LA IGLESIA EN FUNCIÓN DEL MINISTRO

28 Febrero 1999
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LA IGLESIA EN FUNCIÓN DEL MINISTRO
A fuerza de discutir tantos asuntos debatiendo con católicos y unitarios, entre otros, me preocupa mayormente aquellos temas que
hacen a nuestra actividad y relación entre las iglesias evangélicas, sin
importar cual sea su denominación o carencia de ella.
Tras más de cuarenta años de observar y palpar en mi país (Uruguay),
la realidad de cientos de iglesias, y de conocer otros tantos ministros
de las mismas, me asusta el pensar que hay algo que por lo generalizado
y extendido, parece que es aceptado tácitamente como propio y natural
en la obra de Dios.
Desde los propios ministros o siervos de Dios (llámense misioneros, o
pastores/ancianos) a todos los miembros que componen sus congregaciones, es creencia universal la de que ellos son plantadores y
edificadores de las iglesias, y que deben su existencia y ministerio a la
necesidad de salvar las almas, alimentarlas y pastorearlas.
Cuando uno lee las biografías de los grandes misioneros disponibles en
nuestras librerías, comprobará que ésto ha sido realmente así.
Cuando uno abre el libro de la realidad circundante en el medio urbano
que nos ha tocado vivir en las megalópolis modernas, aquello parece
verse invertido, a menos que sea yo quien camine de cabeza. En el ámbito rural este fenómeno parece pasar desapercibido, al ser menor o
no existir muchas veces la competencia entre distintas iglesias evangélicas en una misma localidad. A lo que me refiero, es algo notorio para cuantos simplemente se hallen despiertos: la iglesia aquí y
allí debe existir y mantenerse en función de su ministro y su familia.
Puede ser el caso de una encantadora familia anglosajona (todos rubiecitos y de ojos claros), que comienza una nueva iglesia en un barrio; puede ser el de un joven recién egresado del Seminario que junto con su flamante esposa ha sido invitado a ejercer el pastorado en
una pequeña iglesia; o el de varios ancianos que permanecen en forma
vitalicia tratando de mantener en el recinto que conoció mejores tiempos, una congregación decadente que compensa el sepelio de los
abuelitos con el bautismo de sus nietos.
En cualquier caso, parecería ser que la lealtad de los miembros se evidencia en la continuidad de su asistencia y ofrendas que hace posible
el mantenimiento de los ministros y del edificio de reunión.
En estos casos, no se percibe que los ministros se desvivan por los grandes problemas y carencias de sus miembros, sino que más bien, éstos deben dejar a un lado todo su drama familiar y laboral que les
aflige, para que al momento de la reunión cumplan con el programa
elaborado. Una sonrisa, un beso o apretón de manos de las autoridades
eclesiásticas, probablemente sea lo más a lo que el miembro pueda
aspirar. Aunque se haya logrado concientizar a los creyentes de que
ellos van allí para alabar al Señor y darle a El su adoración, muchos
son los que se quejan de no recibir siquiera beneficio espiritual alguno,
y que salen aún más fríos de lo que han entrado.
En iglesias menos conservadoras y con cultos más bullangueros, parece
justificada la alegría del pastor que danza y salta al tiempo de la alabanza, pues tal clima favorecerá la recolección de las ofrendas. El
entusiasmo de los miembros, en cambio, debe ser continuamente estimulado a que sea expresado con palmas, aplausos, saltos y gritos.
A la salida de la reunión, y en camino a sus casas, la efervescencia ha
terminado y el rostro reasume la expresión de preocupación y dolor.
Ahora parece que van cantando aquellos versos de Atahualpa Yupanqui:
"Las penas son de nosotros...las vaquitas son ajenas".
Ojalá el caso que describo fuese excepcional, pero bien mirado y pensado, a lo menos en mi país, este fenómeno es general. Ignoro lo
que pueda ser en los vuestros, pero pensad primero y opinad después:
- ¿Suelen o no existir las iglesias (con sus miembros, locales y cultos)
en función de sus ministros y familias?
Ricardo.
 
Hermano Ricardo,

Tu artículo es muy importante y compete a los evangélicos urgentemente.

Quiero pedirte un favor: Condensa tus pensamientos a tres o cinco líneas. Tú eres el llamado a darnos una síntesis ya que parece que esto no sólo lo sabes sino que lo sufres.

Ojalá que en las próximas semanas nos podamos dedicar a temas como el tuyo, dando por terminados los temas que traen gentes de otras fuentes.

Ricardo, maduremos tus pensamientos todos juntos.

Con respeto,

Ezequiel Romero
 
Aprovecho la ocasión para felicitarte
querido abuelito Ezequiel. Yo ya te llevo
la ventaja de tres nietos (9, 3 y 2 años).
La verdad es que yo me desconcierto con
tantos epígrafes de corta vida en el Foro.
Añoro aquellos grandes temas que nos exigían
mucho estudio de las Escrituras y llevaban
numerosos mensajes por varios meses.
Respondiendo a tu pedido, planteo mi tema
en la forma más suscinta posible:
- Las iglesias que conozco, ¿existen para
mantener al ministro y su familia, o acaso
ellos existen y sirven al cuerpo de creyentes
de su iglesia?
Espero ahora sí, que la brevedad del planteo
anime a miembros y pastores a darnos su
parecer.
Te animo a que no te disperses abarcando
muchos asuntos de poca monta, y uses las
excelentes capacidades y dones que el Señor
te dio debatiendo los asuntos más trascendentes e importantes para los cristianos evangélicos.
Que el Señor te siga bendiciendo mucho.
Ricardo.
 
Ricardo:

Exactamente no se como abordar el tema.

Primero hay que pensar en lo que es ya una realidad, y luego meditar con la Palabra en la mano para ver la opinión de Dios, que es la válida por supuesto.

Creo que no debemos generalizar, aunque si, alarmarnos ante lo que nuestros ojos ven y nuestros oidos oyen , a veces.

Mi opinión, es que hay muchos "lobos disfrazados de pastores", quizá demasiados.
La responsabilidad de que estos últimos existan, es de los "feligreses", ya que ellos por comodidad y para desentenderse de sus obligaciones en la iglesia lo dejan todo en las manos del pastor. Aquí viene cuando vemos que esta no es la organización de la iglesia según el modelo bíblico, en la Palabra nos habla de un cuerpo bien coordinado y cada miembro ejerciendo su don(o dones)para beneficio del buen funcionamiento del cuerpo.

¡¡ Nos estamos despegando del modelo bíblico y así nos va !!

Esta es mi humilde opinión, aunque doy gracias a Dios, que no está generalizado y que el hecho de que estemos discutiéndolo aquí implica que nos estamos dando cuenta y que hay que arrancar el mal.

Oremos hermanos, por un mayor compromiso individual en el Cuerpo de Cristo de todos sus miembros.

Maripaz

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Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres
(Palabras de San Pedro y de los Apóstoles en Hechos 5:29)
-------------------------

Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación.(Romanos 1:16)
 
