perfecto instrumento musical conocido por el hombre. Como instrumento musical es la perfección de la obra del Creador, y es capaz de producir combina*ciones y armonía musicales mucho más dulces y variadas que las de cualquier instrumento de fabricación humana, aun más que aquellos inventados por David".

Durante los primeros seis siglos no se usa*ron instrumentos de música en la igle*sia, después de eso la iglesia Católica Romana los agrego a sus reuniones.

“E himnos y cánticos espirituales”, Los "himnos" dan alabanza a Dios, con acción de gracias y súplicas, expre*sando nuestra dependencia de Dios. Se refiere a cantos que son dirigidos a Dios alabando su grandeza y poder por sobre todas las cosas. Los "cánticos espirituales" dan expre*sión a una gran variedad de temas espirituales, basados en las palabras reve*ladas por el Espíritu Santo. "Dios es Es*píritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren" (Juan 4.24); por lo tanto, las alabanzas que canta*mos deben estar en perfecta armonía con la palabra de Dios, expresando pensamientos espirituales, para que en ellos nuestros espíritus puedan tener co*munión con Dios. Debemos ser estrictos en lo que predicamos y enseñamos, y debemos ser estrictos en lo que cantamos.

Después Pablo añade, “cantando con gracia en vuestros corazones al Señor”, es correcto denunciar el uso de instrumentos mecánicos en el culto, pero si nosotros no empleamos el instrumento correcto (el corazón), nuestros cantos tampoco serán aceptables. Al cantar en cada reunión los mis*mos himnos, ¡qué fácil es cantar sin pensar en lo que deci*mos! Es posible y muy fácil cantar muchos himnos sin concentrarnos en la letra. Si cantamos sin meditar en el mensaje del himno para ala*bar de corazón a Dios (como también para exhortarnos los unos a los otros), nuestro servi*cio viene siendo una ceremonia vacía, semejante a las rutinas sectarias. Debemos evitar el cantar sin entendimiento y mecánicamente, esto puedo desorientarnos en nuestra adoración a Dios

Y después de esto Pablo termina diciendo: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (3.17). Cuando el apóstol esta diciendo “todo lo que hacéis”, se esta refiriendo a lo que decimos, a lo que pensamos, a lo que hacemos, en el culto, en la obra de la iglesia: trabajar, dormir, comer, viajar, invertir, divertirse, etc., todas las actividades de la vida. Todo debemos hacerlo en nombre y para la gloria de Dios, el Cristo Preeminente tiene TODA autoridad en la vida del hombre nuevo. Hacerlo en Su nombre es hacerlo POR SU AUTORIDAD o POTESTAD (Hechos 4.5-10). Incluye hacerlo como EL MANDA. Cristo debe ser nuestro máximo referente en la vida, todo lo que hacemos y vivimos es para él, nuestra vida ya no nos pertenece (Colosenses 3.23; 1 Corintios 6.19-20). Debemos vivir nuestras vidas para Cristo, que sean delante de Dios como un sacrificio a él, Pablo lo dijo en Romanos 12.1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.

Al obedecer este mandamiento los Colosenses rechazaban la hueca filosofía de los falsos maestros y todos sus mandamientos de hombres que buscaban desviarse de la verdadera obediencia a Cristo (2.8, 17, 22). Y por lo mismo, debemos ser agradecidos con Dios por tener comunión con él, “dando gracias a Dios Padre por medio de él.”, o sea, debemos ser agradecidos con Dios a través de Jesucristo, por todo lo que ha hecho él por nosotros, nos a dado una nueva vida, nos ha permitido ser hijos de Dios, tenemos la opción de vivir la vida para él, por esto y muchas otras cosas más debemos siempre dar gracias a Dios por lo que tenemos en Cristo.
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Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

FRUTO QUE PERMANEZCA.

“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que
vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca;
para que todo lo que pidiereis al Padre
en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16).
El carácter es la naturaleza
de alguien; es la fuente última de los
pensamientos, sentimientos y acciones de la
persona. De modo que el fruto Cristiano puede
brotar únicamente de un carácter Cristiano.
Jesús dice que espera que el fruto producido
permanezca. La palabra original Griega es
meno, que significa: quedarse morando, quedarse
viviendo, no irse, seguir siendo, que sigue
siendo presente, no llegar a convertirse en
otro o en algo diferente. Este fruto continúa
brotando de la misma fuente—el carácter Cristiano.
Si el carácter de Cristo sigue siendo
formado en nosotros esto se mostrará en la calidad
consistente e íntegra del fruto.
Nuestros primeros frutos en la vida Cristiana
son un poco agrios, les falta madurez, su sabor
no es el del fruto maduro. Es fruto auténtico,
pero le falta desarrollo. Hay mucha mezcla en
la fuente—el carácter Cristiano está comenzando
a ser formado. Ya está allí, pero debe
desarrollarse, debe ser puesto a prueba, examinado,
necesita ser ejercitado (Hebreos 5:14).
Todo hombre produce frutos. El dar fruto no
es una opción: Es una realidad ineludible—un
axioma. Simplemente es así, sucede. Forma
parte de nuestra naturaleza creada por Dios. El
punto es, ¿De cuál fuente brotan nuestros frutos?
El fruto refleja la naturaleza de la fuente.
El carácter Cristiano conoce la Palabra de
Dios; está de acuerdo con la Palabra de Dios, y
hace la Palabra de Dios.
El carácter Cristiano (y por ende, también el
fruto) se orienta por el propósito correcto (el
Reino de Dios—Mat. 6:33), la motivación correcta
(la Gloria de Dios) y la norma correcta
(la Palabra de Dios—Sal. 119:105.)
Nos encontramos alentándonos los unos a
los otros en dirección del carácter Cristiano.
Estamos alentándonos mutuamente a dar fruto
y fruto que permanezca, que no sea mudado,
que no se marchite, sino que sirva de alimento
a muchos, a todos aquellos que forman parte
de nuestro oikos.

DIOS TE BENDIGA.:baby::corazon::baby:
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

SOBRE EL AMOR.

6


Filipenses 1:9-11

En los primeros versículos de Filipenses, Pablo expresa su confianza en que el Dios que “comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (1:6). A diferencia de las otras iglesias de Pablo, los filipenses no constituyen un problema para él; ellos son sus colaboradores (1:5; 4:15). No son su campo de acción, sino su fuerza. No son pecadores sin esperanza, sino santos maduros (1:1; 3:15); ellos pertenecen completamente a Dios. De hecho, si estos cristianos macedonios tenían algún problema, quizá haya sido la tendencia de algunos a pensar que, debido a su capacidad espiritual, habían llegado ya al nivel más alto. Pablo, al menos, cree importante recalcar su propia necesidad de progresar: “Quiero conocer a Cristo plenamente y llegar a ser completamente como él...Aún no lo he logrado, ni he alcanzado la meta; pero prosigo para que sea mía, porque Cristo me hizo suyo” (3:10, 12, paráfrasis del autor). El apóstol escribe acerca de su decisión de poner de lado sus éxitos personales, para dedicarse sólo a alcanzar una meta: “El supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (3:4b-14), y pide a los filipenses que hagan lo mismo (v. 15).

La oración de Pablo en 1:9-11 no es por inconversos; no es por aquellos que caen en la vida cristiana; no es por creyentes que se ale*jan de Dios, sino por cristianos maduros, ejemplares, a quienes es necesario recordarles que, no importa cuánto hayan progresado en su caminar cristiano, aún no han llegado a la meta. Ya experimentaron la salvación y la santificación, pero la resurrección aún está por delante, y su salvación final depende de la continua fidelidad a Cristo hasta el fin (véase 3:11).

Por lo tanto, Pablo ora por los filipenses: “Que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprochables para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios” (1:9-11).

Si usted profesa ser cristiano —si Dios por su Espíritu le ha hecho una nueva criatura en Cristo Jesús— y si goza de la experiencia de la entera santificación, entonces la oración de Pablo es por usted. Si es así, me gustaría hacerle una pregunta muy personal: “¿Cómo está el amor en su vida?”

No, no hablo de lo que algunos están pensando. Esa no es la clase de amor por la que oró Pablo. Pero, ya que capté su atención, quisiera que por unos minutos considere conmigo la oración de Pablo respecto al amor de los filipenses: El ora para que el amor de ellos (1) se de*sarrolle, (2) discierna y (3) se demuestre.

UN AMOR QUE SE DESARROLLE

Pablo no cree necesario definir aquí lo que quiere decir con la palabra “amor”. El significado se mostrará en breve. En el capítulo 2, él exhorta a los filipenses para que adopten el ejemplo de amor que demostró Cristo, quien, aunque tenía la forma de Dios, se despojó a sí mismo, asumió forma humana y fue obediente, aun al punto de morir en la cruz. Sin embargo, los filipenses habían escuchado predicar a Pablo, y aun antes de esta descripción, seguramente sabían lo central que era el amor en su evangelio.

De hecho, es sorprendente cuán poca enseñanza moral nueva se encuentra en las cartas de Pablo. Hay paralelos claros entre lo que él dice y la enseñanza de los rabinos judíos y de los filósofos estoicos contemporáneos, excepto el énfasis que hace Pablo en el amor. El lugar central del amor en el pensamiento de Pablo es obvio en todas sus cartas.

En Gálatas, por ejemplo, afirma que la fe cristiana se expresa por medio del amor (5:6); que toda la ley se cumple en una palabra: amor (v. 14); que el fruto del Espíritu es, ante todo, el amor (v. 22).

O, considere la oración de Pablo por su otra iglesia macedonia, los tesalonicenses. Esta oración se asemeja en muchas maneras a la oración por los filipenses. En 1 Tesalonicenses Pablo ora: “Que el Señor los haga crecer y abundar en amor el uno para con el otro y para con todos...para que él fortalezca vuestros corazones en santidad y así sean irreprochables delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos” (3:12-13, paráfrasis del autor). Después, Pablo añade: “Nadie tiene que escribirles acerca del amor; porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros; y verdaderamente ustedes aman a todos sus hermanos creyentes en toda Macedonia. Pero les rogamos, hermanos, que lo hagan más y más” (4:9-10, paráfrasis del autor).

En Colosenses, dirigiéndose a cristianos que nunca había conoci*do personalmente (véase 1:3-9), Pablo les escribe: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo per*fecto” (3:12-14).

Si el tiempo lo permitiera, podríamos considerar extensamente el himno de alabanza al amor cristiano que Pablo escribió en 1 Corintios 13. En él, la prosa de Pablo se eleva con las águilas al escribir a una iglesia en la que la mayoría parecía incapaz de elevarse a alturas espirituales. En respuesta a la arrogancia de los corintios, Pablo declara: Sin amor, ningún don espiritual, ningún acto heroico, ni ninguna otra cosa tiene importancia. Sólo el amor perdurable hace la vida soportable. En vez de aceptar por fe, algún día veremos todo claramente. Entonces nuestra esperanza será realidad. Pero el amor durará para siempre. Por lo tanto: “Seguid el amor” (14:1).

Volvamos ahora a la oración de Pablo por los filipenses. El pide, en primer lugar, que su amor se desarrolle. Sus palabras no dan a entender que el amor de los filipenses fuera deficiente. Claramente indica que ellos ya aman. No ora para que empiecen a amar, sino para que su amor continúe creciendo aún más y más, hasta que sobrepase toda medida. Pablo no dice todavía a quién o qué tienen que amar. No especifica que deben amarlo más a él, o amarse más los unos a los otros, o amar más a Dios. Simplemente ora para que el amor de ellos se desarrolle.

