Re: LA LEY Y LA GRACIA
¿Unión indisoluble entre Israel/Judá y Jesús?
¿Y las Escrituras para que te creamos dónde están?
Hasta ahora la única unión indisoluble la contemplo aquí:
Eph 5:29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Eph 5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Eph 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Eph 5:32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Ahora, afirmas que la única forma de reconciliar a su pueblo Israel y Judá era “atrayéndolos con cuerdas de amor”, expresión que el profeta usa para señalar el castigo por no convertirse al Señor que los rescató de Egipto, leemos:
Hos 11:4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Pero ellos no quisieron saber nada de su Libertador, de su ley, de sus santos preceptos, de su alimentación y prefirieron las costumbres y alimentos de las naciones paganas…por lo tanto el profeta señala su cautiverio, leemos:
Hos 11:5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.
Todo el tiempo el Señor estuvo extendiendo sus brazos a un pueblo rebelde y contradictor como lo puedes comprobar en Romanos 10:21.
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Pero el punto principal que deseo compartir en el amor del Señor Jesucristo es el siguiente y ojalá que el Señor de quién soy y a quién sirvo te dé entendimiento en esto:
La “ley” …en esencia…es un control ejercido por Dios mismo para regular, no solamente el movimiento y traslación de los astros mediante la palabra de su poder…sino también la vida y conducta del ser humano donde Dios formula y codifica sus justas demandas sobre el hombre.
Por tal motivo es tan importante distinguir entre la ley de Moisés para el hombre irredento y la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús…No son lo mismo y ocupan esferas completamente diferentes.
Adán fue creado bajo una ley…donde solo existía una sola prohibición…pero era ley de Dios al fin y al cabo…su obediencia o no a ese solo mandamiento fue determinante en el destino de la humanidad.
Aunque la ley para la nación de Israel no se instituyó sino 2500 años después, Adán estuvo vivo mientras aquel solo mandamiento fue respetado…y cuando ese mandamiento fue pisoteado, Adán murió espiritualmente hablando. Se quebró la comunión con Dios.
Como consecuencia de su caída, Adán y su descendencia quedaron sujetas a la tiranía terrible de “la ley del pecado y de la muerte” de la que Romanos 8: 2 habla.
El ejemplo más palpable lo tenemos en la anarquía contemplada en la era antediluviana la cual desató la ira de Dios en el diluvio donde solo nueve personas fueron salvas.
Luego contemplamos a Israel siendo libertado de la esclavitud de Egipto y reunido alrededor del volcán del Sinaí recibiendo la ley de Dios.
De ahí en adelante vemos un pueblo “bajo la ley” como la base o fundamento de su relación con el Creador.
La ley de Moisés solo demostró cuan profundamente ellos estaban dominados por la ley del pecado y de la muerte.
Estando ya presente Cristo luego de haber efectuado la Obra de la Redención aquí en la tierra.
Estando ya presente Cristo glorificado en el cielo como Cabeza de la Iglesia.
Estando ya presente Cristo después de haber dado el Espíritu Santo a los creyentes que no están bajo la ley de Moisés sino bajo la ley de Cristo.
Estando ya presente la Ley de Cristo…sus mandamientos, sus santos preceptos…que en Romanos recibe el nombre de “ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús”, leemos:
Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
¿Qué significan literal y espiritualmente estos pasajes?
¿Qué estamos sin ninguna ley?
No. De ninguna manera, sino legítimamente bajo la ley de Cristo, leemos:
1Co 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Y de esta manera podemos cumplir con todos los requisitos y exigencias de la ley de Dios basada en su Propia Justicia y no en la justicia de los hombres, leemos:
Rom 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Y cuando hablamos de la Justicia de Dios (2Cor.5:21) establecemos un contraste con la justicia de los hombres (Gál.3:12).
La Justicia de Dios tiene como fundamento la Fe en el Sacrificio de Cristo, leemos:
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
La Justicia de los hombres tiene como fundamento el esfuerzo humano y está relacionada con la ley dada en el monte de Sinai, leemos:
Gal 3:12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
Si estas Escrituras son cabalmente entendidas…no tenemos ningún problema en permanecer en Cristo, en Su Gracia, en su Ley, que es el Amor…
Natanael1
¿Unión indisoluble entre Israel/Judá y Jesús?
