Re: LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA SERAN LOS PRIMEROS EN RECIBIR LA MARCA DE LA BEST
Estimado manuel5. saludos cordiales.
Antecedentes Bíblicos que demuestran esto.
"Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo." Apoc. 13:1
Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Apoc. 13:2
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, Apoc. 13:3
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? Apoc. 13:4
También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Apoc. 13:5
Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Apoc. 13:6
Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Apoc. 13:7
Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Apoc. 13:8
Si alguno tiene oído, oiga. Apoc. 13:9
Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. Apoc. 13: 10
Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. Dan 7:25
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días. Apoc. 12:6
Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Apoc. 12:14
Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Apoc. 12:15
Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. Apoc. 12:16
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Apoc. 12:17.
Antecedentes históricos relacionados con los 1.260 años
En el año 538 el Papa comienza a reinar, no lo hizo antes ya que estaban los cesares romanos.
El emperador Justiniano le da el “poder” al Papa.
Año 536.- “Veneramos, dice Justiniano, los cuatro concilios, como las Santas Escrituras, siguiendo los decretos “queremos que él Santísimo Papa de la Antigua Roma sea el primero de todos los Sacerdotes”. “El bienaventurado Arzobispo de la Nueva Constantinopla, no tendrá el primer lugar, sino después de la Santa Sede Apostólica”.
Causará sin duda admiración el ver a Justiniano disponer sobre el derecho de entronización de los Sumos Pontífices como sobre los Patriarcas de Oriente. Las razones, que este emperador como Soberano temporal entonces en Roma y de Italia, ejercía allí el mismo poder de legislación que en lo restante del Imperio.” Historia General de la Iglesia. Henrión (Pág. 113 Tomo II)
“El Imperio Romano había cesado de tener pujanza efectiva en la península. Por espacio de un siglo Roma había carecido de Emperador.
El intento de Justiniano de valerse de Belisario para reconstruir Occidente y someterlo al poder de Bizancio había fracasado, y a pesar de que el exarca de Ravena mantenía su precaria posición, la preponderancia del Emperador Oriental había desaparecido para todo intento y propósito de la ciudad que fuera cuna de un gran Imperio.
Entretanto, el lombardo estaba firmemente atrincherado en el norte, amenazando la independencia de la ciudad eterna. Dadas estas circunstancias, la tarea de mantener el orden, de detener el infortunio, e incluso de supervisar los pesos y medidas usadas en su diócesis recaía sobre el Obispo de Roma. De esta forma nació el Poder temporal del Papa que pasó a constituir tan importante factor en la política europea por espacio de mil años” Historia de las Religiones. E. O. James (págs. 74-75).
“Cumplimiento literal. Como documento para el cumplimiento histórico basta que saquemos prueba positiva de la historia, de que salio de Roma desde aquella división en diez partes motivada por la invasión de los bárbaros una nueva forma de existencia correspondiente, que hasta hoy día subsiste en medio de estos diez reinos. El historiador Doellinger nos suministra inconcientemente en 1860 el cumplimiento literal:
“El imperio romano, dice, mediante el cual habíanse desmoronado las vallas y los baluartes políticos, lingüísticos y convencionales, quedando todo allanado, había despejado el camino a la iglesia cristiana. Después de tres siglos de de combates, de paciencia y confesión de unos, de persecución y de muerte por parte de otros, fue esté imperio conquistado por la iglesia”.
“El punto céntrico de la vida eclesiástica lo era Roma, metrópoli del mundo a donde afluían los pueblos”.
“Después de la caída del imperio romano, la iglesia vino a ser la educadora y el ama de de los nuevos estados”. “En su regazo desarrolláronse las nacionalidades dominantes de occidente, todas convencidas de que formaban una gran familia cristiana de pueblos, un organismo europeo, bajo la supremacía eclesiástica de la sede papal y encabezados por el imperio germano romano” Iglesia e iglesias, 1860, pág. 2, 3.
