LO MUY BUENO DEL DOCUMENTO RATZINGER
"examinadlo todo; retened lo bueno" (1Tes.5:21).
Dispuesto a leer el documento siguiendo el consejo paulino, he dado
preferente atención a aquellas cosas que me parecieron buenas, y para
mi sorpresa he hallado algunas cuantas muy buenas, y me retengo de
calificar a otras de excelentes, nada más que por no ofender a mis
hermanos evangélicos recelosos de mi protestantismo. (Pero en secreto
de confesión, entre nosotros, ¡he quedado entusiasmado! Mas no lo
digáis a nadie, pues al punto montaría en cólera la milicia evangélica
fundamentalista).
De tan extenso documento no pretendo hacer un comentario minucioso, ya que ello acabaría por ser un libro. Así que daré el número del párrafo y aportaré la reflexión que quiera compartirles:
4 - La denuncia que hace Ratzinger del relativismo, es tan oportuna
cuanto necesaria. La libertad que todo hombre contemporáneo tiene,
de pensar y creer cómo y lo que quiera, de ningún modo puede significar que tal respeto por las creencias ajenas exprese que la
verdad se halle distribuída en todas las religiones, por más verdades
particulares que cada una de ellas pudiese sustentar. A los evangélicos
siempre nos sorprendió que sacerdotes católicos entrevistados en
programas televisados, tuvieran la audacia de decir ciertas cosas que
parecían reñidas con la fe tradicional de su Iglesia. Por lo menos
Ratzinger ha tenido el valor y la pertinencia de salir al paso de tales
excesos contemporizadores. A los evangélicos nos ha faltado una
reacción como la del Cardenal, aunque es cierto que en algunos de
nuestros libros no ha faltado profeta que no clamase contra este
relativismo que también a nosotros nos aqueja gravemente. Pienso
ahora en A.W.Tozer y recomiendo todos sus libros publicados por
CLIE. También Francis A. Schaeffer, principalmente: La Iglesia al
Final del Siglo Veinte.
Dice Ratzinger en medio de una frase más extensa: "la actitud relativista con relación a la verdad, en virtud de lo cual aquello que es verdad para algunos no lo es para otros; ". Si somos sinceros, debemos admitir que entre los evangélicos se da mucho todo ésto, pues aunque profesamos unánimemente el SOLA SCRIPTURA, y lemas tales como: LA BIBLIA, TODA LA BIBLIA, Y NADA MÁS QUE LA BIBLIA, e incluso concordamos con nuestra disposición a ser guiados a toda verdad por el mismo Espíritu de Verdad, existe un pacto tácito de mutuo acuerdo entre los líderes denominacionales, de modo de no profundizar exhaustivamente en las doctrinas y prácticas divergentes, admitiendo la licitud de seguir cada cual con su propia idea y creencia. Aunque tal pragmatismo sirve a los intereses particulares de los ministros y las denominaciones u organizaciones que representan, aflige la fe de los creyentes que no se resigna a que de la misma Biblia y bajo la iluminación del mismo Espíritu que la inspiró, puedan resultar doctrinas contradictorias o diferentes. Los Foros Cristianos de discusión constituyen una rara excepción a la regla, ya que permite un trato más profundo de los temas controversiales. Así y con todo, se percibe como la deserción de los tópicos es una conducta generalizada cuando se hace insostenible la posición de quien porfía en ella sin razón ni apoyo escritural. Por ahora os dejo con esta primera entrega, pues ya tenemos algo para ir pensando.
Ricardo.
"examinadlo todo; retened lo bueno" (1Tes.5:21).
Dispuesto a leer el documento siguiendo el consejo paulino, he dado
preferente atención a aquellas cosas que me parecieron buenas, y para
mi sorpresa he hallado algunas cuantas muy buenas, y me retengo de
calificar a otras de excelentes, nada más que por no ofender a mis
hermanos evangélicos recelosos de mi protestantismo. (Pero en secreto
de confesión, entre nosotros, ¡he quedado entusiasmado! Mas no lo
digáis a nadie, pues al punto montaría en cólera la milicia evangélica
fundamentalista).
De tan extenso documento no pretendo hacer un comentario minucioso, ya que ello acabaría por ser un libro. Así que daré el número del párrafo y aportaré la reflexión que quiera compartirles:
4 - La denuncia que hace Ratzinger del relativismo, es tan oportuna
cuanto necesaria. La libertad que todo hombre contemporáneo tiene,
de pensar y creer cómo y lo que quiera, de ningún modo puede significar que tal respeto por las creencias ajenas exprese que la
verdad se halle distribuída en todas las religiones, por más verdades
particulares que cada una de ellas pudiese sustentar. A los evangélicos
siempre nos sorprendió que sacerdotes católicos entrevistados en
programas televisados, tuvieran la audacia de decir ciertas cosas que
parecían reñidas con la fe tradicional de su Iglesia. Por lo menos
Ratzinger ha tenido el valor y la pertinencia de salir al paso de tales
excesos contemporizadores. A los evangélicos nos ha faltado una
reacción como la del Cardenal, aunque es cierto que en algunos de
nuestros libros no ha faltado profeta que no clamase contra este
relativismo que también a nosotros nos aqueja gravemente. Pienso
ahora en A.W.Tozer y recomiendo todos sus libros publicados por
CLIE. También Francis A. Schaeffer, principalmente: La Iglesia al
Final del Siglo Veinte.
Dice Ratzinger en medio de una frase más extensa: "la actitud relativista con relación a la verdad, en virtud de lo cual aquello que es verdad para algunos no lo es para otros; ". Si somos sinceros, debemos admitir que entre los evangélicos se da mucho todo ésto, pues aunque profesamos unánimemente el SOLA SCRIPTURA, y lemas tales como: LA BIBLIA, TODA LA BIBLIA, Y NADA MÁS QUE LA BIBLIA, e incluso concordamos con nuestra disposición a ser guiados a toda verdad por el mismo Espíritu de Verdad, existe un pacto tácito de mutuo acuerdo entre los líderes denominacionales, de modo de no profundizar exhaustivamente en las doctrinas y prácticas divergentes, admitiendo la licitud de seguir cada cual con su propia idea y creencia. Aunque tal pragmatismo sirve a los intereses particulares de los ministros y las denominaciones u organizaciones que representan, aflige la fe de los creyentes que no se resigna a que de la misma Biblia y bajo la iluminación del mismo Espíritu que la inspiró, puedan resultar doctrinas contradictorias o diferentes. Los Foros Cristianos de discusión constituyen una rara excepción a la regla, ya que permite un trato más profundo de los temas controversiales. Así y con todo, se percibe como la deserción de los tópicos es una conducta generalizada cuando se hace insostenible la posición de quien porfía en ella sin razón ni apoyo escritural. Por ahora os dejo con esta primera entrega, pues ya tenemos algo para ir pensando.
Ricardo.