UN AMOR QUE DISCIERNA

Debemos notar que al orar por un amor que se desarrolle, Pablo no pide que el amor de los filipenses aumente en cantidad, sino que mejore en calidad. “Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprochables para el día de Cristo” (1:9-10). Lo que Pablo espera no es mayor intensidad en su amor; no ora para que tengan más fervor emocional o religioso al amar. Lo que él desea no es un amor más intenso, sino más inteligente. Ora para que su amor se desarrolle de tal modo que se caracterice por un discernimiento cristiano y una discriminación saludable.

En nuestra preocupación por ser políticamente correctos, necesitamos recordar que no toda discriminación es mala. Una cosa es “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad” basados en prejuicios, no en las personas. Pablo declara que la venida de Cristo invalidó las distinciones basadas en diferencias étnicas, de sexo, o de clase social. Discriminar en este sentido negativo es enteramente ajeno al amor cristiano. Sin embargo, es esencial que el cristiano aprenda a discriminar en el sentido positivo, reconociendo las diferencias que son importantes: entre la verdad y el error, entre la justicia y la injusticia, entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo bueno y lo malo, y entre lo mejor y lo excelente.

La preocupación de Pablo no es simplemente que los filipenses amen, sino cómo y qué deben amar. Pablo utiliza la misma palabra para “amor” cuando exhorta: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Romanos 13:9; Gálatas 5:14), y cuando expresa con tristeza: “Demas me ha desamparado, amando este mundo” (2 Timoteo 4:10). El amor equivocado, no importa cuán intenso sea, no es una virtud.

El amor cristiano maduro es sensible respecto a lo ético y discierne espiritualmente.

Es Sensible Respecto a lo Ético

En la preocupación de Pablo por el amor que discierne, él ora pri*mero para que el amor de los filipenses crezca en “conocimiento”. Pablo constantemente utiliza esta palabra para referirse, no al conocimiento intelectual, sino a la sensibilidad ética. Al hablar de este conocimiento, él quiere decir que ellos cada vez deben estar más familiarizados con la voluntad de Dios: deben saber qué quiere El de ellos y por qué, y deben comprender que la voluntad de Dios para ellos es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2). No habla de la obediencia irracional a una lista de reglas impuestas externamente y que no tienen ningún sentido. Dios quiere que lleguemos a ser cristianos maduros, motivados internamente a hacer lo que es correcto, sin importar las consecuencias, sin importar quién esté mirando. Esta es la prueba de nuestro carácter cristiano.

Sin importar las consecuencias. Pablo les recuerda a los filipenses que Dios les ha dado, “a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él” (1:29). ¿Son los filipenses los únicos cristianos que necesitan aprender que practicar el amor de Dios puede involucrar una cruz? Hoy, como en los días de Pablo, hay quienes profesan ser cristianos, pero cuya ansia de comodidad y seguridad los hace conducirse como “enemigos de la cruz de Cristo” (3:18). Como Pablo les recuerda a los filipenses: “El fin de ellos será la perdición. Su dios es el vientre, su gloria es aquello que debería avergonzarlos, y solo piensan en lo terrenal” (v. 19).

Sin importar quién esté mirando. ¿Son los filipenses los únicos cristianos que necesitan aprender que la obediencia no se limita a los momentos cuando los apóstoles están presentes (2:12)? Es durante la ausencia de Pablo que él los exhorta a permitir que su salvación se exprese en forma visible y reverente. Esto no es autosalvación, pues “Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (2:12-13).

Carácter cristiano. La sensibilidad ética comienza sólo cuando Dios transforma y renueva nuestras mentes al rendimos completamente en sacrificio a El (Romanos 12:1-2). “Las inclinaciones indispensables que motivan toda acción humana” son la integración de la razón y la emoción que forma lo que llamamos “carácter” —respuestas en la vida que reflejan “disposiciones habituales”.2

El carácter cristiano surge de la convicción de que Dios nos ama sin reserva e incondicionalmente. Juan Wesley escribió: “Del verdadero amor a Dios y [la humanidad] fluye directamente toda gracia cristiana, toda [actitud] santa y feliz; y de estas brota una santidad uniforme” en todas nuestras relaciones humanas. Las acciones santas fluyen de actitudes santas cultivadas “con disciplina práctica”. El amor inteligente no es más mágico ni automático que la habilidad para tocar un concierto de Bach. La entera santificación nos da la “capacidad para expresar (o negarnos a expresar) nuestros deseos e inclinaciones.” Tal vez sepamos qué debemos amar, pero eso no nos ayuda si no escogemos hacerlo.

El amor cristiano inteligente es asunto de la cabeza antes que pueda ser asunto del corazón. No es un sentimiento cálido e inexplicable, sino el deseo de hacer la voluntad de Dios sobre cualquier otra cosa. Es la decisión intelectual de seguir el bien y rechazar el mal que afecta a otro. En Romanos, Pablo escribe: “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” (12;9-10).

Discierne Espiritualmente

El amor que discierne —por el que Pablo ora— se caracteriza, primero, por el “conocimiento” en el sentido de sensibilidad ética. Segundo, se caracteriza por tener “toda comprensión” (1:9; profundidad de percepción”, NVI), o “toda clase de comprensión espiritual” (paráfrasis del autor). Pablo ora para que los filipenses sepan no sólo qué deben amar, sino cómo poner en acción ese “conocimiento” en las situaciones de la vida real. No ora simplemente para que lleguen a ser expertos en la teoría de la ética: conocer que “esto es bueno” y “aquello es malo”. El discernimiento requiere la experiencia moral que pone en práctica la teoría. No basta que deseemos hacer lo correcto, o que sepamos qué es correcto y qué es incorrecto.

Necesitamos desarrollar el “sentido espiritual”, para saber cómo apli*car juicios morales al hacer decisiones verdaderamente cristianas.5 Esto es lo difícil: saber cómo expresar mejor el amor cristiano.

Por lo tanto, Pablo ora para que el amor de los filipenses discier*na cada vez más, de modo que ellos aprueben “lo mejor” (v. 10), o, como lo expresa otra traducción, para que aprueben “las cosas que realmente son importantes”, lo que posee valor inherente. El ora para que las decisiones éticas de ellos no broten de una obediencia ciega, sino que surjan naturalmente de su carácter cristiano transformado y de su lealtad a los valores éticos cristianos. No se necesita un curso de lógica para saber que, si hay cosas que son importantes, hay otras que no lo son. Para esto no hay que pensar mucho. El problema es discernir cuál es cuál.

Pablo sabe bien que los valores cristianos a menudo son diametralmente opuestos a los valores del mundo. El escribe en 2:15 que los filipenses viven en medio de “una generación maligna y perversa”. Nosotros también. Aun los no cristianos reconocen el pecado flagrante cuando lo ven. Como Pablo le dice a los gálatas: “Las obras de la naturaleza pecaminosa son evidentes” (5:19, NVI).

Sin embargo, a veces la iglesia y el mundo comparten valores comunes. Pablo les pide a los filipenses: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (4:8). Pero esta no es una lista de valores exclusivamente cristianos. De hecho, parece representar las mejores virtudes que propugnaban los filósofos morales paganos del tiempo de Pablo. El apóstol parece indicar que había “mucho en los puntos de vista paganos que los cristianos podían y debían valorar y retener”. La ética cristiana no puede definirse de manera simple como la antítesis de los valores mundanos.

Los cristianos debemos resistir la tentación del extremismo. Es muy fácil mezclarnos con nuestra cultura como camaleones, o mantenernos alejados, sintiéndonos ofendidos por todo. La esperanza de Pablo para los filipenses era que no adoptaran ninguno de esos extremos.

De la misma manera debemos resistir la tentación del negativismo. En nuestra preocupación de ser rectos y hacer lo correcto, tal vez caigamos en murmuraciones y discusiones (Filipenses 2:14). Por el contrario, Pablo insta a los filipenses a vivir “irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como lumbreras en el mundo, asidos de la palabra de vida” (vv. 15-16).

Al escoger siempre lo que realmente es importante en un mundo con valores distorsionados, es inevitable que enfrentemos conflicto y sufrimiento, ya sea físico o sicológico. Los cristianos no tenemos que buscar el sufrimiento como los masoquistas. Pablo no nos llama a actuar en forma tan extraña que lleguemos a merecer la persecución. Por el contrario, nos insta a vivir de tal manera que ganemos “el respeto de los de afuera” (1 Tesalonicenses 4:12, NVI). No obstante, al procurar tal respeto, a veces nos preocupa más lo que piensan las personas que lo que piensa Dios. ¿Quién dijo que sería fácil vivir como cristianos?

UN AMOR QUE SE DEMUESTRE

Pablo ora para que los filipenses aprueben lo que realmente importa. La palabra “aprobar” tiene un sentido doble. Significa aprobar y probar: descubrir lo que realmente es importante y “simplemente hacerlo”. Por lo tanto, Pablo pide que el amor de los filipenses no sólo se desarrolle y discierna, sino que se demuestre. Nuestro carácter interno se prueba por medio de la conducta externa. El amor no puede permanecer simplemente como un elevado ideal. De la cabeza debe moverse al corazón y luego a las manos. “Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en toda comprensión, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprochables para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios” (1:9-11).

La oración de Pablo se concentra en dos clases específicas de fruto que Cristo produciría en las vidas de los filipenses: para que fueran “sinceros” e “irreprochables”. Ser “sinceros” indica que sus vidas debían caracterizarse por honestidad, franqueza, veracidad, pureza e integridad. De hecho, la palabra “sinceros” aquí proviene de una palabra compuesta que significa “probado al sol”. Los ideales sublimes deben salir de los confines amistosos de los santuarios y los claustros del mundo académico, y exponerse al escrutinio de la vida pública. Ser “irreprochables” indica que los filipenses no debían caer en su andar cristiano, ni debían causar tropiezo a otro con su conducta. Pablo ora para que, lo que amamos y cómo amamos, nos haga santos e incapaces de hacer daño a otros.

Como dice en otro lugar en la Escritura, “el fruto de justicia” es “una conducta agradable a Dios”. Mostrar amor cristiano viviendo éticamente significa confirmar, visible y corporalmente, que pertenecemos a Dios. Esta demostración no es simplemente una actuación. Es una expresión auténtica de lo que somos como cristianos. Pablo ora para que la vida de los filipenses pueda producir una cosecha de “justicia”. Restaurar nuestra relación con Dios —justicia— no es el destino de la vida cristiana. Es sólo la entrada. La justicia debe tener frutos, consecuencias. Es posible perder nuestra salvación al no per*mitir que Cristo produzca el fruto de justicia en nuestra vida. Su fruto no es una obra que podamos ofrecer para merecer nuestra salvación. La justicia comienza y termina como un don de Jesucristo. Es completamente obra de El. Sin embargo, debemos darle permiso para que produzca su fruto en nuestra vida y cultive la cosecha que El produce.

La justicia comienza con una relación correcta con Dios. Al crecer en esta nueva relación, recibimos poder para vivir en relación correcta con nuestro prójimo. La justificación se demuestra haciendo justicia. La justicia no sólo implica piedad personal, sino también responsabilidad social. No es suficiente no hacer daño o no hacer el mal. Los cristianos hacen el bien.