Querida hermana MARIPAZ: me hace feliz que
este asunto hubiese hallado eco en tí.
Por supuesto que yo no desearía otra cosa
que hurgar con los foristas las Sagradas
Escrituras para confirmar la opinión de
Dios en este tema. Pero he dicho confirmar
y no averiguar, porque como hice constar en
mi mensaje de inicio, creo que tanto los
ministros como los ministrados saben muy
bien que la iglesia no existe en función de
aquellos, sino al revés.
Lo que aquí falla no es la doctrina sino la
práctica de la doctrina. No es que no se
sepa la verdad, sino que todos contribuyen
a disimular el alejamiento de la misma, ya
que así al menos se conserva lo que ya está
aunque no se avizoren perspectivas de
crecimiento y progreso.
Dices que no debemos generalizar y repites
bien lo que por su uso ya es un adagio,
aunque en mi caso particular del país en
que vivo y cuya situación conozco: ¿qué
puedo hacer ante lo que hallo como práctica
generalizada? Que yo disminuya la gravedad
del problema traduciendo lo que reviste
carácter general a unos pocos casos
excepcionales, en nada contribuirá a disminuir efectivamente el problema. No se
trata de agrandarlo, pero tampoco achicarlo
al grado de hacerle perder incidencia en el
estado espiritual de nuestras iglesias.
Dices muy bien: "¡Nos estamos despegando
del modelo bíblico y así nos va!".
Pues bien, y tal como lo reconoces, bien
hacemos en discutirlo aquí. Por lo menos si
alguien se detiene a pensar que mientras se
profesa una cosa se hace lo contrario, eso
quizá lleve a una revisión ante la Biblia
abierta de nuestras prácticas y doctrinas.
Que el Señor siga bendiciendo esa fina
sensibilidad que tienes ante todos los temas
que afectan Su obra, Su iglesia y a Sus
santos.
Ricardo.
 
Estimado Ricardo:

Creo que el obrero es digno de su salario.

Tambien creo que no hay rebaño sin pastor.

Dios te bendiga

Victor
 
Apreciado VICTOR: Dices bien lo que dices,
pero no es nuestro tema ahora el gobierno
de la iglesia y el sostén de los obreros,
asuntos que hace tiempo fueron tratados en
otros epígrafes, y que en cualquier momento
se puede volver sobre ellos.
Por supuesto que el rebaño del Señor ya
tiene su Pastor: "...habrá un rebaño y un
pastor" (Jn. 10:16), y que en cada iglesia
el Espíritu provee pastores o ancianos.
Y por supuesto también que la iglesia debe
proveer al sustento de los tales.
Pero sí pueden existir iglesias en las que
todavía no fueron reconocidos sus ancianos,
(Véase Hechos y epístola a Tito), mientras
que no deberían existir pastores donde
todavía no hay rebaño que apacentar.
No hay que proveer de ovejas al pastor para
que tenga con quienes ejercitar su
profesión, sino que el Señor provee de
pastores idóneos de entre los de su propio
rebaño.
Hecha esta aclaración, ahora será bueno
conocer tu parecer al respecto.
El Señor te bendiga.
Ricardo.
 
Ricardo, cuerdas y atesorables tus recomendaciones. El Señor sigue su trabajo de santificación en mi persona. Le estoy agradecido por su Gracia insondable.

Felicitaciones por los tres nietos. Pero cuídate. Ricardo que en cinco meses te empato. ¡Qué esperiencia tan maravillosa, verdad, la abuelitud!

Seguimos,

Ezequiel
 
Hno. Ricardo:
Con una narración descriptiva absolutamente realista, a puesto ud. ante los ojos de la red, un hecho que es innegable, quien pretenda negar o aún más justificar, se ganará el apelativo más negativo que se encuentra en las Escrituras: ¡necio!.
A su pregunta, mi respuesta es: SÍ!!, rotundamente: SÍ!!, esta realidad es ineludible no solo en su país Uruguay, también lo es en la Argentina, (podría agregar "-en todo Hispanoamerica-", pero me adelantaría a la exposición del resto de los hnos. de habla hispana que participan del foro), por supuesto toda generalidad tiene sus honrosas excepciones, muy pocas, pero en el gran resto y sin distinción denominacional se cumple lo que ud. expresa.
A su pregunta permitame añadirle la mia:
¿porque ocurre esto??, ¿cual es la razón que sustenta esta realidad??.
Silvia de Rosario
 
