Originalmente enviado por en-hacore:
<STRONG>Jetonius dice:
¿Es decir que los instrumentos sí estimulan al cuerpo y las voces no?
Es muy extraño, porque los receptores sensoriales son los mismos, la vía neurológica (nervio auditivo) es la misma, y el área de arribo a la corteza cerebral es la misma.
Como antes dije, usted confunde –a esta altura culposamente- el significado de “carne” como lo físico con su significado de naturaleza caída y opuesta a Dios. Si por “estimular la carne” usted quiere decir promover una reacción física o fisiológica, es una cosa; pero es muy diferente si lo que quiere decir es que aviva la lujuria, la avaricia, la envidia, el orgullo o la maledicencia.
Una voz sensual puede despertar la lujuria, así como una voz tierna sentimientos de bondad. Un instrumento puede, de igual manera, estimular actitudes muy diferentes dependiendo de cómo se lo toque y qué se ejecute. Al menos a mí, un órgano tocando una fuga de Bach o un himno evangélico me produce una reacción muy diferente que una guitarra eléctrica punteando un tema de rock.
La redención que el Señor obra en nosotros no está limitada al espíritu. Nuestra carne –nuestra naturaleza física, psicológica e intelectual- también está incluida. Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y habrán un día de ser tornados incorruptibles. Por eso dice el Apóstol:
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Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:1-3
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Respondo:
Tu pregunta: “¿Es decir que los instrumentos sí estimulan al cuerpo y las voces no?”
Te estoy hablando de dos tipos de voces: (A) voz material (carnal), (B) Voz espiritual (no carnal)
La voz material dice esto: tan-tan-pa-ra-pan-pan (algo por el estilo).
Y causa esto: movimiento del cuerpo al ritmo del sonido producido, un sonido que influye en la carne para que esta responda al estimulo exterior.
La voz espiritual: no es un sonido como el que produce un instrumento, son palabras que confiesa al nombre de Jesucristo por ejemplo si las palabras fueran: “a los pies de Jesucristo postrémonos” esta expresión no es dirigida a la carne sino para el alma y si el cuerpo reacciona cayendo de rodillas no es porque la carne lo desee sino por el alma.
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Lo siento, hermano, pero debemos emplear la voz material también para expresar lo espiritual. Es parte de nuestra presente condición. Precisamente por esto que Santiago advierte contra la maledicencia:
Santiago 3:1-12
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo.
Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo.
Mirad también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas mediante un timón muy pequeno por donde la voluntad del piloto quiere.
Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeno fuego!
Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida.
Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano,
pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal.
Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios;
de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga?
¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.
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Santiago entendía perfectamente que el mismo órgano material de fonación podía producir resultados muy diferentes.
Con respecto a la diferencia que traza, en realidad la ritmicidad de un canto vocal puede perfectamente inducir movimientos rítmicos del cuerpo, como lo sabrá si alguna vez ha oído, pro ejemplo, un
negro spiritual ejecutado sin acompañamiento instrumental. Es la música misma, sea vocal o instrumental, la que produce tales reacciones espontáneas.
La diferencia que usted parece querer trazar se refiere no tanto a la melodía y armonía, de las cuales
no puede prescindir si ha de cantar (con instrumentos o sin ellos) , sino más bien al contenido del mensaje. Al parecer para usted es indispensable que todo cántico contenga exclusivamente un mensaje verbal (expresado en fonemas que forman palabras que constituyen frases y expresan ideas).
Si este es el caso, tengo dos observaciones. La primera es que entonces
recitar un himno sería por completo equivalente a cantarlo (es decir, en caso que la melodía y armonía carezca de valor).
La segunda es que su posición particular excluye por completo lo que quienes entienden de comunicación han reconocido hace tiempo, es decir, el contenido prosódico del mensaje, la forma en que se lo expresa. Y además no tiene en cuenta que si bien el lenguaje verbal es el más flexible y rico, existe un lenguaje gestual y corporal que puede perfectamente, cómo no, emplearse para la gloria de Dios. Por ejemplo, un coro que cantase alabanzas al Señor con gesto circunspecto y adusto causaría una impresión muy diferente que uno en el cual los rostros expresan también el gozo de cantar para el Señor.
Ahora bien, la música producida por los instrumentos no es sino otra instancia de comunicación sin palabras, pero que también puede expresar alabanza a Dios cuando se la ejecuta en espíritu y en verdad.
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Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
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Esta cita no apoya en absoluto su tesis, por cuanto como puede ver por el contexto, Pablo emplea aquí la palabra “carne” no en el sentido del ser material del hombre, sino de
su naturaleza pecaminosa. Y, claro está, tampoco dice Pablo ni una palabra acerca de emplear instrumentos para la adoración o no.
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Sinceramente un cántico espiritual se expresa con palabras al nombre del señor no con sonidos emitidos por palmas de las manos u otro tipo de instrumento.
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Esta es una afirmación reiterativa para la cual no ha podido aún proveer siquiera una referencia biblica explícita. Es decir, es su sincera
opinión carente de fundamento escritural.
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En el caso de las palmas el sonido que emiten es mas o menos: ---pra-pra-prapratratratratra--- este sonido no estimula a el alma por lo que nada dice, solo se dedica a lo material y si uno se dedica a lo material no se está viviendo conforme al Espíritu sino conforme a la carne, la cual es muerte pero el Espíritu es vida.
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Tal vez a su alma no le diga nada, pero no debiera generalizar su problema particular.
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Romanos 12: 1-2
12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Aquí, el Apóstol san Pablo hace mención de presentarnos de forma santa la cual es la voluntad de Dios(santa).
Culto racional no es el tocar un instrumento perfectamente o llevar bien el ritmo de las palmas o mover el cuerpo dentro de un determinado ritmo; el culto racional es aquel que es agradable a Dios y Dios es Espíritu por lo tanto le agrada lo que es del Espíritu. (¿una guitarra le canta a el alma?).
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Con respecto a la pregunta entre paréntesis, por cierto que una guitarra le puede cantar al alma.
Con respecto a lo anterior, mi punto no es el de hallar aquí mencionados los instrumentos musicales, sino que el Apóstol exhorta a que adoremos con
todo nuestro ser, mencionando explícitamente nuestros cuerpos y no sólo nuestras voces.
El culto que agrada a Dios es en espíritu y en verdad, es racional, es con todo el cuerpo, y no hay nada que prohíba emplear palmas, danzas, instrumentos musicales y cualesquiera otros medios de expresión dentro de la decencia y el orden.
(como aclaración al margen, a mí no me gusta batir las palmas y soy muy malo bailando, así que en lo personal me concentro en el canto; pero como le sugerí a usted, yo no puedo hacer una ley de lo que son mis propias limitaciones).
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Jetonius Dice:
Aquí usted insiste con una petición de principio, es decir, da por sentado lo que debiera demostrar, a saber, que “cantar con el espíritu” excluye el uso de instrumentos. Si tomo estrictamente lo de “cantar con el espíritu” y “oir con el espíritu” habría que pensar en algo parecido a la telepatía, de cuya existencia dudo.
Si por el contrario sus cuerdas vocales vibran y producen ondas mecánicas que se transmiten por el aire, llegarán a mi conciencia luego de haber viajado por mis tímpanos, huesecillos del oído, órganos de Corti y nervios auditivos hasta llegar a la corteza cerebral, antes de que puedan producirme reacción alguna. En nuestra presente condición la adoración pública exige medios materiales.
En nuestra congregación acostumbramos emplear instrumentos en la adoración vespertina , pero yo estoy a cargo de una reunión matutina en la cual no siempre hay instrumentos disponibles, en cuyo caso, pues cantamos a capella. Puedo asegurarle que, desde el punto de vista espiritual, no he notado absolutamente ninguna diferencia.
Respondo:
Ya te he dicho que al cantar con el Espíritu no se le pueden poner instrumentos (ninguno), porque al ponerle instrumento a un cántico espiritual, este ya no sería espiritual ni tampoco dedicado a lo espiritual.
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Puede repetirlo mil veces más, pero no me convencerá a menos que me muestre
uno o más pasajes bíblicos que explícitamente enseñen tal cosa.
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No confundas las palabras del cántico espiritual con el sonido instrumental, pues las palabras del señor no estimulan a la carne sino a lo espiritual y el sonido que emite un instrumento no dice nada solo pone un ritmo y el ritmo a la verdad influye en la carne más no al alma.
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Por favor, la cita bíblica que diga que el ritmo influye en la carne pero no en el alma.
Las palabras del Señor debieran conmover
todo nuestro ser porque no somos almas desnudas. No hay nada que el hombre pueda producir que pueda afectar nuestra alma sin pasar por nuestro cuerpo.
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Mencionas que el ritmo instrumental ayuda y aliña el cántico, pues yo te respondo que para entonar un cántico espiritual no se necesitan de causas externas sino internas porque si de tu interior corren ríos de agua viva no necesitas de ponerle ningún condimento si es que te dedicas a lo espiritual y vives conforme al Espíritu.
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Si hablamos de necesidad absoluta, pues con gusto admito que no lo es. En ningún momento he sugerido siquiera que el uso de instrumentos sea obligatorio. El claramente opcional y secundario. Pero muchos creemos que existen buenas y suficientes razones para usarlo, y quienes opinan lo contrario no pueden justificar su proscripción con las Escrituras.
Concuerdo plenamente en que si uno no tiene el Espíritu Santo no hay instrumento que pueda suplir esta carencia. Lo que digo es que los instrumentos ayudan, complementan y enriquecen la expresión vocal. De nuevo, sin que sean absolutamente necesarios (como además sé por experiencia en nuestras reuniones matutinas)
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Jetonius Dice:
Como dije antes, no he notado ninguna diferencia desde el punto de vista espiritual. Desde el punto de vista práctico, el acompañamiento instrumental ayuda en realidad al canto y facilita la entonación. De nuevo, el hecho de que algo le resulte placentero a mi ser físico (carne) no significa que haya de perturbar mi alma, herirla y mucho menos matarla. Usted parece creer que la verdadera adoración no puede ser placentera para el cuerpo como lo es para el espíritu, y yo creo que ese es un grave error. Tanto que yo espero pasar la eternidad adorando a Dios con un placer inefable en cuerpo y alma.
Al escuchar un cántico todos somos influidos, nos guste o no, por la entonación, la calidad de la voz, el ritmo del cántico y otras muchas variables que percibimos con los sentidos. Y por supuesto, otro tanto ocurre con los instrumentos.
Respondo:
Comete usted un grave error al decir: “el hecho de que algo le resulte placentero a mi ser físico (carne) no significa que haya de perturbar mi alma”
La palabra de Dios te responde:
Gálatas 5: 16-17
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Veo que la diferencia en cántico con instrumentos y sin instrumentos es muy grande.
El cántico sin instrumentos es para el alma y el cántico con instrumentos es para la carne.
A Dios no se le adora conforme al deseo de la carne sino conforme al Espíritu y lo que le gusta a la carne no le gusta al Espíritu porque estos son opuestos.
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Veo que sigue eludiendo mis preguntas. Van de nuevo:
¿Dónde dice la Escritura que si es con instrumentos es para la carne?
¿A usted no le gusta cantar?
¿no disfruta haciéndolo?
¿no le proporciona auténtico placer escuchar las voces bien entonadas y potentes?
Con respecto a los versículos que cita, cae por enésima vez en lo que parece ser su confusión básica, que es la de tomar “carne” toda vez que aparece esta palabra como “naturaleza pecaminosa”.
Este es un grueso error interpretativo el cual, si persiste en él, le causará problemas mucho más serios que lo que aquí se discute.
Transcribo lo siguiente sobre el término en cuestión:
CARNE
I. En el Antiguo Testamento.
El término principal para carne en el AT es bashar (que aparece 269 veces), aunque también aparece she’er (16 veces, 7 veces trad. “carne” en VRV2). bashar se refiereal componente principal del cuerpo, humano (Gn 40:19) o animal (Lv 6:27). Este último uso lleva a la idea de carne como alimento y a la de la carne de los sacrificios animales, se la comiera o no. Por el uso anterior, “carne” llega a significar todo el cuerpo (Pr 14:30), y, mediante una extensión natural sdel significado, el hombre en su totalidad, como cuando el Salmista dice, “mi carne (heb.) también reposará confiadamente” (Sal 16:9). Esto lleva al concepto de la unión de una persona con otra. El hombre y la mujer son “una sola carne”(Gn 2:24), y un hombre puede decir de sus parientes “yo soy hueso vuestro, y carne vuestra”(Jue 9:2).
La noción de carne como la totalidad del hombre también da lugar a la expresión “toda carne”, que denota la totalidad de la existencia humana, y a veces incluye también la creación animal. Algunas veces aparece el concepto de que la carne es débil: “En Dios confío y ya no temo, ¿qué puede hacerme un ser de carne?” (Sal 56:4, BJ). No se trata de la idea de debilidad moral (quizá lo más cercano a esto se halla en el Sal 78:39). Lo que quiere significar es la fragilidad física del hombre.
II. En el Nuevo Testamento
El término para “carne”en el NT es sarx. Esta palabra reproduce la mayor parte del significado veterotestamentario de bashar. Denota la parte carnosa del cuerpo, como en las referencias a comer carne (Ap 19:18, etc), o a todo el cuerpo (Gá 4:13s, VM). También puede significar el hombre completo, “no tuvo sosiego nuestra carne (lit)... por fuera, luchas; por dentro, temores” (2 Co 7:5, BJ) o “en mi carne” (Ro 7:18). Al igual que en el AT, el hombre y la mujer son “una sola carne”(Mt 19:5s), y hay pasajes que se refieren a “toda carne” (Jn 17:2). Se menciona la debilidad de la carne en relación con el fracaso de los apóstoles cuando debían mantenerse despiertos en Getsemaní (Mt 26:41; Mr 14:38).
Pero el NT tiene también algunos significados distintivos. Semejantes a los pasajes con “hueso mío y carne mía” del AT (aunque no exactamente iguales), tenemos a los que se refieren a la declinación física y cosas parecidas. Se habla así de que Cristo era “del linaje de David según la carne” (Ro 1:3). Pablo puede hablar de “Israel según la carne” (1 Co 10:18), y de los israelitas como sus “parientes según la carne” (Ro 9:3).
“La carne” puede significar la existencia física en su totalidad, y hay referencias al ser visto “en la carne” (Col 2:1 ...). Esto no lleva consigo idea de culpa, y por cierto se dice más de una vez que Cristo estuvo “en la carne” (Ef 2:15; 1 P 3:18; 1 Jn 4:2, etc). El estar “en la carne” no es incompatible con estar “en el Señor” (Flm 16). La carne puede mancillarse (Jud 8) o purificarse (He 9:13). La vida que ahora vivía Pablo el cristiano era “en la carne” (Gá 2:20).
Pero, por definición, la carne es la parte terrenal del hombre. Tiene sus “concupiscencias” y sus “deseos” (Ef 2:3). De los que se concentran en ellos puede decirse que “piensan en las cosas de la carne”(Ro 8:5). Y ocuparse de la carne “es muerte” (Ro 8:6). Esto se explica como “enemistad contra Dios” (Ro 8:7). El hombre cuyo horizonte está limitado a la carne se opone, por eso mismo, a Dios, vive “conforme a la carne” (Ro 8:13), esa carne que “codicia contra el Espíritu” (Gá 5:17, VRV1; VRV2 tiene “el deseo de la carne es contra el Espíritu” , pero VRV1 es más literal). En este sentido, la carne denota la personalidad total del hombre organizada en la dirección equivocada, y dirigida a empresas puramente terrenales en lugar del servicio para Dios.
Leon Morris, en J.D. Douglas y N. Hyllier (Eds), Nuevo Diccionario Bíblico. Buenos Aires: Certeza, 1991, p. 225-226
De modo que volviendo a su afirmación:
«Comete usted un grave error al decir: “el hecho de que algo le resulte placentero a mi ser físico (carne) no significa que haya de perturbar mi alma”»
Es claro que se equivoca, porque la verdadera adoración es inefablemente placentera aun
sin proponérselo. El mero hecho de alabar a Dios en espíritu y en verdad produce satisfacción a todo el ser, no solamente a lo incorpóreo en nosotros.
Se aplica aquí algo similar a lo dicho por Jesús: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será añadido” . La verdadera adoración tiene como objetivo glorificar a Dios, pero como generosa añadidura divina es además placentera. En cambio sería carnal un culto cuyo objetivo fuese el de satisfacer los sentidos antes que adorar a Dios (y para mí es claro que un culto puede ser carnal aunque no emplee instrumentos, porque el problema no está en éstos sino en la actitud del corazón).
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Jetonius Dice:
No sé de dónde le viene a usted la fobia por los instrumentos musicales, pero ciertamente no es de la Biblia. Si bien el Señor se puede manifestar a mi alma como bien le plazca, el hecho es que cuando se canta en voz alta se emplean músculos, un medio material de transmisión y un mecanismo de recepción y procesamiento también material. Y el mensaje del Señor es en este caso emitido y recibido con nuestros cuerpos físicos.
Del mismo modo, cuando un músico ejecuta un instrumento también emplea un medio material, por ejemplo sus manos (en lugar de sus cuerdas vocales) para producir los sonidos. Y si a usted no lo elevan espiritualmente los acordes de Gracia Sorprendente, Oíd un son en la alta esfera o Santo, Santo, Santo, me parece que el problema es suyo.
