Anibal
Antes escribí:
Yerra usted, porque la "inteligencia" que usted define o asocia, que además es la única que conoce, permanece sujeta al tiempo, es decir, comienza por el nacimiento, el crecimiento o acumulación y posteriormente se pierde cuando en la interfase materia inteligente - energía, es decir en la muerte del sujeto inteligente, la inteligencia asociada a la materia se pierde indefectiblemente y solo permanecen, en algunos casos, las pocas obras inteligentes de la materia inteligente, las cuales son pruebas del resultado de procesos "supuestamente inteligentes", pero en ningún caso demuestran inteligencia, porque nada que se diga inteligente es incapaz de permanecer en su esencia, es decir, inteligente. Salvo, claro está, que usted encuentre que es "inteligente", nacer, acumular y ser incapaz de retener su naturaleza.
Respondió Usted:
Muy bueno su trabalenguas, Rogelio. Lamento decirle que la inteligencia que conozco es la única que conoce usted.
Respondo ahora:
Se detuvo usted en lo simple y supone lo que yo pudiera conocer. No especule y responda lo que le es contingente.
Dice usted:
Así es como se ha construído Dios, con retazos de propiedades eminentemente humanas elevadas al plano metafísico: entendimiento, voluntad, consciencia, bondad, justicia, poder, etc. Lo malo es que tales categorías no son abstraíbles de la praxis puramente humana. Los conceptos ético/morales pierden su contenido real si se les absolutiza y sublima. Es el gran problema de la teodicea, la imposibilidad de conceptualizar el bien y la justicia absolutas, porque ambas categorías, para ser comprehensibles, necesitan de sus cualidades opuestas. Un ser infinitamente bueno sería un ser infinitamente inhumano y, por tanto, infinitamente monstruoso.
Respondo:
Nuevamente usted se sale del contexto de lo escrito y se va por el discurso ateista fácil, no yerre Aníbal, porque hasta el momento yo no he mencionado a Dios, ni mi posición como creyente, y solo he tomado sus palabras dejando de manifiesto que lo que usted considera como "inteligencia" es incapaz de sostenerse por si misma, es decir, no puede decirse inteligente a nada que no sea capaz de retener su esencia, no saber hacia donde va, ni de fijar "inteligentemente " su destino.
Dice usted:
Por otro lado, me gustaría aclararle que la inteligencia humana no se pierde con la muerte del sujeto: todas las inteligencias se integran en un meta-nivel, el de la cultura como tal, que es la que imprime el desarrollo y manifestación de las distintas culturas individuales.
Respondo ahora:
Que bueno que entendió el trabalenguas, pero su respuesta no aclara nada, ya he mencionado, en el primer párrafo, que las obras de lo que usted llama "inteligencias" y que normalmente es destruido por otros "inteligentes", no demuestran inteligencia en el rigor del concepto, sino solamente "una conciencia ciega", que no sabe hacia donde va, y que por tanto esta inhabilitada para regir su propio destino.
Escribí antes:
Evidentemente usted en su errónea premisa llega hasta, "el procesamiento consecutivo", pero omite, pareciera que deliberadamente, el hecho de que lo que usted llama "inteligencia" es absolutamente incapaz de permanecer y mostrar como tal su supuesta naturaleza, es decir, que efectivamente es de naturaleza inteligente en todo el rigor del término.
Respondió Usted:
Nuevamente confunde los términos y los conceptos. La inteligencia, tanto en sentido amplio como en sentido estricto, es la capacidad de almacenar y procesar información. Las instituciones culturales humanas son procesadores de información, al igual que nuestros cerebros individuales. Los sistemas de almacenamiento de memoria han variado a lo largo de los tiempos, desde la tradición oral a la aparición de la escritura y, finalmente, con el desarrollo de la cibernética.
Respondo ahora:
La confusión es suya mi estimado Aníbal, usted llama "inteligencia" a los procesos más o menos complejos que realiza la "conciencia ciega" y que pueden resultar en contribución a la cultura, pero que en la mayoría de los casos son otros "inteligentes" los que dan cuenta de ella. En el mejor de los casos este "resultado cultural de la supuesta inteligencia", ha de ser preservado con violencia de la depredación de las "inteligencias de moda", que patética e irrisoriamente también se consideran a sí mismas "inteligentes".
Además, el querer llamar "inteligente" a una "conciencia ciega", que no ha pedido existir de manera consciente y por tanto "inteligente", que entre otras cosas por ejemplo, es absolutamente incapaz de evitar la locura, la decrepitud senil y su propia muerte, es su deseo y en asuntos de gustos, mi estimado Aníbal, dice el refrán "no hay nada escrito".
Escribí antes:
Además, especula usted al usar el término "nada", salvo que usted pueda probarnos, libre de toda duda científica, la existencia de la "nada". Porque si usted habla de procesos supuestamente inteligentes, la inteligencia y la honradez científica mínima está en demostrar, a satisfacción, que sus premisas surgen y se basan en términos probados y no especulaciones.
Respondió usted:
Que yo sepa, el concepto "Creatio Ex Nihilo" no ha sido acuñado por la ciencia sino por los filósofos cristianos, aún en contra de la dicción literal bíblica, conforme a la cual Dios es una razón inmanente al mundo. El Dios transcendente fue creado mas tarde por lá filosofía tomista, un plagio de la filosofía de aristóteles.
Respondo ahora:
Respecto de la "inteligente incredulidad" tomista, es asunto que usted debe enfrentar con los romanos que le creen y exaltan al filósofo de Aquino, porque yo no consiento la mala y perversa mezcla entre La Revelación Bíblica Judía y la filosofía griega, que se ha difundido por el mundo como una peste, precisamente por los que consideran a la "cultura" como bien preciado de la "supuesta inteligencia humana".
¡¡Que buen ejemplo a puesto usted de los "resultados culturales" de la "inteligencia"¡¡
Escribí antes:
Aníbal, demuéstrele a este foro la existencia real de lo que usted llama "nada" y corrija lo que entiende por "inteligencia", luego, me comprometo a que avancemos revisando sus afirmaciones, que hasta ahora se basan solamente en un error básico y una especulación sobre algo que usted supone.
Respondió usted:
Como le decía un poco mas arriba, la "Nada" nada tiene que ver conmigo. Son, por otro lado, vuestros propios presupuestos teo-filosóficos, lo que he sometido a discusión. Por "Nada" se entiende el No-Ser, es decir, se trata de una determinación absoluta meramente negativa que carece, como no puede ser de otra manera, de contenido positivo. En términos reales, se puede hablar de polos antitéticos de una misma relación, de la carga positiva y negativa de la electricidad, de la materia y de la anti-materia, lo cual en ningún modo implica que el polo negativo de una batería de automóvil sea la nada y el polo positivo el ser.
Respondo ahora:
Aníbal, no se haga el astuto y comience con evasivas, yo no le he planteado ningún argumento teológico, y solo le he preguntado en base a sus propias palabras.
Le refresco la memoria: estas son sus afirmaciones:
"De la Nada, de la inexistencia de entes reales no puede deducirse inteligencia alguna."
"De la Nada no puede surgir nada, ni Dios ni la inteligencia divina"
"Si la información que suministran los distintos elementos que constituyen el Universo no se puede hablar de inteligencia creadora ni de ningún tipo. Es imposible, por tanto, que ser alguno pre-existente entre la nada pueda ser inteligente al no haber información ni datos que asociar ni procesar"
¿Se hará cargo de la inteligencia de sus afirmaciones o quiere que las olvidemos y se las atribuyamos a otro?
Un cordial saludo
En Cristo
Rogelio