Los días de la creación 24 horas o millones de años?

Malcom

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23 Marzo 1999
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Hermano Jetonius y todos

Creo que si podemos demostrar que los periodos de tiempo de la creación fueron días de 24 horas, la teoría de que Dios formo al hombre a través de un proceso evolutivo de millones de años quedaría por mas insostenible. Es increíble como la Sola Scriptura puede aclararnos esta importante pregunta con bastante precisión y sin duda alguna, te invito a leer con toda atención el siguiente articulo.


¿SIGUEN SEIS DÍAS SIENDO SEIS DÍAS?

En un esfuerzo por armonizar los seis días del relato de la creación con la duración del tiempo necesario para la evolución, muchos han dicho que los seis días de creación de Génesis 1 fueron en realidad largos períodos de tiempo y no seis días literales de 24 horas. La siguiente afirmación manifiesta esta creencia:

A mí me parece que los actos creadores específicos de Dios tuvieron lugar muchas veces durante seis largos períodos geológicos, coronados por la creación de Adán y Eva quizá hace un millón o más de años. Esta idea parece hacer justicia tanto a la Biblia como a lo que los geólogos y antropólogos creen en la actualidad. Si ellos cambian sus fechas en más o en menos, ello no hará ninguna diferencia para esta creencia, a no ser que sea el desplazamiento de la era de Adán hacia adelante o hacia atrás. (17)

Un texto que se utiliza para apoyar esta postura es 2 Pedro 3:8: «Para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.» Si entendemos por este pasaje que un largo período de tiempo, mil años, es sólo un día de tiempo para Dios, entonces Pedro habría estado diciendo: «Un largo período de tiempo, mil años, es para el Señor como mil años.» Ciertamente, esto no tendría ningún sentido. Lo que este pasaje está afirmando es simplemente que el tiempo para Dios es algo de poca consecuencia.
La palabra hebrea yom en Génesis 1 traducida «día» en las traducciones castellanas significa en algunos contextos un largo período de tiempo (cp. Génesis 26:8; 4:3). En Génesis 2:4 tiene referencia a todos los seis días de la creación. En Salmo 95:8, 9 la palabra yom se refiere a los cuarenta años de peregrinación por el desierto de los hijos de Israel. Jeremías 46:10 utiliza el término para referirse al tiempo en que Israel sería castigado por sus pecados. Este «tiempo» de castigo no estaba limitado por la duración de un día de 24 horas, sino por un largo período de cautiverio. Así, yom puede ocasionalmente significar más que un día de 24 horas.
¿Fueron los «días» de Génesis 1 largos períodos de tiempo? En realidad, nunca se hizo ningún esfuerzo especial para alargar los días de la creación hasta el desarrollo de la teoría evolucionista. Tenemos que asentir a lo que dice Klotz: «Es difícil concebir que nadie pusiera en duda la interpretación de estos días como días ordinarios si no fuera por el hecho de que los hay que están empeñados en conciliar Génesis con la evolución.» (18) Pero lo que sigue son razones que apoyan la postura de que los días de creación en Génesis fueron días solares de 24 horas y no largos períodos geológicos.

A. Yom significa un día de 24 horas en casi todos los pasajes en los que es utilizado.

La palabra hebrea yom se utiliza y define en Génesis 1:5: «Llamó Dios a la luz día.» Esta palabra se utiliza 1.284 veces en el Antiguo Testamento entero, de ellas 396 veces sólo en el Pentateuco. Hay unas pocas excepciones donde no significa un día de 24 horas, pero el contexto de estas excepciones indica claramente que su significado es de una duración mayor de 24 horas (Génesis 2:4; Salmo 95:8; Jeremías 46:10). En el contexto de Génesis 1 no hay apoyo para el punto de vista de que la palabra signifique un largo período de tiempo. La coherencia demanda el significado de «24 horas» para la palabra yom en Génesis 1.


B. El uso de «tarde y mañana» con Yom indica un día de 24 horas.

La breve frase «tarde y mañana» se utiliza más de 100 veces en el Antiguo Testamento con la palabra yom. Y cada vez que aparece se refiere a un día de 24 horas. Morris lo volvió a destacar diciendo: «Las palabras hebreas para "tarde" y "mañana" aparecen más de 100 veces cada una en el Antiguo Testamento, y siempre en sentido literal.» (19) ¿Deberíamos suponer acaso que en Génesis 1 tienen un significado distinto?
Los hay que han afirmado que el día de 24 horas no comenzó hasta el cuarto día con la aparición del sol (Génesis 1: 14). Se afirma que hubo milenios antes del cuarto día, pero que después se trata de días de 24 horas. Pero se utiliza la misma frase «tarde y mañana» con la palabra día antes de Génesis 1:14 y después. ¿Por qué iba a haber tres largas eras de tiempo antes de la aparición del sol en el cuarto día y sólo días de veinticuatro horas después de su aparición?


C. Yom más un número es un día de veinticuatro horas

Cuando la palabra hebrea yom va precedida de un número siempre conlleva el significado de un día de 24 horas. La palabra yom aparece más de 100 veces en el Pentateuco sólo de esta manera y siempre se comunica el significado de un día de 24 horas (Génesis 8:3; Números 13:25; Éxodo 20:11; Jonás 1:17). Arthur F. Williams enfatizó esto al decir: «No hemos podido hallar un solo ejemplo del uso de la palabra "día" en las Escrituras donde signifique otra cosa que un período de 24 horas cuando es modificado por el uso de un adjetivo numérico.»(20) ¿Por qué ha de ser nuestra comprensión de esta palabra en Génesis 1 diferente en absoluto de todo el resto del Antiguo Testamento? Williams añade: «La evidencia que surge de una consideración seria del significado cultural del término yom utilizado por Moisés y entendido por los israelitas está totalmente del lado de un día de 24 horas en el relato de Génesis de la creación.» (21) Éste es uno de los más poderosos argumentos para el significado natural de 24 horas de la palabra yom en Génesis 1.


D. Yom en plural siempre significa un día de 24 horas

Cuando se utiliza la forma plural de yom, yamin, en el Antiguo Testamento, siempre se refiere a un día de 24 horas. Yamin nunca se refiere a un largo período de tiempo.

El término hebreo para «día» puede ser utilizado ocasionalmente para significar un período indefinido, pero nunca significa un período de tiempo circunscrito de una manera concreta (tal como el que se define con «tarde» y «mañana», o como queda implicado por el día «primero.», «segundo», etc.), a no ser que aquel período de tiempo sea un día literal. De manera similar, el plural hebreo para «días» (yamin) no se utiliza nunca en las Escrituras para ningún período de tiempo excepto de días literales. (22)

En su libro Biblical Cosmology and Modern Science, Morris llega a una conclusión definida acerca de la utilización de la palabra yamin. Escribe él:

Cuando la palabra «días» aparece en plural (hebreo yamin), como sucede más de 700 veces en el Antiguo Testamento, siempre se refiere a días literales. Así, en Éxodo 20:11, cuando la Escritura dice que «en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay», no puede haber duda de ningún tipo de que lo que significa son seis días literales. (23)

Por ello, Éxodo 20:11 es una confirmación de Génesis 1. En Éxodo, Moisés reafirma que los días de Génesis fueron seis en número y de 24 horas de duración.


E. Olam significa un largo período de tiempo, pero no es utilizado por Moisés

La palabra hebrea olam significa un largo período de tiempo. ¿Por qué no utilizó Moisés esta palabra tan comprensible si quería comunicar el significado de que la creación tuvo lugar a lo largo de períodos de tiempo geológico? Es evidente que no quería que entendiéramos Génesis de esta manera.


F. Orden cronológico erróneo si los días son períodos dilatados de tiempo

Si los días de Génesis 1 son largos períodos de tiempo y la creación tuvo lugar por un dilatado proceso de evolución, entonces los eventos del primer capítulo de Génesis están cronológicamente fuera de orden. Las plantas fueron creadas en el tercer día, pero el sol en el cuarto. Si se trata de períodos geológicos de millones de años, ¿cómo pudieron sobrevivir las plantas sin el sol? También los insectos fueron creados en el día sexto. Muchas plantas e insectos se necesitan mutuamente para sobrevivir, como la planta de la Yuca y la polilla de la Yuca (pronuba). (24) ¿Cómo sobrevivieron estas plantas durante millones de años sin sus necesarios acompañantes?


G. El séptimo día no es un largo período de tiempo

Si los seis días de la creación eran largos períodos de tiempo, entonces el séptimo día sería lógicamente lo mismo. Pero ¿está Dios aún reposando en el séptimo período geológico? ¡Ciertamente, no! Jesús dijo: «Mi Padre, hasta ahora trabaja» (Juan 5:17). En Exodo 20:11 se dice que Dios «reposó» en el séptimo día. Génesis 2:1-3 afirma que Dios «acabó» su obra creadora y que «reposó» (cp. Hebreos 4:4). Estos verbos están todos en tiempo pretérito. Si Dios estuviera todavía reposando, el verbo estaría en tiempo presente progresivo. El día séptimo tuvo la misma duración que los otros seis, 24 horas. Si el día séptimo no fue de 24 horas de duración, ¿cuándo dejó Dios de reposar?


H. Las Escrituras afirman llanamente que la creación tuvo lugar en seis días de 24 horas

Los días de creación fueron de 24 horas debido a las claras afirmaciones que de ello se hacen en las Escrituras. «En seis días hizo Jehová los cielos y la tierra» (Éxodo 20:1l). «Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra» (Éxodo 31:17). «Porque Él dijo y fue hecho; Él mandó, y existió» (Salmo 33:9). «Alaben el nombre de Jehová; Porque Él mandó, y fueron creados» (Salmo 148:5). ¿Implican estos versículos largos períodos de tiempo geológico? Evidentemente, no.


I. La creación fue acabada en el día sexto

Génesis 2:1 dice: «Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.» Dios acabó su creación en el día sexto (cp. Hebreos 4:3). Si estos fueron largos períodos geológicos, y el medio de la creación fue la evolución, ¿por qué dice la Biblia que el proceso evolutivo acabó en el sexto período?
Ni los dilatados períodos de tiempo ni la teoría de la evolución armonizan con Génesis 1. Los seis días no fueron seis eras geológicas, ni tuvo lugar la creación mediante el proceso de la evolución.


J. Adán no vivió millones de años

Adán fue creado en el día sexto -la sexta era geológica según los evolucionistas teístas-. Y vivió a través del día séptimo, el día en que Dios descansó. Para ser coherentes, los evolucionistas teístas tienen que decir que el día séptimo fue un largo día geológico al igual que los otros seis días. Y Adán vivió durante la noche del día séptimo. Fue expulsado del huerto del Edén, como más pronto, en el octavo día, el día después del día de reposo de Dios, el séptimo. Así, Adán habría vivido durante un período geológico entero, el séptimo, y en partes de los otros dos, el sexto y octavo.

Día 6 Día 7 Día 8
VIDA DE ADÁN
Adán creado Reposo de Dios Adán en Edén
Fig. 2

Y así, según la postura del evolucionista teísta acerca de Génesis 1, Adán habría llegado a una edad de miles y miles de años. Esto manifiesta lo incoherente de la postura que muchos tienen acerca del relato de la creación en Génesis. Los días de Génesis 1 fueron días solares de 24 horas, no períodos de tiempo geológico.


K. Seis días de trabajo, uno de reposo

Como último punto, un pensamiento que tiene cierto mérito es que Dios creó la tierra en seis días de veinticuatro horas y reposó el séptimo como pauta para el hombre en su vida. Seis días de trabajo y uno de reposo es la pauta dada para los judíos, como se ordena en Éxodo 20:9-11. Dios hubiera podido crear la tierra y los seres vivientes en seis segundos y reposar en el séptimo segundo. Pero para establecer una pauta eligió seis días de trabajo y uno de reposo.

RECAPITULACIÓN

Al considerar los anteriores once puntos, uno no puede dejar de insistir en que los días creacionales fueron días solares de 24 horas. Afirmar algo en sentido diferente sería contradecir la armonía de la palabra de Dios. La filosofía de la evolución, tal como se muestra hoy día, necesita tiempo a montones. Génesis no puede dar la cantidad de tiempo preciso para el desarrollo de la vida por evolución. No se pueden encontrar intervalos ni largos períodos de tiempo en Génesis 1. Por ello, la evolución como proceso para explicar el origen de la vida no armoniza con el tiempo y orden de Génesis 1.
No sabemos cuándo tuvo lugar la creación. La Biblia dice que la creación tuvo lugar en seis días de veinticuatro horas. Pero la Biblia no nos dice cuándo tuvieron lugar estos días. La creación tuvo lugar en un corto período de tiempo en algún tiempo del pasado.

17. Kenneth N. Taylor, Evolution and the High School Student (Wheaton, III.: Tyndale Publishing House, 1971), pág. 50.
18. John W. Kiotz, Genes, Genesis and Evolution (St. Louis: Concordia Publishing House,
1955), pág. 89.
19. Henry M. Morris, Biblical Cosmology and Modern Science (Nutley, New Jersey: Craig Press,
1970), pág. 58.
20. ArthurF.Williams,«TheGenesisAecountofCreation»,WhynolCreation?,WalterE.Lammerts, ed. (Grand Rapids, Mich.: Baker Book House, 1973), pág. 32.
21. Ibid, págs. 27, 28.
22. Henry M. Morris, Evolution and the Modem Christian (Grand Rapids, Mich.: Baker Book
House, 1969), págs. 60, 61.
23. Morris, Biblical Cosmology and Modem Science, op. cit., pág. 59.
24. Klotz, Geiies, Geiiesis aizd Evolutioiz, op. cit., págs. 531-533.

Fuente: “El ocaso de los incrédulos” Roger R. Dickson. Pag. 182-187
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Malcom:
Hermano Jetonius y todos

Creo que si podemos demostrar que los periodos de tiempo de la creación fueron días de 24 horas, la teoría de que Dios formo al hombre a través de un proceso evolutivo de millones de años quedaría por mas insostenible. Es increíble como la Sola Scriptura puede aclararnos esta importante pregunta con bastante precisión y sin duda alguna, te invito a leer con toda atención el siguiente articulo.
[/quote]

Querido hermano Malcom:

El artículo parece muy interesante y digno de una adecuada discusión. No obstante, en lo que a mí concierne me veo obligado, por tareas pendientes que debo concluir, a diferir todo comentario hasta la próxima semana, cuando Dios mediante podré analizarlo mejor.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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¿SIGUEN SEIS DÍAS SIENDO SEIS DÍAS?

En un esfuerzo por armonizar los seis días del relato de la creación con la duración del tiempo necesario para la evolución, muchos han dicho que los seis días de creación de Génesis 1 fueron en realidad largos períodos de tiempo y no seis días literales de 24 horas. La siguiente afirmación manifiesta esta creencia:

A mí me parece que los actos creadores específicos de Dios tuvieron lugar muchas veces durante seis largos períodos geológicos, coronados por la creación de Adán y Eva quizá hace un millón o más de años. Esta idea parece hacer justicia tanto a la Biblia como a lo que los geólogos y antropólogos creen en la actualidad. Si ellos cambian sus fechas en más o en menos, ello no hará ninguna diferencia para esta creencia, a no ser que sea el desplazamiento de la era de Adán hacia adelante o hacia atrás. (17)

Un texto que se utiliza para apoyar esta postura es 2 Pedro 3:8: «Para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.» Si entendemos por este pasaje que un largo período de tiempo, mil años, es sólo un día de tiempo para Dios, entonces Pedro habría estado diciendo: «Un largo período de tiempo, mil años, es para el Señor como mil años.» Ciertamente, esto no tendría ningún sentido. Lo que este pasaje está afirmando es simplemente que el tiempo para Dios es algo de poca consecuencia.
La palabra hebrea yom en Génesis 1 traducida «día» en las traducciones castellanas significa en algunos contextos un largo período de tiempo (cp. Génesis 26:8; 4:3). En Génesis 2:4 tiene referencia a todos los seis días de la creación. En Salmo 95:8, 9 la palabra yom se refiere a los cuarenta años de peregrinación por el desierto de los hijos de Israel. Jeremías 46:10 utiliza el término para referirse al tiempo en que Israel sería castigado por sus pecados. Este «tiempo» de castigo no estaba limitado por la duración de un día de 24 horas, sino por un largo período de cautiverio. Así, yom puede ocasionalmente significar más que un día de 24 horas.
¿Fueron los «días» de Génesis 1 largos períodos de tiempo? En realidad, nunca se hizo ningún esfuerzo especial para alargar los días de la creación hasta el desarrollo de la teoría evolucionista. Tenemos que asentir a lo que dice Klotz: «Es difícil concebir que nadie pusiera en duda la interpretación de estos días como días ordinarios si no fuera por el hecho de que los hay que están empeñados en conciliar Génesis con la evolución.» (18) Pero lo que sigue son razones que apoyan la postura de que los días de creación en Génesis fueron días solares de 24 horas y no largos períodos geológicos.

A. Yom significa un día de 24 horas en casi todos los pasajes en los que es utilizado.

La palabra hebrea yom se utiliza y define en Génesis 1:5: «Llamó Dios a la luz día.» Esta palabra se utiliza 1.284 veces en el Antiguo Testamento entero, de ellas 396 veces sólo en el Pentateuco. Hay unas pocas excepciones donde no significa un día de 24 horas, pero el contexto de estas excepciones indica claramente que su significado es de una duración mayor de 24 horas (Génesis 2:4; Salmo 95:8; Jeremías 46:10). En el contexto de Génesis 1 no hay apoyo para el punto de vista de que la palabra signifique un largo período de tiempo. La coherencia demanda el significado de «24 horas» para la palabra yom en Génesis 1.


B. El uso de «tarde y mañana» con Yom indica un día de 24 horas.

La breve frase «tarde y mañana» se utiliza más de 100 veces en el Antiguo Testamento con la palabra yom. Y cada vez que aparece se refiere a un día de 24 horas. Morris lo volvió a destacar diciendo: «Las palabras hebreas para "tarde" y "mañana" aparecen más de 100 veces cada una en el Antiguo Testamento, y siempre en sentido literal.» (19) ¿Deberíamos suponer acaso que en Génesis 1 tienen un significado distinto?
Los hay que han afirmado que el día de 24 horas no comenzó hasta el cuarto día con la aparición del sol (Génesis 1: 14). Se afirma que hubo milenios antes del cuarto día, pero que después se trata de días de 24 horas. Pero se utiliza la misma frase «tarde y mañana» con la palabra día antes de Génesis 1:14 y después. ¿Por qué iba a haber tres largas eras de tiempo antes de la aparición del sol en el cuarto día y sólo días de veinticuatro horas después de su aparición?


C. Yom más un número es un día de veinticuatro horas

Cuando la palabra hebrea yom va precedida de un número siempre conlleva el significado de un día de 24 horas. La palabra yom aparece más de 100 veces en el Pentateuco sólo de esta manera y siempre se comunica el significado de un día de 24 horas (Génesis 8:3; Números 13:25; Éxodo 20:11; Jonás 1:17). Arthur F. Williams enfatizó esto al decir: «No hemos podido hallar un solo ejemplo del uso de la palabra "día" en las Escrituras donde signifique otra cosa que un período de 24 horas cuando es modificado por el uso de un adjetivo numérico.»(20) ¿Por qué ha de ser nuestra comprensión de esta palabra en Génesis 1 diferente en absoluto de todo el resto del Antiguo Testamento? Williams añade: «La evidencia que surge de una consideración seria del significado cultural del término yom utilizado por Moisés y entendido por los israelitas está totalmente del lado de un día de 24 horas en el relato de Génesis de la creación.» (21) Éste es uno de los más poderosos argumentos para el significado natural de 24 horas de la palabra yom en Génesis 1.


D. Yom en plural siempre significa un día de 24 horas

Cuando se utiliza la forma plural de yom, yamin, en el Antiguo Testamento, siempre se refiere a un día de 24 horas. Yamin nunca se refiere a un largo período de tiempo.

El término hebreo para «día» puede ser utilizado ocasionalmente para significar un período indefinido, pero nunca significa un período de tiempo circunscrito de una manera concreta (tal como el que se define con «tarde» y «mañana», o como queda implicado por el día «primero.», «segundo», etc.), a no ser que aquel período de tiempo sea un día literal. De manera similar, el plural hebreo para «días» (yamin) no se utiliza nunca en las Escrituras para ningún período de tiempo excepto de días literales. (22)

En su libro Biblical Cosmology and Modern Science, Morris llega a una conclusión definida acerca de la utilización de la palabra yamin. Escribe él:

Cuando la palabra «días» aparece en plural (hebreo yamin), como sucede más de 700 veces en el Antiguo Testamento, siempre se refiere a días literales. Así, en Éxodo 20:11, cuando la Escritura dice que «en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay», no puede haber duda de ningún tipo de que lo que significa son seis días literales. (23)

Por ello, Éxodo 20:11 es una confirmación de Génesis 1. En Éxodo, Moisés reafirma que los días de Génesis fueron seis en número y de 24 horas de duración.


E. Olam significa un largo período de tiempo, pero no es utilizado por Moisés

La palabra hebrea olam significa un largo período de tiempo. ¿Por qué no utilizó Moisés esta palabra tan comprensible si quería comunicar el significado de que la creación tuvo lugar a lo largo de períodos de tiempo geológico? Es evidente que no quería que entendiéramos Génesis de esta manera.


F. Orden cronológico erróneo si los días son períodos dilatados de tiempo

Si los días de Génesis 1 son largos períodos de tiempo y la creación tuvo lugar por un dilatado proceso de evolución, entonces los eventos del primer capítulo de Génesis están cronológicamente fuera de orden. Las plantas fueron creadas en el tercer día, pero el sol en el cuarto. Si se trata de períodos geológicos de millones de años, ¿cómo pudieron sobrevivir las plantas sin el sol? También los insectos fueron creados en el día sexto. Muchas plantas e insectos se necesitan mutuamente para sobrevivir, como la planta de la Yuca y la polilla de la Yuca (pronuba). (24) ¿Cómo sobrevivieron estas plantas durante millones de años sin sus necesarios acompañantes?


G. El séptimo día no es un largo período de tiempo

Si los seis días de la creación eran largos períodos de tiempo, entonces el séptimo día sería lógicamente lo mismo. Pero ¿está Dios aún reposando en el séptimo período geológico? ¡Ciertamente, no! Jesús dijo: «Mi Padre, hasta ahora trabaja» (Juan 5:17). En Exodo 20:11 se dice que Dios «reposó» en el séptimo día. Génesis 2:1-3 afirma que Dios «acabó» su obra creadora y que «reposó» (cp. Hebreos 4:4). Estos verbos están todos en tiempo pretérito. Si Dios estuviera todavía reposando, el verbo estaría en tiempo presente progresivo. El día séptimo tuvo la misma duración que los otros seis, 24 horas. Si el día séptimo no fue de 24 horas de duración, ¿cuándo dejó Dios de reposar?


H. Las Escrituras afirman llanamente que la creación tuvo lugar en seis días de 24 horas

Los días de creación fueron de 24 horas debido a las claras afirmaciones que de ello se hacen en las Escrituras. «En seis días hizo Jehová los cielos y la tierra» (Éxodo 20:1l). «Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra» (Éxodo 31:17). «Porque Él dijo y fue hecho; Él mandó, y existió» (Salmo 33:9). «Alaben el nombre de Jehová; Porque Él mandó, y fueron creados» (Salmo 148:5). ¿Implican estos versículos largos períodos de tiempo geológico? Evidentemente, no.


I. La creación fue acabada en el día sexto

Génesis 2:1 dice: «Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.» Dios acabó su creación en el día sexto (cp. Hebreos 4:3). Si estos fueron largos períodos geológicos, y el medio de la creación fue la evolución, ¿por qué dice la Biblia que el proceso evolutivo acabó en el sexto período?
Ni los dilatados períodos de tiempo ni la teoría de la evolución armonizan con Génesis 1. Los seis días no fueron seis eras geológicas, ni tuvo lugar la creación mediante el proceso de la evolución.


J. Adán no vivió millones de años

Adán fue creado en el día sexto -la sexta era geológica según los evolucionistas teístas-. Y vivió a través del día séptimo, el día en que Dios descansó. Para ser coherentes, los evolucionistas teístas tienen que decir que el día séptimo fue un largo día geológico al igual que los otros seis días. Y Adán vivió durante la noche del día séptimo. Fue expulsado del huerto del Edén, como más pronto, en el octavo día, el día después del día de reposo de Dios, el séptimo. Así, Adán habría vivido durante un período geológico entero, el séptimo, y en partes de los otros dos, el sexto y octavo.

Día 6 Día 7 Día 8
VIDA DE ADÁN
Adán creado Reposo de Dios Adán en Edén
Fig. 2

Y así, según la postura del evolucionista teísta acerca de Génesis 1, Adán habría llegado a una edad de miles y miles de años. Esto manifiesta lo incoherente de la postura que muchos tienen acerca del relato de la creación en Génesis. Los días de Génesis 1 fueron días solares de 24 horas, no períodos de tiempo geológico.


K. Seis días de trabajo, uno de reposo

Como último punto, un pensamiento que tiene cierto mérito es que Dios creó la tierra en seis días de veinticuatro horas y reposó el séptimo como pauta para el hombre en su vida. Seis días de trabajo y uno de reposo es la pauta dada para los judíos, como se ordena en Éxodo 20:9-11. Dios hubiera podido crear la tierra y los seres vivientes en seis segundos y reposar en el séptimo segundo. Pero para establecer una pauta eligió seis días de trabajo y uno de reposo.

RECAPITULACIÓN

Al considerar los anteriores once puntos, uno no puede dejar de insistir en que los días creacionales fueron días solares de 24 horas. Afirmar algo en sentido diferente sería contradecir la armonía de la palabra de Dios. La filosofía de la evolución, tal como se muestra hoy día, necesita tiempo a montones. Génesis no puede dar la cantidad de tiempo preciso para el desarrollo de la vida por evolución. No se pueden encontrar intervalos ni largos períodos de tiempo en Génesis 1. Por ello, la evolución como proceso para explicar el origen de la vida no armoniza con el tiempo y orden de Génesis 1.
No sabemos cuándo tuvo lugar la creación. La Biblia dice que la creación tuvo lugar en seis días de veinticuatro horas. Pero la Biblia no nos dice cuándo tuvieron lugar estos días. La creación tuvo lugar en un corto período de tiempo en algún tiempo del pasado.

17. Kenneth N. Taylor, Evolution and the High School Student (Wheaton, III.: Tyndale Publishing House, 1971), pág. 50.
18. John W. Kiotz, Genes, Genesis and Evolution (St. Louis: Concordia Publishing House,
1955), pág. 89.
19. Henry M. Morris, Biblical Cosmology and Modern Science (Nutley, New Jersey: Craig Press,
1970), pág. 58.
20. ArthurF.Williams,«TheGenesisAecountofCreation»,WhynolCreation?,WalterE.Lammerts, ed. (Grand Rapids, Mich.: Baker Book House, 1973), pág. 32.
21. Ibid, págs. 27, 28.
22. Henry M. Morris, Evolution and the Modem Christian (Grand Rapids, Mich.: Baker Book
House, 1969), págs. 60, 61.
23. Morris, Biblical Cosmology and Modem Science, op. cit., pág. 59.
24. Klotz, Geiies, Geiiesis aizd Evolutioiz, op. cit., págs. 531-533.

Fuente: “El ocaso de los incrédulos” Roger R. Dickson. Pag. 182-187[/B][/QUOTE]
 
Estimado hermano Malcom:
Según lo prometido, he aquí mis comentarios al artículo que presentó. Considero que la Biblia misma desalienta un entendimiento literal de los días de la creación como seis días terrestres.

Bendiciones en Cristo

Jetonius

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¿CREACIÓN EN 144 HORAS?


(Dickson)
¿SIGUEN SEIS DÍAS SIENDO SEIS DÍAS?
En un esfuerzo por armonizar los seis días del relato de la creación con la duración del tiempo necesario para la evolución, muchos han dicho que los seis días de creación de Génesis 1 fueron en realidad largos períodos de tiempo y no seis días literales de 24 horas. La siguiente afirmación manifiesta esta creencia:

A mí me parece que los actos creadores específicos de Dios tuvieron lugar muchas veces durante seis largos períodos geológicos, coronados por la creación de Adán y Eva quizá hace un millón o más de años. Esta idea parece hacer justicia tanto a la Biblia como a lo que los geólogos y antropólogos creen en la actualidad. Si ellos cambian sus fechas en más o en menos, ello no hará ninguna diferencia para esta creencia, a no ser que sea el desplazamiento de la era de Adán hacia adelante o hacia atrás. (17)

Un texto que se utiliza para apoyar esta postura es 2 Pedro 3:8: «Para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.» Si entendemos por este pasaje que un largo período de tiempo, mil años, es sólo un día de tiempo para Dios, entonces Pedro habría estado diciendo: «Un largo período de tiempo, mil años, es para el Señor como mil años.» Ciertamente, esto no tendría ningún sentido. Lo que este pasaje está afirmando es simplemente que el tiempo para Dios es algo de poca consecuencia.

(Jetonius) Hay que ver el contexto. Pedro está hablando de la supuesta demora en la Parusía, es decir, que el Señor no ha retornado tan prontamente como algunos esperaban. En respuesta a los que se burlaban de esta presunta demora, el Apóstol argumenta dos cosas: por un lado que la “demora” debe ser vista como una expresión de la magnanimidad y de la voluntad de Dios de que todos los hombres se salven. Por el otro, que los tiempos de Dios no necesariamente transcurren según nosotros lo percibimos. Por tanto, la percepción de la actividad creadora de Dios como ocurriendo en seis días no necesariamente se corresponde con el tiempo real, medido en las unidades modernas, en el cual ocurrió.

(Dickson)
La palabra hebrea yom en Génesis 1 traducida «día» en las traducciones castellanas significa en algunos contextos un largo período de tiempo (cp. Génesis 26:8; 4:3). En Génesis 2:4 tiene referencia a todos los seis días de la creación. En Salmo 95:8, 9 la palabra yom se refiere a los cuarenta años de peregrinación por el desierto de los hijos de Israel. Jeremías 46:10 utiliza el término para referirse al tiempo en que Israel sería castigado por sus pecados. Este «tiempo» de castigo no estaba limitado por la duración de un día de 24 horas, sino por un largo período de cautiverio. Así, yom puede ocasionalmente significar más que un día de 24 horas.

(Jetonius) Entonces se reconoce que yôm puede significar algo diferente que un día terrestre. De igual modo, el erudito adventista G.F. Hasel, quien es un partidario decidido de la interpretación de seis días terrestres, reconoce: “El uso multiforme del término ‘día’ indica que no sólo sirve para designar una importante división del tiempo, sino que asimismo se desarrolla como el término clave más importante para expresar puntos de tiempo o épocas de tiempo.” (Day en Geoffrey W. Bromiley, Ed.: International Standard Bible Encyclopedia, Rev. Ed. Grand Rapids: Eerdmans, 1979; 1: 878)

(Dickson)
¿Fueron los «días» de Génesis 1 largos períodos de tiempo? En realidad, nunca se hizo ningún esfuerzo especial para alargar los días de la creación hasta el desarrollo de la teoría evolucionista. Tenemos que asentir a lo que dice Klotz: «Es difícil concebir que nadie pusiera en duda la interpretación de estos días como días ordinarios si no fuera por el hecho de que los hay que están empeñados en conciliar Génesis con la evolución.» (18)

(Jetonius) El párrafo anterior demuestra en el peor caso, malicia y en el mejor, una manifiesta ignorancia. Mucho antes de que Darwin hubiese formulado su hipótesis de la evolución por selección natural, diversos pensadores judíos y cristianos habían entendido los días de la creación en un sentido diferente de un período de seis días terrestres.
No es mi propósito analizar y discutir críticamente los méritos de las ideas que presento a continuación, sino, en contra del desvarío de Dickson y Klotz, solamente mostrar que desde época muy antigua, se aceptaba que los días de la creación no eran días terrestres ordinarios

En el primer siglo de nuestra era, el historiador judío Flavio Josefo, al hablar de la creación y el primer día, dice: “Moisés dijo que era un día. Podría dar ahora mismo la razón; pero como he prometido presentar las causas de todas las cosas en un libro aparte, postergaré hasta entonces la explicación.” (Antigüedades de los judíos, 1,1:1). Lamentablemente, al parecer no escribió la obra que aquí promete.

Un poco antes que Flavio Josefo, el filósofo judío Filón de Alejandría escribía en su obra Sobre la Creación (De Opificio Mundi, 1,3:13-15):

“Y él [Moisés] dice que el mundo fue hecho en seis días, no porque el Creador tuviese necesidad de una extensión de tiempo (pues es natural que Dios hiciese todo de una vez, no meramente pronunciando una orden, sino por siquiera pensar en ello); pero porque las cosas creadas requirieron ordenamiento; y un número es similar a un ordenamiento; y de todos los números el seis es, por las leyes de la naturaleza, el más productivo; pues de todos los números, de la unidad en adelante, es el primero perfecto, ... Convenía por tanto que el mundo, siendo la más perfecto de las cosas creadas, se hiciese según el número perfecto, esto es, seis ... Y él le adjudicó a cada uno de los seis días a una de las porciones del todo ...”

En otra parte dice:
“«Y en el sexto día Dios finalizó la labor que él había hecho». Sería una muestra de gran simplicidad pensar que el mundo fue creado en seis días, o de hecho en algún tiempo en absoluto; pues todo tiempo es solamente el espacio de días y noches, y estas cosas las hace necesariamente el movimiento del sol mientras pasa sobre la tierra y bajo la tierra. Pero el sol es una porción del cielo, de modo que uno debe confesar que el tiempo es algo posterior al mundo. Por tanto, se diría correctamente que el mundo no fue creado en el tiempo, sino que el tiempo debe su existencia en consecuencia [de la] del mundo...” (Legum Allegoriae 1,1,2:2).

Más tarde, en el siglo II, el filósofo cristiano Clemente de Alejandría retomaría la idea de Filón de que la secuencia de días sirve al efecto de demostrar el orden en la creación y el honor en cuanto a su orden (Stromata o Misceláneas, 6,16).

En la obra intertestamentaria judía conocida como Libro de los Jubileos, que data del siglo II a.C., se relata la creación en seis días, pero se indica que Dios creó a Adán y Eva en la primera semana , pero no le presentó a Eva sino hasta la segunda semana. Dice tabién que transcurrieron cuarenta días entre la creación de Adán y su ingreso al Edén (ochenta para Eva). Además, la primera pareja de humanos permaneció en el Edén siete años antes de la Caída:

“Durante el primer septenario del primer jubileo estuvieron Adán y su mujer en el jardín del Edén, labrando y guardándolo, pues le dimos labor y le enseñábamos a hacer cuanto es propio del trabajo ... Al final de los siete años que pasó allí, siete años exactos, el diecisiete del segundo mes, ..., llegó la Serpiente...” (Jubileos 3:15, 17).

Al hablar de la muerte de Adán, adopta la noción de la equivalencia entre mil años y un día:

“Al concluir el jubileo decimonono, en el séptimo septenario, en el año sexto, murió Adán y lo sepultaron todos sus hijos en la tierra de su origen. Él fue el primero que reibió sepultura en la tierra, faltándole setenta años para los mil, pues mil años son como un día en la revelación celestial [/i]. Por eso se escribió acerca del árbol de la ciencia: «En el día en que comáis de él, moriréis»; por eso no cumplió los años de este día, pues en él murió.”
(Jubileos 4: 29-30; negritas añadidas).

Una interpretación similar es sustentada por el autor cristiano Justino Mártir a mediados del siglo II d.C. Luego de citar Isaías 65: 17-22, continúa:

“Lo que en estas palabras, pues, se dice –dije yo-: ‘Porque según los días del árbol de la vida, serán los días de mi pueblo, envejecerán las obras de sus trabajos’ , entendemos que significa misteriosamente los mil años. Porque como se dijo a Adán que el día que comiera del árbol de la vida moriría, sabemos que no cumplió los mil años. Entendemos que hace también a nuestro propósito aquello de ‘Un día del Señor es como mil años’.” (Diálogo con Trifón, 81:3).

La misma opinión es expresada poco después (fines del siglo II) por Ireneo de Lyon:

“Así, entonces, en el día en que comieron [Adán y Eva], en el mismo día murieron, y se tornaron deudores de la muerte, ya que fue un día de la creación. Pues se dice: ‘Fue hecho en la tarde, y fue hecho en la mañana, un día’. Ahora es en el mismo día en el que comieron, el mismo día en el que murieron. Pero conforme al ciclo y progreso de los días, según el cual uno es llamado primero, otro segundo, y otro tercero, si cualquiera busca diligentemente aprender en qué día de los siete fue que Adán murió, lo hallará examinando la economía del Señor. Pues por recapitular en Sí mismo a toda la raza humana desde el principio hasta el final, Él también ha recapitulado la muerte de ella. De lo cual es claro que el Señor, en obediencia a Su Padre, en aquel día en que Adán murió cuando desobedeció a Dios. Ahora bien, él murió en el mismo día que comió. Pues Dios dijo: "En el día en que comáis de él, moriréis de muerte". El Señor, por tanto, recapitulando en Sí mismo este día, sobrellevó sus sufrimientos en el día que precede al sábado, esto es, el sexto día de la creación, en el cual fue creado el hombre; concediéndole así una segunda creación por medio de la pasión, la cual es la creación desde la muerte. Y hay algunos, también, que relegan la muerte de Adán al milésimo año; pues como "un día del Señor es como mil años", él no superó los mil años, sino que murió dentro de ellos... (Adv Haer V, 23).

Ireneo avanza sobre la misma idea expresada en Jubileos y en el Diálogo con Trifón de Justino, añadiendo un elemento nuevo, tomado del principio de recapitulación. En este caso, el principio funciona retrospectivamente: como fue en los “últimos tiempos”, así debe de haber sido al principio. Por tanto, dice Ireneo, si Jesús murió en un viernes, o sexto día de la semana, ello demuestra que Adán murió en el sexto “día” de la creación.

Otros autores del siguiente siglo, concretamente:

Lactancio (Instituciones Divinas 7,14),

Victorino de Pettau (El mundo creado, 6) y

Metodio de Olimpo (Fragmento),

concordaron con las enseñanzas de Justino e Ireneo acerca de los días de la creación como milenios.


Hipólito de Roma, quien era discípulo de Ireneo, presenta una curiosa interpretación del milenio de Apocalipsis 20 basada en la equivalencia de mil años = 1 día. En sus Capítulos contra Cayo conservados por Dionisio bar Salibi, dice Hipólito:

“Y el número de los años no es el número de días, sino que representa el espacio de un día, glorioso y perfecto ... ‘Este es el día que hizo el Señor’ ... Consecuentemente, cuando con el ojo del espíritu Juan vio la gloria de aquel día, él lo asemejó al espacio de mil años; según el dicho, ‘Un día en el mundo de los justos es como mil años’. Y por medio del número él muestra que tal día es perfecto, para aquellos que son fieles.”

Aunque se desconoce la fuente del “dicho” que cita aquí Hipólito, su explicación no es ambigua. Juan llamó “mil años” a “el día que hizo el Señor.” En otras palabras, Hipólito no enseña que el día equivalga a mil años, sino, por el contrario, que los “mil años” representan un día perfecto y glorioso, cuya duración se simboliza, por esto mismo, como de un milenio.

En el tercer siglo, Orígenes de Alejandría rechazó la noción de que los días de la Creación fuesen días terrestres, ya que, por ejemplo, en el día uno “no había todavía tiempo antes de que el mundo existiese, sino que el tiempo comienza a existir con los días siguientes.” ( Hom. sobre Gén. y Éxodo). Y se pregunta: “Ahora, qué hombre inteligente creería que el primero, y el segundo, y el tercer día, y la tarde y la mañana, existieron sin el sol, la luna y las estrellas?” (De Principii 4,3).

Posteriormente Agustín de Hipona dedicó mucha reflexión a este asunto. En La ciudad de Dios al hablar de los días de la creación, dice: “¡Qué clase de días fueron estos es extremadamente difícil, o quizá imposible para nosotros de concebir, y cuánto más de decir!” (11,6). Consideraba que los días de la Creación debían entenderse de manera figurada, y que los días de la Creación eran diferentes de los días que nosotros conocemos; “Siete días según nuestra forma de medir conforme al modelo de los días de la Creación, conforman una semana. Por el pasaje de tales semanas el tiempo se desarrolla, y en estas semanas un día está constituido por el curso del sol desde su salida hasta su ocaso; pero debemos tener en cuenta que estos días ciertamente recuerdan los días de la creación, pero no siendo en absoluto realmente similares a ellos. (El significado literal del Génesis 4,27). En sus Confesiones (13,36) escribió: “Pero el séptimo día de tu creación tuvo mañana y no tuvo tarde ni ocaso, pues Tú lo santificaste para una eterna permanencia. Y al decirnos en tu Libro que Tú aun cuando estuviste quieto en los días de tu inmensa actividad, descansaste el séptimo día, con eso nos advierte que también nosotros, después de haber realizado obras que son buenas porque Tú nos las diste, llegado el sábado de nuestra vida eterna habremos también de descansar en Ti.”

Podrían citarse más textos, pero los presentados debieran bastar para demostrar que el consenso de la Iglesia primitiva estaba en contra de la interpretación de los días de la Creación como días terrestres literales.

Por tanto, sostengo que la afirmación de Dickson, “En realidad, nunca se hizo ningún esfuerzo especial para alargar los días de la creación hasta el desarrollo de la teoría evolucionista” es lisa y llanamente falsa.

Lo cierto es que una interpretación no literalista fue la dominante por siglos, aunque hubo asimismo quienes se adhirieron a la interpretación de seis días terrestres.

(Dickson)
Pero lo que sigue son razones que apoyan la postura de que los días de creación en Génesis fueron días solares de 24 horas y no largos períodos geológicos.

A. Yom significa un día de 24 horas en casi todos los pasajes en los que es utilizado.


(Jetonius) La clave está en la inocente palabra “casi”. Por ejemplo, la palabra ’elohim se emplea más de 2 500 veces para nombrar al verdadero Dios, pero en algunos casos con referencia a falsos dioses y en el Salmo 82:6 designa a jueces humanos. Leonard J. Coppes dice, en el artículo yôm (# 852) del Theological Wordbook of the Old Testament (Eds. R. Laird Harris, Gleason L. Archer Jr , Bruce K. Waltke; Chicago: Moody Press, 1980; 1:370-371; negritas añadidas):

“Nuestra palabra [yôm] es el ‘concepto más importante de tiempo en el AT por el cual un punto en el tiempo tanto como una esfera de tiempo pueden ser expresadas’.... Puede denotar: 1. el período de luz (en contraste con el período de oscuridad), 2. l período de veinticuatro horas, 3. un ‘tiempo’ vago general, 4. un punto en el tiempo, 5. un año (en plural; 1 Samuel 27:7; Éxodo 13:10, etc.) ...
Una de las apariciones más debatidas de yôm es su uso con referencia a la creación. Las dificultades de la exégesis allí son complicadas por muchos factores (véase E.J. Young , Studies in Genesis One, Presbyterian and Reformed, 1964, pp. 43ss). Como Young, este autor cree que los días de Génesis 1 están intencionalmente modelados, cronológicos, de extensión indeterminable, iniciados con 1:1, dirigidos a mostrar paso a paso cómo Dios ‘cambió la tierra inhabitable e informe del versículo 2 en el mundo bien ordenado del versículo 32’ , y como ‘historia directa y confiable’ (ibid., p. 103ss).”

