Re: LA REGENERACION, ¿MI RESPONSABILIDAD O DEL ESPIRITU SANTO?
Dios te bendiga Earendil.
Bueno, lo primero es que le confieso que me ha sido difícil entenderle esta vez. Cuando creí que iba usted por un sitio de pronto le he visto por otro, y ha tirado usted tanto tiro al aire que, aún viéndole citarme, no sé si era comigo con quien hablaba.
Vamos por parte, lo segundo es que le he dicho, de primeras, que creo que no hay otra razón y agente de nuestra salvación que La Gracia. Si hubiese usted entendido esto desde el inicio, se hubiese ahorrado todo su largo intento de mostrarme algo tocante a nuestra salvación.
Cuando he querido yo explicarle ciertas diferencias con el protestantismo quería evitar que tocáramos innecesariamente ciertos temas que ya creo están resueltos, pero por lo visto he cometido un error porque ha terminado usted enredándose:
Le debo admitir que hay muchas cosas de las muchas “ramas” que usted comenta, que me son desconocidas. A mi sólo me interesa el Olivo, porque opino que si me anduviera por las “ramas”, tendría el peligro de ir a colgarme de una de las que pudiera ser cortada y arrojada al fuego.
Si conociera usted, aunque fuera por cultura-general, algo de esas ramas, creo que estaría más claro, tendría menos preguntas y de seguro se conduciría con más respeto y prudencia.
Es su opinión (y como usted hace con la de los demás, se la respeto), pero espero que no diga que la interpretación del NT de la "línea" que se autodenomina (o usted denomina) "ininterrumpida de cristianos desde Pedro y Pablo, que se inició con Jesús, hasta hoy 2004 "tiene algún “peso teológico” mayor por esa“lineaininterrumpida argumentación”, porque es evidente que no pueden “cerrar la boca” de aquellos mismos de los que aseguran ser la “línea ininterrumpida de cristianos que se inició en Jesús” (ni más ni menos) ni evitar que dejen de decir lo que dijo Jesús mismo, lo que dijeron los discípulos de Cristo tras su ascension o lo que dijeron los discípulos de Cristo que vivieron antes de su encarnación
En este sentido quiero aclararle dos cosas. Primero el catolicismo sí es una línea ininterrumpida de Cristianos desde Jesús hasta hoy 2004, y claramente me he identificado como católico osea que desconozco por qué su constante pregunta sobre que qué he querido decir con esto. El único grupo de cristianos que puede trazar una línea histórica ininterrumpida desde hoy, 2004, hasta Jesús es el catolicismo, que sea un grupo corrupto, equivocado, hereje o lo demás, se lo dejo a su opinión; creo que es indiscutible, para todo aquel con dos dedos de razón que hemos estado por aquí desde Pedro hasta Juan Pablo II. Lo segundo es que sí es cierto que desde Jesús hasta el día de hoy han habido tanto protestantes como católicos que creen que la salvación se pierde, lo que me preguntaba es si le haré caso al común denominador de cristianos o a un grupo minoritario de iluminados que a partir del siglo XVI empezaron a decir lo contrario, y que hoy todavía siguen siendo un grupo pequeño. Por lo demás le dije que no me interesa discutir este tema aquí, y la mayor parte de su aporte se refiere a eso. Cierro este tópico.
Creo que a Jesús le importa que estemos “enfermos” para “sanarnos” y que seamos “pecadores” para poder “salvarnos de nuestro pecado”. En ese sentido sí que le importa el “estado interior” del hombre. Claro que ahora que lo pienso... ¿que hombre “sano y salvo” existió, existe o existirá sin haber sido “Sanado y Salvado” previamente?
Bien, el protestantismo original opinaba que la justificación es forense, que eramos salvados por una imputación de justicia, que Dios nos declaraba justos (y por tanto salvos) aún cuando seguíamos siendo in-justos y estando sucios, rápidamente algunos reformadores corrigieron esta posición y declararon que hasta que Dios no nos limpiara no seríamos salvos, pero seguían viendo la justificación como forense y por eso añadieron a la justificación dos actos distintos que son la regeneración y la santificación. Hoy la amalgama de opiniones es extensa, pero el común denominador es que la justificación sigue siendo forense a lo que la teología católica se sigue oponiendo y dice que la santificación es parte del mismo acto de la justificación, por lo que si "declarados justos" pues "hechos justos". Espero haya entendido.
Pero me surgen nuevas dudas...¿que será eso de “responder a la excitación del Espíritu”?¿Eso implica Fé?¿El no responder a la “excitación del Espíritu” implica que el Espíritu ya no mora en nosotros y, por lo tanto, pasamos de vivos a muertos (de nuevo)?
