Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos.
La vanidad es pecado. Es tener una muy inflada opinión de uno mismo. Algunas personas son tan vanidosas que esperan que todo el mundo se impresione y salte a cumplir sus exigencias.
Si hay pequeñas manifestaciones en tu vida es porque cosas grandes vienen. Es posible que hoy tu milagro este germinando y brotando. Espera porque si tu has sembrado en oración, lectura de la palabra, obediencia y muchas otras cosas mas y asi has regado esa semilla, muy pronto recogeras frutos.
Dios no hizo al hombre para vivir en continua derrota, sino para que se pueda levantar de las caidas y sacar el mayor provecho de ellas para mostrar la imagen de Dios en Él.
Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Vale la pena reinventarnos cada día, no importa cuantos años tienes, todos los día son buenos para soñar, planear y sembrar. No temas y aquel sueño que está anidando en tu mente, déjalo crecer y actúa.
Juzgamos sin temores ni contemplaciones, incluso sin conocer a fondo las situaciones. A veces sin darnos cuenta de que somos nosotros mismos los que estamos equivocados, pero al final de todo, la respuesta acertada es la que determina el curso de las cosas.
"La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más." Proverbios 15:1
"Señor, hazme un instrumento de tu paz. Que donde hay odio yo traiga siempre amor; donde hay injuria y ofensa yo siempre otorgue perdón; donde hay duda ponga fe; donde hay desespero, esperanza; donde hay tinieblas, luz; donde hay tristeza, gozo"
"No es lo que leemos, sino lo que recordamos, lo que nos hace eruditos. No es lo que nos proponemos, sino lo que hacemos, lo que nos hace útiles. Y, no son unos cuantos deseos tenues, sino una lucha de por vida, lo que nos hace valientes."
El amor no es solo una cuestión de sentimientos, sino de preocupación, bendición y oración y deseos positivos de bienestar que se extienden por igual a amigos y enemigos.