(Dickson)
La palabra hebrea yom se utiliza y define en Génesis 1:5: «Llamó Dios a la luz día.»

(Jetonius) Efectivamente, y esto implica un muy mal comienzo para la opinión que sostiene este autor: en la primera ocasión en que el término yôm se emplea en la Biblia, significa algo diferente de un día terrestre de 24 horas , ya que se refiere sólo a la parte del día en la que hay luz.

(Dickson)
Esta palabra se utiliza 1.284 veces en el Antiguo Testamento entero, de ellas 396 veces sólo en el Pentateuco. Hay unas pocas excepciones donde no significa un día de 24 horas, pero el contexto de estas excepciones indica claramente que su significado es de una duración mayor de 24 horas (Génesis 2:4; Salmo 95:8; Jeremías 46:10). En el contexto de Génesis 1 no hay apoyo para el punto de vista de que la palabra signifique un largo período de tiempo. La coherencia demanda el significado de «24 horas» para la palabra yom en Génesis 1.

(Jetonius) Este significado no es exigido por “la coherencia”, sino por los prejuicios del autor. Por cierto que en el contexto hay apoyo para otro punto de vista. Nótese la declaración de Génesis 1:24-28, 31, que comprende el sexto día de la Creación:

Luego dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie».
Y fue así. E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, ganado según su especie y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra».
Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra lo creó.
Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra».
... Y vio Dios todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del sexto día.
” (negritas añadidas)

De este relato se infiere que la labor creadora del día seis incluyó toda clase de animales terrestres. Solamente después de esto, y en el mismo día creó al hombre, y el texto dice que lo creó entonces “varón y hembra”, y “los bendijo” a ambos.

El primer relato de la Creación termina propiamente en Génesis 2:3. Si ahora vamos al relato más detallado de lo concerniente a la creación del hombre del capítulo 2, vemos que comienza con una recapitulación:
“Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día en que el Señor Dios hizo la tierra y los cielos” (Génesis 2:4, Biblia de las Américas).
Es decir que aquí “el día” no corresponde obviamente a un día terrestre.

Además nos enteramos aquí de que Adán fue creado primero.
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.
Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.”
(Génesis 2: 7-8).

Hasta aquí no se nos dice nada de Eva. La creación del primer varón, según el capítulo 1, había sido precedida por la de los animales terrestres y seguida por la de Eva. Sin embargo, al hombre le fueron asignadas dos tareas antes de que Eva fuese formada:

1. “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara....” El primer encargo fue labrar y cuidar el huerto.
2. “Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él». Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivientes, ese es su nombre. La segunda tarea fue la de ponerle nombre a todo ser viviente.

Adán cumplió con esa tarea, y todavía la mujer no había sido creada: “Y puso Adán nombre a toda bestia, a toda ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán:
« ¡Esta sí que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Será llamada ‘Mujer’,
porque del hombre fue tomada. ».” (Génesis 2:20-23).

Los siguientes comentarios son apropiados:
“ Se hace así claro en este presente caso, mientras estudiamos el texto de Génesis 1, que no podemos pasar por alto nuestra responsabilidad de una exégesis cuidadosa para determinar tan claramente como sea posible qué quiso significar con el lenguaje que Su profeta inspirado ... fue guiado a emplear. ¿Es el verdadero propósito de Génesis 1 enseñar que toda la creación comenzó exactamente seis días de 24 horas antes de que ‘naciese’ Adán? ¿O es esta solamente una inferencia equivocada que pasa por alto otros datos bíblicos que tienen relevancia directa para este pasaje? Para responder esta pregunta debemos tomar cuidadosa nota de lo que se dice en Génesis 1:27 concerniente a la creación del hombre como el acto de cierre del sexto día creativo. Allí se establece que en aquel sexto día (aparentemente hacia su final, después de que todos los animales habían sio formados y puestos sobre la tierra) –por tanto, no mucho antes del atardecer al final del mismo día), «Dios creó al hombre a su propia imagen; Varón y hembra los creó». Esto sólo puede significar que Eva fue creada a última hora del día seis, junto con Adán.
Cuando nos volvemos a Génesis 2, sin embargo, hallamos que un intervalo de tiempo consideable debe de haber transcurrido entre la creación de Adán y la creación de Eva. En 2:15 se nos dice que Yahweh Elohim (esto es, el Señor Dios) puso a Adán en el jardín de Edén como el ambiente ideal para el desarrollo de él, y allí había de cultivar y guardar el enorme parque, con todos sus buenos árboles, abundante cosecha de frutos, y cuatro poderosos ríos que fluían desde Edén a otras regiones del cercano Oriente. En 2:18 leemos: «Entonces el Señor Dios dijo: ‘No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para él». Esta declaración claramente implica que Adán había estado diligentemente ocupado en su responsable tarea de podar, cosechar fruta, y mantener el suelo libre de arbustos y hierbas por un tiempo suficientemente prolongado como para perder su entusiasmo inicial y sentido de emoción en esta maravillosa tarea ocupación en el bello paraíso de Edén. Él había comenzado a sentir cierta soledad y falta de satisfacción interior.
Para compensar esta soledad, Dios le dio entonces a Adán la mayor tarea de la historia natural. El debía clasificar cada especie de animal y ave presente en la reserva... el jardín debe de haber tenido cientos de especies de mamífero, reptil insecto y ave, para no mencionar de los insectos voladores que también se incluyen en el término genérico hebreo ’op (pájaro) (2:19). Le tomó al científico sueco Linneo varias décadas clasificar todas las especies conocidas por los científicos europeos en el siglo XVIII. Sin duda habría considerablemente más en aquel tiempo que el la época de Adán; y, desde luego, la variedad de la fauna en Edén puede haber sido más limitado que la disponible para Linneo. Pero al mismo tiempo debe haber requerido considerable estudio por parte de Adán examinar cada especimen y decidir un nombre apropiado para él, especialmente en vista del hecho de que no tenía absolutamente ninguna tradición humana por detrás de él, concerniente a nomenclatura. Le debe de haber tomado algunos años, o como mínimo un considerable número de meses completar este inventario exhaustivo de todas las aves, bestias e insectos que poblaban el jardín de Edén.
Finalmente, después de que esta tarea asignada con todo su absorbente interés hubo sido completada, Adán sintió un renovado sentimiento de vacío. Génesis 2:20 concluye con las palabras “pero para Adán no se halló ayuda idónea”. Después de esta prolongada e insatisfactoria experiencia como un solitario solterón, Dios vio que Adán estaba preparado para una esposa –una ‘ayuda idónea’. Dios, entonces, lo sometió a un profundo sueño, sacó de su cuerpo el hueso más próximo a su corazón, y de tal núcleo físico del hombre formó a la primer mujer. Finalmente, Dios le presentó la mujer a Adán en toda su nueva e impoluta belleza, y Adán se extasió de gozo.
Habiendo comparado Escritura con Escritura (Génesis 1:27 con Génesis 2: 15-22), se hace muy evidente que Génesis 1 nunca fue designado para enseñar que el sexto día creativo, cuando ambos , Adán y Eva , fueron formados, duró meras veinticuatro horas. En vista del largo intervalo entre estos dos, pareciera que bordea en el puro irracionalismo insistir que todas las experiencias de Adán en Génesis 2:15-22 pudieran haber sido hacinadas en la última hora o dos de un día literal de veinticuatro horas. La única conclusión razonable es que el propósito de Génesis 1 no es decirnos cuán rápido realizó Dios su obra de creación (aunque, por supuesto, algunos de sus actos, como la creación de la luz en el primer día, deben de haber sido instantáneos). En lugar de esto, su verdadero propósito era revelar que el Señor Dios que se había revelado a sí mismo a la raza hebrea y había entrado en una relación personal de pacto con ellos, era ciertamente el único Dios verdadero , el Creador de todo lo que existe.”

(Gleason L. Archer: Encyclopedia of Biblical Difficulties. Grand Rapids: Zondervan, 1982, p. 49-50).

B. El uso de «tarde y mañana» con Yom indica un día de 24 horas.
La breve frase «tarde y mañana» se utiliza más de 100 veces en el Antiguo Testamento con la palabra yom. Y cada vez que aparece se refiere a un día de 24 horas. Morris lo volvió a destacar diciendo: «Las palabras hebreas para "tarde" y "mañana" aparecen más de 100 veces cada una en el Antiguo Testamento, y siempre en sentido literal.» (19) ¿Deberíamos suponer acaso que en Génesis 1 tienen un significado distinto?

La Creación es un acontecimiento singular e irrepetible, de modo que no hay que extrañarse que lo sea en más de un aspecto.
“En esta conexión, un comentario es adecuado concerniente a la fórmula recurrente al final de cada día creativo: ‘y fue/devino la tarde, y devino/fue la mañana, un segundo día’ (o el ordinal que sea). La razón para esta afirmación final parece haber sido doble. Primero, era necesario dejar claro hasta qué punto la unidad simbólica pertinente era un mero día de amanecer a atardecer, o un día de veinticuatro horas. El término yôm puede significar cualquiera de los dos.... Por tanto, era necesario mostrar que cada uno de los días creativos era simbolizado por un ciclo completo de 24 horas, comenzando al atardecer del día previo (según nuestro modo de contar) y finalizando co la porción iluminada, hasta la puesta del sol, del siguiente día (como lo contaríamos nosotros).
Segundo, el día de veinticuatro horas sirve como un mejor símbolo que un mero día de luz con respecto al inicio y conclusión de una etapa de la creación antes de que comenzase la siguiente. Hubieron etapas definidas y distintas en el procedimiento creativo de Dios. Si esta es la verdadera intención de la fórmula, entonces no sirve como evidencia real para un día literal de veinticuatro horas por parte del autor bíblico.” (Archer, o.c., p. 62).

(Dickson)
Los hay que han afirmado que el día de 24 horas no comenzó hasta el cuarto día con la aparición del sol (Génesis 1: 14). Se afirma que hubo milenios antes del cuarto día, pero que después se trata de días de 24 horas. Pero se utiliza la misma frase «tarde y mañana» con la palabra día antes de Génesis 1:14 y después. ¿Por qué iba a haber tres largas eras de tiempo antes de la aparición del sol en el cuarto día y sólo días de veinticuatro horas después de su aparición?

(Jetonius) Es difícil entender cómo podía haber días de 24 horas antes de que existiese el sol, y mañanas y tardes, cuando la palabra designa la revolución de la tierra en torno a sí misma y en relación con el sol.

(Dickson)
C. Yom más un número es un día de veinticuatro horas
Cuando la palabra hebrea yom va precedida de un número siempre conlleva el significado de un día de 24 horas. La palabra yom aparece más de 100 veces en el Pentateuco sólo de esta manera y siempre se comunica el significado de un día de 24 horas (Génesis 8:3; Números 13:25; Éxodo 20:11; Jonás 1:17). Arthur F. Williams enfatizó esto al decir: «No hemos podido hallar un solo ejemplo del uso de la palabra "día" en las Escrituras donde signifique otra cosa que un período de 24 horas cuando es modificado por el uso de un adjetivo numérico.»(20) ¿Por qué ha de ser nuestra comprensión de esta palabra en Génesis 1 diferente en absoluto de todo el resto del Antiguo Testamento? Williams añade: «La evidencia que surge de una consideración seria del significado cultural del término yom utilizado por Moisés y entendido por los israelitas está totalmente del lado de un día de 24 horas en el relato de Génesis de la creación.» (21) Éste es uno de los más poderosos argumentos para el significado natural de 24 horas de la palabra yom en Génesis 1.

(Jetonius) No deja de ser un argumento por analogía, que se pretende generalizar al singular relato de la Creación. De todos modos, aunque la generalización “Cuando la palabra hebrea yom va precedida de un número siempre conlleva el significado de un día de 24 horas” sea cierta (y no he revisado todas las instancias) no se puede aplicar sin más a Génesis 1. En efecto, en los tres textos citados del Pentateuco (Génesis 8:3; Éxodo 20:11 y Números 11:25, además de Jonás 1:17 [alguien debería decirle a Dickson que este libro no es parte del Pentateuco]), el número precede a

D. Yom en plural siempre significa un día de 24 horas
Cuando se utiliza la forma plural de yom, yamin, en el Antiguo Testamento, siempre se refiere a un día de 24 horas. Yamin nunca se refiere a un largo período de tiempo.
El término hebreo para «día» puede ser utilizado ocasionalmente para significar un período indefinido, pero nunca significa un período de tiempo circunscrito de una manera concreta (tal como el que se define con «tarde» y «mañana», o como queda implicado por el día «primero.», «segundo», etc.), a no ser que aquel período de tiempo sea un día literal. De manera similar, el plural hebreo para «días» (yamin) no se utiliza nunca en las Escrituras para ningún período de tiempo excepto de días literales. (22)
En su libro Biblical Cosmology and Modern Science, Morris llega a una conclusión definida acerca de la utilización de la palabra yamin. Escribe él:
Cuando la palabra «días» aparece en plural (hebreo yamin), como sucede más de 700 veces en el Antiguo Testamento, siempre se refiere a días literales. Así, en Éxodo 20:11, cuando la Escritura dice que «en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay», no puede haber duda de ningún tipo de que lo que significa son seis días literales. (23)
Por ello, Éxodo 20:11 es una confirmación de Génesis 1. En Éxodo, Moisés reafirma que los días de Génesis fueron seis en número y de 24 horas de duración.

(Jetonius) Por supuesto, cuando se refiere a cada día de la creación no se usa el plural. Cuando se usa el plural, en muchas partes de las Escrituras se refiere o a toda una época o a un largo intervalo; por ejemplo:
Isaías 37:26 “los días de la antigüedad”;
Isaías 54:9 “será como en los días de Noé” ;
Isaías 65:22, “según los días de los árboles...”;
Jeremías 1:2 “en los días de Josías”;
Jeremías 23:20 “en los postreros días lo entenderéis...”
Joel 2:29 “derramaré mi Espíritu en aquellos días...”


(Dickson)
E. Olam significa un largo período de tiempo, pero no es utilizado por Moisés
La palabra hebrea olam significa un largo período de tiempo. ¿Por qué no utilizó Moisés esta palabra tan comprensible si quería comunicar el significado de que la creación tuvo lugar a lo largo de períodos de tiempo geológico? Es evidente que no quería que entendiéramos Génesis de esta manera.

(Jetonius) Es muy difícil afirmar o negar por qué un autor no empleó un determinado término. La respuesta siempre será conjetural, nunca “evidente” como sostiene Dickson. El propósito de presentar ordenadamente, en términos de días, la labor creadora de Dios puede haber tenido el propósito de presentar un relato ordenado de la labor cósmica reducido a una escala comprensible para el humano. Más abajo agregaré algunas citas al respecto.

F. Orden cronológico erróneo si los días son períodos dilatados de tiempo
Si los días de Génesis 1 son largos períodos de tiempo y la creación tuvo lugar por un dilatado proceso de evolución, entonces los eventos del primer capítulo de Génesis están cronológicamente fuera de orden. Las plantas fueron creadas en el tercer día, pero el sol en el cuarto. Si se trata de períodos geológicos de millones de años, ¿cómo pudieron sobrevivir las plantas sin el sol? También los insectos fueron creados en el día sexto. Muchas plantas e insectos se necesitan mutuamente para sobrevivir, como la planta de la Yuca y la polilla de la Yuca (pronuba). (24) ¿Cómo sobrevivieron estas plantas durante millones de años sin sus necesarios acompañantes?

(Jetonius) Aquí se presupone un orden estrictamente cronológico, pero esa no es la única forma de disponer el material. Por lo demás, si Dios pudo crear las plantas, seguramente tendría el poder de sustentarlas por medio de la luz que ya había creado. Finalmente, Génesis 1:4 sugiere que el sol y la luna ya estaban creadas, siquiera veladas, y fueron hechas manifiestas en el día cuarto.

(Dickson)
G. El séptimo día no es un largo período de tiempo
Si los seis días de la creación eran largos períodos de tiempo, entonces el séptimo día sería lógicamente lo mismo. Pero ¿está Dios aún reposando en el séptimo período geológico? ¡Ciertamente, no! Jesús dijo: «Mi Padre, hasta ahora trabaja» (Juan 5:17). En Exodo 20:11 se dice que Dios «reposó» en el séptimo día. Génesis 2:1-3 afirma que Dios «acabó» su obra creadora y que «reposó» (cp. Hebreos 4:4). Estos verbos están todos en tiempo pretérito. Si Dios estuviera todavía reposando, el verbo estaría en tiempo presente progresivo. El día séptimo tuvo la misma duración que los otros seis, 24 horas. Si el día séptimo no fue de 24 horas de duración, ¿cuándo dejó Dios de reposar?

Dice Derek Kidner: “La tarea finalizada de Dios es sellada con las palabras él reposó (2:3; literalmente ‘cesó’; de shabat, la raíz de ‘sabbath’). Es el reposo del logro, no inactividad, pues Él nutre aquello que crea; podemos comparar el simbolismo de Jesús ‘sentado’ luego de completar la redención (Hebreos 8:1; 10:12), para dispensar sus beneficios.
Nuestro Señor basó su propio uso constructivo del sábado en esta comprensión del reposo divino (‘Mi Padre hasta ahora trabaja’, Juan 5:17), y su dicho de doble filo en Marcos 2:27-28 preserva el modelo de don (Dios bendijo) y posesión (y santificó) implícito en el versículo 3. Característicamente, él fue hasta ‘el principio’ para su enseñanza; cf. Marcos 10:6.
Pero el reposo de Dios estaba impregnado con más que el don del sábado: aún es grande en promesas para el creyente, quien es convocado a compartirlo ... La fórmula que redondeaba cada uno de los seis días está notablemente ausente, como para implicar la ‘perspectiva infinita’ (Delitzch) del sabbath de Dios.” (Derek Kidner: Genesis. Tyndale OT Comm 1. Downers Grove: InterVarsity Press, 1967, p. 53).
En pocas palabras, el hecho de que Dios aún repose de su obra creadora no significa que esté inactivo en otros sentidos. Precisamente Hebreos 4 nos convoca a entrar en este reposo de Dios y participar de él.

(Dickson)
H. Las Escrituras afirman llanamente que la creación tuvo lugar en seis días de 24 horas
Los días de creación fueron de 24 horas debido a las claras afirmaciones que de ello se hacen en las Escrituras. «En seis días hizo Jehová los cielos y la tierra» (Éxodo 20:1l). «Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra» (Éxodo 31:17). «Porque Él dijo y fue hecho; Él mandó, y existió» (Salmo 33:9). «Alaben el nombre de Jehová; Porque Él mandó, y fueron creados» (Salmo 148:5). ¿Implican estos versículos largos períodos de tiempo geológico? Evidentemente, no.

(Jetonius) No sé qué le resulta tan evidente a este hermano. Por empezar, entre los antiguos hebreos el día no se dividía en 24 horas. Esto es un anacronismo.
Segundo, los textos de Salmo 33:9 y 148:5 no tienen referencia cronológica; igual podrían comprender un nanosegundo o un trillón de años.
El relato de la creación está modelado para hacerlo accesible a la comprensión de los lectores u oyentes, y el ciclo de reposo humano se ajusta al de la actividad creadora de Dios; pero no hay razón para pensar que la escala de Dios sea la misma que la del ser humano; a priori uno pensaría exactamente lo contrario.

(Dickson)
I. La creación fue acabada en el día sexto
Génesis 2:1 dice: «Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.» Dios acabó su creación en el día sexto (cp. Hebreos 4:3). Si estos fueron largos períodos geológicos, y el medio de la creación fue la evolución, ¿por qué dice la Biblia que el proceso evolutivo acabó en el sexto período?
Ni los dilatados períodos de tiempo ni la teoría de la evolución armonizan con Génesis 1. Los seis días no fueron seis eras geológicas, ni tuvo lugar la creación mediante el proceso de la evolución.

(Jetonius) Esta objeción deberían contestarla quienes sostienen el modelo evolutivo neodarwinista, que nunca puede darse por concluido mientras exista vida. Génesis 1, como demostramos, no se opone per se a períodos indefinidos de tiempo.

(Dickson)
J. Adán no vivió millones de años
Adán fue creado en el día sexto -la sexta era geológica según los evolucionistas teístas-. Y vivió a través del día séptimo, el día en que Dios descansó. Para ser coherentes, los evolucionistas teístas tienen que decir que el día séptimo fue un largo día geológico al igual que los otros seis días. Y Adán vivió durante la noche del día séptimo. Fue expulsado del huerto del Edén, como más pronto, en el octavo día, el día después del día de reposo de Dios, el séptimo. Así, Adán habría vivido durante un período geológico entero, el séptimo, y en partes de los otros dos, el sexto y octavo.
Día 6 Día 7 Día 8
VIDA DE ADÁN
Adán creado Reposo de Dios Adán en Edén
Fig. 2
Y así, según la postura del evolucionista teísta acerca de Génesis 1, Adán habría llegado a una edad de miles y miles de años. Esto manifiesta lo incoherente de la postura que muchos tienen acerca del relato de la creación en Génesis. Los días de Génesis 1 fueron días solares de 24 horas, no períodos de tiempo geológico.

(Jetonius) Aquí el autor parte de la suposición de que los días creativos fueron de 24 horas y concluye en que lo fueron... esto se llama razonamiento circular.
Por lo demás, como Génesis 1:27 y 2:15-22 no son cronológicamente sucesivos sino obviamente paralelos no hay razón para suponer que Adán no murió en el sexto día mismo, como lo entendieron los padres primitivos. Con lo cual al objeción cae por su propio peso.


(Dickson)
K. Seis días de trabajo, uno de reposo
Como último punto, un pensamiento que tiene cierto mérito es que Dios creó la tierra en seis días de veinticuatro horas y reposó el séptimo como pauta para el hombre en su vida. Seis días de trabajo y uno de reposo es la pauta dada para los judíos, como se ordena en Éxodo 20:9-11. Dios hubiera podido crear la tierra y los seres vivientes en seis segundos y reposar en el séptimo segundo. Pero para establecer una pauta eligió seis días de trabajo y uno de reposo.

(Jetonius)
Seis días de Dios, uno de reposo divino; seis días solares, y uno de reposo humano. De nuevo, no hay razón fundada para suponer que se trata de la misma escala en la actividad divina y en la humana.


(Dickson)
RECAPITULACIÓN
Al considerar los anteriores once puntos, uno no puede dejar de insistir en que los días creacionales fueron días solares de 24 horas. Afirmar algo en sentido diferente sería contradecir la armonía de la palabra de Dios.

(Jetonius) Aquí el autor osa sostener lisa y llanamente que su interpretación es la única posible. A mi me parece claro que no es así. Cito para concluir algunos autores que piensan lo mismo, todos ellos intérpretes protestantes conservadores, que colaboran en comentarios de reconocida solidez y reverencia por la Palabra de Dios:

R. Payne Smith, DD. Genesis. En Charles John Ellicott (Ed.): A Bible Commentary for Bible Students. London and Edinburgh: Marshall Brothers, sin fecha (ca. 1890), p. 13; negritas añadidas.

El primer día. – Un día creativo no es un período de veinticuatro horas, sino un eón, o período de duración indefinida, como la Biblia misma nos enseña. Pues en el capítulo 2:4 los seis días de esta narración son descritos y reunidos en un día, siendo aquí la creación considerada no en etapas sucesivas, sino como un todo. De modo que por el consentimiento común de los comentaristas, el séptimo día, o día del reposo de Dios, es aquella edad en la cual vivimos ahora, y que continuará hasta la consumación de todas las cosas. Así en Zacarías 14:7 toda la dispensación del Evangelio es llamada ‘un día’; y constantemente en hebreo, como probablemente en todos los lenguajes, día es empleado en una forma muy indefinida como, por ejemplo, en Deuteronomio 9:1. Aquellos, sin embargo, que adoptan la sugerencia muy probable de Kurtz, que la revelación del modo de la creación fue hecha en una sucesión de representaciones o cuadros desplegados ante la visión mental del vidente, no tienen dificultades. Él vio el oscuro resplandor del atardecer penetrado por la brillante luz de la mañana; ese fue el día uno. De nuevo, un atardecer hendido por la luz, y vio un espacio abierto expandiéndose en torno al mundo: ese fue el día dos. De nuevo, tinieblas y luz, y en la superficie de la tierra vio las aguas precipitándose hacia los mares: ese fue el día tres. Y así. ¿Qué otra cosa podría llamar estos períodos sino días? Pero como san Agustín señaló, no había entonces sol, y ‘es muy difícil imaginar qué clase de días estos podrían ser’ (De Civ. Dei 11,6:7). Debe además observarse que este conocimiento de las etapas de la creación sólo pudo haber sido dado por revelación, y que el acuerdo del registro mosaico con la geología es tan contundente que no hay dificultad real en creerlo inspirado. Las dificultades aparecen casi por entero de falacias populares u opiniones erróneas de comentaristas.”

Meredith G. Kline, PhD, TMH: Génesis. En D. Guthrie y J.A. Motyer (Eds.): Nuevo Comentario Bíblico. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1977, p. 76; negritas añadidas.

“El prólogo del Génesis [1:1 – 2:3] presenta las verdades históricas que son los presupuestos necesarios para la prosecución válida del conocimiento humano. Entre las exposiciones normativas están las del acto divino de la creación absoluta ex nihilo y de una era específica y terminada de creación dentro de la cual aparece toda la significativa variedad de huéspedes de la tierra. El carácter literario del prólogo, sin embargo, es limitado en su uso para la construcció de modelos científicos, porque su lenguaje es el de la simple observación y la calidad poética, reflejada en su estructura en estrofas. La exégesis indica que el esquema mismo de la semana de la creación es una figura poética y que los diversos cuadros de la historia de la creación son colocados dentro del marco de los seis días de labor no cronológica sino temáticamente. Al distinguir la simple descripción y la figura poética de lo que es definidamente conceptual como única guía definida, aquí como siempre, se encuentra una comparación con el resto de la Escritura.”

Derek Kidner: Genesis. An Introduction and Commentary. Tyndale OT Comm, # 1. Downers Grove: InterVarsity Press, 1967; p. 54-56; negritas añadidas (hay edición en español de Certeza, Buenos Aires).

“La simetría del esquema de Génesis 1 sugiere la pregunta de si hemos de entender el capítulo cronológicamente o de otro modo. La idea de ‘forma y plenitud’ podría concebiblemente haber impuesto el presente patrón al material, parte del cual es dispuesto en un orden diferente en el capítulo 2 en interés de un énfasis distinto... para el presente autor la marcha de los días es un progreso deamsiado majestuoso para no acarrear la implicancia de una secuencia ordenada; también parece en extremo sutil adoptar una visión del pasaje que resta una de las impresiones primarias que ejerce sobre el lector común. Es una narración, no sólo una afirmación. Como en toda narrativa, exige una elección del punto de vista, del material a incluir, y del método de contar. En cada una de estas, la simplicidad ha sido una consideración dominante. El lenguaje es el cotidiano, describiendo las cosas por su apariencia; los bosquejos de la narración son osados, libres de excepciones y cualificaciones distrayentes, libres también de agrupar asuntos que deben estar reunidos (de modo que los árboles, por ejemplo, anticipan su lugar cronológico para ser clasificados con la vegetación), para lograr un gran diseño en el cual las exigencias ora de secuencia temporal, ora de asunto, rigen la presentación, y el todo revela al Creador y Su preparación deun lugar para nosotros.
... Los días de la creación ... dan a lector un medio simple de relacionar la obra de Dios en la creación con la obra de Dios aquí y ahora en la historia. En tanto que un relato científico hubiese debido hablar de eras, no días, y las agruparía para señalar los pasos que son científicamente significativos, el presente relato revisa la misma escena en cuanto a su significación teológica. Con esto en vista, habla de días, no edades, y los agrupa en una semana. La significación de la semana es explícita en la santificación del sabbath (2:3; cf. Éxodo 20:11; 31:17), que constituye al ritmo de trabajo y descanso propio del hombre un recordatorio y una miniatura de aquel del Creador; y la división del período en días puede no significar más que esto. Empero, los días no son esenciales para la idea del sabbath, pues esto puede expresarse en unidades mayores (Levítico 25:4,8), y una razón independiente para el término se sugiere a sí misma. Es simplemente la brevedad del día.
Para un lector moderno esto de inmediato hace surgir la cuestión de la precisión científica. Uno puede argüir que ‘día’ puede tener el sentido de ‘época’ (cf., por ejemplo, Salmo 90:4; Isaías 4:2), o que los días de Dios no tienen analogías humanas (como insistieron Agustín y Orígenes antes que él); otros tomarán los días literalmente y hallarán en ellos pruebas de la falibilidad humana: una cáscara de error factual que oculta los buenos granos de teología del capítulo. La suposición común a estas interpretaciones es que Dios no hubiese querido que visualizáramos la creación como comprimida en una mera semana. Pero esto puede ser precisamente lo que Dios desea que hagamos. La narración de la creación se ha erigido como un baluarte contra una sucesión de errores de moda – politeísmo, dualismo, la eternidad de la materia, la maldad de la materia, astrología- y no menos contra toda tendencia de vaciar de significado la historia humana. Resiste explícitamente este nihilismo, al presentar al hombre como imagen de Dios y su regente ; pero también implíctamente, al presentar los tremendos actos de la creación como un mero levantarse del telón para el drama que lentamente se desarrolla en toda la extensión de la Biblia. El prólogo concluye en una página; hay miles que le seguirán.
Si cada generación ha necesitado de este énfasis, quizá ninguna ha tenido mayor necesidad de él que la edad del conocimieno científico. El relato científico del universo, realista e indispensable como es, nos sobrecoge con estadísticas que reducen nuestra significación aparente a un punto que se desvanece. No el prólogo, sino la misma historia humana, es ahora una única página en un millar, y todo el volumen terrestre resulta casi perdido entre millones sin catalogar. Ante estas inmensidades no debiéramos atrevernos a considerar valioso nuestro propio tiempo y lugar, si no fuese por la palabra divina que nos orienta y revela la verdadera proporción. A través de la aparente ingenuidad de este relato centrado en la tierra y centrado en la historia, Dios le dice a cada generación, ya sea que esté cargada con el peso del conocimiento factual que la nuestra posee, o con las extraviadoras fantasías de las religiones antiguas, ‘Permaneced aquí, en esta tierra y en este presente, para entender el significado del todo. Ved este mundo como mi regalo y mi encargo para vosotros, con el sol, luna y estrellas como sus lámparas y señaladores del tiempo, y sus criaturas bajo vuestro cuidado. Ved la edad presente como el tiempo hacia el cual se movía mi obra creadora, y los inconscientes eones previos como ‘nada más que unos pocos días’, como los años que dio Jacob por Raquel’.
Esta interpretación nos puede dejar insatisfechos por dos razones. Podemos objetar, primero, que el autor no muestra conciencia de hablar de otro modo que literalmente, y segundo, que esta lectura del capítulo lo hace culpable de decir una cosa y significar otra.
El primer punto puede bien ser cierto, pero difícilmente sea una objeción. Sabemos que el significado pleno de una declaración inspirada estaba a menudo oculta del vocero: aun Caifás ejemplifica esto, y lo mismo se dice de Daniel y de los profetas. La verdad latente no hace sus palabras menos propias; ni tampoco debemos cerrar nuestros ojos a ello, como si la flor plena del significado fuese menos auténtica que el pimpollo.
El segundo punto puede parecer más importante. Si los ‘días’ no eran días en absoluto, ¿hubiese Dios sancionado la palabra? ¿Trafica Él con imprecisiones, por edificantes que sean? La cuestión gira en torno del uso apropiado del lenguaje. Un Dios que no hiciese concesiones a nuestras formas de ver y hablar no nos comunicaría ningún significado. De aquí el lenguaje fenomenológico del capítulo (como nuestro propio hablar de la ‘salida del sol’, la ‘caída del rocío’, etc) y su perspectiva geocéntrica; pero de aquí también la fuerte compresión temporal que transforma las edades en días. Ambos son instrumentos de la verdad, diagramas que nos capacitan para entender, y no malentender, un todo que es demasiado grande para nosotros.”


(Dickson)
La filosofía de la evolución, tal como se muestra hoy día, necesita tiempo a montones. Génesis no puede dar la cantidad de tiempo preciso para el desarrollo de la vida por evolución. No se pueden encontrar intervalos ni largos períodos de tiempo en Génesis 1. Por ello, la evolución como proceso para explicar el origen de la vida no armoniza con el tiempo y orden de Génesis 1.

