La imitación de Cristo

30 Marzo 2000
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La imitación de Cristo.

No sé quién escribió sobre “la imitación de Cristo”. No sé lo que decía tampoco. Pero quiero hablar del termino “imitación”. Tal vez el autor venía a explicar las palabras de Jesús “déjalo todo y sígueme” ¿Este sígueme quiere decir que simplemente le imitemos? ¿O es algo más profundo?

Si yo imito algo o a alguien me estoy quedando en la cascara. Si yo imito a un cantante, sólo hago algo que se parece a como lo hace él, pero que no es él. Imito su tono de voz, su cadencia, su ritmo, su timbre, su tono, sus movimientos y su imagen. Pero nunca seré él, sólo una imitación burda. Es decir, me someto a una forma de ser y de actuar, pero que no son yo. Es como si me pusiese un vestido sobre mi forma de ser y de cantar, pero que no cambia mis verdaderas inclinaciones.

Si yo imito a Cristo, puedo ser como Él. Puedo dejar familia, casa, trabajo. Puedo dedicarme a los pobres, a los hermanos, a la curación del cuerpo de los hermanos. Puedo integrarme en una gran organización para rezar y morir por sus ideas. ¿Pero esto es lo que quería decir Jesús? No, esto será siempre una burda imitación. Puede ser un principio de algo mayor, pero no es el fin, sólo un principio. A esto no se refería Jesús cuando decía “déjalo todo y sígueme”.

Este “sígueme” indica que no actúe como Él, sino que sea como Él. Que sea Él. Que haga lo mismo que Él. Implica un conocimiento profundo de lo que se cuenta en el Evangelio. Implica que yo también puedo hacerlo. Implica mi deseo de hacerlo. ¿He de dejar familia, casa, trabajo y demás? No es necesario. Lo que es necesario es que deje de ser yo mismo, para querer ser Él. Entonces se entiende el resto de la frase “déjalo todo”. Este dejarlo todo es dejar lo que ahora soy, mi mentalidad, mi personalidad, mi forma de vivirme, de ser. ¿Dejarlo todo para qué? Para seguirle. Para ser como Él. Para ser Él.

[]Cedesin>
 
Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.Reconócelo en todos tus caminos,y él enderezará tus veredas.No seas sabio en tu propia opinión;
Teme al Señor, y apártate del mal.
(Proverbios 3:5-7)
 
Hola CEDESIN!

Te acuerdas de mi? Es agradable leer en la forma en que lo haces de todos tus comentarios o opiniones y... como ya te lo mencione anteriormente me haces recordar lo que antes era mas o menos asi.

Y tienes razon en decir en una portunidad en que si conocias a RIMUZ y su manera de ver la vida.
El se guia en su razonaminento... puro razonamiento. Lei uno de sus articulos sobre "reflecciones sobre dios y el alma" (asi escribe el con minusculas) confirmandoen lo que tu mencionas 100% razonamiento.

Ahora no quiero hostigarte si te repito que no te guies en tu propia intuicion...amigo CEDESIN ¿aceptas sugerencias?

hasta pronto

un amigo

infinito
 
Cedesín:

Dejar de ser tu mismo, para ser (o intentar ser como Cristo) es NACER DE NUEVO= dar un giro en tu vida de 180º; pero no podrás hacerlo nunca por tí mismo, es Dios, en concreto el Espíritu Santo quien te ha de ayudar en esa labor. Pero antes, has de vaciar tus pensamientos, tus conocimientos, tus filosofias, e "impregnarte" de la Palabra de Dios y de la voluntad de Dios para tu vida.Y sobre todo has de ceder el trono de tu "Yo" a Cristo, Él ha de reinar en tu vida.

Cristo hizo la voluntad de Dios, cumplió Su Palabra y frecuentemente estaba en oración; nosotros hemos de hacer como Él.


Con afecto.


Maripaz
 
Dios te bendiga Maripaz : Muy bello lo dojiste .
Dejar de ser tu mismo, para ser (o intentar ser como Cristo) es NACER DE NUEVO= dar un giro en tu vida de 180º; pero no podrás hacerlo nunca por tí mismo, es Dios, en concreto el Espíritu Santo quien te ha de ayudar en esa labor. Pero antes, has de vaciar tus pensamientos, tus conocimientos, tus filosofias, e "impregnarte" de la Palabra de Dios y de la voluntad de Dios para tu vida.Y sobre todo has de ceder el trono de tu "Yo" a Cristo, Él ha de reinar en tu vida.



