¿Se atreverá a negar que el Señor estaba refiriendose a SU IGLESIA al decir "su casa" en esta parábola, lo cual confirma que Mateo 24 si está escrito para la iglesia del Señor?
Mat 24:45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso
su señor sobre
su casa para que les dé el alimento a tiempo?
No es fácil compartir con personas que están completamente absorbidas por la enseñanza de una secta religiosa, porque su entendimiento es entenebrecido y no da para más:
¿Qué es la casa del Señor?
Conocemos que la Casa del Padre es una morada para la Iglesia de Cristo tal como el lo prometió aquí, leemos:
Jua 14:2
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Jua 14:3 Y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Pero contemplamos también al planeta tierra como la casa de Jehová:
El salmista concuerda al decir:
“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan”, Sal. 24:1-2.
Sin embargo Cristo, siendo
“la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz”, Jn. 3:19.
Cristo vino al planeta Tierra (lo suyo), del cual era el Creador y propietario, pero sus criaturas humanas (los suyos) no le recibieron.
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”, Jn. 1:11.
Hay que leerlo, o citarlo, con exactitud.
Tome nota de “lo suyo”, y de “los suyos”.
En “lo suyo”, al usar un adjetivo neutro, Juan parece referirse a algo, a una posesión, o pertenencia.
Pero en “los suyos”, el adjetivo es masculino y se refiere a personas.
El versículo se ha traducido así:
“Vino a su propia casa, pero su gente no le recibió”, Jn. 1:11 (W. Hendriksen).
Pero también la palabra "casa" está relacionada con la nación de Israel,
Cristo vino a Israel (lo suyo), su nación terrenal, pero los judíos (los suyos) no le recibieron.
Dios le había dicho a la nación: “Seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra”, Éx. 19:5.
“Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial”, Dt. 7:6.
La manera en que Israel rechazó a Cristo se ilustra en la parábola de Los Labradores Malvados, quienes cuando “vieron al hijo, dijeron entre sí:
Este es el heredero; venid, matémosle y apoderémonos de su heredad...Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron”, Mt. 21:37-39.
Jehová había dicho:
“El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento”, Isa. 1:3.
“Por la rebelión de mi pueblo fue herido”, Isa. 53:8.
En Mateo 21 cuando el Señor purifica el Templo, por segunda vez, dice:
Mat 21:13 y les dijo: Escrito está:
Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Dónde el Señor habla de “Mi casa” pero los líderes religiosos la habían convertido en un lugar donde se vaciaba los bolsillos de los fieles, mediante los cambistas y los mercaderes de animales para los distintos sacrificios.
Hoy en día, la asamblea también es la casa del Señor, el es el dueño, el es el Señor de la casa, leemos:
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos.
Pero allí en Mt24:45 el contexto es la Gran Tribulación donde el Señor llega de repente, sin que nadie lo espere, como ladrón en la noche, leemos:
Mat 24:43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
Mat 24:44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
Mat 24:45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor
sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
LA CASA ES LA NACIÓN DE ISRAEL EN Mat 24:45
El Señor no viene por su Iglesia como ladrón, por la sencilla razón que nosotros amamos su venida, y ojalá viniera hoy mismo, leemos:
2Ti 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí,
sino también a todos los que aman su venida.
El escenario del arrebatamiento de la Iglesia (1Ts4:13-18) es un escenario idílico, lleno de amor y gratitud hacia nuestro Amado Salvador que viene a cumplir la promesa de Juan 14:1-3
El escenario de Mateo 24 es un escenario de terror, leemos:
Mat 24:21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
Cristo nos ha garantizado que su venida por nosotros no es como ladrón, leemos:
1Ts 5:4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
1Ts 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Queda claramente demostrado, que la casa a la que se refiere Mat 24:45 es Israel y no la Iglesia de Cristo, que ya ha sido arrebatada por cuanto los Juicios de Dios son para los moradores de la tierra, la Iglesia, con su naturaleza celestial (Fil3:20) está exenta, porque ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús.