Mi apreciado hermano Roman: ¡Magnífico trabajo el tuyo! De veras que
todos debemos estar contentos y agradecidos que nos hayas respondido
uno por uno, con la prolijidad que lo has hecho. La verdad es, que si no
tienes la razón, merecerías tenerla.
Se da conmigo el caso insólito, que perteneciendo a tu propio campo
teológico, doctrinal y eclesiástico, sin embargo me halle debatiendo junto
a hermanos pentecostales y carismáticos.
1 - A mi pregunta de quien es el mortal que tiene el reloj de Dios para
decidir que la caducidad de los dones ya se produjo, has respondido
que el apóstol Pablo. Respuesta tan valiente como audaz, en verdad.
Ciertamente que Dios le inspiró con su Santo Espíritu para que usara
las palabras y los tiempos verbales adecuados. Pero el Espíritu Santo
siempre usó el lenguaje vulgar del pueblo, y jamás una lengua angélica
con un tiempo verbal futuro-pretérito, es decir, que avanza un poco en
el tiempo, rebota y retrocede. Cuando Pablo escribe: "se acabarán, y
cesarán", es difícil que tuviese en mente que en menos de medio siglo
finalizarían aquellos dones que promueve en el 14:1, y cuyo uso y
orden en la iglesia explica en todo aquel capítulo. Yo no me atrevería
ceñir a la muñeca de Pablo mi propio reloj pulsera, y todavía decir que
el Espíritu Santo fue quien lo puso en hora.
2 - A la segunda pregunta, contestas que agregas a la lista de los dones
cesantes el de interpretación de lenguas. Si a la lista que te refieres es a
la del 13:8, no entiendo qué más puedas agregar a lo que Pablo
escribió, como si él se hubiese olvidado de alguno. Yo sostengo que
solamente cita tres, pero no porque omita inadvertidamente a los otros
que viene de detallar, sino como un muestrario del conjunto de ellos.
No entiendo como de 3 haces 4 sin percatarte cuanto arriesgas, si es
más sencillo tomar los tres como representando a todos. . . Además, así estás consintiendo con la permanencia de otros dones
. como "dones de sanidades" y "el hacer milagros" (12: 9,10), que
desde tu posición habría que considerarlos igualmente caducos.
3 - Hermano Roman, contigo (y con todos), argumento bíblicamente,
pero yo no conozco ni veo a decenas de lectores que diariamente nos
siguen. No estamos en un Chat que dialogamos entre dos, sino que es
conveniente para la edificación de todos, que la sana doctrina que
procuramos exponer se proponga no únicamente como conceptos
teóricos, sino que su autenticidad se exhiba con la práctica y
experiencia que son bien conocidas en nuestro ámbito cristiano. Me
consta que tú y yo (y otros), podríamos presentar muchos ejemplos
contrarios en los que la exhuberancia del culto lleva a excesos que
rayan en el fanatismo (el síndrome corintio). Bueno, ya en los
primeros tiempos hubieron casos extremos y opuestos como la
iglesia en Sardis "tienes nombre de que vives y estás muerto" y el
de la iglesia en Laodicea que había dejado a Jesús afuera (Ap.3:1,20).
4 - Ha sido muy buena tu investigación en cuanto al propósito conque
cada lista de dones fue ubicada en su propio lugar. Eso ayuda mucho
a una mejor comprensión del tema.
Discrepo sí con la conclusión a que arribas con los vs.8-10 (1Cor.13)
al notar que la ciencia y la profecía serían quitadas, pero que no se
mencionan las lenguas como lo que es en parte y que acabará "cuando
venga lo perfecto". -¿Por qué? -te preguntas. Y respondes: - Porque
ya habrían cesado. Pero, aunque no cuestiono el derecho que te
asiste de argumentar de ese modo, el factor tiempo no es
necesariamente la única explicación a que no se incluyan las lenguas.
Me parece una razón más plausible la propia índole de ese don. El
conocimiento y la profecía (como predicación de la Palabra de Dios),
siempre se impartieron a las iglesias por ministros itinerantes en idioma
extraño a la congregación, requiriéndose traducción, como sucede
habitualmente con el idioma inglés entre las iglesias hispanas. Los que
como Pablo pudieran exponer la Palabra en Asia y Europa en las
lenguas habladas en esas regiones, era y es una ventaja considerable
para la instrucción de las iglesias.
Seguidamente insistes con tu idea de que solo la ciencia y la profecía
serían quitadas con la llegada de "lo perfecto" y que las lenguas ya
habrían cesado. Pero detente un momento a pensar que a diferencia de
los dones de ciencia y profecía, las lenguas no son útiles por sí
mismas a la edificación de la iglesia, a menos que con la ayuda del don
de interpretación sean usadas para impartir a los creyentes el
conocimiento que les edifique, exhorte y consuele. Ese binomio de
lenguas-interpretación son como dos ceros a la izquierda que no tienen
valor alguno, a menos que sirvan como herramientas o vínculos
comunicadores de los dones de ciencia y profecía. De este modo el
Espíritu Santo podía y puede darle a la iglesia la instrucción que El
quiere. Desapareciendo pues los dones del conocimiento y la profecía
del v.9, no se nombran las lenguas y la interpretación porque cesan
juntamente con aquellos, a la venida de "lo perfecto" del v.10.
5 - En cuanto a que "cuando venga lo perfecto" es una alusión al Señor
Jesucristo en su venida, es algo que puede probarse por partida doble:
1 - El contexto y pasajes paralelos (1Juan 3:2; Ef.4:12,13; Col. 3:4).
2 - El proceso de la finalización del Canon del N.T. es muy imperfecto.
Además, la expresión "lo perfecto" no ofrece dificultad real (a menos
que se la busque expresamente) para reconocer al Señor Jesús en su
venida por los suyos. Ese "lo" (griego: tó) no excluye la oportunidad
de aplicarlo a una persona. Un antecedente encontramos en Lucas 1:35
que las Reina-Valera (1569-1602-1862-1909) traducían literalmente:
"lo Santo que de tí nacerá, será llamado Hijo de Dios".
Es inútil todo el esfuerzo por despersonalizar el "tó téleion" , cuando
si se alcanzara algún éxito en tal sentido, se esfuma enseguida ante la
realidad histórica de todo el problema, contienda y confusión que llevó
acordar el Canon y texto del Nuevo Testamento.
Ello en nada desmerece nuestra convicción y certeza absoluta de la
perfección de las Sagradas Escrituras como la Palabra de Dios.
En tal sentido, es admirable el estudio que has hecho confirmando tan
preciosa verdad con las propias Escrituras.
Pero decir que "lo perfecto" es el Canon del Nuevo Testamento que
viene hacia finales del primer siglo, pese a estar relacionado, no tiene
nada que ver con la perfección de la Palabra que tan bien has probado.
6 - No estoy de acuerdo conque solamente el amor permanece para
siempre. Creo que la esperanza y la fe son co-eternas con el amor.
Los textos que diste no lo niegan, a menos que quieras que lo nieguen.
Por brevedad de este ya extenso mensaje dejaré esa discusión para otra
oportunidad.
Te saludo con todo mi respeto y gratitud por tan enriquecedores aportes.
Ricardo.
todos debemos estar contentos y agradecidos que nos hayas respondido
uno por uno, con la prolijidad que lo has hecho. La verdad es, que si no
tienes la razón, merecerías tenerla.
Se da conmigo el caso insólito, que perteneciendo a tu propio campo
teológico, doctrinal y eclesiástico, sin embargo me halle debatiendo junto
a hermanos pentecostales y carismáticos.
1 - A mi pregunta de quien es el mortal que tiene el reloj de Dios para
decidir que la caducidad de los dones ya se produjo, has respondido
que el apóstol Pablo. Respuesta tan valiente como audaz, en verdad.
Ciertamente que Dios le inspiró con su Santo Espíritu para que usara
las palabras y los tiempos verbales adecuados. Pero el Espíritu Santo
siempre usó el lenguaje vulgar del pueblo, y jamás una lengua angélica
con un tiempo verbal futuro-pretérito, es decir, que avanza un poco en
el tiempo, rebota y retrocede. Cuando Pablo escribe: "se acabarán, y
cesarán", es difícil que tuviese en mente que en menos de medio siglo
finalizarían aquellos dones que promueve en el 14:1, y cuyo uso y
orden en la iglesia explica en todo aquel capítulo. Yo no me atrevería
ceñir a la muñeca de Pablo mi propio reloj pulsera, y todavía decir que
el Espíritu Santo fue quien lo puso en hora.
2 - A la segunda pregunta, contestas que agregas a la lista de los dones
cesantes el de interpretación de lenguas. Si a la lista que te refieres es a
la del 13:8, no entiendo qué más puedas agregar a lo que Pablo
escribió, como si él se hubiese olvidado de alguno. Yo sostengo que
solamente cita tres, pero no porque omita inadvertidamente a los otros
que viene de detallar, sino como un muestrario del conjunto de ellos.
No entiendo como de 3 haces 4 sin percatarte cuanto arriesgas, si es
más sencillo tomar los tres como representando a todos. . . Además, así estás consintiendo con la permanencia de otros dones
. como "dones de sanidades" y "el hacer milagros" (12: 9,10), que
desde tu posición habría que considerarlos igualmente caducos.
