1Cor.10:32. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;
El apóstol en este pasaje nos está proporcionando, una clasificación de la humanidad.
1.Judíos
2. Gentiles
3. La Iglesia de Dios
Esta clasificación nos ayuda mucho en las futuras relaciones de Dios, las cuales son el objeto de la profecía.
Ya que respeta la condición del hombre delante de Dios en referencia a la eternidad, y en este campo no hay más que dos clases:
1. Los salvos y los perdidos -
2. Los regenerados y los que no han nacido de nuevo.
Pero con respecto al gobierno de Dios del mundo, que es el objeto al que se aplica profecía misma, hay tres clases - Judíos, gentiles, y la Iglesia de Dios.
Vamos a considerar primeramente "la Iglesia de Dios."
"La Iglesia de Dios" no consiste, como se supone popularmente, de todas las personas salvadas desde el principio hasta el final de los tiempos.
Esta interpretación oscurece por completo las bendiciones celestiales de la Iglesia de Cristo nacida en Jerusalén el día de Pentecostés, con la herencia de la tierra para sus moradores contenidas en las promesas dadas a Abraham, Isaac y Jacob.
Salmos 37:9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos
HEREDARÁN LA TIERRA.
Salmos 37:11 Pero los mansos
HEREDARÁN LA TIERRA,
Y se recrearán con abundancia de paz.
Salmos 37:22 Porque los benditos de él
HEREDARÁN LA TIERRA;
Y los malditos de él serán destruidos.
Salmos 37:29 Los justos
HEREDARÁN LA TIERRA,
Y vivirán para siempre sobre ella.
Isaías 60:21 Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre
HEREDARÁN LA TIERRA; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.
Desde el Día de Pentecostés, cuando los verdaderos creyentes fueron sellados con el Espíritu Santo que descendió del cielo para morar permanentemente en la Iglesia, hasta el descenso del Señor para el encuentro de los suyos en el aire para ser trasladados a la Casa de su Padre Dios en el cielo.
Todos los creyentes que han sido reunidos y bautizados en un solo Cuerpo constituyen la "Iglesia de Dios"
La diferencia con los santos del AT es su condición de Novia y la ciudadanía celestial.
El Espíritu Santo no descendió a la tierra, hasta que Cristo no fue glorificado.
Entonces bautizó a los creyentes en un cuerpo, sean judíos o gentiles, un colo cuerpo cuya cabeza es Cristo glorificado en el cielo.
La Iglesia es consciente de Cristo y está unida a El, mientras su Persona es rechazada por el mundo, negado por los ateos y reemplazado por cualquier cosa, sea esta la sabiduría de este mundo, la psicología, el existencialismo, el humanismo, o cualquier otro "ismo".
En contraste, la Escritura asocia con él la jefatura sobre todas las cosas, tanto en el cielo y en la tierra, con las cuales Cristo es recompensado y exaltado para el ejercicio abierto de nuestra vocación para que El en todo tenga la Preeminencia.
La Iglesia tiene una vida, una parte, una casa, una gloria, una herencia, con Cristo mismo.
Tal es la Iglesia.
Durante el período en el que exista en la tierra, cada vez que un Judío recibe por la gracia del Evangelio, deja de ser, propiamente hablando, un Judío.
Cada vez que se convierte un gentil, de igual manera deja de ser, propiamente hablando, un gentil: cada uno es tomado fuera de su posición natural, ya sea como Judío o gentil; y ambos se ponen en la nueva posición maravillosa de ser uno con Cristo, y por lo tanto miembros unos de otros.
Israel es distinto.
De esto nos ocuparemos en el próximo segmento...considerando que ambas entidades existen simultáneamente sobre la tierra pero con las siguientes diferencias: