La imitación de Cristo.
No sé quién escribió sobre “la imitación de Cristo”. No sé lo que decía tampoco. Pero quiero hablar del termino “imitación”. Tal vez el autor venía a explicar las palabras de Jesús “déjalo todo y sígueme” ¿Este sígueme quiere decir que simplemente le imitemos? ¿O es algo más profundo?
Si yo imito algo o a alguien me estoy quedando en la cascara. Si yo imito a un cantante, sólo hago algo que se parece a como lo hace él, pero que no es él. Imito su tono de voz, su cadencia, su ritmo, su timbre, su tono, sus movimientos y su imagen. Pero nunca seré él, sólo una imitación burda. Es decir, me someto a una forma de ser y de actuar, pero que no son yo. Es como si me pusiese un vestido sobre mi forma de ser y de cantar, pero que no cambia mis verdaderas inclinaciones.
Si yo imito a Cristo, puedo ser como Él. Puedo dejar familia, casa, trabajo. Puedo dedicarme a los pobres, a los hermanos, a la curación del cuerpo de los hermanos. Puedo integrarme en una gran organización para rezar y morir por sus ideas. ¿Pero esto es lo que quería decir Jesús? No, esto será siempre una burda imitación. Puede ser un principio de algo mayor, pero no es el fin, sólo un principio. A esto no se refería Jesús cuando decía “déjalo todo y sígueme”.
Este “sígueme” indica que no actúe como Él, sino que sea como Él. Que sea Él. Que haga lo mismo que Él. Implica un conocimiento profundo de lo que se cuenta en el Evangelio. Implica que yo también puedo hacerlo. Implica mi deseo de hacerlo. ¿He de dejar familia, casa, trabajo y demás? No es necesario. Lo que es necesario es que deje de ser yo mismo, para querer ser Él. Entonces se entiende el resto de la frase “déjalo todo”. Este dejarlo todo es dejar lo que ahora soy, mi mentalidad, mi personalidad, mi forma de vivirme, de ser. ¿Dejarlo todo para qué? Para seguirle. Para ser como Él. Para ser Él.
[]Cedesin>
No sé quién escribió sobre “la imitación de Cristo”. No sé lo que decía tampoco. Pero quiero hablar del termino “imitación”. Tal vez el autor venía a explicar las palabras de Jesús “déjalo todo y sígueme” ¿Este sígueme quiere decir que simplemente le imitemos? ¿O es algo más profundo?
Si yo imito algo o a alguien me estoy quedando en la cascara. Si yo imito a un cantante, sólo hago algo que se parece a como lo hace él, pero que no es él. Imito su tono de voz, su cadencia, su ritmo, su timbre, su tono, sus movimientos y su imagen. Pero nunca seré él, sólo una imitación burda. Es decir, me someto a una forma de ser y de actuar, pero que no son yo. Es como si me pusiese un vestido sobre mi forma de ser y de cantar, pero que no cambia mis verdaderas inclinaciones.
Si yo imito a Cristo, puedo ser como Él. Puedo dejar familia, casa, trabajo. Puedo dedicarme a los pobres, a los hermanos, a la curación del cuerpo de los hermanos. Puedo integrarme en una gran organización para rezar y morir por sus ideas. ¿Pero esto es lo que quería decir Jesús? No, esto será siempre una burda imitación. Puede ser un principio de algo mayor, pero no es el fin, sólo un principio. A esto no se refería Jesús cuando decía “déjalo todo y sígueme”.
Este “sígueme” indica que no actúe como Él, sino que sea como Él. Que sea Él. Que haga lo mismo que Él. Implica un conocimiento profundo de lo que se cuenta en el Evangelio. Implica que yo también puedo hacerlo. Implica mi deseo de hacerlo. ¿He de dejar familia, casa, trabajo y demás? No es necesario. Lo que es necesario es que deje de ser yo mismo, para querer ser Él. Entonces se entiende el resto de la frase “déjalo todo”. Este dejarlo todo es dejar lo que ahora soy, mi mentalidad, mi personalidad, mi forma de vivirme, de ser. ¿Dejarlo todo para qué? Para seguirle. Para ser como Él. Para ser Él.
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