Respondo:
Nuevamente te repito, que amo lo que hace bien a mi alma y rechazo lo que me perjudica mi alma porque mi alma es la que más protejo, pues mi cuerpo es corruptible como todos los cuerpos tangibles por eso mientras gimo desde lo más profundo de mi ser, espero la vivificación gloriosa y eterna e incorruptible, lo mismo espera la creación.
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Pues de nuevo, si a usted o a otros hermanos los instrumentos les son perjudiciales harán muy bien en no usarlos. Lo que no deben hacer es convertir en
ley lo que es una elección, o hablar contra los hermanos para quien los instrumentos bien ejecutados son una añadidura a la bendición de alabar.
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El mensaje del señor ciertamente es emitido por nuestro cuerpo, que es cuando pronunciamos sus palabras pero los instrumentos no pueden pronunciar palabras, solo producen un ritmo el cual se dedica a lo material pero las palabras del señor son eternas y no se dedican ni son conforme a lo material ni necesitan ser aliñadas ni mucho menos leudadas.
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Lo de leudadas corre por su cuenta. De nuevo, el hecho de que un instrumento no emita un mensaje verbal no significa que no se pueda alabar a Dios con él.
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Jetonius Dice:
Realmente me sorprende usted. Con gusto lo invitaría a mi congregación para que viera una auténtica alabanza a Dios y personas que se convierten y son salvadas.
Me alegro que se dé cuenta de que lo suyo es una posición personal y respetable; si en su experiencia usted ha hallado que los instrumentos lo perturban o distraen, pues hermano, no los use; pero no juzgue a quienes no tenemos esos problemas y empleamos también los instrumentos para la gloria de Dios.
Respondo:
No te sorprendas con lo espiritual, si aún no lo comprendes pide en oración en el nombre del señor.
Me invitas a tu congregación para ver una autentica alabanza, con gusto que si voy solo dime en donde queda una aquí en mi localidad, o te contactas con alguien de aquí para que me reciba y hablemos también del evangelio de JESUCRISTO.
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No me sorprendo por lo espiritual, que no lo es, sino por lo legalista. Por algún extraño camino ha llegado a la conclusión de que la adoración verdaderamente espiritual excluye el uso de instrumentos, cosa que ni la Biblia ni la experiencia de millones de cristianos apoya.
No conozco su localidad. Nuestro templo se halla en calle República del Perú 1472, Las Heras, Mendoza, República Argentina. Los cultos vesperinos son a las 19.30.
De todos modos, probablemente podrá hallar varias que sean más próximas.
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Mi posición no es algo natural de mí, pues no ando conforme a la carne y si andara conforme a la carne conforme a esta hablara.
Y si no uso instrumentos en mis cánticos Espirituales es porque son Espirituales no instrumentales.
Y si juzgo no estoy juzgando según la carne sino conforme al Espíritu.
Juzgar no es criticar, juzgar es discernir entre lo que es verdad y lo que es mentira conforme a la única regla de medida: LA BIBLIA.
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Usted cree que su actitud es muy espiritual, pero no lo es porque carece de apoyo bíblico. Para terminar esta discusión y convencerme a mí y a otros que no pensamos como usted, el procedimiento es muy simple:
Muestre usted los textos bíblicos que explícitamente supriman o proscriban el empleo de instrumentos en el culto cristiano, y ya.
Entre tanto, siga usted con su costumbre y admita que hay cristianos auténticos que tienen otras prácticas no menos aceptas a Dios.
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Apocalipsis 15:1-3
“También vi como un mar de vidrio mezclado con fuego, y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, sobre su marca y el número de su nombre, de pie sobre el mar de vidrio, con LAS ARPAS de Dios. Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero...”
Estas ARPAS no son ARPAS, son las oraciones de los santos.
Leamos en Apocalipsis 5: 8
5:8 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;”
Dios le bendiga.</STRONG>
Buen intento, pero hay dos problemas:
En primer lugar, que el pasaje que yo cité se refiere obviamente a los salvos, no a los seres vivientes y ancianos que rodean el trono de Dios. Son personas salvadas, y he aquí que Juan vio que tenían arpas.
En segundo lugar, que gramaticalmente en el pasaje que usted cita la explicación de lo que son “las oraciones de los santos” se refiere al
incienso[/i] de las copas, y no a las arpas. Esto queda corroborado por 8:3-4, donde se menciona el incienso y las oraciones, pero no las arpas.
Le guste o no, las ARPAS son ARPAS (griego kitharan).
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
<{{{><