Re: LA LEY Y LA GRACIA
O
Los mandamientos enseñados por Moisés no han sido "aclarados" por Jesús como si al pueblo judío le hubiesen entregado algo confuso o difícil de entender.
Leemos:
Deuteronomio 30:14: Porque MUY CERCA DE TI está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Romanos 10
1. Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
2. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
3. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
4. porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
5. Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.
6. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);
7. o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
8. Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
9. que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Hebreos 4
1. Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
2. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
30. ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe;
31. mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó.
32. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,
33. como está escrito:
He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
El caso suyo de regresar a la ley, estando ya presente Cristo, estando ya presente el fin de la ley, como está escrito:
Romanos 10:4: porque EL FIN DE LA LEY es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
....es un caso de apostasía retrógrada, pues nada perfeccionó la ley.
En Cristo gozamos de esperanzas celestiales ya que la ley ha sido dada para el hombre terrenal, sin Espíritu Santo, y su herencia es la tierra y no el cielo, leemos:
1. Salmos 37:9: Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos HEREDARÁN LA TIERRA.
2. Salmos 37:11: Pero los mansos HEREDARÁN LA TIERRA,
Y se recrearán con abundancia de paz.
3. Salmos 37:22: Porque los benditos de él HEREDARÁN LA TIERRA;
Y los malditos de él serán destruidos.
4. Salmos 37:29: Los justos HEREDARÁN LA TIERRA,
Y vivirán para siempre sobre ella.
5. Isaías 60:21: Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre HEREDARÁN LA TIERRA; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.
O
Los mandamientos enseñados por Moisés no han sido "aclarados" por Jesús como si al pueblo judío le hubiesen entregado algo confuso o difícil de entender.
Leemos:
Deuteronomio 30:14: Porque MUY CERCA DE TI está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Romanos 10
1. Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
2. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
3. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
4. porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
5. Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.
6. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);
7. o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
8. Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
9. que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Hebreos 4
1. Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
2. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
30. ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe;
31. mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó.
32. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,
33. como está escrito:
He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
El caso suyo de regresar a la ley, estando ya presente Cristo, estando ya presente el fin de la ley, como está escrito:
Romanos 10:4: porque EL FIN DE LA LEY es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
....es un caso de apostasía retrógrada, pues nada perfeccionó la ley.
En Cristo gozamos de esperanzas celestiales ya que la ley ha sido dada para el hombre terrenal, sin Espíritu Santo, y su herencia es la tierra y no el cielo, leemos:
1. Salmos 37:9: Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos HEREDARÁN LA TIERRA.
2. Salmos 37:11: Pero los mansos HEREDARÁN LA TIERRA,
Y se recrearán con abundancia de paz.
3. Salmos 37:22: Porque los benditos de él HEREDARÁN LA TIERRA;
Y los malditos de él serán destruidos.
4. Salmos 37:29: Los justos HEREDARÁN LA TIERRA,
Y vivirán para siempre sobre ella.
5. Isaías 60:21: Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre HEREDARÁN LA TIERRA; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.