3 - Hermano Roman, contigo (y con todos), argumento bíblicamente,
pero yo no conozco ni veo a decenas de lectores que diariamente nos
siguen. No estamos en un Chat que dialogamos entre dos, sino que es
conveniente para la edificación de todos, que la sana doctrina que
procuramos exponer se proponga no únicamente como conceptos
teóricos, sino que su autenticidad se exhiba con la práctica y
experiencia que son bien conocidas en nuestro ámbito cristiano. Me
consta que tú y yo (y otros), podríamos presentar muchos ejemplos
contrarios en los que la exhuberancia del culto lleva a excesos que
rayan en el fanatismo (el síndrome corintio). Bueno, ya en los
primeros tiempos hubieron casos extremos y opuestos como la
iglesia en Sardis "tienes nombre de que vives y estás muerto" y el
de la iglesia en Laodicea que había dejado a Jesús afuera (Ap.3:1,20).
4 - Ha sido muy buena tu investigación en cuanto al propósito conque
cada lista de dones fue ubicada en su propio lugar. Eso ayuda mucho
a una mejor comprensión del tema.
Discrepo sí con la conclusión a que arribas con los vs.8-10 (1Cor.13)
al notar que la ciencia y la profecía serían quitadas, pero que no se
mencionan las lenguas como lo que es en parte y que acabará "cuando
venga lo perfecto". -¿Por qué? -te preguntas. Y respondes: - Porque
ya habrían cesado. Pero, aunque no cuestiono el derecho que te
asiste de argumentar de ese modo, el factor tiempo no es
necesariamente la única explicación a que no se incluyan las lenguas.
Me parece una razón más plausible la propia índole de ese don. El
conocimiento y la profecía (como predicación de la Palabra de Dios),
siempre se impartieron a las iglesias por ministros itinerantes en idioma
extraño a la congregación, requiriéndose traducción, como sucede
habitualmente con el idioma inglés entre las iglesias hispanas. Los que
como Pablo pudieran exponer la Palabra en Asia y Europa en las
lenguas habladas en esas regiones, era y es una ventaja considerable
para la instrucción de las iglesias.
Seguidamente insistes con tu idea de que solo la ciencia y la profecía
serían quitadas con la llegada de "lo perfecto" y que las lenguas ya
habrían cesado. Pero detente un momento a pensar que a diferencia de
los dones de ciencia y profecía, las lenguas no son útiles por sí
mismas a la edificación de la iglesia, a menos que con la ayuda del don
de interpretación sean usadas para impartir a los creyentes el
conocimiento que les edifique, exhorte y consuele. Ese binomio de
lenguas-interpretación son como dos ceros a la izquierda que no tienen
valor alguno, a menos que sirvan como herramientas o vínculos
comunicadores de los dones de ciencia y profecía. De este modo el
Espíritu Santo podía y puede darle a la iglesia la instrucción que El
quiere. Desapareciendo pues los dones del conocimiento y la profecía
del v.9, no se nombran las lenguas y la interpretación porque cesan
juntamente con aquellos, a la venida de "lo perfecto" del v.10.
5 - En cuanto a que "cuando venga lo perfecto" es una alusión al Señor
Jesucristo en su venida, es algo que puede probarse por partida doble:
1 - El contexto y pasajes paralelos (1Juan 3:2; Ef.4:12,13; Col. 3:4).
2 - El proceso de la finalización del Canon del N.T. es muy imperfecto.
Además, la expresión "lo perfecto" no ofrece dificultad real (a menos
que se la busque expresamente) para reconocer al Señor Jesús en su
venida por los suyos. Ese "lo" (griego: tó) no excluye la oportunidad
de aplicarlo a una persona. Un antecedente encontramos en Lucas 1:35
que las Reina-Valera (1569-1602-1862-1909) traducían literalmente:
"lo Santo que de tí nacerá, será llamado Hijo de Dios".
Es inútil todo el esfuerzo por despersonalizar el "tó téleion" , cuando
si se alcanzara algún éxito en tal sentido, se esfuma enseguida ante la
realidad histórica de todo el problema, contienda y confusión que llevó
acordar el Canon y texto del Nuevo Testamento.
Ello en nada desmerece nuestra convicción y certeza absoluta de la
perfección de las Sagradas Escrituras como la Palabra de Dios.
En tal sentido, es admirable el estudio que has hecho confirmando tan
preciosa verdad con las propias Escrituras.
Pero decir que "lo perfecto" es el Canon del Nuevo Testamento que
viene hacia finales del primer siglo, pese a estar relacionado, no tiene
nada que ver con la perfección de la Palabra que tan bien has probado.
6 - No estoy de acuerdo conque solamente el amor permanece para
siempre. Creo que la esperanza y la fe son co-eternas con el amor.
Los textos que diste no lo niegan, a menos que quieras que lo nieguen.
Por brevedad de este ya extenso mensaje dejaré esa discusión para otra
oportunidad.
Te saludo con todo mi respeto y gratitud por tan enriquecedores aportes.
Ricardo.