La demostración de amor por la que Pablo ora no se asemeja en nada al mensaje de la supuesta calcomanía cristiana que dice: “Si ama a Jesús, toque la bocina”. Si usted ama a Jesús, haga justicia, ame la misericordia, camine humildemente con Dios (Miqueas 6:8). ¡Cualquiera puede tocar la bocina! ¡Lo importante es que demuestre que ama a Dios!

Finalmente, Pablo dice que esta demostración de amor tiene como objeto dar gloria y alabanza a Dios. Jesús dijo: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). El bien que el cristiano hace no es publicidad personal sino, en el verdadero sentido de la palabra, adoración: señala el valor supremo de Dios.

Cuando nos reunimos para cantar alabanzas a Dios, para orar jun*tos, para compartir nuestra fe en Cristo, para escuchar la predicación de la Palabra de Dios —esto no es todo lo que constituye la adoración; es sólo la preparación para la verdadera adoración. La verdadera adoración se manifiesta en la vida diaria. O toda la vida cristiana es adoración, y nuestras reuniones de adoración pública formal nos equipan e instruyen para esto, o estas reuniones son absurdas, vacías y un insulto a Dios (véase Amós 5:21-24). La verdadera adoración cristiana consiste en ofrecer nuestra existencia corporal en la esfera del mundo, como sacrificios vivos a Dios, y en servicio a los valores que realmente importan.

Seminario Reina Valera.

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Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.
LA PRUDENCIA PARA EL FRUTO.
La Prudencia es la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con cautela,
la prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, el verdadero bien y a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es guía de las demás virtudes, indicándoles su regla y medida.

"Es la prudencia ciencia que mata los torpes deseos de la voluntad."

La prudencia de un hombre se conoce por su paciencia.

La prudencia medita sus empresas bajo todos los aspectos y estudia sus horizontes desde todos los ángulos, le da cauce al valor, cielo despejado a la sabiduría, le pone alas a la esperanza, cimientos a la fidelidad, camino seguro a la constancia, hogar duradero a la alegría.

DIOS TE BENDIGA.:baby::corazon::baby:
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Andad como hijo de luz, porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad, comprobando lo que es agradable al Señor.

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.

"Aún por un poco de tiempo la luz está entre vosotros; andad entretanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas, porque el que anda en tinieblas no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz" Juan 12:35-36
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.

TEORÍAS Y COMENTARIO A LA MADUREZ.

Acepta con gratitud las críticas y las aprovecha para superarse.
- No se entrega a la autocompasión.
- No espera ser tratado con especial consideración por otras personas.
- Sabe controlar sus arranques de mal genio.
- Se enfrenta a las emergencias con serenidad.
- No deja herir fácilmente sus sentimientos.
- Acepta la responsabilidad de sus actos sin escudarse en excusas.
- Reconoce los términos medios, es decir, no todo es blanco o negro, hay matices también.
- Ha aprendido que debe ajustar su voluntad a la de otros, cuando es apropiado.
- Es buen perdedor. Acepta sin quejas ni lloriqueos la derrota o la decepción.
- No se preocupa en demasía por las cosas que no pueden remediarse.
- No se jacta ni se exhibe por acciones que ha realizado, que socialmente son inaceptables.
- Se alegra sinceramente ante el éxito de otros. Ha superado los sentimientos de envidia y celos.
- Tiene amplitud mental para escuchar reflexivamente a otros.
- No busca continuamente defectos o errores en otras personas.
- Planea con anticipación en vez de confiar en la inspiración de última hora.
- Tiene fe en un poder superior.
- Se considera parte integral de la humanidad y se preocupa por contribuir positivamente a los grupos a los que pertenece.
- Aplica con perseverancia el principio “amarás a tu prójimo como a tí mismo”.

La Madurez Cristiana
No es mi intención abordar cada uno de los puntos que muestran a una persona en su madurez, la mayoría de (por no decir todos) los puntos propuestos por las teorías anteriores están basados en principios bíblicos. Sólo me referiré a algunos de ellos, especialmente a los principios propuestos por la teoría de la madurez emocional vistos desde la óptica bíblica.

El Apóstol Pablo nos da la definición de la teoría de la “madurez emocional” cuando dice: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño” (1 Corintio13:11). Dejar de lado lo que es de niños, los infantilismos, las rabietas, las pataletas, las discordias por juguetes, las críticas hacia otros, etc. son una muestra de la madurez que debemos ir desarrollando.

Uniendo la madurez con la perfección
En la Biblia encontramos muchos ejemplos e indicaciones para lograr llegar a la “madurez emocional” que Dios desea. Cuando en la Biblia se habla de llegar a “ser perfectos” se está refiriendo precisamente al tema la madurez. Veamos como se usa estas palabras:

1 Corintios 2:6: “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.”

Hebreos 5:13-14: “13Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”

La palabra usada en ambos versículos, es del griego “téleios”: Completo (en varias aplicaciones de trabajo, crecimiento, mentalmente y en carácter moral), cualidad de completo, alcanzar madurez, maduro, perfecto. (Palabra 5046, Concordancia Strong, diccionario de palabras griegas, pág 85).

En los ejemplos que veremos más abajo donde se utiliza la palabra “téleios” traducida como “perfecto”, hemos cambiado la palabra traducida en la versión Reina Valera de 1960 por “maduro”. Veamos cómo cambia el sentido o más bien, cómo se entienden mejor estos pasajes usando la traducción más apropiada para el tema que venimos estudiando.

Efesios 4:13: “13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”

Col 1:28: “28a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar maduro en Cristo Jesús a todo hombre”

Fil 3:12, 15 “12No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea maduro; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús... 15Así que, todos los que somos maduros, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.”

Algunas otras escrituras en que aparece este mismo concepto de madurez traducida como perfección son las siguientes: Colosenses 4:12; Santiago 1:2-4; Santiago 3:2; 1 Juan 4:18, entre otras.


Pero la Biblia, a parte de mostrar aquellos principios y características que debe tener un cristiano, nos da también las herramientas para lograr llegar a la madurez que Dios desea de sus hijos. En la medida que seamos capaces de desarrollar el fruto del Espíritu de Dios, de volcar nuestra atención más en los otros que en nosotros mismos, cuando seamos capaces de enfrentar la vida con optimismo, reconociendo nuestras limitaciones... estaremos en camino a la perfección, que no es más que la madurez que Dios desea de nosotros.

Jesucristo nos instruye y nos ordena: “48 Sed, pues, vosotros perfectos (maduros), como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto (maduro)” (Mateo 5:48).

Jaime Guíñez es ministro de la Iglesia de Dios Unida en Chile.
DIOS TE BENDIGA.:corazon::baby::corazon:
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Andad como hijo de luz, porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad, comprobando lo que es agradable al Señor.

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.

"Aún por un poco de tiempo la luz está entre vosotros; andad entretanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas, porque el que anda en tinieblas no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz" Juan 12:35-36


Dios te bendiga Abel Adán ,gracias por tu aporte al tema.
Antes éramos tinieblas pero ahora somos luz en el Señor,y él nos dice que andemos como hijos de luz,que nos vistamos las armas de la luz.
BENDITO SEA EL DIOS Y PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO QUE NOS BENDIJO CON TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL EN LOS LUGARES CELESTIALES EN CRISTO,SEGÚN NOS ESCOGIÓ EN ÉL ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO,PARA QUE FUÉSEMOS SANTOS Y SIN MANCHA DELANTE DE ÉL.
COMO TODAS LAS COSAS QUE PERTENECEN A LA VIDA Y A LA PIEDAD (es decir todas las cosas que necesitamos para vivir una vida que agrada a Dios) NOS HAN SIDO DADAS POR SU DIVINO PODER ,MEDIANTE EL CONOCIMIENTO DE AQUEL QUE NOS LLAMÓ POR SU GLORIA Y EXCELENCIA ,POR MEDIO DE LAS CUALES NOS HA DADO PRECIOSAS Y GRANDÍSIMAS PROMESAS PARA QUE POR ELLAS LLEGÁSEMOS A SER PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA HABIENDO HUÍDO DE LA CORRUPCIÓN QUE HAY EN EL MUNDO A CAUSA DE LA CONCUPISCENCIA.

SOMOS LA LUZ DEL MUNDO!

Estudio bíblico(Mateo 5: 14-16) “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”


A renglón seguido de declarar que los discípulos de Jesucristo somos la sal de la tierra, con todo lo que ese concepto natural evoca en lo espiritual, el Señor nos dice que también somos la luz del mundo.




1.Hablemos del mundo

“...del mundo...”:

Por un lado los cristianos somos la sal de la tierra, por otro lado, somos la luz del mundo. ¿Qué diferencia podría haber entre la tierra y el mundo? Quizás ninguna de hecho, pero la traducción al castellano del griego original de las palabras tierra (gés) y mundo (cosmos), es correcta.

La tierra (gés) implicaría no sólo las gentes que la pueblan, sino también lo que ocurre en ella, algo así como la suma de la actuación de los hombres sobre el planeta que habitan, así como a ellos mismos.

El mundo (cosmos), implica más bien las gentes que lo pueblan. Veamos:

(Juan 3: 16, 17) “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”



Obviamente, en este caso el mundo son las gentes, ya que sólo las personas pueden ser salvadas.


Así que el mundo es más definición de las gentes en este caso, por lo tanto, el ser luz del mundo, es mucho más sublime y directo hacia los hombres. Como dice Matthew Henry:


“Esta es otra buena utilidad del verdadero discípulo de Cristo, y aún más gloriosa que la de la sal”




“Los cristianos debemos irradiar la luz, que es Cristo, a las gentes”

Ahora bien, el mundo (o las gentes que lo pueblan, bajo la influencia del maligno – 1 Jn. 5: 19) es un lugar inhóspito para el verdadero discípulo:

(Juan 15: 18, 19) “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.”



El ser la luz de este mundo no es agradable, ni para el mundo que detesta la luz, ni para el que es luz por que es detestado por aquél.
Y Cristo ya marcó ese precedente al respecto:

(Juan 1: 9-11) “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.”

Así pues, el mundo no será enteramente salvo, sino sólo aquellos que del mundo le recibieron (a Cristo), a los que creen en su nombre, a los cuales les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1: 12). De ahí que esa doctrina de “conquistar las ciudades y las naciones” en esta dispensación, no deja de ser un idilio con la irrealidad y la fantasía.

2. ¿Por qué somos la luz del mundo?

“Vosotros sois la luz del mundo...”:

Jesús dijo que sus discípulos son la luz de este mundo, porque primeramente Él lo es:


(Juan 8: 12) “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”


Jesucristo es la verdadera luz, es “aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, y que vino a este mundo.” (Juan 1: 9)


Jesucristo no es portador de luz como un día lo fue Lucifer, sino que Él es la luz porque es Dios, y “Dios es luz, y ningunas tinieblas hay en Él” (1 Juan 1: 5)


Jesucristo fue la luz de este mundo mientras anduvo en él:


(Juan 9: 5) “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo”


El fue ascendido a los cielos, y está sentado a la diestra del Padre, y nos comisionó a ser luz porque Él es la luz:


(Mateo 28: 20) “...he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”


El Señor por su Espíritu está en cada uno de nosotros. Veamos algunas Escrituras más al respecto:


(Juan 14: 23) “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”


(Gálatas 2. 20) “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”


ASÍ PUES, SOMOS LA LUZ DEL MUNDO, PORQUE PRIMERAMENTE CRISTO ES LA LUZ, LO ES EN NOSOTROS, Y TAMBIÉN LO ES DE ESTE MUNDO.





