Los adventistas de séptimo día creen que...

Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

...En "El conflicto de los siglos" capítulo 24 "El templo de Dios" página 468 la Sra White ("Espíritu de Profecía") escribió:
..
"Y llevará sobre sí la gloria. Es a Cristo a quien pertenece la gloria de la redención de la raza caída. Por toda la eternidad, el canto de los redimidos será: "A Aquel que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre.....(Apocalipsis 1:5,6)
..
En los mismos términos el "Espíritu de Profecía" escribió en el capítulo 41 "La liberación del pueblo de Dios" página 704:
..
"Luego que los ángeles que mandan dan la nota, todas las manos tocan con maestría las cuerdas de las arpas, produciendo dulce música en ricos y melodiosos acordes. Dicha indecible estremece todos los corazones, y cada voz se eleva en alabanzas de agradecimiento. "Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre...."(Apocalipsis 1:5,6)
..
¡Qué pena!
El texto de Apocalipsis 1:5 dice: "nos ha liberado de nuestros pecados" Lo pueden consultar en sus Nuevos Testamentos en griego. La palabra que aparece es "LUSANTI" = "liberó"....Nada de "lavó"
..
¿Qué pasó?. Muy sencillo. En los manuscritos más antiguos viene escrito "LUSANTI" (liberó) pero en siglos posteriores los copistas cometieron el error de escribir "LOUSANTI"
= "lavó" . Este error se fue transmitiendo en las copias que hicieron otros copistas, que no advirtieron el cambio.
...Y así hasta llegar a la Biblia que utilizó la Sra White, que como, entonces, no sabía esto, ni sabía griego , pensó que el texto de la versión que utilizaba no contenía errores.
..
¡Qué pena! Que la Sra. White (Espíritu de Profecía) transmitiera un texto erróneo y, eso que dicen que "estaba inspirada por el Espíritu Santo"
..
¡Vaya equivocación que cometió el "Espíritu Santo", ¿no?
..
¡EL ESPÍRITU DE PROFECÍA TRANSMITIENDO UN TEXTO ERRÓNEO!

"y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" Apocalipsis 1:5.

"Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado." 1 Juan 1:7.

"Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado." Salmos 51:2.

"Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero." Apocalipsis 7:14.
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

...En "El conflicto de los siglos" capítulo 24 "El templo de Dios" página 468 la Sra White ("Espíritu de Profecía") escribió:
..
"Y llevará sobre sí la gloria. Es a Cristo a quien pertenece la gloria de la redención de la raza caída. Por toda la eternidad, el canto de los redimidos será: "A Aquel que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre.....(Apocalipsis 1:5,6)
..
En los mismos términos el "Espíritu de Profecía" escribió en el capítulo 41 "La liberación del pueblo de Dios" página 704:
..
"Luego que los ángeles que mandan dan la nota, todas las manos tocan con maestría las cuerdas de las arpas, produciendo dulce música en ricos y melodiosos acordes. Dicha indecible estremece todos los corazones, y cada voz se eleva en alabanzas de agradecimiento. "Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre...."(Apocalipsis 1:5,6)
..
¡Qué pena!
El texto de Apocalipsis 1:5 dice: "nos ha liberado de nuestros pecados" Lo pueden consultar en sus Nuevos Testamentos en griego. La palabra que aparece es "LUSANTI" = "liberó"....Nada de "lavó"
..
¿Qué pasó?. Muy sencillo. En los manuscritos más antiguos viene escrito "LUSANTI" (liberó) pero en siglos posteriores los copistas cometieron el error de escribir "LOUSANTI"
= "lavó" . Este error se fue transmitiendo en las copias que hicieron otros copistas, que no advirtieron el cambio.
...Y así hasta llegar a la Biblia que utilizó la Sra White, que como, entonces, no sabía esto, ni sabía griego , pensó que el texto de la versión que utilizaba no contenía errores.
..
¡Qué pena! Que la Sra. White (Espíritu de Profecía) transmitiera un texto erróneo y, eso que dicen que "estaba inspirada por el Espíritu Santo"
..
¡Vaya equivocación que cometió el "Espíritu Santo", ¿no?
..
¡EL ESPÍRITU DE PROFECÍA TRANSMITIENDO UN TEXTO ERRÓNEO!
...
Si tuvieran un poco de vergüenza consultarían su Nuevo Testamento en griego para comprobar el error que cometió el "Espíritu Santo" cuando "inspiró " al Espíritu de Profecía escribiendo "el conflicto de los siglos"
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

...
Si tuvieran un poco de vergüenza consultarían su Nuevo Testamento en griego para comprobar el error que cometió el "Espíritu Santo" cuando "inspiró " al Espíritu de Profecía escribiendo "el conflicto de los siglos"

En el contexto está todo bien: "y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado"

¿Tú dices que no?

