Hch 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Ya Jesús había ascendido al cielo.
Se hallaban, como quien dice, vulnerables, entregados a la oración pidiendo la dirección del Señor, que en este momento ocupaba la diestra del mismo Trono de Dios Padre.
Pero allí contemplamos, igualmente en oración y ruego, a María y los hermanos de Jesús.
Es interesante notar como de la incredulidad de los hermanos de Jesús, ellos habían pasado a ser, también sus discípulos.
Jua 7:2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;
Jua 7:3 y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
Jua 7:4 Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.
Jua 7:5 Porque ni aun sus hermanos creían en él.
El Señor no estaba interesado en la vanagloria de este mundo.
Pero aquí en este pasaje de Hechos, se identificaban como sus discípulos, juntamente con María su mamá.
Ellos venían de verlo resucitado y ascendiendo a los cielos.
Los católicos romanistas niegan la existencia de los hermanos de Jesús, al hacerlo, están rechazando pasajes como éstos:
Jua 2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, Él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
Mat 13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
Ella, María, una madre sencilla, de Israel, la religión pagana del catolicismo romano, la convirtió, en la reina del cielo.
Tal adoración, no proviene de Dios.