Apreciada hermana SILVIA: Tu pregunta excede mi capacidad de una respuesta atinada. Es como si tuviera miedo de contestarla. No porque
no sea pertinente, ¡al contrario! Es demasiado pertinente. Es que si con
gran dificultad encontramos hoy día "cristianos pensantes" capaces de
percibir la realidad de su propio entorno, más difícil es todavía hallar
quien se pregunte dónde pueda estar la causa de esta situación.
En caso de que yo mismo fuese un pastor o anciano encargado de
apacentar la iglesia, ¿te das cuenta lo difícil que me sería ponerme junto
con mi familia ante un gran espejo de pared y preguntarnos a coro:
-estamos para suplir las necesidades de la iglesia, o la ayudamos a
sobrevivir para que ella justifique nuestra razón de ser?
Te ruego paciencia para que ore y medite buscando del Señor la luz conque pueda responder a tu pregunta. Pero si otro forista puede hacerlo, estaré contento de leer su aporte.
Ricardo.
 
¡¡ Animo Silvia, dános tu opinión !!
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Creo que Ricardo también lo sabe, lo que ocurre es que está buscando las palabras adecuadas. ¿verdad mi hermano?
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Maripaz
 
Hermano EZEQUIEL: Bien podrías darnos una
buena prueba de tu veteranía respondiendo
a la pregunta de SILVIA, que tanto me cuesta
contestar. El próximo 12 de Setiembre (si el
Señor no viene antes) cumpliré apenas 59
años. ¿Tú eres ya un sexagenario?
Hermana MARIPAZ: Contra lo que supones, aún
no sé que contestar. Si tengo ocasión de
pensar en ello durante la mañana, es posible
que más tarde algo pueda decir.
Una pista para quienes puedan investigar el
asunto: la mejor ubicación para detectar
esta lamentable situación que aqueja a tantas
iglesias contemporáneas, la tenemos quienes
hemos trabajado y aún colaboramos junto a
siervos de Dios entregados por completo al
servicio de la iglesia y sus santos. Este es
un buen punto de referencia, pues salta de
inmediato el contraste de estos pocos casos
(¡pero que los hay!) con lo que parece ser
la corriente general a la que tantos se han
habituado.
Ricardo.
 
Querido Ricardo:

Yo he crecido en una asamblea, en la que los tres ancianos, no han vivido del pastorado, sino que han ejercido su don, en forma paralela a sus trabajos seculares. Ellos nunca han recibido un solo penique por su trabajo, todo lo contrario, cargas y más cargas, problemas y más problemas........

Y sin embargo, he visto y oído de miembros en mi congregación que les "exigen" que hagan labores que no son las de un pastor; esas labores han de ser ejercidas por miembros de la congregación a los que Dios ha dotado con el don específico que cubre esa necesidad de la iglesia.

¿Por qué tantas comunidades delegan en sus pastores lo que individualmente hemos de hacer cada uno?.

Lamentandolo mucho, creo que muchos deben pensar algo así: "Cobran como pastores, pues que se ganen su salario y visiten a los enfermos, prediquen, aconsejen, exhorten,abran y cierren el local, dirijan la escuela dominical, organicen, evangelicen.......en una palabra HAGAN DE TODO.

¿DONDE ESTÁ NUESTRA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL?

¿EN QUE LUGAR DE LA PALABRA ENCONTRAMOS QUE EL PASTOR HA DE HACER LO QUE COMO MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO HEMOS DE REALIZAR INDIVIDUALMENTE?.

El Espíritu Santo reparte los dones, no los concentra o centraliza en el pastor.


