Re: Santiago 2 y La ley de la Libertad Se refiere al decalogo?
Re: Santiago 2 y La ley de la Libertad Se refiere al decalogo?
Estimado patricio césped, el de la lengua viperina. Saludos cordiales.
Tú dices:
Respondo: “Los que dejan la ley alaban a los impíos;
Mas los que la guardan contenderán con ellos. “ Proverbios 28:4.
Los que abandonan la ley (aunque la conozcan bien), alaban al malo, al que no cumple la ley, al que la ley condena. Los malvados hablan bien unos de otros y, de este modo, se fortalecen mutuamente las manos en sus malvados planes, esperando así silenciar el clamor de su conciencia y servir los intereses del reino del diablo. Pero los que cumplen a conciencia la ley de Dios, se oponen vigorosamente al pecado, sea cual sea el puesto que ocupen en la sociedad.
Respondo: “Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley” Gál 5:18.
"Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley" (Gál. 5:18). "Sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy de carne, vendido al poder del pecado" (Rom. 7:14). La carne y el Espíritu guardan antagonismo; pero contra los frutos del Espíritu, "no hay ley" (Gál. 5:22 y 23). Por lo tanto, la ley va contra las obras de la carne.
La mente carnal "no se sujeta a la Ley de Dios"; por lo tanto los que están en la carne no pueden agradar a Dios sino que están "bajo la ley". Eso demuestra claramente que estar "bajo la ley" es ser un transgresor de ella.
"La Ley es espiritual"; por lo tanto los que son guiados por el Espíritu están en plena armonía con la ley, no estando así bajo ella.
Vemos una vez más que la controversia no consistió en si había que guardar o no la ley, sino en cómo había que guardarla.
Los gálatas se estaban dejando arrastrar por la halagadora enseñanza de que tenían el poder para lograrlo por ellos mismos, mientras que el apóstol divinamente asignado mantenía enérgicamente que se la puede guardar sólo mediante el Espíritu. Lo mostró a partir de las Escrituras, de la historia de Abrahán, y también a partir de la propia experiencia de los gálatas. Habían comenzado en el Espíritu, y por tanto tiempo como continuaron en él, corrían bien.
Pero cuando sustituyeron el Espíritu por ellos mismos, inmediatamente comenzaron a manifestar obras contrarias a la ley.
El Espíritu Santo es la vida de Dios; Dios es amor; el amor es el cumplimiento de la ley; la ley es espiritual. Por lo tanto, quien sea espiritual ha de someterse a la justicia de Dios. Se trata de justicia "testificada por la ley" (Rom. 3:21) pero obtenida solamente por la fe de Jesucristo. El que es guiado por el Espíritu guardará la ley, no como una condición para recibir el Espíritu sino como un resultado de haberlo recibido.
Conocemos a menudo personas que profesan ser espirituales. Se sienten tan plenamente guiados por el Espíritu, que creen no necesitar guardar la ley. Admiten no guardarla, pero pretenden que es el Espíritu quien les conduce a ello.
Por lo tanto –se dicen–, no puede tratarse de pecado aunque esté en oposición con la ley.
Los tales cometen el fatal error de sustituir la mente del Espíritu por su propia mente carnal. Confunden la carne con el Espíritu y se colocan en el lugar de Dios. Hablar contra la ley de Dios es hablar contra el Espíritu. Su ceguera es descomunal, y bien pueden orar: "Abre mis ojos, para que pueda ver las maravillas de tu Ley" (Sal. 119:18).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Re: Santiago 2 y La ley de la Libertad Se refiere al decalogo?
Estimado patricio césped, el de la lengua viperina. Saludos cordiales.
Tú dices:
GABRIEL SALINAS, EL ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA QUE PROMUEVE LAS DOCTRINAS DE ELENA G. DE WHITE, ME ESCRIBE LO SIGUIENTE:
Gabriel.
Estimado patricio.
Si ves que alguien defiende la Ley de Dios, tu lo atacas y satanizas, conforme estaba profetizado.
ESTA ES MI RESPUESTA A ESTE ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA:.......................................................
Respondo: “Los que dejan la ley alaban a los impíos;
Mas los que la guardan contenderán con ellos. “ Proverbios 28:4.
Los que abandonan la ley (aunque la conozcan bien), alaban al malo, al que no cumple la ley, al que la ley condena. Los malvados hablan bien unos de otros y, de este modo, se fortalecen mutuamente las manos en sus malvados planes, esperando así silenciar el clamor de su conciencia y servir los intereses del reino del diablo. Pero los que cumplen a conciencia la ley de Dios, se oponen vigorosamente al pecado, sea cual sea el puesto que ocupen en la sociedad.