La Propia pretensión es la mejor prueba
“¿Cómo es que Italia al entrar en Roma no se mostró a la altura de su tarea? Así como hubo genios universales que estamparon su sello sobre sus respectivos siglos, así puede hablarse también de una metrópoli, que impone leyes a todo el orbe; la historia no conoce más que una: ¡Roma! Ya pagana, ya cristiana, con el panteón o con la iglesia de San Pedro, bajo el gobierno de Cesar o el de Gregorio VII, Roma es siempre católica, es decir, común a todos, dominadora del mundo. Puedes odiarla como Aníbal, despreciarla como Yugurta, invadirla como Gesenrico, Roma sigue siendo dominadora. Puedes trasladar su asiento del imperio a Constantinopla, la sede papal a Avignón, puedes hacerte proclamar en Paris emperador romano, Roma sigue siendo la que domina. Bien puede Londres contener cuatro millones de seres humanos. Paris puede penetrar su idioma en todas las cortes y congresos, Roma puede permanecer muda y abandonada, y no obstante sigue siendo Roma la ciudad del universo. En ella se elaboró dos veces el pensamiento del mundo. También todo aquel que quiere entrar en Roma sin sentirse animado por alguna idea de expansión universal, entra en ella para servir y no para dominar. Puedes llamarte rey, pero el ambiente romano te pone el sello de vasal del que domina más el mundo que tú. Para poder dominar en Roma después del papado, debes llevar en tu alma algo mayor, algo de mayor expansión universal que el papado, si no, quédate en Florencia, vete a Nápoles, ¡que en Roma nada tienes que buscar! Te muestras enemigo frente a otra tradición, hereje en opinión de otro, eres un buzzurro (mote que los romanos dan a los piamonteses) para el pueblo. Eres un intruso y tienes vergüenza de ti mismo.” La Iglesia Católica, Tomo III, Introducción XXX.
A esto podemos agregar nosotros mismos con la más profunda convicción: Y a la luz de la de la profecía es esto aún más notable y tan irrebatible, que quita todo lugar a duda de que Apocalipsis XIII: 1-10 se refiera a la dominación espiritual de Roma. De no haber sido mencionada esta segunda forma del poder de Roma tan claramente demostrada, y que según declaración del profesor Bovio elaboró por segunda vez el pensamiento del mundo precisamente en Roma y no en Betlehem, como lo procura demostrarlo Baumgarten, elaboración que salió tan afortunada y de mayor duración que la de los césares, en la representación profética de Roma que se termina sólo con el reino eterno de Cristo, hubiera sido imperfecta”. Los Videntes y lo Porvenir, Págs. 361-363.
Del 538 d.C. al año 1798 son 1260 años (Matemática profética)
“ El novelista Ricardo Bacchelli ha descrito en su libro "El molino en el Po" los abusos que las tropas francesas y los jacobinos locales desencadenaron sobre aquellas regiones. En 1797, Pío VI tuvo que firmar el tratado de Tolentino. El Papa cedía a Francia Aviñon y otras provincias y se comprometía a pagar cuarenta y seis millones de escudos. El Papa, la corte y las grandes familias romanas se deshicieron del oro que poseían para pagar la deuda de guerra. Después del tratado de Campo Formio, impuesto a los austriacos vencidos, Francia fundaba en el norte de Italia la República Cisalpina, que controlaba, en realidad, toda la Península, hasta las fronteras con el reino de las Dos Sicilias. Se produjeron desórdenes en varias ciudades y también Roma, donde la población, enfurecida por los abusos de los ocupantes, obligó a los franceses a retirarse al palacio de la embajada de Francia.
El general Duohot fue alcanzado por una bala y murió. Como represalia, el embajador abandonó Roma, y las tropas francesas, bajo el mando del general Berthier, la ocuparon algunos días después. El 10 de febrero de 1798, los franceses izaban la bandera tricolor, símbolo de sus conquistas ideológicas y militares, en la torre del castillo Sant'Angelo. La "cuestión romana" quedaba planteada, es decir, la cuestión de saber si, para el ejercicio de su misión espiritual, el poder temporal era necesario para la Iglesia. En otras palabras, si el Papa necesitaba de tantos territorios para cumplir con su mandato espiritual en el mundo. La cuestión romana llenaría con sus polémicas todo el siglo XIX.
El 15 de febrero de 1798, una comisión jacobina firmaba un documento por el que se proclamaba la independencia y la soberanía del pueblo romano. El general Cervoni, gobernador militar de Roma, comunicaba al Papa Pío VI su cese como soberano temporal. Un gobierno compuesto por siete cónsules se había encargado del gobierno de la nueva República romana. Tropas bajo el mando del general Haller ocuparon el Vaticano y exigieron al Papa la evacuación del palacio en un plazo de tres días. Para evitar violencias, el Papa, casi moribundo, abandonó Roma y se dirigió hacia Siena. La pequeña corte fugitiva pensaba exiliarse en Portugal o en Malta. Bajo la presión del Directorio, que amenazaba a cualquier gobierno dispuesto a recibir al Papa, la corte se retiró en la cartuja de Ema, cerca de Florencia, desde donde el Pontífice fue trasladado a Valence, en el sur de Francia, bajo la vigilancia de las tropas francesas.
"Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. Apoc. 13: 10
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.