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Elisa.
Apocalipsis 22:21
La gracia de nuestro Señor Jesus sea con todos
 
Querido Infinito:

Gracias por escribir. Si no me puedo guiar por la razón, pues la razón no llega hasta las esferas donde se produce el pensamiento espiritual ¿Dé qué me puedo guiar?

Si por otro lado, dices que tampoco de la intuición me puedo guiar ¿De qué me puedo guiar? ¿Puedes contestarme a esto?

Antes de que lo hagas, he de decir que conozco profundamente la composición mental del hombre por revelación. Conozco las tres fuentes de pensamiento de que el hombre dispone. El vientre, la cabeza y el corazón. Que el corazón, auténtico ser que mora en nosotros, no puede comunicarse con el consciente debido a la tiranía impuesta por el vientre (deseos, instintos, compulsiones), y de la cabeza (razón y lógica). Que el corazón sólo dispone de tres formas de comunicarse con nosotros, a saber: la intuición, los sueños y la emoción.

Si la intuición es lo más auténtico de nosotros, pero difícil de aceptar, porque no supone esfuerzo ni razonamiento alguno, porque parece que viene de fuera, cuando en realidad es lo más auténtico de uno mismo. Si el vientre y la razón ahogan toda expresión de esta naturaleza del corazón. Si tampoco sé interpretar los sueños. Si tampoco sé interpretar las emociones que a veces me embargan, cosa que ahora se ha dado en llamar “inteligencia emocional”. ¿Qué puedo hacer?

Si existe, además, otra intuición que proviene del vientre, que quiere engañarme y contrarrestar la auténtica expresión de Dios en nosotros, que proviene del corazón. ¿Yo sólo puedo discernir algo auténtico en mi? Pues es bien difícil. Sólo Dios mismo puede asentar y confirmar en uno lo auténtico de una intuición y lo falso de otra. Y es por revelación.

Un abrazo.

[]Cedesin>
 
Querido Maripaz, Elisia y Ezequiel:

“Dejar de ser tu mismo, para ser (o intentar ser como Cristo) es NACER DE NUEVO= dar un giro en tu vida de 180º; pero no podrás hacerlo nunca por ti mismo, es Dios, en concreto el Espíritu Santo quien te ha de ayudar en esa labor. Pero antes, has de vaciar tus pensamientos, tus conocimientos, tus filosofías, e "impregnarte" de la Palabra de Dios y de la voluntad de Dios para tu vida. Y sobre todo haz de ceder el trono de tu "Yo" a Cristo, Él ha de reinar en tu vida.”

Maripaz, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en esta expresión. Pero, ¿puedes ser más explícita? Yo soy muy terco y no me gusta dar nada por sabido sin llegar a la raíz del asunto. Ya te he explicado mi encuentro con el Espíritu Santo, la disolución del pecado en mi, mi cambio de criterios y conocimientos, “filosofías” como tu dices, mi apertura hacia el contenido de mi corazón, la lucha que a opuesto la razón y la lógica a todo esto. Esto quiere decir, ni más ni menos, que estoy en el camino. No he llegado todavía. Pero parece que tu ya has llegado. ¿Puedes aconsejarme algo? ¿Puedes ayudarme de veras? Si es así, hazlo, pues te quedaré muy agradecido.

Gracias también a Elisa y Ezequiel.

[]Cedesin>
 
Cedesín:

Lee la Palabra de Dios y pídele sabiduría y revelación a Dios; pero vaciate de ti mismo, pidele al Espíritu Santo que te guie a la verdad, yo oraré por tí también.

¿Has hecho alguna vez un curso bíblico por correspondencia?. ¿Te interesaría que te indicara alguna dirección?. Es otra opción.

Porque me imagino que visitar una iglesia evangélica y pedir opinión de un pastor, es demasiado drástico para tí. ¿No?

Estoy a tu servicio.

Si quieres escríbeme:

[email protected]

Maripaz
 
Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.(Mt 11:28,29)


DIOS LOS BENDIGA EN LA IMITACION DE SU HIJO
 
Querida Maripaz:

No es cambiando de religión como puedo renacer de nuevo. No es estudiando la Biblia y memorizando pasaje por pasaje, sino haciendo que el Evangelio se escriba en mi corazón. ¿Cómo se consigue eso? Entendiendo el Evangelio. Leyéndolo y dejando que su sentido oculto impregne el corazón. Dándole verdadero sentido.

