Estimado hermano Ricardo:
FE y ESPERANZA
El término griego elpís significa esperanza. Su verbo asociado elpizö significa principalmente esperar, y en su voz media (elpö), significa ni más ni menos que hacer esperar, dar esperanza.
En el griego koinë, quien tiene esperanza es el que espera ALGO o ALGUIEN, y el que espera ALGO o ALGUIEN es porque tiene esperanza.
Por ejemplo:
“Y Herodes, viendo á Jesús, holgóse mucho, porque hacía mucho que deseaba verle; porque había oído de él muchas cosas, y TENÍA ESPERANZA que le vería hacer alguna señal.” (Lc. 23:8 – RV1909).
Aquí “tenía esperanza” es traducción del VERBO elpizö. Bien podría traducirse: “... y esperaba que le vería hacer alguna señal”, como traduce RV1960. Ambas expresiones son equivalentes.
“Esto te escribo CON ESPERANZA que iré presto á ti:” (1 Timoteo 3:4 – RV1909).
Aquí “con esperanza” también es traducción del VERBO elpizö. Bien podría traducirse: “Esto te escribo ESPERANDO ir a ti pronto:” (BdA). Ambas expresiones son equivalentes.
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni PONGAN LA ESPERANZA en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:” (1 Ti. 6:17 – RV1909/1960 y BdA). Al igual que los casos anteriores, el concepto es equivalente:
poner/tener esperanza = esperar.
Ahora bien:
1) "...y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios" (Rom.5:2).
¿Cuándo estemos ante la gloria de Dios, seguiremos esperando estar ante ella?: No.
¿Necesitaremos a partir de ese momento tener esperanza en la gloria de Dios?: No.
Lo que haremos a partir de ese momento es gozarnos ante la gloria de Dios.
2) “7 Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fué con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de Moisés á causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
8 ¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?
9 Porque si el ministerio de condenación fué con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia.
10 Porque aun lo que fué glorioso, no es glorioso en esta parte, en comparación de la excelente gloria.
11 Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más será en gloria lo que permanece.
12 Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;” (2 Co. 3:7-12)
¿A que gloria se refiere Pablo? Pues el mismo concluye en el vs. 18:
“Por tanto, nosotros todos, mirando á cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.”
Esta gloria en la cual somos transformados para ser conformados cada día más a la imagen del Señor, ha de ser manifestada en el futuro:
“Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.
Porque las criaturas sujetas fueron á vanidad, no de grado, mas por causa del que las sujetó con esperanza,
Que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios”. (Ro. 8:19-21)
¿Cuándo llegue el día de la manifestación gloriosa de los hijos de Dios, seguiremos esperando la manifestación de esa gloria?: No.
¿Necesitaremos a partir de ese momento tener esperanza en nuestra manifestación gloriosa? : No.
3) “Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,
A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:” (Col 3:4-5)
La esperanza guardada en los cielos es ese tabernáculo glorioso e indestructible prometido por Dios, un nuevo cuerpo espiritual donde no mora el pecado (Fil 3:20; 2 Co. 5:1-2)
¿Cuándo poseamos esa “habitación celestial” que ahora esperamos, la seguiremos esperando? : No.
¿Necesitaremos a partir de ese momento tener esperanza en lo que no está guardado en los cielos?: No.
4) “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos” (1 P. 1:3-4)
“En esperanza viva”, es una expresión que parte de la presente regeneración y hace referencia al hecho de la futura resurrección. Pedro no está hablando de la esperanza en si, sino del hecho de que nuestra esperanza parte del hecho de la vida eterna que tenemos, apuntando a la futura resurrección, cuando poseeremos esta vida eterna.
El objeto de la esperanza es la vida, por lo que la esperanza es “viva”:
El Sr. Vine opina al respecto:
“zaö: vivir, estar vivo, se emplea en el NT: ... (f) de la esperanza de la resurrección, 1 P. 1:3” (Diccionario Expositivo de Palabras del NT, Tomo IV, pag. 254)
La esperanza en las Promesas de Dios que nos son reveladas por Su Palabra, es viva en si misma. Un incrédulo NO tiene una esperanza muerta, directamente NO tiene esperanza:
“Que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros á los pactos de la promesa, SIN ESPERANZA y sin Dios en el mundo.” (Ef. 2:12)
¿Cuándo resucitemos, seguiremos teniendo la esperanza de la resurrección?: No.
5) “Que por él creéis á Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.” (1 P. 3:21)
Nuestra fe y esperanza es en Dios, porque el es Fiel para cumplir sus promesas.
¿Cuándo Dios cumpla con Sus promesas, y resucitemos, y se manifieste en Su gloria y estemos ante Su presencia, seguiremos esperando?: No.
¿Necesitaremos a partir de ese momento tener esperanza?: No.
CONCLUSIÓN: Si ninguna de estas cosas seguiremos esperando por la eternidad ¿necesitaremos la esperanza?: No.