3. La Luz y los discípulos

(1 Juan 1: 5) “Dios es luz y ningunas tinieblas hay en Él:

Cuando el Señor nos habla de la luz en estos pasajes, y nos dice que somos luz, nos está hablando básicamente en un sentido moral.


Primeramente la Biblia nos dice que Dios es luz: “Dios es luz, y ningunas tinieblas hay en Él” (1 Juan 1: 5)


La luz de Dios es Su Palabra por la que Él se revela, y que actúa como lámpara para mostrar el camino.


La Palabra de Dios es luz: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” (Salmo 119: 105)


Nosotros como discípulos de Cristo - que es la Luz – hemos sido comisionados para mostrar el camino del Señor a los que nos quieran escuchar. Esta es la palabra del Evangelio. Somos portadores de la luz, ya que somos portadores de la Palabra de Cristo que es la luz. (Mt. 5: 14)


Somos comisionados a dar buen testimonio de lo que somos: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad)” (Efesios 5: 8, 9)


La luz de Dios es la manifestación del mismo Dios, y Él lo hace por su Espíritu a través de cada uno de los verdaderos discípulos. Por eso somos la luz de este mundo: “Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.” (1 Tesalonicenses 5: 5)


La luz, como verdad de Dios, actúa poniendo en evidencia las tinieblas, es decir, la obra del maligno, del mundo y de la carne: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1: 5). Nosotros debemos ser luz en este sentido también.


La luz vence a las tinieblas siempre: “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1: 5). Nosotros, como luz de Cristo, somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó (Ro. 8: 37)


Así como la luz natural del sol da vida y vigor al cuerpo humano; la luz de Dios da gozo y fortaleza al alma y al espíritu. La luz de Dios es Su misma presencia y el efecto de la misma. Si Cristo lo es en nosotros, entonces actuaremos como la luz que este mundo necesita, aunque no lo sepa.


Lo resumimos:
Dios es Luz (1 Juan 1: 5)
La luz de Dios es Su Palabra (S. 119: 105)
Mientras la Palabra esté viva en nosotros, nosotros somos la luz de este mundo (Mateo 5: 14)
Somos comisionados a dar buen testimonio en nuestro andar por el mundo (Ef. 5: 8, 9)
Somos comisionados para mostrar el camino del Señor a los perdidos.
Dios manifiesta lo que Él es – la Luz – a través de nosotros, que somos Sus hijos (1 Ts. 5: 5)
La luz evidencia las tinieblas. La luz por tanto discierne – o separa – lo bueno de lo malo (Juan 1: 5)
La luz vence siempre a las tinieblas (Juan 1: 5)
La luz de Dios es para nuestro gozo, paz, y vida, y para todo aquel que quiera creer en la Luz que es Cristo.


4. La luz, si es luz, se ve, y está para verse

“...una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder...:

Una ciudad que está situada sobre un monte, no se puede esconder de la vista de nadie. Los que van por el valle, la ven arriba en la altura. Los que están en otra montaña, también la ven. Los que vuelan sobre aquel monte, la ven en la cima. Es imposible que una ciudad que está a la vista de todos pueda pasar desapercibida.


Nosotros somos como una ciudad asentada sobre un monte. Todo el mundo nos ve. Desde el momento en que se enteran de que somos cristianos, todos nos observan.


Además, el Señor nos está diciendo aquí que al ser luz en Él, no podemos esconder de los demás lo que somos. Es como si fuéramos antorchas vivientes que allí donde estamos o donde vamos, desprendemos luz.


Ese es el motivo por el que somos luz en el Señor, para ser vistos de todos:


(Lucas 11: 33) “Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud (*), sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.”




“El almud – modius en latín – era una medida romana de áridos correspondiente a 8 litros (63cc.)”

Lucas 8: 16 “Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz.”



Si Dios nos ha constituido ser la luz de este mundo, no nos ha puesto debajo de la cama, sino en un lugar donde podemos alumbrar a las gentes. Como dice Matthew Henry:


“Los discípulos de Cristo no se han de ocultar en la oscuridad de un claustro o en el retiro de una ermita bajo pretexto de contemplación, modestia o preservación propia. Por medio de su buen vivir, como Juan el Bautista, deben ser lámparas que arden y alumbran (ver Jn. 5: 35). Nótese bien el orden de los verbos; no pueden alumbrar si antes no arden.”


La luz cumple su propósito siempre aunque no lo “veamos” (Mateo 5: 15b) “...Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.”:


Primeramente, siendo luz, alumbramos “a los que están en casa”. Eso significa que en primer lugar somos luz para los que nos rodean.


La luz cumple su propósito siempre aunque no lo “veamos”, esto quiere decir que, aunque no siempre somos sabedores o conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor como causa de lo que somos, cumplimos siempre el propósito de lo que somos, si es que lo somos – esto es – luz en el Señor.


La razón de ser luz es para alumbrar, y con esa luz, manifestar todas las cosas. Al respecto, leemos en el Evangelio de Marcos:


Marcos 4: 21, 22 “También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”




“Una ciudad sobre el monte, es vista por todos, por cualquier lugar”

5. Nuestra luz hace que se fijen en nuestras obras

(Mateo 5: 16) “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

Esa luz nuestra es Cristo en nosotros, y es el resultado de Cristo en nosotros, el fruto del Espíritu Santo. También son las palabras del Evangelio que compartimos. Eso hace que las gentes se fijen en lo que hacemos. Los hombres han de ver “nuestras buenas obras”. La traducción mejor de “buenas obras”, es nuestras “hermosas obras, u obras de buena calidad” (en gr. kalá erga).


Hemos de alumbrar de tal modo que vean nuestras obras bien hechas, y de esa manera, las gentes reconozcan que hay un Dios, y esa es Su gloria (ya que sólo Él es Dios).


Por lo tanto, una vez esparcida la palabra del Evangelio, deberán verse esas obras de calidad que confirmen esa palabra.


Dicho de otro modo, nuestras palabras deberán preceder a nuestras obras. Si nuestra palabra es buena pero nuestra obra es mala (mal testimonio), vana es nuestra luz entonces.


Como dice Matthew Henry:


“Alguien tuvo la osadía de decirle a un predicador: “Las acciones de usted hablan tan alto, que no me dejan oír los sermones que usted pronuncia”


Leemos en 1 Pedro:


(1 Pedro 2: 12) “manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.”


Este es nuestro reto.


Como luz, significa que nuestras obras son conocidas por la sociedad. Cristo dijo que sus discípulos serían reconocidos por sus “buenas obras”, esto es claro que es una expresión que generaliza todas y cualquier manifestación externa y visible de la fe cristiana.


Dios les bendiga.



© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey Jesucristo, Madrid, España.

:baby::corazon::baby:
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

SALUDOS EN CRISTO JESÚS.

EL GOZO REAL.

