Había una vez un hombre que deseaba tener todo en esta vida y eso parecía lo más importante para él. Con el fin de ver cumplidos sus deseos , contrajo una gran deuda.
Se le habia advertido que no contrajera una deuda de semejante magnitud, y acerca de su acreedor, especialmente. Pero era muy importante para él hacer y tener todo lo que deseaba en ese momento, además estaba seguro de que podria pagar después.
por lo tanto firmó un contrato donde se especificaba el plazo que tendría para pagar, pero no se preocupó mucho por ello, pues esa fecha parecia muy distante. Ahora tenía lo que deseaba y eso parecía ser lo más importante.
Tenía al acreedor siempre en su pensamiento, e hizo varios pagos parciales, pensando que de alguna manera el día de saldar la cuenta total no llegaría.
Pero el día señalado llegó, el contrato venció y la deuda no estaba completamente saldada. Fue así que su acreedor se presentó y le exigió el saldo total de la deuda.
Sólo entonces se dió cuenta de que su acreedor no solamente tenía el poder para quedarse con todo lo que le pertenecía sino que también podia enviarlo a la cárcel.
-No puedo pagarle, de verdad que ahora no tengo para pagarle-le confesó.
-Entonces dijo el acreedor, nos valdremos del contrato para quedarnos con todas sus pertenencias y usted irá a la cárcel. Usted estuvo de acuerdo, fué su decisión, firmó el contrato y ahora es cuando debe cumplirse.
-¿ No puede olvidar la deuda o cuando menos darme más plazo para pagarla?. Busque la manera en la que yo pueda quedarme con lo que tengo y no tenga que ir a ala cárcel. ¿ Usted cree en LA MISERICORDIA ¿verdad?¿por qué entonces no la demuestra?
EL acreedor respondió - LA MISERICORDIA es unilateral y en este caso el único beneficiado sería usted. Si me muestro misericordioso, me quedaré sin lo que me debe. Lo que yo demando es JUSTICIA. ¿ Cree usted en la JUSTICIA?
- Creía en ella cuando firmé el contrato y estaba entonces a mi favor, porque yo pensé que me protegería. En ese entonces yo NO NECESITABA LA MISERICORDIA, ni pensaba que yo algún día LA NECESITARIA. Yo pensé que la JUSTICIA nos serviría a los dos por igual.
-Es JUSTO que le exija que pague lo que estipula el contrato o que sufra el castigo- replicó el acreedor- esa es LA LEY. LA MISERICORDIA NO LE PUEDE ROBAR A LA JUSTICIA.
- Si no olvida la deuda, NO HABRÁ MISERICORDIA,- decía el deudor.
- Si olvido la deuda no habrá JUSTICIA- repondió el acreedor.
Daba la impresión de que no se podían satisfacer ambas leyes. ERAN DOS PRINCIPIOS ETERNOS QUE PARECIAN CONTRADECIRSE. ¿ NO EXISTIA LA MENERA EN QUE TANTO LA MISERICORDIA COMO LA JUSTICIA FUERAN SATISFECHAS PLENAMENTE?
Hay una forma, la ley de la JUSTICIA Y LA MISERICORDIA pueden satisfacerse en su plenitud, pero se necesita una tercera persona. Y eso es lo que sucedió en esa ocasión.
El deudor tenía un amigo y vino ayudarlo porque lo queria mucho. Se paró entonces entre los dos, enfrentó al acreedor e hizo la siguente oferta:
-Yo estoy dispuesto a pagar la deuda si usted libra al deudor de su contrato para que pueda quedarse con lo que posee y no vaya a la cárcel. y agregó: - Usted DEMANDA JUSTICIA Y ÉL NO PUEDE PAGARLE, ASÍ QUE LO HARÉ YO.
El acreedor estuvo entonces de acuerdo.
El mediador se dió vuelta y le dijo al deudor:
- Si pago la deuda ¿ ME ACEPTARIAS COMO TU ACREEDOR?
- Entonces - agregó el benefactor- ME PAGARÁS A MI LA DEUDA Y YO ESTABLECERÉ LOS TÉRMINOS. NO SERÁ FÁCIL, PERO TAMPOCO IMPOSIBLE.
De esa forma , se le pagó al acreedor la deuda en su totalidad. Él habia encarado el asunto CON JUSTICIA y el contrato no se había quebrantado. Pero al mismo tiempo , se había puesto en práctica LA MISERICORDIA. AMBAS LEYES SE HABIAN CUMPLIDO SATISFACTORIAMENTE.
GRACIAS A QUE HABIA HABIDO UN MEDIADOR, TANTO LA JUSTICIA COMO LA MISERICORDIA HABÍAN SIDO SATISFECHAS.
Nuestros pecados son nuestras deudas espirituales. sin jesucristo, nuestro salvador y mediador, pagaríamos por nuestros pecados , estando lejos para siempre de la presencia de Dios y fuera de su reino celestial. Sin embargo, gracias a Él, si GUARDAMOS LOS TERMINOS QUE NOS HA IMPUESTO, EL DE ARREPENTIRNOS Y OBEDECER SUS MANDAMIENTOS, VIVIREMOS CON NUESTRO PADRE CELESTIAL.
Se necesita de la Fe y obras para ser salvos en el reino celestial.
Se le habia advertido que no contrajera una deuda de semejante magnitud, y acerca de su acreedor, especialmente. Pero era muy importante para él hacer y tener todo lo que deseaba en ese momento, además estaba seguro de que podria pagar después.
por lo tanto firmó un contrato donde se especificaba el plazo que tendría para pagar, pero no se preocupó mucho por ello, pues esa fecha parecia muy distante. Ahora tenía lo que deseaba y eso parecía ser lo más importante.
Tenía al acreedor siempre en su pensamiento, e hizo varios pagos parciales, pensando que de alguna manera el día de saldar la cuenta total no llegaría.
Pero el día señalado llegó, el contrato venció y la deuda no estaba completamente saldada. Fue así que su acreedor se presentó y le exigió el saldo total de la deuda.
Sólo entonces se dió cuenta de que su acreedor no solamente tenía el poder para quedarse con todo lo que le pertenecía sino que también podia enviarlo a la cárcel.
-No puedo pagarle, de verdad que ahora no tengo para pagarle-le confesó.
-Entonces dijo el acreedor, nos valdremos del contrato para quedarnos con todas sus pertenencias y usted irá a la cárcel. Usted estuvo de acuerdo, fué su decisión, firmó el contrato y ahora es cuando debe cumplirse.
-¿ No puede olvidar la deuda o cuando menos darme más plazo para pagarla?. Busque la manera en la que yo pueda quedarme con lo que tengo y no tenga que ir a ala cárcel. ¿ Usted cree en LA MISERICORDIA ¿verdad?¿por qué entonces no la demuestra?
EL acreedor respondió - LA MISERICORDIA es unilateral y en este caso el único beneficiado sería usted. Si me muestro misericordioso, me quedaré sin lo que me debe. Lo que yo demando es JUSTICIA. ¿ Cree usted en la JUSTICIA?
- Creía en ella cuando firmé el contrato y estaba entonces a mi favor, porque yo pensé que me protegería. En ese entonces yo NO NECESITABA LA MISERICORDIA, ni pensaba que yo algún día LA NECESITARIA. Yo pensé que la JUSTICIA nos serviría a los dos por igual.
-Es JUSTO que le exija que pague lo que estipula el contrato o que sufra el castigo- replicó el acreedor- esa es LA LEY. LA MISERICORDIA NO LE PUEDE ROBAR A LA JUSTICIA.
- Si no olvida la deuda, NO HABRÁ MISERICORDIA,- decía el deudor.
- Si olvido la deuda no habrá JUSTICIA- repondió el acreedor.
Daba la impresión de que no se podían satisfacer ambas leyes. ERAN DOS PRINCIPIOS ETERNOS QUE PARECIAN CONTRADECIRSE. ¿ NO EXISTIA LA MENERA EN QUE TANTO LA MISERICORDIA COMO LA JUSTICIA FUERAN SATISFECHAS PLENAMENTE?
Hay una forma, la ley de la JUSTICIA Y LA MISERICORDIA pueden satisfacerse en su plenitud, pero se necesita una tercera persona. Y eso es lo que sucedió en esa ocasión.
El deudor tenía un amigo y vino ayudarlo porque lo queria mucho. Se paró entonces entre los dos, enfrentó al acreedor e hizo la siguente oferta:
-Yo estoy dispuesto a pagar la deuda si usted libra al deudor de su contrato para que pueda quedarse con lo que posee y no vaya a la cárcel. y agregó: - Usted DEMANDA JUSTICIA Y ÉL NO PUEDE PAGARLE, ASÍ QUE LO HARÉ YO.
El acreedor estuvo entonces de acuerdo.
El mediador se dió vuelta y le dijo al deudor:
- Si pago la deuda ¿ ME ACEPTARIAS COMO TU ACREEDOR?
- Entonces - agregó el benefactor- ME PAGARÁS A MI LA DEUDA Y YO ESTABLECERÉ LOS TÉRMINOS. NO SERÁ FÁCIL, PERO TAMPOCO IMPOSIBLE.
De esa forma , se le pagó al acreedor la deuda en su totalidad. Él habia encarado el asunto CON JUSTICIA y el contrato no se había quebrantado. Pero al mismo tiempo , se había puesto en práctica LA MISERICORDIA. AMBAS LEYES SE HABIAN CUMPLIDO SATISFACTORIAMENTE.
GRACIAS A QUE HABIA HABIDO UN MEDIADOR, TANTO LA JUSTICIA COMO LA MISERICORDIA HABÍAN SIDO SATISFECHAS.
Nuestros pecados son nuestras deudas espirituales. sin jesucristo, nuestro salvador y mediador, pagaríamos por nuestros pecados , estando lejos para siempre de la presencia de Dios y fuera de su reino celestial. Sin embargo, gracias a Él, si GUARDAMOS LOS TERMINOS QUE NOS HA IMPUESTO, EL DE ARREPENTIRNOS Y OBEDECER SUS MANDAMIENTOS, VIVIREMOS CON NUESTRO PADRE CELESTIAL.
Se necesita de la Fe y obras para ser salvos en el reino celestial.