(Jetonius)
Este párrafo indica la verdadera razón por la cual el autor se aferra con uñas y dientes a una interpretación literalista de los días de la creación. Sin embargo, que la creación haya ocurrido en un tiempo muy prolongado no prueba en absoluto la evolución, que de hecho tiene problemas mucho más graves. Por lo demás, la historia natural tal como se la conoce hoy, admitiendo largos períodos, no resuelve tampoco el problema cronológico del evolucionista. Esto es así porque todos los phyla de animales vivientes surgieron en un período relativamente breve, conocido como explosión cámbrica, cosa inexplicable desde el punto de vista neodarwinista.

(Dickson)
No sabemos cuándo tuvo lugar la creación. La Biblia dice que la creación tuvo lugar en seis días de veinticuatro horas.
Pero la Biblia no nos dice cuándo tuvieron lugar estos días. La creación tuvo lugar en un corto período de tiempo en algún tiempo del pasado.

(Jetonius) Es decir, no sabe cuándo fue pero insiste en 144 horas. Esta es una declaración ex cathedra que no admite comentario. Creo haber mostrado que numerosos intérpretes antiguos y modernos no suscriben la actitud dogmática de este autor.
Reitero que suscribir el evolucionismo neodarwinista y sostener una edad muy antigua del universo no es lo mismo. Lo primero es incompatible con los datos bíblicos; lo segundo es una posición compatible con los datos escriturales.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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Jetonius

Gracias por tus respuestas las leí entre líneas veré si puedo en los siguientes días comentar algo.
Te diré que esto no prueba en manera alguna que la tierra tenga millones de años, pero como no soy un científico no puedo debatir sobre este tema pero te invito a que visites a uno cristiano que si lo es, Kent Hovind es un americano que da sus semanarios por toda América hablando sobre creación ciencia y evangelismo, yo tuve la oportunidad de asistir a uno de ellos. Te invito a que mires este seminario, no tienes que leer solo escuchar y ver a todo color con “realplayer” http://www.real.com

La website es http://www.drdino.com/ Jetonius, este científico cristiano ha tenido muchos debates públicos en universidades en los E.U. con científicos evolucionistas y teistas y jamás han podido ganarle, el ofrece 250,000 dólares a quien lo venza, esta apuesta es en verdad y es frente las autoridades que bien sabes en ese país esto se toma enserio, en su pagina puedes ver sobre ello. El no empezó con esta cantidad pero la ha ido incrementando, a lo mejor hermano seria interesante que le hicieras frente referente a la edad de la tierra.

Te invito, pues a visitar su website y ver el seminario online.

Bendiciones
 
Malcom:

A ver si me explicas esto:

Del relato del Génesis:

<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>
14 Dijo Dios:

«Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y valgan de señales para solemnidades, días y años;
15 y valgan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue.

16 Hizo Dios los dos luceros mayores;
el lucero grande para el dominio del día, y el lucero pequeño para el dominio de la noche, y las estrellas;


17 y púsolos Dios en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra,
18 y para dominar en el día y en la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien.

19 Y atardeció y amaneció: día cuarto.
[/quote]

O sea, si lo interpreto LITERALMENTE,
Dios creó el Sol y la Luna en el "día cuarto"

La pregunta es esta:

¿ Cómo existían los "días" de 24 horas, si ni siquiera existía el Sol en los "días" primero al tercero ?

(sabemos que el "día" de 24 horas es el tiempo que tarda el planeta Tierra es hacer un giro completo sobre sí mismo (es el período del movimiento de rotación terrestre), lo que produce el día y la noche).

Juan Manuel
 
Juan Manuel


Genesis 1:1-6


1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.


Aquí vemos que el Señor hizo la luz, y aunque el sol todavía no existía ya existía la luz y esta luz no era luz artificial de un foco, ni tampoco la Luz de mundo que es nuestro Señor, sino que es luz tal como la tenemos hoy, luz sin sol pero al fin de cuentas luz, producida no por el sol pero por Dios de alguna forma no revelada.

4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

Con claridad vemos que la luz NO ERA DIOS porque Dios la había creado. ¿Que tipo de luz era entonces, si no había creado el sol? Tenia que ser una luz igual que la del sol, una luz que pudiera mantener a las plantas y los árboles vivos las cuales habían sido creados el día tercero, ósea antes que el sol. ¿qué luz era esta que mantenía vivo todo lo verde si no había sol? Sea cual fuere era una luz igual a la del sol, al menos es lo lógico. Además aquí claramente que el Señor YA había separado el día de la noche, YA había un periodo de tiempo establecido, pero que en el ver.18 lo haría por medio del sol.

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

También vemos que este día tenia su ocaso que terminaba con las tinieblas las cuales el Señor llamo noche e inmediatamente ya el Señor establecía que una tarde y la mañana eran UN día. Aquí apareces dos tipos de día, uno al cual se refiere como la luz, de igual manera que nosotros decimos “es de día” ose hay luz. Y día en el sentido de la unión de la tarde y mañana que da igual a UN día, y esta rotación terrestre (que es obvio que ya existía) tenia que tener un periodo de tiempo, pero yo no creo que el día durara millones de años y la noche otros millones de años, sino tenían que haber sido de 24 horas, lo mismo que hoy. ¿por qué tiene que ser de otra manera?

**

Genesis 1:14-19

14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,

Lo que no significa según este versículo y el 18 que no existía el día y la noche y que juntos eran un día y estos YA eran separados no por el sol sino por Dios mismo que muy claro lo vemos en el (ver.4) pero que ahora al Señor le pugno según este versículo (14) crear el sol para que este lo hiciera de ahora en adelante.

15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

Creo que lo mismo, el Señor YA alumbraba sobre la tierra mira el ver. (3-5) al menos que digas que esta era una luz no era luz luminosa que alumbraba a la tierra. Pero ahora vemos que el Señor quería que el Sol lo siguiera haciendo.

Saludos
M
 
Jetoniuis


Visite la pagina y lo primero que vi es que acaba de comenzar el 23 de Septiembre un debate entre Hugh Ross titular de la pagina que me ofreciste y Kent Hovind, será interesante este debate trataran temas como:

El Big-bang vs. “En el principio creo Dios…”
El día de la creación
Y lo que estamos discutiendo sobre la palabra Hebrea “yom” y su significado “día”
Cuando el sol, la luna y las estrellas fueron creados
Cuando fueron Adán y Eva creados, entre otros temas.

No te parece bastante significativo que el Dr. Hovind ofrezca esa cantidad de dinero a quien lo venza en un debate, ha tenido bastantes debates frente a las cámaras con científicos y estos han salidos derrotados. Será interesante ver los resultados de este nuevo debate.

Saludos
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Malcom:
Jetoniuis


Visite la pagina y lo primero que vi es que acaba de comenzar el 23 de Septiembre un debate entre Hugh Ross titular de la pagina que me ofreciste y Kent Hovind, será interesante este debate trataran temas como:

El Big-bang vs. “En el principio creo Dios…”
El día de la creación
Y lo que estamos discutiendo sobre la palabra Hebrea “yom” y su significado “día”
Cuando el sol, la luna y las estrellas fueron creados
Cuando fueron Adán y Eva creados, entre otros temas.

No te parece bastante significativo que el Dr. Hovind ofrezca esa cantidad de dinero a quien lo venza en un debate, ha tenido bastantes debates frente a las cámaras con científicos y estos han salidos derrotados. Será interesante ver los resultados de este nuevo debate.

Saludos
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Querido hermano Malcom:

Sin duda que el debate entre estos dos cristianos será en extremo interesante. El Dr. Hugh Ross (BS en física, Universidad de British Columbia, MS y PhD en astronomía, Univ. de Toronto, 5 años de postdoctorado en radioastronomía en el Caltech) sostiene una posición cercana a la mía, en que rechaza la evolución darwinista pero cree que el universo es antiguo.

Me sentiría más impresionado con la afirmación de que el Dr. Hovind nunca ha perdido un debate si hallase fuentes independientes que confirmen esta idea. Como bien sabrás, después de un debate la gente tiende a sobreestimar su propia actuación y a subestimar la ajena.

Con respecto al premio de 250 000 dólares, estuve viendo las condiciones y son muy peculiares, por decirlo suavemente.

En primer lugar, Hovind da una lista de seis formas de evolución, a saber, 1)cósmica, 2)química, 3) estelar y planetaria, 4) orgánica, biológica 5) macro y 6) micro. Más abajo dice que es la tarea del desafiante "probar que lo que se enseña a nuestros niños como un hecho ( todos los seis significados de la palabra evolución mencionados antes)es realmente un hecho."

Es decir, no se trata, como dice al principio, de presentar una prueba empírica, sino de una demostración exhaustiva.

La segunda cosa notable es que al parecer el jurado que ha de decidir el ganador al parecer es escogido por el propio Hovind, y no consensado entre los dos participantes. Esto parece notablemente arbitrario. Además, si bien se asegura que poseen impresionantes credenciales científicas, la identidad del jurado no es revelada.

No puedo evitar la sensación de que la oferta tiene más valor apologético que otra cosa.

De todos modos, el debate seguramente valdrá la pena. Yo no tengo parlantes en mi computadora, pero si tú los tienes puedes escuchar el programa en http://www.ankerberg.com/ankasrm.html

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por Malcom:

Jetonius

Gracias por tus respuestas las leí entre líneas veré si puedo en los siguientes días comentar algo.
Te diré que esto no prueba en manera alguna que la tierra tenga millones de años, pero como no soy un científico no puedo debatir sobre este tema pero te invito a que visites a uno cristiano que si lo es, Kent Hovind es un americano que da sus semanarios por toda América hablando sobre creación ciencia y evangelismo, yo tuve la oportunidad de asistir a uno de ellos. Te invito a que mires este seminario, no tienes que leer solo escuchar y ver a todo color con “realplayer” http://www.real.com

La website es http://www.drdino.com/ Jetonius, este científico cristiano ha tenido muchos debates públicos en universidades en los E.U. con científicos evolucionistas y teistas y jamás han podido ganarle, el ofrece 250,000 dólares a quien lo venza, esta apuesta es en verdad y es frente las autoridades que bien sabes en ese país esto se toma enserio, en su pagina puedes ver sobre ello. El no empezó con esta cantidad pero la ha ido incrementando, a lo mejor hermano seria interesante que le hicieras frente referente a la edad de la tierra.

Te invito, pues a visitar su website y ver el seminario online.

Bendiciones
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Estimado hermano Malcom:
He visitado antes la página de Kent Hovind. Este buen hombre no es un científico y sus credenciales son en extremo dudosas. Recibió su master y su doctorado en educación de una "universidad" que de hecho ya no ofrece doctorados, sino cursos por correspondencia.
Ignoro que Hovind haya publicado nada en revistas científicas.
Desde luego, hay creyentes en un universo joven que tienen mucho mejores credenciales universitarias que Hovind.

A mi vez, me gustaría invitarte a la página "Reasons to Believe" que me parece mucho más sólida. http://www.reasons.org/

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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