No escribió un solo libro, pero los libros que hablan de Él llenarían millones y millones de estanterías. No fundó ningún partido político, pero su enseñanza revolucionó el mundo.
Cuando Cristo hablaba a las multitudes, sus discípulos, sentados a su alrededor escuchaban sus enseñanzas; el resto, tan solo recibía alimento y sanidad, y a pocos les aprovechaba la palabra de salvación que se les predicaba.
¡Quiero formar parte siempre de esa manada pequeña a la que ama el Señor!
Es tan frágil la intimidad con el Señor, que una simple brisa la puede echar a perder. Por tanto, busca siempre ese momento alejado del ruido del mundo para estar con Él. Nada es comparable, nada se puede igualar al amor, la paz y la dicha que alcanzas al estar junto al Señor.
El reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes…a cada uno conforme a su capacidad.
No temas, yo soy el primero y el último.
Porque no os habéis acercado a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino…os habéis acercado al monte Sion…a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos, y a Jesús, el mediador del nuevo pacto.
He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.
Tu fama se divulgó entre las naciones por tu hermosura, que era perfecta, gracias al esplendor que yo puse en ti–declara el Señor DIOS.
Señor, soy hombre pecador.
Cuán hermosa eres, amada mía. Cuán hermosa eres.
Por eso me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza.
Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
Queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.
Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados.
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno.
Habéis sido hechos completos en El… a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;