Re: La Ley no siempre y necesariamente es la de Moisés
Re: La Ley no siempre y necesariamente es la de Moisés
Pienso que una de las cosas que traen confusión en este tema es cuando no advertimos que las epístolas de Pablo van dirigidas generalmente a comunidades cristianas de raigambre judía, aunque estén en territorio gentil, caso de Romanos y Gálatas.
Los cristianos gentiles nada tenemos que ver con la Ley de Moisés, pues explícitamente se dice en el Pentateuco o Torá que tales leyes son dadas a los hijos de Israel, y no a los de Egipto, Asiria, Grecia, Roma, Aztecas o Incas.
La humanidad entera sin embargo no está sin ley aunque nunca hubiera sabido nada de Moisés (Ro 2:14,15).
Por otro lado, que los cristianos no estemos bajo la antigua Ley no nos hace antinomianos, pues estamos bajo la ley de Cristo (1Co 9:21; Gal 6:2); que es también la ley de la fe (Ro 3:27); la ley del Espíritu (Ro 8:2) y ley de la libertad (Stg 1:25; 2:12).
No andamos entonces bajo presiones de nadie para desvivirnos por ser escrupulosos de cumplir esto o aquello, sino que el mismo Cristo vive en mi y en ti, pues este es el descanso de la fe, creyendo que por gracia Dios cumplirá su propósito en nosotros, y creyendo somos libres por su Espíritu en nosotros.
Desde luego que el evangelio, por mandato de Cristo, debió iniciarse con los judíos, en Jerusalén, y de ahí extenderse al mundo entero; no hay clases de evangelio, hay uno. Hay leyes que señalan el pecado como cita Santiago y la llama real, de la libertad y se está refiriendo al decálogo. Hablas de la ley del Espíritu pero omites que fue precisamente el Espíritu Santo el que dio el decálogo, no lo dio Moisés.
Si Cristo vive en ti, de él se escribió Sal 40:8
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
¿Es esta la ley de Cristo a la que te refieres?
La ley de Moisés tenía que ver más con las sombras de la forma en que Cristo solucionaría el pecado; también leyes civiles para un pueblo teocrático (ya no lo es); leyes ceremoniales....
La fe no anula el decálogo, todo lo contrario, conduce a su obediencia, pues no fue Moisés el que dijo "no tendrás otros dioses delante de mi" y fue precisamente por despreciar la ley de Dios (no la de Moisés) que Cristo murió por el pueblo de Israel.
Desde luego que los incas, adoradores del sol, nada tenían que ver con el Dios creador, pero una vez convertidos no creo digan nada tenemos que ver con Dios, con los judíos o con Pablo.
Dios no hace acepción de personas y tocante a lo moral no da mandamientos para unos y para otros, por eso dice Pablo "que todos han pecado", por eso todos mueren, por lo tanto estos pecados deben ser los mismos antes y ahora y debe haber una ley para todos, porque todos han pecado.
Del propósito de Dios para el hombre tampoco hace acepción de personas, leemos aunque te hagas el desentendido:
Deu 4:6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia
ante los ojos de los pueblos, los cuales
oirán todos estos estatutos, y dirán:
Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.Deu 4:7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
Deu 4:8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
No estás presionado a guardarlos y la ley es más antigua de lo que piensas, pues Caín fue recriminado por asesino. No es que en el Sinaí se dijo por primera ves "No matarás". Puedes hacer como Caín, pues no estás obligado como él a "ser escrupulosos de cumplir esto o aquello".