“Vemos a Jesús exaltando el amor por el prójimo y el amor por Dios. Extendiéndose a los extranjeros que vivían más allá de las fronteras del “Israel de Dios”. Buscando liberar a los cautivos, los prisioneros y los esclavos. Denunciando a los escribas y líderes religiosos quienes “devoraban las casas de las viudas”. A pesar de su muy conocido requerimiento de una lealtad absoluta que sobrepase incluso los lazos familiares, insistió en que el hombre debe cuidar a su familia por encima de sus obligaciones religiosas. Su trato a las mujeres fue radicalmente opuesto a las estructuras de aquellos tiempos. Él mostró simpatía y comprensión hacía los niños. Donde quiera que deseaba obraba como una clínica al aire libre. Insistía en que la justicia era la base de los asuntos diarios entre ciudadanos. La enseñanza social de parábolas como la del “Buen Samaritano” y el encuentro con el joven rico, dejaron un profundo efecto en sus seguidores. Si se pudiera resumir la ética de Jesús en una sola oración sería: que el amor de Dios se demuestra mejor amando al prójimo.”
Biblia, libro mío, libro en cualquier tiempo y en
cualquier hora, bueno y amigo para el corazón, fuerte,
poderoso compañero. Tu desnudez asusta a los hipócritas
y tu pureza es odiosa a los libertinos.
Después de más de sesenta años de lectura casi; diaria
de la Biblia, nunca dejo de encontrarla nueva y en
sintonía maravillosa con las cambiantes necesidades de cada día.