Acaso debo citar la escritura para llegar ala conclusion de que Dios todavia no es mudo y sigue habalando y revelando.
NO hay evidencia alguna de que los dones Apostolicos, entre ellos el de profetizar eventos futuros este vigente en la iglesia de Cristo hoy.
Diosle dio a Moisés señales milagrosas para que se las mostrara al faraón, a fin de que dejara ir al pueblo. En Éxodo 7:3-5, Dios le dijo a Moisés que Él multiplicaría Sus señales y maravillas en Egipto, para que
“los egipcios sepan que yo soy el Señor, cuando extienda mi mano sobre Egipto y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos”. Dios quería que el pueblo egipcio supiera que Él era quien obraba para liberar a los israelitas. En Éxodo 10:7, Moisés le dijo al faraón que la plaga final, que mataría a los primogénitos, era para mostrar que Dios hacía distinción entre los egipcios y los israelitas. Las señales y maravillas confirmaron el mensaje de Dios al faraón y a los egipcios, para que supieran que Moisés fue enviado por Dios.
Cuando Elías confrontó a los falsos profetas en el Monte Carmelo (1 Reyes 18), oró para que Dios enviara milagrosamente fuego del cielo para que el pueblo supiera que
“tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas... para que este pueblo conozca que tú, oh Jehová, eres Dios” (v. 36-37). Los milagros que él y los otros profetas realizaron fueron una confirmación de que Dios había enviado a los profetas y que Dios estaba obrando en medio de Israel.
El mensaje de salvación fue bosquejado por Pablo en 1 Corintios 1:21-23:
“Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura”. Las señales tienen su propósito, pero son un medio para un fin mayor: la salvación de las almas mediante la predicación del evangelio. En 1 Corintios 14:22, Pablo afirma claramente que
“las lenguas son una señal, no para los creyentes, sino para los incrédulos”. Dios usó señales milagrosas como hablar en lenguas para convencer a los incrédulos de que el mensaje de Cristo era verdadero, pero como muestra el resto del contexto, lo más importante fue la declaración clara del mensaje del evangelio.
En la iglesia primitiva, las señales y prodigios se centraban principalmente en la primera presentación del evangelio entre varios grupos de personas. En el día de Pentecostés, leemos que había
“judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo” reunidos en Jerusalén (Hechos 2:5). Fue a estos judíos, que habían sido criados en otras tierras y hablaban esos idiomas extranjeros (v. 6-11), a quienes se les dio por primera vez la señal de las lenguas. Reconocieron que estaban escuchando en sus lenguas nativas acerca de las maravillosas obras de Dios, y Pedro les dijo que la única respuesta apropiada era arrepentirse de sus pecados (v. 38). Cuando el evangelio fue presentado por primera vez entre los samaritanos, Felipe hizo señales y prodigios (Hechos 8:13).
Nuevamente, cuando Pedro fue enviado a ver a Cornelio, un gentil, Dios dio una señal milagrosa para confirmar Su obra:
“Y los creyentes de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo; pues los oían que hablaban en lenguas y que alababan a Dios” (Hechos 10:45-46). Cuando los demás apóstoles interrogaron a Pedro, él dio esto como evidencia de la dirección de Dios, y los demás “glorificaron a Dios, diciendo: De manera que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida” (Hechos 11:18).
La iglesia de Cristo Jesus ha sido establecida. El testimonio de los Apostoles y discipulos por toda la tierra es el cimiento dem la misma. TODA la revelacion de Dios nos ha sido entregada a traves de ellos.
Dos personajes del siglo III indican que el uso de los dones espirituales, que antes eran comunes y aceptados, había comenzado a declinar. El primero es Cipriano, quien relata objeciones a los sueños y visiones en su Epístola a Florencio Pupiano (n.° 68, fechada aproximadamente en el año 254 d. C.):
"Porque recuerdo lo que ya me ha sido manifestado, más aún, lo que ha sido prescrito por la autoridad de nuestro Señor y Dios a un siervo obediente y temeroso; y entre otras cosas que Él se dignó mostrar y revelar, también agregó esto: “Quien, pues, no crea a Cristo, quien hace al sacerdote, comenzará en adelante a creer a Aquel que venga al sacerdote”. Aunque sé que para algunos hombres los sueños parecen ridículos y las visiones tontas, sin embargo, sin duda lo es para quienes prefieren creer en oposición al sacerdote, que creer al sacerdote."
El segundo escritor es más explícito. En varios pasajes de Contra Celso (248 d. C.), Orígenes se refiere a "huellas" de la acción del Espíritu Santo:
"Y apenas se conservan entre los cristianos huellas de aquel Espíritu Santo que se apareció en forma de paloma. Expulsan a los malos espíritus, realizan muchas curaciones y prevén ciertos acontecimientos, según la voluntad del Logos. (1.46) -- Pues ya no tienen profetas ni milagros, de los cuales todavía se encuentran en gran medida huellas entre los cristianos, y algunas de ellas más notables que las que existían entre los judíos; y de ellas hemos sido testigos nosotros mismos, si nuestro testimonio puede ser aceptado. (2.8) -- Además, el Espíritu Santo dio señales de su presencia al principio del ministerio de Cristo, y después de su ascensión dio aún más; pero desde entonces estas señales han disminuido, aunque todavía hay huellas de su presencia en unos pocos que han tenido sus almas purificadas por el Evangelio, y sus acciones reguladas por su influencia. (7.8).
Desde entonces han habido y seguiran habiendo charlatanes que dicen tener el don de mla profecia. Supercheria barata.
La forma suprema de revelación especial es la Persona de Jesucristo. Dios se hizo un ser humano (Juan 1:1, 14). Hebreos 1:1-3 lo resume mejor:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en el pasado a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo… El Hijo es el resplandor de su gloria y la imagen misma de su ser”. Dios se hizo un ser humano, en la Persona de Jesucristo, para identificarse con nosotros, para darnos un ejemplo, para enseñarnos, para revelarse a nosotros y, lo más importante, para darnos salvación humillándose en la muerte en la cruz (Filipenses 2:6-8). Jesucristo es la “revelación especial” suprema de Dios.
Saludos.