LA INIMAGINABLE MAGNITUD DE DIOS

16 Junio 2001
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Imaginemos que estamos en el campo, de paseo, y comprobamos que una hormiga minúscula se ha subido a nuestro zapato sin darnos cuenta. Cogemos la hormiga cuidadosamente con un dedo y la aproximamos a la cara para verla mejor. Distinguimos sus patitas, las antenas que se mueven en todas direcciones, su cabeza minúscula... y nos divertimos volteando el dedo arriba y abajo para impedir que se nos escape. Me temo que me quedo corto, pero de comparar a un hombre con Dios, pienso que la hormiga sería un buen ejemplo. No es sólo cuestión de dimensiones. La magnitud infinita de Dios es posible percibirla en la inimaginable extensión del universo por Él creado. También resulta inimaginable Su inteligencia. Supongamos que la inteligencia pudiese medirse en relación directa al tamaño del cerebro. Esto no es exactamente cierto, pero como ejemplo es válido. Si reducimos el cerebro humano al tamaño de la cabeza de una hormiga, y consideramos que Dios tiene el cerebro de un hombre, ¿podemos siquiera imaginar la distancia que nos separa de nuestro Creador? La cabecita minuscula de una hormiga comparada con una cabeza humana... Puede servirnos esta comparación como referencia para medir las inteligencias de ambos. Podría una hormiga comprender siquiera un pensamiento de un hombre? Podrían los cerebros de seis mil millones de hormigas -la población humana actual- comprender una sóla idea racional? La inteligencia de Dios es simplemente insondable. Actualmente existen buscadores de internet que son capaces de ofrecernos una selección de millones de páginas en fracciones de segundo. Escribimos una palabra, y al momento, un superordenador situado a decenas de miles de quilómetros busca entre los más de mil millones de páginas que tiene almacenadas en su memoria y nos ofrece una lista completa de todas las páginas en las que figura la palabra en cuestión. Esto supone sin duda un avance asombroso y nos da una idea de lo que es capaz de hacer una mente tan limitada como la de nuestro hombre-hormiga. Cuando una máquina fabricada por el hombre es capaz de tratar en fracciones de segundo toda la información contenida en mil millones de páginas de internet, podemos siquiera imaginar lo que podría hacer el Creador del hombre? Nuestra minúscula hormiguita campestre vive en un escueto refugio bajo tierra, apenas unos pocos centímetros por debajo de la superficie. El hombre necesita algo más de espacio, unas decenas de metros cuadrados de vivienda. La vivienda de Dios tiene una extensión mínima de quince mil millones de años-luz -el tamaño del universo conocido. Jesús lo afirma en la Biblia: LA CASA DE MI PADRE TIENE MUCHAS HABITACIONES. Una casa normal tiene cuatro o cinco habitáculos. En muchos casos, aún menos. Para hacernos una idea de la magnitud de Dios por las dimensiones de Su vivienda, debemos utilizar una calculadora potente. Imaginemos. Se estima que el universo supera ampliamente los mil millones de galaxias. Cada galaxia tiene una media de cien mil millones de estrellas. A su vez, cada estrella podría tener una media de diez planetas... Ciertamente, la Casa del Creador dispone de muchas habitaciones. Y con comparaciones similares podríamos extendernos indefinidamente. Bueno sería al hombre tratar de imaginar la Magnitud divina para percibir la necesidad de seguir las enseñanzas bíblicas sobre la humildad. El hombre es una creación Divina, y pretender suplantar a Dios es una soberbia tan patética como podría serlo que una hormiga pretenda igualarse a un hombre.

pax

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Hola apostolvs:

solo quiero añadir que en tu paralelo hay una diferencia sustancial, a la que te referías indirectamente al escribir:

Me temo que me quedo corto, pero de comparar a un hombre con Dios, pienso que la hormiga sería un buen ejemplo. No es sólo cuestión de dimensiones. La magnitud infinita de Dios es posible percibirla en la inimaginable extensión del universo por Él creado.

Un autor, creo que era Jorge Himitian, uso una comparación similar y dijo que esa comparación era insuficiente para comprender quien era Dios, pues mientras cualquiera de nosotros junto a esa hormiga éramos dos criaturas (es decir seres creados), cualquiera de nosotros (incluída la hormiga) junto a Dios, habríamos de ser una criatura y un creador .

Como está escrito:

"...Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?"

II Crónicas 6:18


Que Dios te bendiga.

Tu hermano, Alfonso
 
Inimaginable . Claro que lo es , pero el hombre tiene que degradarle para poder acercársele , e imaginarle , o pasaría desapercibido a nuestos sentidos , tal y como ocurre a la hormiga con nosotros . Ella no puede conocer nuestra existencia . Su consciencia es muy limitada

Ninguna criatura finita y relativa como es el hombre , puede entender plenamente lo que significa ser eterno , pues lo eterno será necesariamente increado ,

El hombre ni siquiera puede entender el universo : Mucho menos podra hacerlo con el que lo creó .

En fin : Pablo dice , y para mayor desconcierto de la mayoría :

Acts:17:27: Para que buscasen á Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros:
Acts:17:28: Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también.

Y que poca atencion se le presta a este tremendo informe
 
El es la imagen del Dios invisible (Col 1:15)


El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Juan 14:9)
 
Originalmente enviado por: Maripaz
El es la imagen del Dios invisible (Col 1:15)


El que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Juan 14:9)

He ahí algo , aún mas enigmático que lo anterior .

La mente tiene tiene que darse por vencida , puesto que la imagen depende directamente de la percepción , y de la forma de relacionar entre si lo ya aprendido . No hay dos que perciban lo mismo jamás .

¿ Entonces ?

He ahí algo por lo que habrá que esperar mejores tiempos para comprender del todo .

Por lo pronto , Dios estimó a bién encarnar , para hacerse mas comprensible a nuestras mentes y corazones . Esa muy bién puede ser una de las razones que le impulsó a hacerlo , como parte del plan de salvación