EL GOZO. POSITIVAMENTE .Tocante al aspecto positivo : “Y
el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo” (v13).
Mecanismos del gozo. La vez pasada, cuando empezamos a considerar los
mecanismos del gozo, se dijo que el amor y la fe son las Gracias a emplear para llevar el
alma a un estado de alegría (1Pe.1:8). Al oír tal inferencia suena como si el gozo fuera
algo mecánico, o que está en nuestro poder obtenerlo. Pero no, es el Espíritu Santo
quien da, no sólo la llama del gozo, sino también el fuego que la enciende, nótese: “Y el
Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo”. La fe es como la brisa o viento que lo aviva.
Cuando una persona se siente triste, agobiada o sin gozo no es otra cosa que sentir
como una incomodidad en el hombre interior que le agobia, le aprisiona, le limita el
curso normal de su vida. Otra situación que quita el gozo es cuando se teme que en
algún momento llegara un mal, tal eventualidad llena de temor, en fin que no hay
condiciones para gozarnos. En ese adverso estado la fe o el creer entra, se ilumina el
camino y allí el Espíritu Santo habla palabras de paz al corazón del Creyente, y el gozo
se entrona en la mente, y se alegra.
Un caso: “En el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; más
la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos,
para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eternal”
(2Ti.2:9-10). Las circunstancias de Pablo fueron amargura, no había condiciones para
gozarse, pero no juzgó su situación por las circunstancias ni por lo que estaba sintiendo,
sino por su creencia, o que levantó sus ojos en fe a Cristo, y vio el rostro sonriente de
Dios diciéndole que aun cuando su cuerpo estuviese aprisionado, el mensaje del
Evangelio no estaba preso, en otras palabras que sus ojos fueron iluminados con la fe, el
Espíritu le habló palabras de paz, y se gozó. Es cierto que la palabra gozo no se ve en el
pasaje, pero sí el concepto, sus expresiones son de victoria, que es lo mismo.
Pregunta: ¿Qué vio Pablo? Vio que Dios le favorecía, experimentaba el privilegio de
imitar al Señor Jesucristo, soportar para salvar a otros para la eternidad: “Todo lo
soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es
en Cristo Jesús con gloria eternal”. El creer anuló las amarguras propias de un
prisionero. Estando preso la fe le libertó. Es eso que llamaríamos vivir por encima de
nuestras más amargas circunstancias. Además es dicho así: “El Señor es el Espíritu; y
donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2Co.3:17). Volvemos al punto que no
podemos darnos gozo a nosotros mismos, porque es el Espíritu del Señor el único que
puede poner nuestros corazones en gozo. Léalo: “Donde está el Espíritu del Señor, allí
hay libertad”; y si hay libertad hay gozo. Pablo estando preso estaba alegre. Veamos un
Pastor Oscar Arocha
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El gozo y Paz de la Fe (4) 3 Jul. 10/2005
caso que ilustra esta obra del Espíritu Santo: “Entonces Felipe, abriendo su boca, y
comenzando desde esta escritura, le anunció el Evangelio de Jesús… Cuando subieron
del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió
gozoso su camino” (Hech.8:35,39). Note el orden: Felipe le habló las palabras del
Evangelio, el Eunuco creyó, el Espíritu Santo la selló en su corazón, y de inmediato miel
para el alma, el efecto obligado o inevitable: “Siguió gozoso su camino”. Volvemos a
nuestro texto de referencia y el asunto se ve aun más claro: “Y el Dios de esperanza os
llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del
Espíritu Santo” (v13).
Certeza del gozo. La oración del apóstol es bien explicita, ruega a Dios que les dé
a los hermanos todo gozo; esto es, que tenemos plena certeza de que el gozo es
nuestro, note que el apóstol establece que sólo hay que pedirlo en oración. Es un
principio en la naturaleza humana que los hombres trabajen con el fin de obtener gozo y
no tristeza. Los comerciantes planifican sus negocios con eso en mente, su visión es
obtener grandes ganancias y que nada pueda quitárselo. Actúan sabiendo que se puede
obtener y que puede ser pleno o total. En su caso, aun en lo material, no siempre será
posible, más aun los que llegan a vivir una vida de lo que llaman gozo son contados, y al
final les abandona, no pueden gozar después de la muerte. En nuestro caso es muy
diferente, por naturaleza creemos al igual que ellos que podemos tenerlo, además la
promesa de Dios que todo gozo es nuestro, y seguirá siendo nuestro después de la
muerte, tal es nuestra esperanza: “El Dios de esperanza os llene de todo gozo”. En ese
mismo sentido Crisóstomo dijo: “Hagamos todo, que nos gocemos”. Que comiendo o
bebiendo estemos buscando el gozo. La voluntad de Dios está tan firme en esto, si así
puedo hablar, que lo ha puesto como un deber, el mandamiento de ser felices:
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Fil.4:4).
No sólo lo manda, sino que además da suficientes razones para que estemos
gozosos. Consideremos la multitud de males que nos ha librado. Libres del pecado, de la
ira por venir, del infierno, de la muerte y de los males más terribles que existen. El
asunto no se detiene ahí, considera la multitud de bienes que son tuyos: Dios es tuyo,
oye esto: “Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel” (1 Cro.17:24).
Como si Dios sólo existiera para los Creyentes. Además todo lo bueno es tuyo, los
ángeles están para ayudarte, y nadie puede hacerte daño permanente, óyelo: “Así que,
ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea
Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo
es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios” (1Co.3:21). Llegará el día, y viene
pronto, en que veras esto cumplido. El Creyente ha sido traído a un estado de
conocimiento que si lo aplica apropiadamente estaría siempre alegre.
Pregunta: ¿Qué me dice de los sufrimientos por la fe? He dicho que si piensa
apropiadamente de seguro que aun eso sería motivo de gozo. Tomemos un hombre que
es transportado en un carro fúnebre, con aire acondicionado y toda clase de
comodidades, pero al final es para echarlo en una tumba de tormentos. Si tomamos otro
ejemplo, de un hombre que viaje en un carro destartalado, con muchas incomodidades;
pero el viaje es corto y se dirige al Cielo, aunque tenga muchas dificultades en la
próxima esquina se va desmontar. Su esperanza de felicidad eterna es segura, y tan
grande, que no pone atención a los inconvenientes. Estos argumentos son un meta
mensaje, que si tengo discernimiento, y esto es pensar como Dios piensa, entonces
Pastor Oscar Arocha
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El gozo y Paz de la Fe (4) 4 Jul. 10/2005
tengo certeza de parte de Dios que el gozo es nuestro. Y aquí volvemos sobre nuestros
pasos, el testimonio del apóstol: “Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos,
para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eternal”
(2Ti.2:10).
Gozo y fe son gemelos. Sigamos considerando la evidencia del gozo. Oiga esto:
“No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo;
porque por la fe estáis firmes” (2Co.1:24). Es evidente de este texto que los ministros o
predicadores del Evangelio no pueden dar gozo al pueblo, sino que son sólo ayudadores,
no causa del gozo. De ahí se desprende que la meta de todo verdadero ministerio fiel,
no es enseñorearse sobre los corazones de los hombres, sino ser ayudadores de su
salvación y felicidad, que aquí es denominada como el gozo, para que siempre estén
gozosos o alegres. Note que la fe y el gozo son sinónimos, y esto es dicho así porque la
verdadera fe siempre está acompañada del gozo. Oiga como es dicho en otro lugar del
Nuevo Testamento: “De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí
mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo” (Hech.20:24); esto es, que finalice mi
carrera con fe. La alegría es efecto inevitable de la fe; como el calor sigue al fuego:
“Todo gozo y paz en el creer” (v13). El todo gozo pertenece a ellos, es un estado del
verdadero Cristiano.
Nos es natural. Veamos otro versículo que apunta a esta certeza: “Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en
Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne” (Fil.3:3). Esto es, que el gran gozo de
un Cristiano es gloriarse en Cristo el Señor. Esta palabra “gloriarse” (Gr. μ)
significa echársela por algo, alborozarse la mente al recibir un gran favor o beneficio.
Dicho con otras palabras el verso establece que un verdadero Creyente recibe en el
nuevo nacimiento muchos bienes, y entre esos destaca que se goza en Cristo Jesús, o
que el gozo es un efecto de haber sido regenerado por el Espíritu Santo. Si llegase a
nuestra manos examinar un liquido cuyas características sean incoloro, inodoro e
insípido, concluimos que es agua. Tal es su naturaleza. La naturaleza cristiana incluye el
gozo. Más aun, que no son Cristianos sanos y sinceros en su profesión de fe, quienes no
se regocijen en Cristo. Los latinos nos gloriamos con el español, es parte de nuestra
naturaleza étnica. En la fe es: “Nos gloriamos en Cristo Jesús”. Si alguno no se goza,
alegra y regocija en Cristo, tendríamos dudas razonables para decir que el tal no ha
entendido el Evangelio, y mucho menos conozca al Cristo vivo.
Hoy se consideró: Los mecanismos del gozo, y se dijo que su impedimento no es
otra cosa que sentir como una incomodidad en el hombre interior que agobia, aprisiona,
limita el curso normal de la vida. En ese estado la fe o el creer entra, ilumina el alma, y
allí el Espíritu Santo habla palabras de paz al corazón, y el gozo se entrona en la mente
de la persona y se alegra. Luego se habló de la certeza del gozo: Esto es, que la
voluntad de Dios está tan firme con nuestra alegría, que lo ha puesto como un deber. No
sólo lo manda, sino que además da suficientes razones para que estemos gozosos. Baste
contar la multitud de males que nos ha librado. Por último se vio, que los ministros o
predicadores del Evangelio no pueden dar gozo al pueblo, sino que son sólo ayudadores,
no causa.
Pastor Oscar Arocha
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El gozo y Paz de la Fe (4) 5 Jul. 10/2005
Aplicación
1. Hermano: Para procurar tu gozo no dependa mucho de los pastores, o tus
lecturas, ni otros medios, sino que sólo sean para llevarte a Dios. Si alguno
emprende un viaje hacia otra ciudad, de seguro que no se queda en el camino, sino que
usa el camino porque su meta final es la otra ciudad. Lo mismo te digo con el uso de las
cosas que tú puedas hallar en este mundo, no cometas la torpeza de pedirle más de lo
que pueden dar, úsalo con sus limitaciones. Que todo eso sea para levantar tu alma al
Señor, pues sólo El, por la ministración de Su Espíritu, puede consolar tu corazón. Es así
como Él envía el Consolador a las almas de los Creyentes. Por eso, prepara tu corazón
antes de venir a oír la predicación de Su Palabra, pidiendo que el Santo Consolador la
selle. Tú pudieras oír muchas verdades dulces, consoladoras promesas, pero después
que las oiga ven de nuevo a Dios en oración y pídele que la selle sobre tu alma. El mejor
de todos los predicadores que ha habido o que pueda haber, no pasa de ser ministro de
fe, y como consecuencia ministros y ayudadores de consuelo, pero nunca podrán darte
verdadero gozo, óyelo de nuevo: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en
el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”

DIOS TE BENDIGA.:baby::corazon::baby: (v13).
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

les voy a dar un poco de vianda ............piensen .......


un don es algo es algo que se da y ya .......

un fruto ...es algo en donde existe un proseso ......

1 se siembra una semilla .........(el espiritu santo es el sembrador )

2 se cultiva y crese (la vida cristiana )

3 produse fruto .....................( nosotros lo producimos)

veran hermanos ......


Dios no tiene frutos ........Dios tiene cualidades



para que algo de fruto tuvo que alguien haber sembrado primero....


entonses cuando desimos ....frutos del espiritu ....no estamos disiendo que estos frutos le pertenesen al espiritu ...

a lo que se refiere es que el espiritu sembro en nosotros .....y nosotros producimos lo que el espiritu sembro ......
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

les voy a dar un poco de vianda ............piensen .......


un don es algo es algo que se da y ya .......

un fruto ...es algo en donde existe un proseso ......

1 se siembra una semilla .........(el espiritu santo es el sembrador )

2 se cultiva y crese (la vida cristiana )

3 produse fruto .....................( nosotros lo producimos)

veran hermanos ......


Dios no tiene frutos ........Dios tiene cualidades



para que algo de fruto tuvo que alguien haber sembrado primero....


entonses cuando desimos ....frutos del espiritu ....no estamos disiendo que estos frutos le pertenesen al espiritu ...

a lo que se refiere es que el espiritu sembro en nosotros .....y nosotros producimos lo que el espiritu sembro ......

Gracias hectorlugo por tu aporte.

Te envío un pasaje que es bastante esclarecedor:

OSEAS.
14:7
Volverán, y se sentarán bajo de su sombra: serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid: su olor, como de vino del Líbano.
14:8
Ephraim dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré;YO SERÉ A ÉL COMO LA HAYA VERDE;DE MÍ SERÁ HALLADO TU FRUTO.
Dios te bendiga.
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.


OSEAS 14:5-9 “5Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano. 6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano. 7 Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano. 8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto. 9¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos”.



Que hermosas promesas llegan a nosotros a través de estas palabras. El contexto es que Dios llama a Israel a volverse a Él y se dispone a derramar de su bendición sobre todo aquellos que se vuelven de sus pecados para ponerse debajo de sus alas. Una promesa de restauración y sanidad. Dios nos demanda volver a Él y pedir perdón por nuestros pecados, es verdad, pero también añada el beneficio que esto significara para los que se arrepienten.



Encontré en esta promesa tres elementos que me impactaron:



FRESCURA: “Yo seré para ustedes como rocío” El rocío es el vapor que con la frialdad de la noche se condensa en la atmósfera en muy menudas gotas, las cuales aparecen luego sobre la superficie de la tierra o sobre las plantas son gotas menudas esparcidas que lo humedecen todo. Dios nos promete que todo lo inundará con su frescura, con su presencia, que nada de nuestra vida quedará sin ser saturado de esa frescura. Me preguntaba ¿para que Dios va a hacer esto? Para que nuestra vida esté impregnada y renovada cada día, Sin esa frescura nos volvemos tristes y amargados, nos olvidamos de donde nos sacó el Señor y continuamos transitando nuestra vida como cualquier otro ser humano sin Cristo. Necesitamos esa frescura del primer amor, del que está recién enamorado. También la necesitamos para poder evangelizar y mostrar el amor y la belleza de nuestro señor.
FRAGANCIA: “… y perfumará como el Líbano” La fragancia es algo que no se ve pero se percibe, la fragancia es un olor suave y delicioso que lentamente lo invade todo, la enciclopedia encarta dice que “la fragancia es también el buen nombre y fama de las virtudes de alguien” El Apóstol Pablo dice de nosotros que somos “Olor de vida para vida” (2da. CORINTIOS 2:16) Mi muy amado/a este mundo tiene olor a podrido, Dios nos llama a nosotros a ser olor fragante para sanar la tierra, pero necesitamos manifestar el aroma del Espíritu Santo en nosotros. Esto es imposible por nosotros mismos, necesitamos ser impregnados de ese aroma inconfundible del Don de Dios en nosotros. Que la gente pueda percibir a nuestro paso la presencia de Cristo. Ahora bien, Dios nos promete que si nos volvemos a Él con todo nuestro corazón esa fragancia inundará todo a nuestro alrededor, tu casa olerá a Cristo, tu familia tendrá su aroma, en donde estés se manifestará su presencia. Les cuento un anécdota, el otro día entre a un negocio y una persona me dijo, ¡Usted es sacerdote o pastor, ¿no?! Y me quede sorprendido, entonces le dije, ¿Por qué me lo preguntaba? La respuesta fue ¡No se, pero parece, tiene pinta de pastor! Cuando somos restaurados y renovados por Dios emanamos una fragancia especial, única…. Cuando estamos con Dios la gente lo percibe, es el aroma especial de Él en nosotros.
FRUTO: “de mí será hallado tu fruto” Fruto nos habla de productividad. La promesa de Dios es que andando con Él llevaremos MUCHO FRUTO y que ese fruto PERMANESCA (JUAN 15) El fruto que Dios nos promete que nos dará es el de poder llegar a ser semejantes a Cristo, ser llenos de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; los frutos del Espíritu Santo. Cuando estamos unidos a Él nuestras oraciones son efectivas, nuestro servicio prospera, los frutos se ven, las familias cambian, los pensamientos son renovados, el carácter es transformado, podemos glorificar a Dios y llevamos mucho fruto, evidenciamos nuestra condición de hijos de Dios, y experimentamos la plenitud del gozo al recibir en nuestros corazones el gozo de Cristo. Como consecuencia de este fruto traerás a la Iglesia otro fruto, el de las almas salvadas que verán sobre ti la presencia y la bendición del Señor
Dios tiene hermosas promesas para todos aquellos que le buscan y se arrepienten de sus pecados, para aquellos que quieren agradarle antes que cualquier otra cosa.