"y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" Apocalipsis 1:5.

"Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado." 1 Juan 1:7.

"Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado." Salmos 51:2.

"Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero." Apocalipsis 7:14.
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

..
¡Qué pena! Pero

El texto de Apocalipsis 1:5 dice: "nos ha liberado de nuestros pecados" Lo pueden consultar en sus Nuevos Testamentos en griego. La palabra que aparece es "LUSANTI" = "liberó"....Nada de "lavó"
..

¡Qué pena! Que la Sra. White (Espíritu de Profecía) transmitiera un texto erróneo y, eso que dicen que "estaba inspirada por el Espíritu Santo"
..
¡Vaya equivocación que cometió el "Espíritu Santo", ¿no?
..
¡EL ESPÍRITU DE PROFECÍA TRANSMITIENDO UN TEXTO ERRÓNEO!
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

En el contexto está todo bien: "y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado"

¿Tú dices que no?

"y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" Apocalipsis 1:5.

"Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado." 1 Juan 1:7.

"Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado." Salmos 51:2.

"Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero." Apocalipsis 7:14.

¿No dices Amén?
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

...
¡Qué pena!
El texto de Apocalipsis 1:5 dice: "nos ha liberado de nuestros pecados" Lo pueden consultar en sus Nuevos Testamentos en griego. La palabra que aparece es "LUSANTI" = "liberó"....Nada de "lavó"

..
¡Qué pena! Que la Sra. White (Espíritu de Profecía) transmitiera un texto erróneo y, eso que dicen que "estaba inspirada por el Espíritu Santo"
..
¡Vaya equivocación que cometió el "Espíritu Santo", ¿no?
..
¡EL ESPÍRITU DE PROFECÍA TRANSMITIENDO UN TEXTO ERRÓNEO!
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

...
Versículo de la Biblia donde esté escrito: "alcanzar seguridad si ocurría otro diluvio" y "esperaban descubrir la causa del diluvio"
...
Les bastará leer Génesis 11:1-4 para ver que no está escrito así......

 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...


...
(Continuo con la página 733 de DTG)
"María no había oído las buenas noticias. Ella fue a Pedro y a Juan con el triste mensaje...Juan vio y creyó ".
..
El pasaje entiendo que está sacado de Juan 20:2-8.
Aquí cayó en "una trampa" la Sra. White. Se dejó llevar por las "tradiciones humanas" y no por la Palabra de Dios.
Porque el texto no dice NADA de "JUAN".
..
Léelo: " Simón Pedro y al otro discípulo , aquel al que amaba Jesús" (versículo 2) . "Salieron Pedro y el otro discípulo" (versículo 3).
"..Pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro "(versículo 4)

..
Capítulo y versículo de la Biblia que diga que el discípulo amado era JUAN.
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

Los lectores seguimos esperando el capítulo y versículo de la Biblia que confirmen los anteriores textos.
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

Capítulo y versículo de la Biblia que diga que el discípulo amado era JUAN.

Tu duda, la abordo con las extraordinarias enseñanzas e indicaciones proféticas de Juan, el discípulo amado a quién el Señor tuvo muy en cuenta para sus revelaciones de los últimos hechos históricos en nuestro planeta.

Te entrego para ti y los amados lectores este regalo, que será muy provechoso para su vida cristiana.


Espero que la veas.
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

Capítulo y versículo de la Biblia que diga que el discípulo amado era JUAN.

Respondo: Y el primer día de la semana, María Magdalena vino de mañana (en el griego algunos manuscritos dicen erchetai proi = viene temprano), siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio la piedra quitada del sepulcro. Entonces corrió, y vino á Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto."

Pedro y Juan corren al sepulcro para ver a nuestro Señor resucitado.

"pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. se agachó y vio el lienzo en el suelo pero no entró. después llegó pedro. entró a la sepultura y vio los lienzos tumbados. el sudario que pasaba sobre la cabeza no estaba tumbado como los lienzos, sino enrollado en su mismo lugar. el otro discípulo que había llegado primero, entró a su vez, vio y creyó."

Juan era más joven que Pedro y corría más rápido.

