Ana-Maria;n3294103 dijo:
Esto es totalmente cierto. Y si Jesús mandó hacer con los hombres lo que queramos que ellos hagan con nosotros, no debemos tenerles como siervos o esclavos, como le dije a Soyfriend, que decía así:
Originalmente publicado por
Soyfriend Ver Mensaje
Cuando Jesús dice que hiciéramos con los hombres lo que queramos que ellos hagan con nosotros se refiere a otro asunto y no incluye la ley sobre los esclavos. La cita no se puede aplicar a tu punto por más que así lo quieras.
Y yo le respondí lo que sigue, a lo que no he visto que me haya respondido:
Originalmente publicado por
Ana-Maria Ver Mensaje
Es que los esclavos también son hombres. La ley que Jesús nos dio al enseñar el Evangelio es para todos. Lo de hacer con los hombres lo que queramos que ellos hagan con nosotros, se refiere a todos los hombres.
Es que no has comprendido. En la Biblia, los esclavos se daban a ellos mismos como esclavos para pagar su deuda. La ley decía que al séptimo año de esclavitud, ellos podían ser libres si querían, o seguir como esclavos si les gustaba su nueva vida. El concepto y mala aplicación de esclavitud, es diferente en los asuntos de los pueblos bárbaros; pero entre los Israelitas la esclavitud tenía sus leyes. Por eso Pablo aconseja pagar la deuda para no ser esclavo:
1 Corintios 7:21 ¿Fuiste llamado siendo
esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más.
El trato entre los cristianos debe ser como hermanos y no como esclavos; pero la deuda, justamente debe ser pagada, o de otra manera, perdonada con misericordia. En el caso de un señor no cristiano y un esclavo que lo es, el esclavo debe procurar pagar su deuda y así ser libre, o no quedarse bajo servidumbre cumplidos los 7 años de “la ley de libertad” (Deuteronomio 15:12-18).
En cuanto a esto Pablo expresa de Onésimo:
Filemón 1:
10. te ruego por mi hijo Onésimo,, a quien engendré en mis prisiones,
11. el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,
12. el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.
13. Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio;
14. pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.
15. Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;
16. no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.
17. Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo.
18. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta.