Para Rogelio y a los que le interesen, pongo aquí la teología adventista sobre la predestinación, que, después de todo, es lo que he venido colocano en mis escritos en
este foro.
Lo que he de escribir es tomado de el DICCIONARIO ADVENTISTA, páginas 940 a la 942.
PREDESTINACIÓN. Término que no aparece en la Biblia, pero su formna verbal, "predestinados" (gr. proorízo, "determinar de antemano") se halla en Ro. 8:29.30; 1 Co. 2:7 y Ef. 1:5,11. De acuerdo a Rom.
28,29, Dios predestinó a todos los que Él sabía que aceptarían la salvación "para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hjo". A los tales llamó, justificó y glorificó (v.30). Según Efesios 1:4 Dios hizo provisión para que los pecadores fueran "santos y sin mancha delante de Él" por medio dela fe en Cristo antes de la fundación de este mundo y de la entrada del pecado, habiéndolos "predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad" (v 5). La predestinación opera dentro de la órbita del propósito de Dios de "reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra" (Ef.1:10,11; cf Juan 1:12). En 1 Co 2:6 y 7 se habla de que el conocimiento del plan de salvación estuvo determinado de antemano para que todo ser humnano lo conozca.
A partir de estos pasajes, algunos han supuesto erróneamente que Dios arbitrariamente predestinó, o "señaló de antemano" a personas individuales para salvarse y a otras para perderse, sin tomar en cuenta la elección que pudieran hacer ellas mismas, imponiendo así arbitrariamente los beneficios de la salvación a unos y negándoselos a otros. El contexto y la analogía de ls Escrituras demuestra en forma concluyente la falacia de ese razonamiento. Estas enseñan explícitamente que Dios "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Ti. 2:4), y que "no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2P. 3:9). Los escritores inspirados no afirman en parte alguna que Dios desea que alguien perezca. La idea de que designó arbitrariamente a algunos hombres para la salvación y a otros para la reprobación es una ficción de invención humana. Que ninguno está excluido de los beneficios de la salvación se hace evidente en Isaías 55:1 y Apoc 22:17. Todos los que tengan sed son invitados a tomar "del agua de la vida gratuitamente" Dios no se goza con "la muerte del impío", sino de "se vuelva el impío de su camino, y que viva" (Ezequiel 33:11). La naturaleza de la predestinación bíblica está presentada claramente en juan 3:16-21, donde se afirma que "amó Dios al mundo" y dio a su hijo como su Salvador, no que amó a ciertas personas y aborreció a otras. El v. 17 afirma específicamente que "no envió Dios a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él". De acuerdo con Juan 1:12 y 3.16, el factor decisivo en cada caso individual es la disposición de aceptar al único Hijo de Dios como su Salvador personal y cree en él. "Todo aquel que en él cree" puede tener la vida eterna (3.16). Dios no rehúsa el beneficio de la salvación a ninguno que sinceramente escoge el camino de la vida y está dispuesto a cumplir conlos requisitos que la hacen posible. La forma en que un apersona es condenada o reprobada está claramente expresada los vs 18-21, donde se afirma que el factor determinte es la respuesta individual a "la luz", es dcir, a Jesucristo como "laluz de los hombres" 1:4-9)... Sólo los que deliberadamente rechazan la verdad, claramente presentada ante ellos "no tienen excusa por su pecado" (Jn. 15:22).
Continuaré en eotro espacio.
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Luis G. Cajiga
este foro.
Lo que he de escribir es tomado de el DICCIONARIO ADVENTISTA, páginas 940 a la 942.
PREDESTINACIÓN. Término que no aparece en la Biblia, pero su formna verbal, "predestinados" (gr. proorízo, "determinar de antemano") se halla en Ro. 8:29.30; 1 Co. 2:7 y Ef. 1:5,11. De acuerdo a Rom.
A partir de estos pasajes, algunos han supuesto erróneamente que Dios arbitrariamente predestinó, o "señaló de antemano" a personas individuales para salvarse y a otras para perderse, sin tomar en cuenta la elección que pudieran hacer ellas mismas, imponiendo así arbitrariamente los beneficios de la salvación a unos y negándoselos a otros. El contexto y la analogía de ls Escrituras demuestra en forma concluyente la falacia de ese razonamiento. Estas enseñan explícitamente que Dios "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Ti. 2:4), y que "no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2P. 3:9). Los escritores inspirados no afirman en parte alguna que Dios desea que alguien perezca. La idea de que designó arbitrariamente a algunos hombres para la salvación y a otros para la reprobación es una ficción de invención humana. Que ninguno está excluido de los beneficios de la salvación se hace evidente en Isaías 55:1 y Apoc 22:17. Todos los que tengan sed son invitados a tomar "del agua de la vida gratuitamente" Dios no se goza con "la muerte del impío", sino de "se vuelva el impío de su camino, y que viva" (Ezequiel 33:11). La naturaleza de la predestinación bíblica está presentada claramente en juan 3:16-21, donde se afirma que "amó Dios al mundo" y dio a su hijo como su Salvador, no que amó a ciertas personas y aborreció a otras. El v. 17 afirma específicamente que "no envió Dios a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él". De acuerdo con Juan 1:12 y 3.16, el factor decisivo en cada caso individual es la disposición de aceptar al único Hijo de Dios como su Salvador personal y cree en él. "Todo aquel que en él cree" puede tener la vida eterna (3.16). Dios no rehúsa el beneficio de la salvación a ninguno que sinceramente escoge el camino de la vida y está dispuesto a cumplir conlos requisitos que la hacen posible. La forma en que un apersona es condenada o reprobada está claramente expresada los vs 18-21, donde se afirma que el factor determinte es la respuesta individual a "la luz", es dcir, a Jesucristo como "laluz de los hombres" 1:4-9)... Sólo los que deliberadamente rechazan la verdad, claramente presentada ante ellos "no tienen excusa por su pecado" (Jn. 15:22).
Continuaré en eotro espacio.
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Luis G. Cajiga