TU VIDA SERÁ TRANSFORMADA, VOLVERÁS A TENER LA FRESCURA DEL PRIMER AMOR, EXPELERÁS EL PERFUME DE CRISTO Y TENDRÁS MUCHO FRUTO, ESTA ES LA PROMESA DEL SEÑOR.

Mensaje dado en la Comunidad Cristiana “Manantial de Vida” el 13/05/07



Pastor Hugo Eduardo Rosasco

Escuchemos esta hermosa conversación entre el alma y Dios que hallamos en Oseas 14:8: “Efraín dirá:

—¿Qué más tendré ya con los ídolos?

—Yo lo oiré, y miraré;

—yo seré a él como la haya verde;

—de mí será hallado tu fruto”.

El alma espiritual que está despierta (Efesios 5:14) puede expresar alegremente: “Qué más tendré ya con los ídolos?” ¡Cristo es ahora mi tesoro y mi vida: en él hallo todo!

Y a esta alma, Dios responde amorosamente. Me “manifestaré a él”, dijo Jesús (Juan 14:21). Dios responde a las oraciones de los que permanecen en Cristo (Juan 15:7), porque éstas concuerdan con su voluntad. Y no sólo esto, sino que también los mira: “Sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8). “Los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9).

Si dejamos de lado el sentido profético de Oseas 14:8 y hacemos una aplicación inmediata y práctica para nuestra alma, también podemos decir, percatándonos de la gracia y del favor divino: “Yo seré a él como la haya verde”. Esa haya verde simboliza la prosperidad del alma. Ese esbelto árbol crece rectamente hacia el cielo. Él reverdece; sus raíces penetran profundamente en la tierra. La gracia nos ha hecho bienaventurados. Como la haya, nuestro corazón se eleva hacia Dios. Prosperamos en su luz. Nos llenamos de savia y reverdecemos. Nuestras raíces se nutren de las fuentes escondidas y profundas de la gracia divina.

Siempre, incluso el que se halle en el mejor estado espiritual, debe estar vigilante, porque la vieja naturaleza todavía está en él. Si no vela, está en peligro de atribuirse algo que, de hecho, proviene únicamente de la gracia de Dios. Es por eso que el que vela sobre nuestra alma nos recuerda: “De mí será hallado tu fruto”. Es como decir: «Si llevas algún fruto, no te olvides de que este fruto proviene de mí». ¡A Dios sea toda la gloria! Sólo somos salvos por la gracia. Estamos en pie por la gracia. Llevamos fruto únicamente por la gracia.

Permanezcamos unidos al Señor con todo nuestro corazón, para que nuestra alma prospere a la luz de su presencia y llevemos mucho fruto para Dios.

J.R. C.

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:4-5).

Gozoso aquel que cual árbol viviente,

Por Ti plantado junto al raudal;

Se arraiga, crece y halla plenamente

Delicia en Ti ¡Fuente celestial!

De fruto abunda y lozano prospera,

De pruebas mil no teme el ardor;

Dichoso aquel que en el eríal bebiera

De Ti, Jesús, ¡Fuente del amor!

© Ediciones Bíblicas - 1166 Perroy (Suiza)

DIOS TE BENDIGA.:baby::corazon::baby:



 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Gracias hectorlugo por tu aporte.

Te envío un pasaje que es bastante esclarecedor:

OSEAS.
14:7
Volverán, y se sentarán bajo de su sombra: serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid: su olor, como de vino del Líbano.
14:8
Ephraim dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré;YO SERÉ A ÉL COMO LA HAYA VERDE;DE MÍ SERÁ HALLADO TU FRUTO.
Dios te bendiga.

el fruto que damos de lo que el sembro...............

todo arbol que no da buen fruto es cortado y hechado al fuego
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.


OSEAS 14:5-9 “5Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano. 6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano. 7 Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano. 8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto. 9¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos”.



Que hermosas promesas llegan a nosotros a través de estas palabras. El contexto es que Dios llama a Israel a volverse a Él y se dispone a derramar de su bendición sobre todo aquellos que se vuelven de sus pecados para ponerse debajo de sus alas. Una promesa de restauración y sanidad. Dios nos demanda volver a Él y pedir perdón por nuestros pecados, es verdad, pero también añada el beneficio que esto significara para los que se arrepienten.



Encontré en esta promesa tres elementos que me impactaron:



FRESCURA: “Yo seré para ustedes como rocío” El rocío es el vapor que con la frialdad de la noche se condensa en la atmósfera en muy menudas gotas, las cuales aparecen luego sobre la superficie de la tierra o sobre las plantas son gotas menudas esparcidas que lo humedecen todo. Dios nos promete que todo lo inundará con su frescura, con su presencia, que nada de nuestra vida quedará sin ser saturado de esa frescura. Me preguntaba ¿para que Dios va a hacer esto? Para que nuestra vida esté impregnada y renovada cada día, Sin esa frescura nos volvemos tristes y amargados, nos olvidamos de donde nos sacó el Señor y continuamos transitando nuestra vida como cualquier otro ser humano sin Cristo. Necesitamos esa frescura del primer amor, del que está recién enamorado. También la necesitamos para poder evangelizar y mostrar el amor y la belleza de nuestro señor.
FRAGANCIA: “… y perfumará como el Líbano” La fragancia es algo que no se ve pero se percibe, la fragancia es un olor suave y delicioso que lentamente lo invade todo, la enciclopedia encarta dice que “la fragancia es también el buen nombre y fama de las virtudes de alguien” El Apóstol Pablo dice de nosotros que somos “Olor de vida para vida” (2da. CORINTIOS 2:16) Mi muy amado/a este mundo tiene olor a podrido, Dios nos llama a nosotros a ser olor fragante para sanar la tierra, pero necesitamos manifestar el aroma del Espíritu Santo en nosotros. Esto es imposible por nosotros mismos, necesitamos ser impregnados de ese aroma inconfundible del Don de Dios en nosotros. Que la gente pueda percibir a nuestro paso la presencia de Cristo. Ahora bien, Dios nos promete que si nos volvemos a Él con todo nuestro corazón esa fragancia inundará todo a nuestro alrededor, tu casa olerá a Cristo, tu familia tendrá su aroma, en donde estés se manifestará su presencia. Les cuento un anécdota, el otro día entre a un negocio y una persona me dijo, ¡Usted es sacerdote o pastor, ¿no?! Y me quede sorprendido, entonces le dije, ¿Por qué me lo preguntaba? La respuesta fue ¡No se, pero parece, tiene pinta de pastor! Cuando somos restaurados y renovados por Dios emanamos una fragancia especial, única…. Cuando estamos con Dios la gente lo percibe, es el aroma especial de Él en nosotros.
FRUTO: “de mí será hallado tu fruto” Fruto nos habla de productividad. La promesa de Dios es que andando con Él llevaremos MUCHO FRUTO y que ese fruto PERMANESCA (JUAN 15) El fruto que Dios nos promete que nos dará es el de poder llegar a ser semejantes a Cristo, ser llenos de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; los frutos del Espíritu Santo. Cuando estamos unidos a Él nuestras oraciones son efectivas, nuestro servicio prospera, los frutos se ven, las familias cambian, los pensamientos son renovados, el carácter es transformado, podemos glorificar a Dios y llevamos mucho fruto, evidenciamos nuestra condición de hijos de Dios, y experimentamos la plenitud del gozo al recibir en nuestros corazones el gozo de Cristo. Como consecuencia de este fruto traerás a la Iglesia otro fruto, el de las almas salvadas que verán sobre ti la presencia y la bendición del Señor
Dios tiene hermosas promesas para todos aquellos que le buscan y se arrepienten de sus pecados, para aquellos que quieren agradarle antes que cualquier otra cosa.

TU VIDA SERÁ TRANSFORMADA, VOLVERÁS A TENER LA FRESCURA DEL PRIMER AMOR, EXPELERÁS EL PERFUME DE CRISTO Y TENDRÁS MUCHO FRUTO, ESTA ES LA PROMESA DEL SEÑOR.

Mensaje dado en la Comunidad Cristiana “Manantial de Vida” el 13/05/07



Pastor Hugo Eduardo Rosasco

Escuchemos esta hermosa conversación entre el alma y Dios que hallamos en Oseas 14:8: “Efraín dirá:

—¿Qué más tendré ya con los ídolos?

—Yo lo oiré, y miraré;

—yo seré a él como la haya verde;

—de mí será hallado tu fruto”.

El alma espiritual que está despierta (Efesios 5:14) puede expresar alegremente: “Qué más tendré ya con los ídolos?” ¡Cristo es ahora mi tesoro y mi vida: en él hallo todo!

Y a esta alma, Dios responde amorosamente. Me “manifestaré a él”, dijo Jesús (Juan 14:21). Dios responde a las oraciones de los que permanecen en Cristo (Juan 15:7), porque éstas concuerdan con su voluntad. Y no sólo esto, sino que también los mira: “Sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8). “Los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9).

Si dejamos de lado el sentido profético de Oseas 14:8 y hacemos una aplicación inmediata y práctica para nuestra alma, también podemos decir, percatándonos de la gracia y del favor divino: “Yo seré a él como la haya verde”. Esa haya verde simboliza la prosperidad del alma. Ese esbelto árbol crece rectamente hacia el cielo. Él reverdece; sus raíces penetran profundamente en la tierra. La gracia nos ha hecho bienaventurados. Como la haya, nuestro corazón se eleva hacia Dios. Prosperamos en su luz. Nos llenamos de savia y reverdecemos. Nuestras raíces se nutren de las fuentes escondidas y profundas de la gracia divina.

Siempre, incluso el que se halle en el mejor estado espiritual, debe estar vigilante, porque la vieja naturaleza todavía está en él. Si no vela, está en peligro de atribuirse algo que, de hecho, proviene únicamente de la gracia de Dios. Es por eso que el que vela sobre nuestra alma nos recuerda: “De mí será hallado tu fruto”. Es como decir: «Si llevas algún fruto, no te olvides de que este fruto proviene de mí». ¡A Dios sea toda la gloria! Sólo somos salvos por la gracia. Estamos en pie por la gracia. Llevamos fruto únicamente por la gracia.

Permanezcamos unidos al Señor con todo nuestro corazón, para que nuestra alma prospere a la luz de su presencia y llevemos mucho fruto para Dios.

J.R. C.

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:4-5).

Gozoso aquel que cual árbol viviente,

Por Ti plantado junto al raudal;

Se arraiga, crece y halla plenamente

Delicia en Ti ¡Fuente celestial!

De fruto abunda y lozano prospera,

De pruebas mil no teme el ardor;

Dichoso aquel que en el eríal bebiera

De Ti, Jesús, ¡Fuente del amor!

© Ediciones Bíblicas - 1166 Perroy (Suiza)

DIOS TE BENDIGA.:baby::corazon::baby:




exelente ...
 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.

PARA VIVIR(fructificar) ES NECESARIO MORIR(hacer morir).--------------------------------------------------------------------------------

Introducción

Muchas veces nos preguntamos ¿que es lo que Dios quiere de mí? ¿A que me ha llamado?¿Cómo puedo glorificarlo? Vayamos entonces al propósito inicial de Dios, cuando Dios creo al hombre ¿cual fue el mandato que le dio? “Se fructífero” (Génesis 1:28), es decir da mucho fruto, y este mandato es valido para nosotros hoy. Dios demanda de nosotros frutos que manifiesten que somos de El, la escritura dice en Mateo 7:19-20 que el árbol se conoce por sus frutos, y también dice que el árbol que no da fruto es cortado y echado al fuego.



Debemos dar mucho fruto

Si amado hermano es necesario que demos frutos que manifiesten que somos de Dios, Jesus dijo (Juan 15:5) “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer”, si nosotros somos de Cristo, entonces permanecemos en El, y esto se manifiesta por que llevamos mucho fruto, ni tan siquiera poco, somos demandados a dar mucho fruto, mas adelante en el verso 8 (Juan 15:8) dice “En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos”



¿Qué Frutos debemos dar?

Puedo decirte por la palabra de Dios que si alguno no lleva fruto este no es de Dios, no esta en Cristo y como tal será cortado y echado al fuego eterno, los frutos son el testimonio que somos de Dios, ¿Qué frutos debemos dar? Jesus les dijo a los discípulos que no se fueran hasta que el Espíritu Santo viniera sobre ellos y solo así podrían ser testigos de El (Hechos 1:8), es decir, solo a través del Espíritu podemos dar frutos que testifiquen que somos de Dios, recuerda que Dios es Espíritu y lo que hagamos en la carne no lo recibe El, Dios no se agrada de nada que hagamos en la carne, entonces el fruto que Dios quiere que llevemos es el fruto del Espíritu, ¿Cómo puedo saber si tengo el Espíritu Santo y soy entonces de Dios? Recuerda “El Árbol se conoce por sus frutos”, entonces si tengo el Espíritu se conocerá por el fruto del Espíritu que yo daré, veamos el fruto del Espíritu:



El Fruto del Espíritu es Uno

Gálatas 5

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. 24 Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.



Amado hermano, nota que no son frutos en plural, es fruto en singular, es decir que todo lo que vemos (amor, gozo, paz, paciencia,…) son un solo fruto, seria como una naranja que aunque es formada por muchos “gajos” es un solo fruto, así también el fruto del Espíritu es un todo, no es algo que podamos separar, deben manifestarse todos en nosotros como una unidad.



Nota en el verso 24 que dice que si somos de Cristo entonces hemos crucificado la carne y vivimos por el Espíritu, es decir, dando mucho fruto, pero el fruto del Espíritu. No puedes decir que eres árbol de Dios si no das fruto de Dios, el fruto del Espíritu Jesus dijo:



Lucas 6

43 Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno.



Como Puedo Dar Mucho Fruto

Al ver esto nos preguntamos ¿que puedo hacer para dar fruto, para dar mucho fruto? ¿Qué pasa que no llevo mucho fruto como Dios quiere? El Señor Jesus tiene la respuesta, El dijo:



Juan 12

24 En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. 25 El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna.



Si Amado Hermano, ¡Es Necesario Morir!, morir a la carne, morir a los deseos de la carne, morir a las obras de la carne, pues como vimos el fruto que Dios manda que haya en nosotros es el fruto del Espíritu, sin morir en la carne, NO PODEMOS DAR FRUTO, por eso para ser “Cristianos” debemos tomar nuestra cruz cada día y morir, morir a nuestra voluntad y hacer la de El, morir a nuestras metas, y buscar las de El, morir a nuestros deseos de la carne y dejar que el ponga en nosotros el querer como el hacer.



¿O Morimos a la Carne o Morimos a Dios?

En el verso 25 el Señor nos pone “entre la espada y la pared”, si no morimos a la carne es porque amamos nuestra vida en el mundo y esto hará entonces que no demos fruto y al final muramos eternamente, pero si morimos a la carne y a los deseos del mundo, entonces daremos fruto del Espíritu y viviremos eternamente. Así que el único camino es morir cada día a la carne, la escritura señala las obras de la carne:



Gálatas 5

19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, 20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, 21 envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.



Mira bien el final del verso 21 “los que practican estas cosas no heredaran el reino de Dios”, aquí debemos aclarar lo siguiente, ya que en mas de alguna ocasión hacemos algo en la carne, notemos que dice los que “practican”, nosotros podemos caer en esto de vez en cuando no es un modo de vida, practicar es hacerlo de manera reiterada, entonces esto si seria andar por la carne, así que una cosa es que nos alcance y otra que lo hagamos como una practica, como una forma de vida y obviamente no es de Dios.



Reflexión

Dios nos manda a dar mucho fruto, es una orden, porque a través de nuestros frutos testificamos que somos de Dios, pero el fruto que Dios espera es el fruto del Espíritu que es uno solo pero con varios componentes (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio), para dar el fruto del Espíritu es necesario morir a la carne, morir cada día a nuestra voluntad y hacer la suya, no solo es creer, o decir, o pensar, es necesario morir a la carne para vivir en el Espíritu y entonces viviremos glorificando a Dios.
DIOS TE BENDIGA.:corazon::baby::corazon:

 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.

TENEMOS LA ESPERANZA COMO FIRME Y SEGURA ANCLA DEL ALMA.
“Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.” ( 1 Corintios 15:19 ) NVI

ES PUES LA FE LA CERTEZA DE LO QUE SE ESPERA.
Nuestra vida esta llena de tantas cosas que debemos enfrentar cada día, que fácilmente podemos llegar a olvidar que no es solo esta vida lo que existe, el contexto de la palabra que hoy nos ocupa esta dado en el marco de la resurrección, “¿Cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?..” ( 1 Corintios 15:12 ). Muchas veces no es que nosotros neguemos con nuestra boca, sino que nuestros pensamientos no estén llenos de esa fe que nos permita poner nuestros ojos en Cristo, sabiendo que pronto lo veremos, ya sea que El regrese, o que nosotros muramos y resucitemos para verlo frente a frente, pero para cualquiera de estos dos eventos se necesita FE, y si no tenemos esa fe, entonces no creemos y por lo tanto ; “si Cristo no resucito, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.” ( 1 Corintios 15:14 ), Nuestra vida tiene que estar llena de fe, llena de convicción en lo que creemos, convicción de Jesús, de su muerte, y de su resurrección, para poder estar seguros de nuestra salvación. Porque los que no creen piensan así… “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.” ( 1 Corintios 15:32 ) aquellos que han caminado en Cristo, manténgase firmes en la fe, pídanla a nuestro Señor, busquemos agradarlo en toda obediencia poniendo nuestros ojos en Cristo, en su vida, en su muerte, pero también en su resurrección, “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección.” ( Romanos 6:3-5 ) nuestra vida no solo es esta la que ven nuestros ojos, nuestra vida debemos vivirla como siervos de Dios, sabiendo que nuestra vida es pasajera, por eso el Apóstol Pedro nos exhorta diciendo, “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.” ( 1 Pedro 2:11 ) y vivamos como los héroes de la fe, pensando que… “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.” ( Hebreos 11:13-16 ) PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE ECHA MANO DE LA VIDA ETERNA.

LA ESPERANZA NO AVERGÜENZA PORQUE EL AMOR DE DIOS HA SIDO DERRAMADO EN NUESTROS CORAZONES POR EL ESPÍRITU SANTO QUE NOS FUE DADO.:baby::corazon::baby:
PENSAMIENTO:El que alguien nos ame hace que nosotros esperemos en él,pero el amor a él "es causado" por la esperanza que en él tenemos.

 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.
CARÁCTER Y FRUTO CRISTIANO.
Cuando una persona acepta a Cristo; nace en la familia de Dios (Jn 1:11,12). Y su estado espiritual es el de un bebe. En la situación cada bebe espiritual esta en la capacidad de crecer, no de una manera deformada, sino integralmente así como “el autor y consumador de la fe” esto es Cristo. Por lo tanto la vida del Creyente tiene que ser Formada, Moldeada, y Grabada a la Imagen de Cristo. En términos generales se podría decir: que el carácter que Cristo reflejo en su estancia aquí en la tierra; debe ser el mismo que cada cristiano debe reflejar.

Para un mejor entendimiento de lo que es el carácter Cristiano lo definiremos bajo tres puntos:

I. Definición de Carácter

a). La palabra Carácter viene del vocablo griego “Charakter” o “Charassa”, que significa Grabador. Y literalmente significa “ la marca grabada en una cosa que la distingue de las demás. Carácter Significa: Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe. En el sentido de cualidad moral se refiere al modo de ser peculiar y privativo de cada persona. El modo de ser es el conjunto de rasgos y costumbres adquirido por herencia, salud, educación, amigos, el medio ambiente y otras influencias.

b). Cristiano: el termino “cristiano” viene del vocablo griego “ Cristianos” que significa perteneciente a la vida de Cristo. c). Resumiendo las dos palabras: Carácter Cristiano es grabar o esculpir la vida de Cristo en el Creyente, a fin de que refleje a Cristo en cada área de su vida.

II. Definición Bíblica

En este punto analizaremos algunos términos Bíblicos que nos dan ideas claves acerca de la formación del carácter de Cristo en Los Creyentes

a). Crezcáis 1Pedro 2:2 Esta raíz griega “Auxano” que significa: “Crecer, aumenta, multiplicar”. Este termino se refiere al crecimiento saludable de un organismo, hasta dar el fruto deseado o esperado. En una planta ella debe de crecer hasta el momento de llegar a dar el fruto esperado, En un ser vivo, su crecimiento es hasta llegar al punto de reproducirse. La vida cristiana normal debe ser una vida de crecimiento. El plan de Dios es que el creyente avance de fe en fe (Rom. 1:17), Dé la infancia a la madurez hasta el punto de poder reproducirse en otras personas.

b) Formando o Transformar Gálatas 4:19; Romanos 12:2; Colosenses 1:27-28. Esta raíz griega “Morpho” que significa “Formar” En este termino esta implícito un cambio de carácter esencial a semejanza de Cristo. Nosotros concebimos la vida cristiana como una “vida Transformada”, pero no es eso. La vida que cristo nos ofrece es una “vida intercambiada”, en el sentido de que ya no es la nuestra, sino la de Cristo Reproducida o formada en nosotros. Esta no es una vida que tengamos que reproducir nosotros. Es la vida de Cristo reproducida en nosotros (Gal. 2:20). Con sus características y sus obras (Mat 11:29; Jn 14:12). La imagen de esta palabra es la de un alfarero dando forma o labrando la arcilla. (Is 45:9)

c) Vestirse o Revestirse Colosenses 3:10-15 El concepto que presenta Pablo en este termino es el de despojarse de la ropa sucia o viejo hombre (Características de la forma de vida antigua), y vestirse del Nuevo (las características del nuevo). Implica un cambio de actitudes según Cristo. (Rom. 13:14) Estos tres términos Crecer, formar, y vestirse son las bases principales para enseñar que la vida cristiana implica una semejanza con cristo o manifestar en nuestras vidas el carácter de Cristo.

III. Definición Descriptiva

Carácter Cristiano es grabar o formar la vida de Cristo en el Creyente, a fin de reflejar a Cristo en cada acto nuestro y cumplir el propósito que Dios mismo ha marcado para nosotros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieres amor los unos con los otros Juan 13:35 esta es la marca grabada en cada creyente que en verdad a gustado de la gracia del Señor.

Conclusión:

Por carácter cristiano se debe entender la semejanza nuestra con Jesucristo, lo que implica el reto más importante de la vida Cristiana, siendo también nuestro mayor objetivo. Ya que lo que nos identifica como hijos de Dios habitados por el Espíritu Santo no son los Dones, sino los frutos los cuales revelan que hay sabia Divina corriendo en nuestro Ser. Sea pues nuestra meta ser un retrato viviente de Cristo en esta tierra 1 Juan 3:2-3.

Autor: Pastor Victor Mendoza
Ministerio: Iglesia Senda de Vida, Douglas, GA USA
Dios te bendiga.:corazon::baby::corazon:

 
Re: LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO(APORTES)

Saludos en Cristo Jesús.
CARÁCTER Y FRUTO CRISTIANO.
Cuando una persona acepta a Cristo; nace en la familia de Dios (Jn 1:11,12). Y su estado espiritual es el de un bebe. En la situación cada bebe espiritual esta en la capacidad de crecer, no de una manera deformada, sino integralmente así como “el autor y consumador de la fe” esto es Cristo. Por lo tanto la vida del Creyente tiene que ser Formada, Moldeada, y Grabada a la Imagen de Cristo. En términos generales se podría decir: que el carácter que Cristo reflejo en su estancia aquí en la tierra; debe ser el mismo que cada cristiano debe reflejar.

Para un mejor entendimiento de lo que es el carácter Cristiano lo definiremos bajo tres puntos:

I. Definición de Carácter

a). La palabra Carácter viene del vocablo griego “Charakter” o “Charassa”, que significa Grabador. Y literalmente significa “ la marca grabada en una cosa que la distingue de las demás. Carácter Significa: Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe. En el sentido de cualidad moral se refiere al modo de ser peculiar y privativo de cada persona. El modo de ser es el conjunto de rasgos y costumbres adquirido por herencia, salud, educación, amigos, el medio ambiente y otras influencias.

b). Cristiano: el termino “cristiano” viene del vocablo griego “ Cristianos” que significa perteneciente a la vida de Cristo. c). Resumiendo las dos palabras: Carácter Cristiano es grabar o esculpir la vida de Cristo en el Creyente, a fin de que refleje a Cristo en cada área de su vida.

II. Definición Bíblica

En este punto analizaremos algunos términos Bíblicos que nos dan ideas claves acerca de la formación del carácter de Cristo en Los Creyentes

a). Crezcáis 1Pedro 2:2 Esta raíz griega “Auxano” que significa: “Crecer, aumenta, multiplicar”. Este termino se refiere al crecimiento saludable de un organismo, hasta dar el fruto deseado o esperado. En una planta ella debe de crecer hasta el momento de llegar a dar el fruto esperado, En un ser vivo, su crecimiento es hasta llegar al punto de reproducirse. La vida cristiana normal debe ser una vida de crecimiento. El plan de Dios es que el creyente avance de fe en fe (Rom. 1:17), Dé la infancia a la madurez hasta el punto de poder reproducirse en otras personas.

b) Formando o Transformar Gálatas 4:19; Romanos 12:2; Colosenses 1:27-28. Esta raíz griega “Morpho” que significa “Formar” En este termino esta implícito un cambio de carácter esencial a semejanza de Cristo. Nosotros concebimos la vida cristiana como una “vida Transformada”, pero no es eso. La vida que cristo nos ofrece es una “vida intercambiada”, en el sentido de que ya no es la nuestra, sino la de Cristo Reproducida o formada en nosotros. Esta no es una vida que tengamos que reproducir nosotros. Es la vida de Cristo reproducida en nosotros (Gal. 2:20). Con sus características y sus obras (Mat 11:29; Jn 14:12). La imagen de esta palabra es la de un alfarero dando forma o labrando la arcilla. (Is 45:9)

c) Vestirse o Revestirse Colosenses 3:10-15 El concepto que presenta Pablo en este termino es el de despojarse de la ropa sucia o viejo hombre (Características de la forma de vida antigua), y vestirse del Nuevo (las características del nuevo). Implica un cambio de actitudes según Cristo. (Rom. 13:14) Estos tres términos Crecer, formar, y vestirse son las bases principales para enseñar que la vida cristiana implica una semejanza con cristo o manifestar en nuestras vidas el carácter de Cristo.

III. Definición Descriptiva

Carácter Cristiano es grabar o formar la vida de Cristo en el Creyente, a fin de reflejar a Cristo en cada acto nuestro y cumplir el propósito que Dios mismo ha marcado para nosotros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieres amor los unos con los otros Juan 13:35 esta es la marca grabada en cada creyente que en verdad a gustado de la gracia del Señor.

Conclusión:

Por carácter cristiano se debe entender la semejanza nuestra con Jesucristo, lo que implica el reto más importante de la vida Cristiana, siendo también nuestro mayor objetivo. Ya que lo que nos identifica como hijos de Dios habitados por el Espíritu Santo no son los Dones, sino los frutos los cuales revelan que hay sabia Divina corriendo en nuestro Ser. Sea pues nuestra meta ser un retrato viviente de Cristo en esta tierra 1 Juan 3:2-3.

Autor: Pastor Victor Mendoza
Ministerio: Iglesia Senda de Vida, Douglas, GA USA
Dios te bendiga.:corazon::baby::corazon:


COMENTARIO:



El caracter del cristiano







Introducción
El vocablo carácter procede del termino griego JARAKTER que manifiesta el modo de ser de comportarse de cada persona, que la hace distinta de las demás; en ocasiones puede referirse a un grupo. Todo aquello que adquiere dominio de una persona se convierte en un atributo de su carácter; y es así que se va formando el carácter en cada persona. Por ejemplo, si permite que el orgullo lo domine, será una persona de carácter altivo Daniel 4:30

Atributos del carácter cristiano
Los atributos del carácter cristiano se encuentran en Gálatas 5:22,23 y son:

Amor 5:22 . La relación de atributos del carácter cristiano empieza con el amor, porque este es el mas grande de los atributos. El termino usado por el Apóstol Pablo para Amor es el griego AGAPE que denota el amor hacia el prójimo, lo cual es un reflejo del amor de Dios para con nosotros Juan 3:16. Esta clase de amor actúa con generosidad y es capaz de perdonar al enemigo; Hechos 7:59,60 ; Lucas 23:34. Nada tiene que ver este concepto de amor con el que en nuestros días se manifiesta, débil y dañinamente permisivo; el amor AGAPE es fuerte y disciplinado; 1 Corintios 13:4-7. Este es el atributo de la unión cristiana Colosenses 3:14.

Gozo 5:22. El gozo del griego CHARA es una expresión exterior de alegría y felicidad que no se ve alterado por las circunstancias Hechos 5:40,41. Las pruebas son transformadas por este gozo en paciencia que es otro de los atributos del carácter cristiano Santiago 1:2,3. Las pruebas y tribulaciones de la vida hacen que las personas pierdan el gozo, la felicidad y alegría que en apariencia muestran, pero no es este el gozo al que nos referimos, pues el gozo al que nos referimos no se altera por las pruebas y tribulaciones de la vida, sino que encuentra en ellas una ocasión para mostrar su fortaleza. Es por medio de este gozo que el cristiano dice como el Apóstol Pablo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filipenses 4:13; "El gozo del Señor es nuestra fortaleza" Nehemias 8:10.

Paz 5:22. El termino usado en esta ocasión nos habla de la paz interna, del griego EIRENE. Esta paz no se ha de confundir con la ausencia de problemas, ansiedad o preocupación, ya que podemos tenerlo todo humanamente y no tener paz. La paz interna se alcanza solo cuando vivimos en la relación debida con Dios Romanos 5:1, con el hombre y con uno mismo Romanos 12:18 ; Hebreos 12:14. Esta es la paz que trae serenidad y calma Salmo 4:8. Aquellos que a través de la reconciliación han recibido la potestad de hijos de Dios son llamados pacificadores Mateo 5:9.

Paciencia 5:22. Aquí tenemos para paciencia MAKROTHUMIA que nos da la idea de sufrir por largo tiempo sin desmoronarse. El patriarca Job tenia un carácter paciente Santiago 5:11. Esta paciencia es el reflejo de la paciencia del mismo Dios, quien la ha mostrado hacia un mundo de pecado 1 Pedro 3:18-20. Su esencia primordial es la perseverancia, la determinación a no rendirse nunca.

Benignidad 5:22. Este atributo del griego CHRESTOTES expresa amabilidad, afecto en el trato con los demás 2 Timoteo 2:24. Esto es algo que necesitan todas las personas, pobres, ricos, niños, ancianos, sin distinción Marcos 10:13-16. Este atributo facilita las relaciones con el resto de las personas por mas difícil que el trato o la relación pueda presentarse Proverbios 15:1.

Bondad 5:22. Este atributo es muy parecido a la benignidad. El termino usado es AGATHOSYNE que habla de una generosidad que no es merecida, en lugar de una actitud envidiosa y refunfuñona Tito 3:4,5. Esta clase de bondad es aquélla que da con agrado y abundancia, excluyendo la mezquindad 2 Corintios 8:1-3.

Fe 5:22. La palabra fe traducida del griego PISTIS además de indicar dependencia y confianza tiene aquí el significado de fidelidad o lealtad. La fidelidad se ve no solo en mantenerse leal a Dios, sino en ser leal también al prójimo 1 Corintios 4:17 ; Efesios 6:21. Esta fidelidad permite que se pueda delegar responsabilidad en aquel que la posee. 2 Timoteo 2:2 ; 1 Timoteo 1:12.

Mansedumbre 5:23. La mansedumbre no tiene nada que ver con la debilidad o la falta de coraje. El termino griego PRAUTES traducido mansedumbre es una mezcla de fuerza y gentileza. Cuando tenemos PRAUTES podemos amonestar sin rencor, discutir sin intolerancia, confrontar la verdad sin resentimiento, enojarnos sin pecar Efesios 4:26. El ejemplo supremo se encuentra en nuestro Señor Jesucristo quien fue capaz de todo esto Marcos 11:15-17 y de quien debemos aprender pues es la mansedumbre atributo de su carácter Mateo 11:29.

Templanza 5:23. Una mejor traducción de templanza del griego EGKRATEIA seria dominio de asimismo pues eso es lo que denota la templanza. A través de este atributo la persona puede abstenerse de los deseos carnales que batallan contra el alma 1 Pedro 2:11 porque para abstenerse de algo es preciso tener dominio propio, ser templado. El dominio propio es un gran aliado contra la depravación moral.

Formación del carácter cristiano
El Espíritu Santo es el que forma el carácter cristiano y quien produce los atributos que dominan al creyente y no el creyente mismo Juan 15:4. A esta formación del carácter cristiano Pablo le llama fruto del Espíritu al ser esta formación el resultado de la obra del Espíritu Santo. Lo que el Espíritu Santo produce permite que te gobierne y serás como Cristo, poseerás un carácter cristiano.