¿Y las Escrituras para que te creamos dónde están?
Hasta ahora la única unión indisoluble la contemplo aquí:
Eph 5:29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Eph 5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Eph 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Eph 5:32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Ahora, afirmas que la única forma de reconciliar a su pueblo Israel y Judá era “atrayéndolos con cuerdas de amor”, expresión que el profeta usa para señalar el castigo por no convertirse al Señor que los rescató de Egipto, leemos:
Hos 11:4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Pero ellos no quisieron saber nada de su Libertador, de su ley, de sus santos preceptos, de su alimentación y prefirieron las costumbres y alimentos de las naciones paganas…por lo tanto el profeta señala su cautiverio, leemos:
Hos 11:5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.
Todo el tiempo el Señor estuvo extendiendo sus brazos a un pueblo rebelde y contradictor como lo puedes comprobar en Romanos 10:21.
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Pero el punto principal que deseo compartir en el amor del Señor Jesucristo es el siguiente y ojalá que el Señor de quién soy y a quién sirvo te dé entendimiento en esto:
La “ley” …en esencia…es un control ejercido por Dios mismo para regular, no solamente el movimiento y traslación de los astros mediante la palabra de su poder…sino también la vida y conducta del ser humano donde Dios formula y codifica sus justas demandas sobre el hombre.
Por tal motivo es tan importante distinguir entre la ley de Moisés para el hombre irredento y la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús…No son lo mismo y ocupan esferas completamente diferentes.
Adán fue creado bajo una ley…donde solo existía una sola prohibición…pero era ley de Dios al fin y al cabo…su obediencia o no a ese solo mandamiento fue determinante en el destino de la humanidad.
Aunque la ley para la nación de Israel no se instituyó sino 2500 años después, Adán estuvo vivo mientras aquel solo mandamiento fue respetado…y cuando ese mandamiento fue pisoteado, Adán murió espiritualmente hablando. Se quebró la comunión con Dios.
Como consecuencia de su caída, Adán y su descendencia quedaron sujetas a la tiranía terrible de “la ley del pecado y de la muerte” de la que Romanos 8: 2 habla.
El ejemplo más palpable lo tenemos en la anarquía contemplada en la era antediluviana la cual desató la ira de Dios en el diluvio donde solo nueve personas fueron salvas.
Luego contemplamos a Israel siendo libertado de la esclavitud de Egipto y reunido alrededor del volcán del Sinaí recibiendo la ley de Dios.
De ahí en adelante vemos un pueblo “bajo la ley” como la base o fundamento de su relación con el Creador.
La ley de Moisés solo demostró cuan profundamente ellos estaban dominados por la ley del pecado y de la muerte.
Estando ya presente Cristo luego de haber efectuado la Obra de la Redención aquí en la tierra.
Estando ya presente Cristo glorificado en el cielo como Cabeza de la Iglesia.
Estando ya presente Cristo después de haber dado el Espíritu Santo a los creyentes que no están bajo la ley de Moisés sino bajo la ley de Cristo.
Estando ya presente la Ley de Cristo…sus mandamientos, sus santos preceptos…que en Romanos recibe el nombre de “ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús”, leemos:
Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
¿Qué significan literal y espiritualmente estos pasajes?
¿Qué estamos sin ninguna ley?
No. De ninguna manera, sino legítimamente bajo la ley de Cristo, leemos:
1Co 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Y de esta manera podemos cumplir con todos los requisitos y exigencias de la ley de Dios basada en su Propia Justicia y no en la justicia de los hombres, leemos:
Rom 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Y cuando hablamos de la Justicia de Dios (2Cor.5:21) establecemos un contraste con la justicia de los hombres (Gál.3:12).
La Justicia de Dios tiene como fundamento la Fe en el Sacrificio de Cristo, leemos:
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
La Justicia de los hombres tiene como fundamento el esfuerzo humano y está relacionada con la ley dada en el monte de Sinai, leemos:
Gal 3:12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
Si estas Escrituras son cabalmente entendidas…no tenemos ningún problema en permanecer en Cristo, en Su Gracia, en su Ley, que es el Amor…
Natanael1
