Re: LA GUERRA ESPIRITUAL
Cuando Jesús caminó sobre la tierra, él experimentó en vivo y en directo el actuar feroz y el poder de Satanás, cuando viene con su arsenal del infierno para zarandear a los hijos de Dios.
Yo no creo que pueda haber alguno de nosotros que comprenda la magnitud del gran conflicto enfurecido que hay detrás de lo visible en el mundo espiritual. Tampoco podemos entender en toda su extension, cuán determinado está Satanás en destruir a todos los creyentes que han decidido fijar sus corazones en ir hasta el final con Cristo.
Pero cuando en el caminar de la vida, cruzamos la frontera del reino de tinieblas en dirección a la luz, se encienden las alarmas del infierno. Y el momento en que cruzamos esa línea hacia una vida de obediencia a la Palabra de Dios, nos convertimos en una amenaza para el reino de tinieblas y por ende en un blanco de los principados y poderes demoniacos.
El testimonio de cada creyente que se entrega al Señor con todo su corazón, incluye el repentino ataque de problemas y pruebas extrañas e intensas.
Si has cruzado la línea de la obediencia, entonces estás haciendo olas en el mundo invisible. Ahora viene la prueba:
Lucas 22:28-32
“31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”
En los días de Cristo, los agricultores de trigo zarandeaban, cernían el grano antes de ensacarlo. Con una pala llenaban una caja cuadrada cubierta con una malla, y volcaban la caja y la sacudían violentamente. La basura y la suciedad salían a través de la malla hasta que sólo los granos quedaban.
En este verso, zarandear significa “ser sacudido y separado” … ser sacudido a través de la agitación de problemas súbitos.
Jesús usó esta analogía para decirle a Pedro:
“¡Satanás cree que tú sólo eres basura y suciedad, y que cuando él te ponga en el cernidor y te sacuda, caerás al suelo!”
Hay pruebas y problemas, y también hay cernidas. Las cernidas son como un gran ataque satánico que quiere destruirlo todo. Generalmente se comprime en un periodo corto de tiempo pero intenso. Para Pedro, la cernida duraría unos cuantos días, pero esos días serían los días más horribles, más probados, y más arrepentidos de su vida. Ese tiempo de cernida sacudió y quitó el orgullo que había derribado a Pedro. La sacudida quitó de su alma estorbos que pudieron haber destruido su testimonio para siempre.
Gracias a Dios, la fe de Pedro no falló, y tan seguramente como Jesús oró para que su “fe no falte”, así él ora por nosotros de la misma manera.
Los ataques espirituales, si estamos cimentados en Cristo, no harán mas que perfeccionarnos.
Dios te aumente y bendiga
David Wilkerson
Cuando Jesús caminó sobre la tierra, él experimentó en vivo y en directo el actuar feroz y el poder de Satanás, cuando viene con su arsenal del infierno para zarandear a los hijos de Dios.
Yo no creo que pueda haber alguno de nosotros que comprenda la magnitud del gran conflicto enfurecido que hay detrás de lo visible en el mundo espiritual. Tampoco podemos entender en toda su extension, cuán determinado está Satanás en destruir a todos los creyentes que han decidido fijar sus corazones en ir hasta el final con Cristo.
Pero cuando en el caminar de la vida, cruzamos la frontera del reino de tinieblas en dirección a la luz, se encienden las alarmas del infierno. Y el momento en que cruzamos esa línea hacia una vida de obediencia a la Palabra de Dios, nos convertimos en una amenaza para el reino de tinieblas y por ende en un blanco de los principados y poderes demoniacos.
El testimonio de cada creyente que se entrega al Señor con todo su corazón, incluye el repentino ataque de problemas y pruebas extrañas e intensas.
Si has cruzado la línea de la obediencia, entonces estás haciendo olas en el mundo invisible. Ahora viene la prueba:
Lucas 22:28-32
“31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”
En los días de Cristo, los agricultores de trigo zarandeaban, cernían el grano antes de ensacarlo. Con una pala llenaban una caja cuadrada cubierta con una malla, y volcaban la caja y la sacudían violentamente. La basura y la suciedad salían a través de la malla hasta que sólo los granos quedaban.
En este verso, zarandear significa “ser sacudido y separado” … ser sacudido a través de la agitación de problemas súbitos.
Jesús usó esta analogía para decirle a Pedro:
“¡Satanás cree que tú sólo eres basura y suciedad, y que cuando él te ponga en el cernidor y te sacuda, caerás al suelo!”
Hay pruebas y problemas, y también hay cernidas. Las cernidas son como un gran ataque satánico que quiere destruirlo todo. Generalmente se comprime en un periodo corto de tiempo pero intenso. Para Pedro, la cernida duraría unos cuantos días, pero esos días serían los días más horribles, más probados, y más arrepentidos de su vida. Ese tiempo de cernida sacudió y quitó el orgullo que había derribado a Pedro. La sacudida quitó de su alma estorbos que pudieron haber destruido su testimonio para siempre.
Gracias a Dios, la fe de Pedro no falló, y tan seguramente como Jesús oró para que su “fe no falte”, así él ora por nosotros de la misma manera.
Los ataques espirituales, si estamos cimentados en Cristo, no harán mas que perfeccionarnos.
Dios te aumente y bendiga
David Wilkerson