Pedro y el discípulo amado permanecieron en los alrededores y no se fueron como otros discípulos (18:15-18, 25-27; 19:26-27). La presencia de estos dos hombres en la tumba será importante, porque establece dos testigos legales (el número requerido por la ley de la Tora) para la tumba vacía. Como mujer, María no tiene una posición legal como testigo.

Juan, el discípulo que el señor amaba, vive una especial intimidad con Jesús, es el único de los doce, presente al pie de la cruz y del mismo Jesús, en la cumbre de su agonía, recibe a maría como madre. La mirada del señor, tocó su corazón “hijo-del-trueno”, vehemente y apasionado, despertando una sencillez que reposa apoyada en el pecho del Señor.

"Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis." Juan 19:35.

Ahora, apreciado manuel, ¿como puedo estar seguro que el discípulo amado es Juan?

Basta con leer en el evangelio que lleva su nombre el siguiente versículo:

"Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero." Juan 21: 24.

"Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida(pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó);
lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo." 1 Juan 1:1-3.
 
Re: Los adventistas de séptimo día creen que...

Y el primer día de la semana, María Magdalena vino de mañana (en el griego algunos manuscritos dicen erchetai proi = viene temprano), siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio la piedra quitada del sepulcro. Entonces corrió, y vino á Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto."

Pedro y Juan corren al sepulcro para ver a nuestro Señor resucitado.

"pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. se agachó y vio el lienzo en el suelo pero no entró. después llegó pedro. entró a la sepultura y vio los lienzos tumbados. el sudario que pasaba sobre la cabeza no estaba tumbado como los lienzos, sino enrollado en su mismo lugar. el otro discípulo que había llegado primero, entró a su vez, vio y creyó."

Juan era más joven que Pedro y corría más rápido.

Pedro y el discípulo amado permanecieron en los alrededores y no se fueron como otros discípulos (18:15-18, 25-27; 19:26-27). La presencia de estos dos hombres en la tumba será importante, porque establece dos testigos legales (el número requerido por la ley de la Tora) para la tumba vacía. Como mujer, María no tiene una posición legal como testigo.

Juan, el discípulo que el señor amaba, vive una especial intimidad con Jesús, es el único de los doce, presente al pie de la cruz y del mismo Jesús, en la cumbre de su agonía, recibe a maría como madre. La mirada del señor, tocó su corazón “hijo-del-trueno”, vehemente y apasionado, despertando una sencillez que reposa apoyada en el pecho del Señor.

"Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis." Juan 19:35.

Ahora, apreciado manuel, ¿como puedo estar seguro que el discípulo amado es Juan?

Basta con leer en el evangelio que lleva su nombre el siguiente versículo:

"Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero." Juan 21: 24.

"Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo de vida(pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó);
lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo." 1 Juan 1:1-3.

"Pedro dio vuelta y vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba. Fue el mismo que se recostó sobre su pecho en la cena y le dijo: “Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?” Juan 21:20.


"Juan se distingue de los otros apóstoles como el “discípulo al cual amaba Jesús.” Juan 21:20. Parece haber gozado en un grado preeminente de la amistad de Cristo, y recibió muchas pruebas de la confianza y el amor del Salvador. Juan era uno de los tres a los cuales les fué permitido presenciar la gloria de Cristo sobre el monte de la transfiguración, así como su agonía en el Getsemaní, y fué a él a quien nuestro Señor confió la custodia de su madre en aquellas últimas horas de angustia sobre la cruz.

Al afecto del Salvador correspondió el discípulo amado con toda la fuerza de una ardiente devoción. Juan se apoyó en Cristo como la parra se sostiene sobre una majestuosa columna. Por amor a su Maestro desafió los peligros de la sala del juicio y permaneció junto a la cruz; y al oír que Cristo había resucitado, se apresuró para ir al sepulcro y en su celo dejó atrás aun al impetuoso Pedro.

La devoción abnegada y el amor confiado manifestados en la vida y el carácter de Juan, presentan lecciones de incalculable valor para la iglesia cristiana. Juan no poseía por naturaleza la belleza de carácter que reveló en su postrer experiencia. Tenía defectos graves. No solamente era orgulloso, pretencioso y ambicioso de honor, sino también impetuoso, resintiéndose por la injusticia. El y su hermano eran llamados “hijos del trueno.” Mal genio, deseo de venganza, espíritu de crítica, todo eso se encontraba en el discípulo amado. Pero, debajo de ello el Maestro divino discernía un corazón ardiente, sincero y amante. Jesús reprendió su egoísmo, frustró sus ambiciones, probó su fe, y le reveló aquello por lo que su alma suspiraba:

la hermosura de la santidad, el poder transformador del amor.

