El escritor de los Hechos de los Apóstoles (Lucas) estuvo muy fino, pues a través de su "pluma" se cercioró en evitar ensalzar a Pablo por encima de los demás Apóstoles. En este sentido vemos los siguientes pasajes, a saber: que es Cristo quien mueve los hilos (trata a los personajes por separado para después juntarlos), tanto en la conversión de Pablo (habla a Pablo y a Ananías) como en los de Pedro y Cornelio (centurión). Ver textos subrayados en rojo.
Con todo, el orden cronológico no hay que verlo como casualidad de la "pluma" de Lucas, sino como intencionado y muy bien pensado. No fue Pablo ni Pedro, sino Cristo el que incidía en los acontecimientos.
CONVERSIÓN DE SAULO
Hch 9:4 Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Hch 9:5 Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y él dijo: Yo soy Jesús á quien tú persigues: dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Hch 9:6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que haga? Y el Señor le dice: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer.
Hch 9:10 Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
Hch 9:11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve á la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas á uno llamado Saulo, de Tarso: porque he aquí, él ora;
Hch 9:15 Y le dijo el Señor: Ve: porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel:
Hch 9:16 Porque yo le mostraré cuánto le sea menester que padezca por mi nombre.
PEDRO Y CORNELIO
Hch 10:1 Y HABÍA un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana,
Hch 10:3 Este vió en visión manifiestamente, como á la hora nona del día, que un ángel de Dios entraba á él, y le decía: Cornelio.
Hch 10:4 Y él, puestos en él los ojos, espantado , dijo: ¿Qué es, Señor? Y díjole : Tus oraciones y tus limosnas han subido en memoria á la presencia de Dios.
Hch 10:5 Envía pues ahora hombres á Joppe, y haz venir á un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro.
Hch 10:6 Este posa en casa de un Simón, curtidor, que tiene su casa junto á la mar: él te dirá lo que te conviene hacer.
LA VISIÓN DE PEDRO
Hch 10:9 Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió á la azotea á orar, cerca de la hora de sexta;
Hch 10:10 Y aconteció que le vino una grande hambre, y quiso comer; pero mientras disponían, sobrevínole un éxtasis;
Hch 10:11 Y vió el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado á la tierra;
Hch 10:12 En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y reptiles, y aves del cielo.
Hch 10:13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
Hch 10:14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común é inmunda he comido jamás.
Hch 10:15 Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.
Hch 10:28 Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable á un varón Judío juntarse ó llegarse á extranjero; mas me ha mostrado Dios que á ningún hombre llame común ó inmundo;
LOS GENTILES OYEN LAS BUENAS NUEVAS
Hch 10:34 Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepción de personas;
Hch 10:35 Sino que de cualquiera nación que le teme y obra justicia, se agrada .