Maripaz

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Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres
(Palabras de San Pedro y de los Apóstoles en Hechos 5:29)
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Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación.(Romanos 1:16)
 
Querida hermana MARIPAZ: Me tomo un respiro
meditando en la respuesta que le debo a
SILVIA, para contestarte ahora a tí.
La verdad que ahora presentas, es lo que se
suele llamar "el otro lado de la moneda".
Aunque quizá sea menos común, me consta la
realidad que tú describes. Para ello quizá
oportunamente debiéramos abrir un nuevo
epígrafe, algo así como: IGLESIAS CONFORMISTAS CON FUNCIONARIOS A SU SERVICIO.
En todo caso, la clase dirigente en la
iglesia, aunque sea honoraria, parece sentir
suficientemente recompensada su labor, por
la distinción del cargo que ostenta y gusta
desempeñar. ¿O es que hay ancianos/pastores
masoquistas? Aunque aquí el problema es
distinto al que estamos examinando, sin
embargo la anomalía es la misma. De algún
modo está fallando la doctrina o el ejemplo
estimulante en la práctica de la misma, que
hace que no todos los miembros funcionen
adecuadamente como piedras vivas en el
edificio que es la iglesia, ministrando
todos conjuntamente según los dones y talentos que cada cual ha recibido.
Es comprensible que haya manadas que son
víctimas de sus pastores; pero es inaudito
que haya pastores sirviendo a una grey
cómoda e inoperante,y lo que es peor, sometiéndose a su yugo.Si los pobres pastores
son las víctimas de la situación, habrá que
analizar muy bien por qué se llegó a tal
estado, y por qué se sigue tolerando.
De todos modos, este otro aspecto de la
anomalía, no compensa al otro que estamos
mirando. De dos males opuestos no podemos
sacar nada bueno; ni la falla de uno explica
o excusa la del otro.
El Señor sea contigo.
Ricardo.
 
Estimado Ricardo y resto de los foristas:
Ante todo agradecer al Webmaster que me ha recomendado este foro y ha acertado de pleno, luego un saludo especial a Mari Paz que hemos estado en contacto esta misma tarde a traves de E.mail y ahora voy a entrar de pleno al debate:
Ricardo eres mayor que yo pero espero que me permitas tutearte creo hermano, que en tu ultima respuesta te equivocas y si creo que tiene que ver el tema que tu propones con el que ha sacado a relucir Mari Paz.
1º Las "iglesias" actualmente toman a los pastores no como siervos sino como esclavos desobedeciendo asi a las Escrituras.
2º En contrapartida los "pastores" dejan de ser siervos para ser asalariados con sus deberes pero tambien con sus derechos, desobedeciendo tambien a las Escrituras.
Ahora bien que fue primero el huevo o la gallina, creo que ese seria un tema muy escabroso que discutir lo que si hemos de hacer, como bien propones desde un principio es orar para que el Señor vuelva las cosas como al principio.
Si me permites responder a Silvia, la respuesta es muy clara todo esto ocurre por la falta de conocimiento voluntario de las Escrituras, ya que si las conocieramos realmente el temor de Dios moraria en nosotros y no dudariamos un segundo en ponerlas en practica en toda su extension.
Bien hasta aqui mi respuesta no me extiendo mas para dejar respuesta a otros foristas, eso si, por favor, Mari Paz ya lo ha hecho pero me gustaria que los que no lo hayan hecho respondan al foro que empeze hace unos dias titulado "Los dones espirituales".
Gracias por todo yespero ver vuestras respuestas pronto.


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chitoe
[email protected]
 
Ricardo.

Me parece muy afortunado lo que dices:

"A la salida de la reunión, y en camino a sus casas, la efervescencia ha
terminado y el rostro reasume la expresión de preocupación y dolor.
Ahora parece que van cantando aquellos versos de Atahualpa Yupanqui:
"Las penas son de nosotros...las vaquitas son ajenas".

Estoy de acuerdo contigo que muchos cultos no son dirigidos por El Omnipotente,sino por secuaces profesionalizados y poseedores de doctrinas engañosas.En muchos cultos sanado se enferma,orando se recibe juicio,dando gracias a Dios por la Salvación es uno menospreciado,y deseando ser formado en sana y eficaz doctrina se es quemado por indocturas falsas de personas que tienen el Evangelio como fuente de ganancia.

Recibe un saludo.
 
Apreciado hermano CHITOE: Agradezco mucho tu
mensaje, y por supuesto que puedes tutearme,
pues eso me hace sentir más joven, y a la
vez como hermano en Cristo te me aproximas
más.
Estoy totalmente de acuerdo con tu mensaje
y nada tengo que observarle. Dado que tú
tampoco me cuestionas ningún punto a lo que
he dicho, entonces me pregunto: ¿en qué pues
dices que me equivoco? Espero que hayas
leído con atención los mensajes desde su
inicio, y especialmente el último mío a
MARIPAZ, ya que en nada tampoco la contradigo
a ella, sino que simplemente observo que ha
presentado el otro aspecto del problema, que
obviamente, merece también seria consideración. Si tu te animas a abrir un
epígrafe planteando el asunto desde esa
perspectiva, yo me comprometo a participar en
él.
Que el Señor mucho te bendiga.
Ricardo.
 
Estimado Ricardo:
No digo que te contradigas, sino que quieres separar un tema del otro y no se puede pues van unidos hay que discutirlo juntos para encontrar una solucion unida pues si solucionamos uno y no el otro volveremos a caer en el error, ¿estas de acuerdo?.
Muchos son los que recien salidos del seminario se les da una responsabilidad que no pueden llevar y son cegados por el "sueldo" que van a recibir.
Y muchos son tambien quienes creciendo en hogares "cristianos" solo escuchan criticas hacia la autoridad espiritual de la iglesia.
Ambas son las que en nuestra generacion se encuentran ahora provocando lo que estamos viendo.
Solucion: Humildad por ambas partes, reconociendo el error en el que se esta cayendo. Reconsiderar las Escrituras lo que dicen al respecto. Y obediencia a las mismas y mutuo respeto entre los hermanos, tengan la posicion que tengan en la iglesia.
Un saludo.


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chitoe
[email protected]
 