Sí, responder a la excitación del Espíritu significa que el Espíritu nos ha capacitado para responderle, luego de habernos excitado para que lo hagamos, dándonos el don de la Fe, pero a este don, que puede ser rechazado, se le añade la libre voluntad del hombre, sin la cual no hay salvación. Y esto lo hace el Espíritu sin habitarnos todavía, sólo después de haber aceptado el don de la Fe él mora en nosotros. Cuando el Espíritu no habita en el hombre todavía, aún así le excita desde fuera. Siempre lo hará, sin importar cuantas veces le digamos que no a su impulso.
¿Como, o por quién es Justificado el hombre?¿Cómo "entra en corrupción el alma"?¿"Entró en corrupción el alma" de Saúl?¿Dejó Saúl de estar Ungido por ello?
El hombre es justificado
por la gracia
a través de la Fe. Y esta gracia es la que logró Cristo en la cruz y es la que nos aplica el Espíritu cuando creemos, movidos por su impulso, en Cristo. La Fe no salva (justifica) a nadie, quien salva es Dios (Padre-Hijo-Espíritu) a través de la Fe. Cuando el hombre decide obrar el mal, su alma se corrompe, con la justificación Dios ha restituido el estado de gracia del alma, con el pecado deliberado el alma se corrompe nueva vez. No sólo Saúl, sino David, Salomón, Judas, Ananías, Diótrefes, usted, yo y cualquier otro que consintiendo deliberadamente el mal hemos optado por cometerlo.
Aquí ya empezamos a hablar de merinas, y si mezclamos churras con merinas, podemos llegar a la conclusión de la “teología católica” que nos cuenta usted (no sé si usted coincidirá con esa “línea”): “cuando el individuo se aparta de la vida de santidad [...] ha perdido la justificación”. Dudas ¿que es la “vida de santidad”?¿como se vive?¿porqué tipo de de-merito se pierde algo que NO SE HA GANADO UNO POR NINGÚN “MÉRITO”?
Con la justificación Dios no sólo nos perdonó los pecados viejos, pasados, sino que nos capacitó para vivir una vida apartada y muerta al pecado; si usted decide volverse a revolver entre el pecado pues necesita que su alma sea limpiada otra vez. Esto se lo había comentado antes, debería prestarme más atención. La vida de santidad no es un mérito suyo, Dios no le quitará algo que le dio graciosamente, usted perderá y echará a la basura algo que le dieron gratuitamente y cuando se decida a aceptarlo otra vez, pues volverá a recibirlo si quiere o se quedará sin él.
Siento que no le haya agradado (a mi no me agrada la idea suya de que cierta “rama” que usted denomina “lineaininterrumpidadecristianosdesdeJesús” sea la que ha dado en el clavo en tal cuestión), pero del que usted llama “comentario ironico”, no le “sugiere” una duda?: ¿tiene que ver algo satán en este asunto (el de “perder” la Salvación o regeneración)?
Ya llegado a este punto le aseguro que me molesta tener que andarle repitiendo las cosas y que usted parezca no haberse ni enterado de lo que le dije. El Diablo, aunque vencido, seguirá tratando de hacerle caer del estado al que Cristo, por su Espíritu le ha llevado, contra los salvados es su guerra, no para incomodarlos sino porque él sabe que puede tentarle y que usted libremente y con pleno consentimiento puede optar por dejarse caer en la seducción y si lo hace, perderá el estado al que Cristo le llevó.
A riesgo de volver a ser irónico, me surge una nueva duda: ¿de la misma forma que un espíritu maligno abandona el alma de un “exhorcisado”?¿Nuestro espíritu vivificado es el que se "marcha" o el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es la garantía de nuestra salvación, la gracia que Él ha puesto en nuestra alma es el distintivo de los salvos. Si el Espíritu Santo, Dios, el Paráclito, levanta morada de nuestra alma, pues ya no hay sello de salvación. Su espíritu le dejará cuando usted muera. El Espíritu, Dios-Espíritu, le dejará cada vez que usted deliberadamente opte por entregarse al pecado.
Eso está muy bien dicho....pero vuelven a surgir dudas (no es que yo sea un “pertinaz dubitativo”, pero lo que lo que usted dice me hace plantarme dudas continuas, lo cual no quiere decir que dichas dudas sean “malas”): ¿Quién es el “Santo de los Santos”? ¿cuando el Santo murió en la cruz, qué se rasgó de arriba a abajo? ¿Cuando creemos en el Santo no realiza algo parecido en nosotros?, creo que Pablo nos dio pistas:
Quizá aquí también estriba la razón de sus dudas y des-aciertos, parece que aún siendo un hombre de fe le falta enterarse de mucho. El Lugar Santísimo (1 Reyes 6, 16), también es llamado Santo de los Santos, y fíjese que la alusión que estoy haciendo es con lo perfecto y puro que habita en el Santísimo, a lo cual no tiene acceso lo imperfecto e impuro.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.