1 Cor 13:8 "El amor nunca deja de ser. Pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará."
Y la historia de la iglesia asi lo atesta. Una de los elementos del foro que no me gusta es que no agrupa las conversaciones historicas por tema. Estos temas ya han sido tratados muchisimas veces en el foro en el transcurso del tiempo. Pero surgen las mismas preguntas una y otra vez.
En varios pasajes de Contra Celso (248 d. C.), Orígenes, uno de los Pilares de La Iglesia Primitiva, se refiere a "huellas" de la acción del Espíritu Santo:
"Y todavía se conservan entre los cristianos huellas de aquel Espíritu Santo que se apareció en forma de paloma. Expulsan a los malos espíritus, realizan muchas curaciones y prevén ciertos acontecimientos, según la voluntad del Logos. (1.46)
Pues ya no tienen profetas ni milagros, de los cuales todavía se encuentran en gran medida huellas entre los cristianos, y algunas de ellas más notables que las que existían entre los judíos; y de ellas hemos sido testigos nosotros mismos, si nuestro testimonio puede ser aceptado. (2.8)
Además, el Espíritu Santo dio señales de su presencia al principio del ministerio de Cristo, y después de su ascensión dio aún más; pero desde entonces estas señales han disminuido, aunque todavía hay huellas de su presencia en unos pocos que han tenido sus almas purificadas por el Evangelio, y sus acciones reguladas por su influencia." (7.8)
En sus Retractaciones, escritas mucho más tarde en su vida, San Agustín matiza estas afirmaciones, aunque todavía dice que algunos dones han desaparecido, mencionando específicamente las lenguas y algunas curaciones:
"Pues ni siquiera ahora, cuando se impone una mano sobre los bautizados, reciben el Espíritu Santo de tal manera que hablen en lenguas de todas las naciones; ni los enfermos son curados ahora por la sombra pasajera de los predicadores de Cristo. Aunque tales cosas sucedieron en ese momento, es evidente que cesaron más tarde." (1.12.7)
Como ves, ya desde el siglo 3ro esas "señales y maravillas", como las describe las escrituras, empiezan a desaparecer. En estos tiempos y desde hace casi dos milenios, no hay vestigio ninguno de esos dones de la era apostolica, incluyendo la profesia.
Saludos.