LOS DONES ESPIRITUALES

Actualizo este Tópico por si a CHITOE se le
traspapeló, y porque lo aquí dicho
complementa algún asunto que tiene afinidad
con el epígrafe abierto por el forista
EYEWITNESS.
Ricardo.
 
Estimado Ricardo y resto de los foristas participantes:

Mis ideas siguen claras a pesar de vuestras aportaciones ahora surge en mi otra pregunta, vistos varios pasajes, siempre que se produce un bautismo en el Espiritu Santo los bautizados hablan en lenguas extrañas, es decir reciben el don de lenguas, ¿podriamos asegurar que es este don una señal inequivoca de que se ha recibido el bautismo en el Espiritu Santo?.

Lo siento, es mi forma de ser, os dejo con la pregunta y espero vuestras respuestas.

Dios os bendiga a todos.
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chitoe
[email protected]
 
Hermano CHITOE: Es mi convicción, fundada
en la Sagrada Escritura, que al momento de
convertirse una persona es bautizada por el
Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo, que es
su iglesia. Es cierto que el libro de los
Hechos registra varios casos donde tras la
conversión el Espíritu se manifestó entre
los nuevos creyente hablando idiomas
extranjeros; pero no en todos los casos.
Yo he asistido a reuniones pentecostales y
carismáticas, y aunque escuché muchas cosas
raras, jamás oí una sola lengua extraña, ya
fuese idioma extranjero, lenguas humanas o
angelicales o lo que fuese. Solamente la
simple repetición de sílalabas o tres o
cuatro palabras que simulaban ser árabe u
otra lengua oriental, más gritos histéricos,
gemidos lastimeros, sonidos onomatopéyicos
(teléfono, ametralladora), o de animales,
pero lo que se dice LENGUAS, jamás escuché
una sóla. Cuando apremié a pastores
pentecostales a que si podían me dieran
algún testimonio de si ellos mismos habían
realmente escuchado alguna auténtica LENGUA,
que no fuese el conocido silabeo o
jerigonza conocida, no pudieron hacerlo.
Que el Señor sea contigo.
Ricardo.
 
Poco a poco nos vamos conociendo.

Cuando nos convertimos el E.S. nos bautiza en el cuerpo de Cristo y pasamos a formar parte de la iglesia (el cuerpo de Cristo) simbolizado ello el el testimonio del bautismo en agua.
Ya sea en ese mismo momento o despues depende de cada persona y de sus circunstancias sucede algo llamado el bautismo en el E.S. en el que el creyente es llenado del poder de lo alto y esto no solo sucede una vez si no que puede suceder varias en la vida de un creyente. Cuando esto sucede en las Escrituras se da una señal o don en cada una de las personas investidas de poder.

Ahora bien centrandonos en el don de lenguas el cual gracias a Dios tengo y practico para mi propia edificacion ya que en la iglesia a la que asisto no hay interprete, ¿quien eres tu para decir si son chirigotas repetitivas o son lenguas para ti desconocidas?. Reconozco que como en todo habra de todo pero no juzguemos, el Señor juzgara al que finja que tiene un don y lo emplee para su regocijo y no para la gloria de Dios pero no hagamos de ello un hecho general, perdona Ricardo te tenia por mas abierto a lo que dice la Escritura y no a lo que sucede a tu alrededor.

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chitoe
[email protected]
 
Hermano CHITOE: Es bueno que nos conozcamos, pero que nos conozcamos bien y no mal. Tú hiciste las preguntas y yo las contesté.
Siento mucho que no hubiese respondido de acuerdo a lo que tú querías, ¿pero en qué te aprovecharía tal cosa?
Pasando ahora a tu mensaje. En el primer párrafo coincidimos. En el
segundo también en cuanto a las experiencias espirituales; sólo que para evitar confusiones, dejamos la expresión "bautismo del Espíritu"
para la primera experiencia en la que concordamos, y preferimos ahora
hablar de plenitud, llenura y unción del Espíritu, o poder de lo alto. No es imprescindible que se agregue algún don o manifestación tras esta experiencia, pero como el Espíritu Santo es Dios soberano, puede
así hacerlo si lo quiere, o puede no hacerlo pues no está obligado a
reeditar en todos y cada uno de nosotros lo que El hizo con otros
muchos en el Nuevo Testamento.
En ningún momento yo juzgué sobre la legitimidad de tu don de lenguas, ya que ni siquiera sabía que lo tuvieras. Tampoco juzgué a
ninguno de sus genuinos poseedores, porque tampoco tengo el gusto
de conocerlos. "De lo que sabemos hablamos, y de lo que hemos visto
testificamos" (Jn.3:11), así que contestando a tus preguntas me limité
a decir lo que sé, ví y oí, sin inventar ni acreditar nada que desconozco.
Ya dije a comienzo de este Tópico, que en este mismo Foro defendí la
vigencia de todos los dones espirituales hasta la venida del Señor. Tú
deberías de saberlo, ya que te reiteré tal cosa, y no atribuirme gratuitamente el que yo deje en descrédito al auténtico don de lenguas.
Por supuesto que yo estoy totalmente abierto a todo lo que dice la
Escritura; pero igualmente abierto para ver, oir y discernir todo cuanto
acontece a mi alrededor. Es por eso precisamente, por aceptar la verdad
bíblica de la vigencia actual del don de lenguas, que puedo discernir sus
imitaciones ridículas y exponerlas como tales.
Cuando cursaba Secundaria, yo me negaba a estudiar la gramática. Al
no poder decir los tiempos verbales que el profesor me dio de ejemplo,
me excusé diciendo que yo tenía "verbofobia". Me echó de la clase. Yo
no quería saber nada de pronombres, adverbios, gerundios, y demás
especies parecidas. En un examen de Idioma Español el profesor me
preguntó qué era el "hipérbaton", y al no poder responder, perdí el
examen. Como yo quería servir al Señor de la forma más excelente, le
pedí que me diera el don de la lengua castellana. Desde entonces, puedo expresarme en forma oral o escrita en nuestro idioma, con no
menor gracia y soltura que los ángeles cuando conversan entre ellos.
Aunque mi don no es nada espectacular y pasa desapercibido, es el más
útil para la evangelización y edificación entre los que hablamos la lengua castellana. ¿Qué me importa a mí si alrededor mío en una reunión carismática me miran de reojo porque no suelto voces raras?
¡Lamento en el alma si les ofende mi lenguaje castizo! ¿Pero que voy
a hacer? ¿Berridos como ellos, para congraciarme y quedar bien?
Solamente una vez asistí a una reunión en que alguien trajo una profecía en lenguas y otro interpretó. Pero cuando este último se
sentó, yo me paré con la Biblia abierta y leí tres versículos. Entonces
dije más o menos así: - Hermanas y hermanos: o la profecía que acabamos de oir no era de Dios, o la interpretación estuvo equivocada.
Pues como acabamos de leer, Dios no nos podría decir ahora lo contrario a lo que ya nos dijo en su santa Palabra.
Doy testimonio de aquella única experiencia que tuve, pero con ello no
pretendo desvirtuar los auténticos dones de lenguas e interpretación.
¡Al contrario! Que queden expuestas tales burdas imitaciones, debería
ser prueba suficiente de la existencia de los verdaderos.
Espero que ahora me conozcas bien y mejor.
El Señor sea contigo.
Ricardo.
 
Reapertura

Reapertura

Reabrop este epigrafe para complemento de los que estan enn este momento discutiendose.

Dios nos guie a toda verdad.