Los defectos del carácter de Juan se manifestaron de una manera destacada en varias ocasiones durante su relación personal con el Salvador. En una oportunidad Cristo envió mensajeros delante de sí a una aldea de los samaritanos para solicitar a la población que preparase algún refrigerio para él y sus discípulos. Pero cuando el Salvador se acercó a la aldea, pareció tener deseos de seguir hacia Jerusalén. Esto despertó la envidia de los samaritanos, y en lugar de invitarle a quedarse con ellos, le negaron la cortesía que hubiesen manifestado hacia un caminante común. Jesús nunca impone a nadie su presencia, y los samaritanos perdieron las bendiciones que les podía haber conferido si le hubieran solicitado que fuera su huésped.

Los discípulos sabían que era el propósito de Cristo beneficiar a los samaritanos con su presencia; y la frialdad, los celos y la falta de respeto mostrados a su Maestro los llenaron de sorpresa e indignación. Santiago y Juan especialmente se disgustaron. Que aquel a quien ellos reverenciaban tan altamente recibiese semejante trato, les parecía una falta demasiado grande para ser dejada sin un castigo inmediato. En su fervor dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?” refiriéndose a la destrucción del capitán y su compañía de samaritanos que fueron enviados para prender al profeta Elías. Se sorprendieron al ver que Jesús quedó apenado por sus palabras, y todavía más sorprendidos, cuando esta reprensión llegó a sus oídos: “Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas.” Lucas 9:54-56.

No cabe en la misión de Cristo obligar a los hombres a que le reciban. Satanás y los hombres que actúan bajo su espíritu son los que procuran obligar a las conciencias. Pretendiendo manifestar celo por la justicia, los hombres que están confederados con los ángeles caídos infligen a veces sufrimiento a sus
semejantes a fin de convertirlos a sus ideas religiosas. Pero Cristo manifiesta siempre misericordia, procura en todo momento ganar por medio de la revelación de su amor. No puede admitir un rival en el alma ni aceptar un servicio parcial; pero desea tan sólo un servicio voluntario, la entrega gozosa del corazón por la compulsión del amor.

En otra ocasión Santiago y Juan presentaron, por medio de su madre, una petición a Cristo para solicitar que les fuera permitido ocupar los más altos puestos de honor en el reino. A pesar de las repetidas instrucciones de Cristo concernientes a la naturaleza de su reino, estos jóvenes discípulos aún abrigaban la esperanza de un Mesías que ascendería a su trono con majestuoso poder, de acuerdo a los deseos de los hombres. La madre, codiciando con sus hijos el puesto de honor en ese reino, dijo: “Di que se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu reino.”

Pero el Salvador contestó: “No sabéis lo que pedís: ¿podéis beber el vaso que yo he de beber, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado?” Sabiendo que sus palabras misteriosas señalaban pruebas y sufrimiento, con todo contestaron confiadamente: “Podemos.” Deseaban atribuirse el supremo honor de demostrar su lealtad compartiendo todo lo que estaba por sobrevenir a su Señor.

“A la verdad mi vaso beberéis, y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados,” declaró Jesús, sabiendo que tenía delante de sí una cruz en lugar de un trono y dos malhechores como compañeros, el uno a su mano derecha y el otro a su izquierda. Santiago y Juan iban a ser partícipes con su Maestro en el sufrimiento,—el uno, destinado a una muerte prematura por la espada, el otro seguiría a su Maestro en trabajos, vituperio y persecución por más tiempo que todos los demás discípulos. “Mas el sentaros a mi mano derecha y a mi izquierda—continuó Jesús,—no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está aparejado de mi Padre.” Mateo 20:21-23.

Jesús entendió el motivo que impulsó el pedido, y por ello
reprendió la soberbia y ambición de sus dos discípulos: “Sabéis que los príncipes de los Gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad. Mas entre vosotros no será así; sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor; y el que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo: como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:25-28.

En el reino de Dios no se obtiene un puesto por medio del favoritismo. No se gana, ni es otorgado por medio de una gracia arbitraria. Es el resultado del carácter. La cruz y el trono son los símbolos de una condición alcanzada, los símbolos de la conquista propia por medio de la gracia de nuestro Señor Jesucristo."