Apreciada hermana SILVIA: procuraré en la gracia del Señor dar respuesta a tu pregunta que me puso en serias dificultades: "¿por qué ocurre esto??, ¿cual es la razón que sustenta esta realidad??"
- ORIGEN HISTÓRICO: Pienso que bien podría hallarse en las primeras iglesias formadas por los pioneros del campo misionero. En nuestro continente, fue común que el misionero que comenzó evangelizando la zona donde pasó a residir, reuniendo a los primeros vecinos en su casa, alquilando luego un salón para las reuniones, y a la postre edificando un local a propósito para la incipiente iglesia - muchas veces con la casa pastoral contigua al mismo -, virtualmente pasase a ser el pastor de la misma. Su esposa normalmente era la encargada de sentarse al armonium para pedalearlo y acompañar el cántico de los himnos, y él hacía todo lo demás, inclusive barrer el piso y pasar el plumero sobre los bancos antes de la reunión, para correr enseguida a la puerta a recibir a los concurrentes. Maravillosos matrimonios anglosajones dieron inicio de una forma humilde y sacrificada a muchas iglesias que luego crecieron y se desarrollaron. No pocos criollos observaron sin embargo que estas personas tenían su buen pasar, viviendo en una casa confortable, bien amueblada y hasta provista de los electrodomésticos que entonces eran toda una novedad. Sin lujo ni ostentaciones, tal vida cómoda les obligaba a lucir siempre impecablemente vestidos, trabajar en casa estudiando la Biblia, preparando sermones y escribiendo cartas, y al salir fuera casi que diariamente a sus visitas pastorales a la hora del té, con el acostumbrado reparto de tratados evangélicos por el camino. Luego vino la donación de un vehículo que facilitó los traslados, y hasta la posibilidad de que sus hijos estudiaran en algún colegio bilingüe (Inglés o Norteamericano). Esta breve reseña quizá engloba al 90% de las familias misioneras pioneras en Hispano-América. No me animo yo a criticarles, pero sí debo decir que el ojo avizor de nuestros compatriotas captó de inmediato las ventajas que podría reportarles la dedicación al ministerio evangélico. Por supuesto, siempre hemos de distinguir entre aquellos siervos de Dios que lo fueron y lo son por vocación, y los que son profesionales de la religión, en este caso, la evangélica. Luego que el misionero se jubiló, falleció o regresó a su país de origen, normalmente era substituído por otro misionero más joven, o quizá por algún flamante pastor recién egresado del Seminario. En aquellas iglesias que siguen el sistema de gobierno presbiteriano, con un cuerpo de Ancianos (sobreveedores o "hermanos responsables"), muchas veces se establecía una pugna entre los que se autoproclamaban ser los más leales colaboradores que el misionero fundador había tenido. Muchas veces no primó el mejor testimonio, la sana doctrina, y la aptitud para enseñar y guiar a la congregación, sino la mayor solvencia económica que siempre impuso respeto. Resumiendo, el factor histórico parece pesar en el sentido de que desaparecido el fundador de la iglesia, quienes asumieron el control de la misma, ya sea un misionero extranjero, un pastor nativo o un grupo de los hermanos más influyentes de la congregación, en cualquier caso la autoridad se demostraba en el desempeño de todas aquellas actividades que siempre habían sido de exclusivo dominio del misionero fundador. Pero lo que al inicio fue obvio, por la natural inexperiencia y falta de conocimiento de los neófitos, luego se transformó en vicio al hacerse a un lado a muchos miembros que habían crecido espiritualmente y que se mostraban con dones y aptitudes para el servicio. Sin proponérselo siquiera, surgió así una clase clerical que en torno al nuevo misionero, el flamante pastor, o los Ancianos, les apoyó incondicionalmente recibiendo a cambio algunos títulos de diáconos, maestros, o directores y secretarios de una y otra comisión. El grueso de la iglesia, se mantuvo pasiva, asistiendo, oyendo, ofrendando y saludando a la salida hasta la próxima reunión. Fue así que los dirigentes y las reuniones que presidían se volvieron imprescindibles, y la membresía se acostumbró a existir para ellos, y en función de ellos. A fin de no extenderme demasiado ahora, dejaré para mañana lo que creo constituya el FACTOR DOCTRINAL.
Ricardo.
 
Buenas noches.
Por aqui rondando por estos viejos lugares del Internet, me encuentro con un tema que me ha sido muy familiar el discutirlo, con más de uno de mis hermanos virtuales y los menos lejanos que tengo aqui en Toluca.
La necesidad de tener la comunión de una iglesia que donde los dones espirituales de cada uno conformen un cuerpo de Cristo, en amor y en acción evángelica, es un deseo de todo buen cristiano... Pero que lejano está el deseo de la realidad.
Todos aquellos que hemos pasado por la realidad del nuevo nacimiento nos encontramos desencantados con la realidad de las iglesias establecidas, buscamos en un lado y en el otro, hasta que nos comprometemos, empezamos a elaborar un liderazgo en una congregación, luchamos por que el don espiritual sea acorde a los mandatos de Dios, pero nos enfrentamos a la realidad de la inercia de las organizaciones humanas, y al rato sin darnos cuentas, conformamos un liderazgo religioso del que tanto se oponia al autentico mensaje liberador de nuestro Señor.
Bien dice la palabra de Dios, que somos peregrinos en esta vida.
Cada uno de nosotros como cristianos, tiene mucho que hacer, en primera instancia en el crecimiento espiritual propio que mucho tiene de infructuoso cuando estamos viendo lo errores de los demás.
Bueno, Ricardo te agradezco que me dieras la oportunidad de reflexionar sobre la vida cristiana y lo mucho que compartimos EL anhelo de que CRISTO VENGA PRONTO.