ES UNA HISTORIA INSTRUCTIVA PARA ESTE FORO
Tiene origen pagano. Los antiguos egipcios creían en un infierno de fuego. El Libro del Amduat, un texto funerario egipcio que según los historiadores se escribió en el siglo dieciséis antes de nuestra era, habla de quienes “serán arrojados de cabeza a los hoyos de fuego, y […] no podrán escapar de las llamas” (The Egyptian Heaven and Hell [El cielo y el infierno egipcios]).
Los primeros cristianos no enseñaban que existiera. “En el NT [Nuevo Testamento] no encontramos que las llamas del infierno formen parte de la predicación de los primeros cristianos” (A Dictionary of Christian Theology [Diccionario de teología cristiana]).
Se mezcló con la filosofía griega. La Encyclopædia Britannica dice: “Desde mediados del siglo segundo de nuestra era, algunos cristianos educados en la filosofía griega empezaron a sentir la necesidad de expresar sus creencias en los términos de esta [...]. La filosofía que más les convino fue el platonismo [es decir, las enseñanzas de Platón]”. Entre esas enseñanzas estaba la del tormento eterno después de la muerte. “De todos los filósofos griegos de la época clásica, Platón es quien más ha influido en el pensamiento tradicional sobre el infierno” (Historia de los infiernos).
Servía de excusa para torturar a la gente. En los días de la Inquisición española, se decía que se quemaba a los herejes en la hoguera para que murieran “sufriendo por anticipado los tormentos del infierno” (La Inquisición, el lado oscuro de la Iglesia). Esto lo hacían supuestamente con la esperanza de que se arrepintieran antes de morir. Del mismo modo, la reina María I de Inglaterra quemó a unos 300 protestantes en la hoguera porque, según parece, decía: “Si las almas de los herejes van a arder eternamente en el infierno, no hay nada de malo en que yo imite la venganza divina y los mande a la hoguera aquí en la Tierra” (Universal History [Historia universal]).
El infierno moderno. Algunos grupos religiosos han suavizado lo que enseñaban sobre el infierno. Al parecer, no lo han hecho para rechazar una enseñanza falsa, sino para complacer a sus miembros (2 Timoteo 4:3). El profesor Jackson Carroll dice: “Las personas quieren a un Dios que sea afectuoso y entrañable […]. Es contrario a la cultura actual hablar de pecado y culpa”.
Tiene origen pagano. Los antiguos egipcios creían en un infierno de fuego. El Libro del Amduat, un texto funerario egipcio que según los historiadores se escribió en el siglo dieciséis antes de nuestra era, habla de quienes “serán arrojados de cabeza a los hoyos de fuego, y […] no podrán escapar de las llamas” (The Egyptian Heaven and Hell [El cielo y el infierno egipcios]).
Los primeros cristianos no enseñaban que existiera. “En el NT [Nuevo Testamento] no encontramos que las llamas del infierno formen parte de la predicación de los primeros cristianos” (A Dictionary of Christian Theology [Diccionario de teología cristiana]).
Se mezcló con la filosofía griega. La Encyclopædia Britannica dice: “Desde mediados del siglo segundo de nuestra era, algunos cristianos educados en la filosofía griega empezaron a sentir la necesidad de expresar sus creencias en los términos de esta [...]. La filosofía que más les convino fue el platonismo [es decir, las enseñanzas de Platón]”. Entre esas enseñanzas estaba la del tormento eterno después de la muerte. “De todos los filósofos griegos de la época clásica, Platón es quien más ha influido en el pensamiento tradicional sobre el infierno” (Historia de los infiernos).
Servía de excusa para torturar a la gente. En los días de la Inquisición española, se decía que se quemaba a los herejes en la hoguera para que murieran “sufriendo por anticipado los tormentos del infierno” (La Inquisición, el lado oscuro de la Iglesia). Esto lo hacían supuestamente con la esperanza de que se arrepintieran antes de morir. Del mismo modo, la reina María I de Inglaterra quemó a unos 300 protestantes en la hoguera porque, según parece, decía: “Si las almas de los herejes van a arder eternamente en el infierno, no hay nada de malo en que yo imite la venganza divina y los mande a la hoguera aquí en la Tierra” (Universal History [Historia universal]).
El infierno moderno. Algunos grupos religiosos han suavizado lo que enseñaban sobre el infierno. Al parecer, no lo han hecho para rechazar una enseñanza falsa, sino para complacer a sus miembros (2 Timoteo 4:3). El profesor Jackson Carroll dice: “Las personas quieren a un Dios que sea afectuoso y entrañable […]. Es contrario a la cultura actual hablar de pecado y culpa”.