Creo estar en el verdadero sentido del Evangelio. Creo estar en el verdadero camino, pues Dios mismo me lo ha revelado. Pero también sé que ese camino es difícil y muy comprometido. Que es doloroso e incierto. Porque en mi cuerpo actúan tres naturalezas: La corporal, la del pecado y la divina. Y en esa mezcla puede pasar cualquier cosa. Depende de la resistencia propia del propio pecado. Depende de la resistencia y del aguante al dolor y al sufrimiento del cuerpo. Y depende, y esta siempre se da, de la determinación de la divina. Por eso, el renacimiento depende de una serie de variables que, en el mejor de los casos, te lleva a ello durante esta vida.

Un abrazo.

[]Cedesin>
 
Cedesin, tu dices:

ese camino es difícil y muy comprometido


Y Maripaz te contesta: Has dicho la palabra clave: COMPROMISO.

El Señor desea tu corazón, para entrar a vivir en el; el necesita tu arrepentimiento y tu decisión de seguirle SOLO A EL.

Bien has dicho, que no se trata de cambiar de religión, pero si acudes a un pastor o a un creyente maduro, con el cual puedas conversar, te será de mucha ayuda. ¡¡¡ ojalá estuvieramos más cerca !!!.

De todas formas, sigue leyendo la Palabra de Dios, esperando encontrar en ella lo que el Señor quiera mostrarte; conmigo lo hizo y lo hace así cada día.

Sigo estando aquí para lo que necesites; pero recuerda: Dios está esperando que le abras la puerta, y el picaporte solo está de tu lado, y solo tu puedes abrirle; pero Él estará ahí, a tu puerta SIEMPRE, esperando.

Que Dios te de Su Luz. Estoy orando por tí.

Escríbeme, o dime tu dirección electronica y te puedo enviar cosas que te ayudarán; sientete con libertad.

Maripaz
 
Querida Maripaz:

Me parece que a mí me pasa lo que a un alpinista que es el primero que sube una montaña muy alta. No existen mapas ni procedimientos que expliquen como es la montaña a partir de una determinada altura, porque todos los demás alpinistas están en la falda de la montaña o en la base determinando cual es el sistema más adecuado para llegar a la cima, pero ninguno se arranca ha subir sin más hacia ella. Y no es que yo sea el primero, solo que el último que llego a la cima no dejó ningún registro de su llegada, ningún sistema o si lo dejó, era tan ambiguo que o no explicaba convenientemente los peligros que acechan al alpinista, o lo dijo de una forma tan sutil, solo para que el verdadero alpinista con ganas de subir a la cima lo entendiera.

Me dices que hable con algún pastor maduro. Parece que todo lo que me recomendáis vosotros ya lo he hecho yo y no sirvió para nada. Te cuento: Mi parroquia es un templo dedicado a la Sagrada Familia que lo regenta los Pasionistas. Pues ni corto ni perezoso me dirigí a mi párroco, católico claro, y le pregunté por el desarrollo de todo este proceso. Y él, humildemente, por lo que se lo agradezco, me dijo que el no sabía como se realizaba eso en realidad. Que él se limitaba a llamar, a predicar la palabra. Pero que había otro cura, que daba clases en la universidad, que si sabía de ello. Me dio el teléfono y lo llame. Concerté una reunión y le dije: “Quiero dar la vuelta a la tortilla”. Y él me respondió: ¿Sabes que puedes volverte loco? A lo que contesté que sí, que lo sabía. Nos quedamos mirando unos segundos y me despedí de él. Él me bendijo y no hubo más. ¿Crees que me dio algún consejo sobre la actitud que debía tener en estos momentos de muerte? ¿Crees que me aconsejó algo? No, se limitó a recordarme que podría volverme loco. Y yo, cuyo temor de caer en la locura más absoluta es patente, quedé sobrecogido y con ganas de dar media vuelta y dejarlo todo. ¿Esto es lo que debe hacer un pastor con una oveja perdida del rebaño de Dios? Sé que él poco puede hacer, pero asustarme no era lo más adecuado.

Así que ahora no le pregunto a nadie. Dejo que las situaciones y los sufrimientos transcurran y los soporto como Dios me da a entender. No hay nadie que pueda darte ni un poco de consuelo en este estado.

Un abrazo.

[]Cedesin>
 
Cedesín:

Raul tiene un mensaje para tí en el epígrafe "Una pequeña reflexíón".

Cuando te dije que fueras a un pastor, me refería a un pastor evangelico (que también te puede salir por donde te salió el católico, claro está); puedes encontrar grandes hombres de fe en las iglesias evangélicas, y como no, también en las católicas, que estén ejerciendo el pastorado como don de Dios y su preocupación son las almas, no su bolsillo o su estomago.

Creo que deberías intentarlo de nuevo, y no rendirte a la primera.


Maripaz