Ud dice con respecto a Ro. 8:24:
“Pero notemos que este texto se refiere a: "esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos..." (vs.23b,24a). Cuando el Señor regrese por los suyos, transforme nuestros cuerpos y nos lleve con El, salvándonos de la presencia del pecado y de la ira que vendrá sobre el mundo, se verá consumada tal bendita esperanza. Pero que cese esa esperanza ante el cumplimiento de la misma, no significa que desaparezca la esperanza como tal”
En Ro. 8:24a Pablo habla de la esperanza en la salvación plena, pero en 8:24b enuncia un principio general de la esperanza: “mas la esperanza que se ve, no es esperanza”. Pablo cita este principio, aplicándolo a las salvación, pero este principio NO sólo es cierto para la esperanza en la salvación plena, sino para cualquier objeto de la esperanza.
Ud dice:
“Pablo usa la profecía de Isaías (64:4) para instruir a los corintios sobre aquellas cosas que Dios reveló a sus apóstoles por el Espíritu: "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1Co.2:9).”
¿Cuándo veamos las cosas que Dios ha preparado para los que le aman, seguiremos esperándolas?: No.
Ud dice:
“Que exista una eterna expectativa en todos los hijos de Dios por todo cuanto Él ha de manifestarnos por los tiempos sin fin, es algo que se corresponde con los atributos de la Deidad.”
Este concepto no pasa de ser un simple enunciado académico. NO aparece en la Biblia, NO es Bíblico. Siempre que en la Biblia se habla de esperanza, se lo hace en referencia a un objeto puntual. Nada tiene que ver la esperanza y la fe Bíblicas, con lo que Dios haya de manifestarnos por la eternidad y que NO haya prometido en Su Palabra.
La esperanza y la fe en algo que no esté Prometido por Dios en Su Palabra NO es Bíblica, y por lo tanto, no es cierta.
El Amor es uno de los Atributos de Dios, o como dice Ryrie, una de Sus Perfecciones. Pero hay ciertas cosas como la fe y la esperanza, que no son Perfecciones de Dios, sino más bien medios que tienen su origen en el Amor de Dios, y que son para beneficio del hombre, para que este se salve y viva.
Pero que tengan su origen en el Amor de Dios, no significa que al cumplir su objetivo disminuyan tal Amor.
Muchas cosas ha creado Dios en su Amor, como el mismo santo amor entre el hombre y la mujer en el matrimonio, que en la eternidad ya no existirá como tal, ¿disminuirá el Amor de Dios por ello? En ninguna manera.
El Señor Jesucristo es HOY nuestra “Esperanza de Gloria”, pero cuando estemos con Él, para nosotros será MAS que ahora, pues será nuestra “Realidad de Gloria”. ¿Le parece que disminuirá en algo su atractivo cuando estemos ante Él, en comparación de ahora que no le vemos?. ¿No aumentará su atractivo para nosotros, cuando estemos con Él? Si Ud cree que por no esperarlo más, perderá Su atractivo, entonces ¡quédese para siempre aquí!, claro ¡si puede!. Pero esto no será así, pues para el Señor tendremos más atractivo en la Gloria junto a Él:
“Hijas de reyes entre tus ilustres: Está la reina á tu diestra con oro de Ophir.
Oye, hija, y mira, é inclina tu oído; Y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
Y deseará el rey tu hermosura: E inclínate á él, porque él es tu Señor.”
(Sal 45:9-11)
¿Le parece que esta descripción de la Gloria Venidera del Reino perderá su encanto cuando sea una realidad y no la esperemos mas?
Es Ud. estimado hermano el que le achaca a la Biblia un propiedad que la Esperanza y la Fe Bíblicas NO poseen.
Le diré porque la fe y la esperanza, que son una realidad en nuestra vida aquí, hayan de cesar en el estado de perfección de la eternidad: Porque habrán cumplido su objetivo.
Oseas 6:3 se aplica al pueblo de Israel. Quienes pretenden que las “lluvias tempranas y tardías” son para la Iglesia, aplican este pasaje fuera de contexto para explicar sus equivocadas doctrinas. Solo el remanente fiel del pueblo de Israel “conoció” a Jehová, cuando vino el Señor Jesucristo (Jn. 1:14; 14:7-9). Pero aún resta que TODO Israel le conozca, y llegue la “lluvia tardía” sobre el, pero eso será en el futuro. (Zac. 12:10). Este pasaje no habla de ningún evento en la eternidad, sino mas bien de eventos puntuales que han de cumplirse.
En el momento en que Oseas se escribió esto, nada de lo anterior se había cumplido, por eso el conocimiento es en dos tiempos: 1) Conoceremos 2) Proseguiremos en conocer.
Como los eventos a que hace referencia son puntuales, el segundo caso no está haciendo referencia a la eternidad.
De veras que no entiendo donde ve Ud. un cumplimiento eterno en este pasaje.
En 2 P. 3:13 Pedro contrasta el hecho de que este mundo será desecho, con el hecho de que para el creyente nada de este mundo es de desear.
¿Pero sabe una cosa? Cuando cité 2 P. 3:14 en la lista acerca del uso del término esperanza ¡me equivoqué!, pues tanto en 1 P. 3:12, 13 y 14, el verbo “esperamos” proviene del griego prosdokáö, que tiene un significado totalmente distinto: aguardar, esperar, velar, temer, sospechar, suponer.