Se nota que jamas has leido lo que el apostol Pablo enseno con sus propias palabras:
"NO ESTAIS BAJO LA LEY" (Galatas 5: 18).
"Si sois guiados por el Espiritu, NO ESTAIS BAJO LA LEY" (Galatas 5: 18).
Esta Ley es la misma Ley a la cual Pablo se refirio cuando amonesto a los galatas que querian estar bajo la Ley del Pacto Antiguo del Sinai. Pablo les dijo: "Decidme, LOS QUE QUEREIS ESTAR BAJO LA LEY: NO HABEIS OIDO LA LEY ?" (Galatas 4: 21).
La Ley de ese Pacto Antiguo era TODA LA LEY.
YO TAMPOCO ESTOY BAJO ESA LEY.
Mi Ley de Dios es exactamente la misma Ley de Dios que Pablo dijo tener, con las siguientes palabras:
"No estando yo sin LEY DE DIOS, sino BAJO LA LEY DE CRISTO".
Y nota muy bien que Pablo dijo estar "BAJO LA LEY DE CRISTO", despues de haber indicado que el NO ESTABA SUJETO A LA LEY A LA CUAL ESTABAN SUJETOS LOS JUDIOS (1 Corintios 9: 20 y 21).
Y los judios estaban SUJETOS a los 10 mandamientos y al libro de la Ley.
Al igual que Pablo, YO ESTOY BAJO LA LEY DE CRISTO, PERO NO ESTOY SUJETO A LA LEY A LA CUAL ESTABAN SUJETOS LOS JUDIOS (1 Corintios 9: 20 y 21).
"Si sois guiados por el Espiritu, NO ESTAIS BAJO LA LEY" DEL PACTO ANTIGUO (Galatas 5: 18).
Respondo: “Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley” Gál 5:18.
"Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley" (Gál. 5:18). "Sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy de carne, vendido al poder del pecado" (Rom. 7:14). La carne y el Espíritu guardan antagonismo; pero contra los frutos del Espíritu, "no hay ley" (Gál. 5:22 y 23). Por lo tanto, la ley va contra las obras de la carne.
La mente carnal "no se sujeta a la Ley de Dios"; por lo tanto los que están en la carne no pueden agradar a Dios sino que están "bajo la ley". Eso demuestra claramente que estar "bajo la ley" es ser un transgresor de ella.
"La Ley es espiritual"; por lo tanto los que son guiados por el Espíritu están en plena armonía con la ley, no estando así bajo ella.
Vemos una vez más que la controversia no consistió en si había que guardar o no la ley, sino en cómo había que guardarla.
Los gálatas se estaban dejando arrastrar por la halagadora enseñanza de que tenían el poder para lograrlo por ellos mismos, mientras que el apóstol divinamente asignado mantenía enérgicamente que se la puede guardar sólo mediante el Espíritu. Lo mostró a partir de las Escrituras, de la historia de Abrahán, y también a partir de la propia experiencia de los gálatas. Habían comenzado en el Espíritu, y por tanto tiempo como continuaron en él, corrían bien.
Pero cuando sustituyeron el Espíritu por ellos mismos, inmediatamente comenzaron a manifestar obras contrarias a la ley.
El Espíritu Santo es la vida de Dios; Dios es amor; el amor es el cumplimiento de la ley; la ley es espiritual. Por lo tanto, quien sea espiritual ha de someterse a la justicia de Dios. Se trata de justicia "testificada por la ley" (Rom. 3:21) pero obtenida solamente por la fe de Jesucristo. El que es guiado por el Espíritu guardará la ley, no como una condición para recibir el Espíritu sino como un resultado de haberlo recibido.
Conocemos a menudo personas que profesan ser espirituales. Se sienten tan plenamente guiados por el Espíritu, que creen no necesitar guardar la ley. Admiten no guardarla, pero pretenden que es el Espíritu quien les conduce a ello.
Por lo tanto –se dicen–, no puede tratarse de pecado aunque esté en oposición con la ley.
Los tales cometen el fatal error de sustituir la mente del Espíritu por su propia mente carnal. Confunden la carne con el Espíritu y se colocan en el lugar de Dios. Hablar contra la ley de Dios es hablar contra el Espíritu. Su ceguera es descomunal, y bien pueden orar: "Abre mis ojos, para que pueda ver las maravillas de tu Ley" (Sal. 119:18).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.