Prosdokaö proviene de prosdokía, que en el NT sólo se usa de la expectación del mal. (Lc. 21:26 y Hch. 12:11)
Por lo tanto, prosdokaö se usa también para la expectativa de algo malo, cosa que jamás ocurre con elpizö.
En 2 P. 3:12-14, prosdokaö presupone una actitud o expectativa temerosa ante un evento inevitable. No es el ejercicio de la esperanza cristiana en las promesas de Dios PARA el creyente, que es el caso que nos ocupa, sino que es la expectativa ante el juicio venidero sobre este mundo. En este sentido, también esperamos el juicio ante el Trono Blanco, el lago de fuego y la condenación eterna de Satanás, sus ángeles y los impíos. Pero esta esperanza NO es PARA nosotros.
Como verá, el creyente NO dirige su Esperanza (elpizö) mas allá de la Venida del Señor, aunque por supuesto aguarda (prosdokaö) el cumplimiento de toda Escritura.
Por otro lado, el Apóstol Pablo dice en 1 Co. 15:17-20:
“17 Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados.
18 Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos.
19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres.
20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.”
Creo que está claro: “en esta vida SOLAMENTE esperamos en Cristo”, porque EN Cristo tenemos TODO lo demás.
Yo digo: “pretender una actitud de esperanza en tal estado es simplemente un menosprecio al cumplimiento de las promesas de Dios”.
Ud responde: “Pues no te entiendo. El que eternamente subsista la esperanza no veo como pueda estar reñido con el cumplimiento de las promesas de Dios.
Le respondo:
Pues creo que efectivamente, necesito aclarar esto. Cuando llegue el día en que la promesa de estar con el Señor para siempre sea una realidad, si alguien asume la actitud de seguir esperando “algo” a pesar de estar con Él, pues sencillamente estará menospreciando el hecho real de que el YA ESTÁ con El Señor para siempre.
Su hermano Roberto llega al aeropuerto, al encontrarse con Ud, la esperanza de verlo nuevamente es cumplida, y ya no necesita esperarlo.
Luego, como él no viene directamente a verlo a Ud, sino que viene a ver primero a su madre, todavía su esperanza de disfrutar de su compañía no se ha cumplido. Al fin cuando esté con él, la esperanza de disfrutar su compañía será una realidad, y ya no estará esperándolo más.
Aún así, como todo ejemplo, es limitado, ya que en esta vida, jamás nuestras esperanzas se ven plenamente cumplidas, a no ser por breves intervalos de tiempo.
Pero ante el Señor, esto NO será así. Pues la comprensión de la realidad que tendremos ante su presencia, seguramente quitará cualquier duda o expectativa infundada, y la contemplación de la Excelsa Gloria de todo su Ser, junto a su Compañía, será nuestro magnífico y eterno solaz, de Quien NO esperaremos NADA más, pues lo tendremos TODO.
A mi cita de Pr. 13:12, Ud responde: “Pero es obvio que aquí se trata de una esperanza precisa, conocida y que se anhela. En tal sentido, ninguna esperanza nuestra basada en las promesas específicas que Dios nos ha hecho en su Palabra quedará sin cumplimiento. Pero la esperanza no se nutre únicamente de las promesas, sino de lo que espera de "Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos" (Ef.3:20).”
¿Así que Ud se refiere a la esperanza basada en algo que Dios NO promete en Su Palabra?
Pues bien, eso resuelve el problema, porque a la esperanza que Ud. se refiere NO ES LA DE LA BIBLIA.
¿Que cosa espera Ud. que no esté basada en las promesas de Dios? ¿No le parece que está yendo mas halla de lo Escrito?
Y ya que tiene en poco Sus Promesas, vea Ud lo que dice el Apóstol Pedro:
“Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud:
Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia.” (2 P. 1:3-4)
Las promesas de Dios que nos han sido dadas, llegan hasta el punto de hacernos partícipes de la Naturaleza Divina, no de Su Ser, sino de Su Presencia. ¿Acaso Ud espera más que esto? ¿No le parece que esperar más, cuando Dios YA le ha prometido TODO, es un menosprecio a las promesas de Dios?
En mi país, muchas veces los niños no reciben nada, a pesar de haber depositado su esperanza en cosas que SI se habían imaginado.
¿Sabe Ud? Prefiero esperar lo que Dios me ha prometido, con eso me basta y etsoy lleno de gozo, y es mas que suficiente para fortalecerme cada día.
Si Ud espera cosas que Dios no prometió mejor que se prepare a NO recibirlas, y por supuesto a esperarlas eternamente.
Las cosas que esperamos tienen trascendencia eterna, pero la esperanza y la fe no, porque poseyendo una vez lo esperado, no necesitaremos creer que lo recibiremos, ni lo esperaremos más.
Si Ud. revisa nuestros diálogos anteriores, notará que ha dejado mucho sin contestar, por favor, hágalo.
Que Dios le bendiga.
Roman.