La Filocalia de los padres Nípticos

Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Amado hermano Norberto7. Recibe mis saludos, mi amor y mis bendiciones.

Encontré estas páginas, amado hermano, donde podrás bajar libros interesantísimos. Puede que ya las tengas, pero si no es así, espero te puedan servir.

https://www.ebookscatolicos.com/

http://www.abandono.com/oracion-contemplativa/la-filocalia/

También tengo los siguientes libros en formato epub, para leerlos en tablets o en lectores de libros electrónicos:

"La filocalia"

"La filocalia de la oración de Jesús"

"La espiritualidad de la filocalia"

"Los relatos de un peregrino ruso"

Todos ellos también los tengo en formato PDF, además de el siguiente libro:

"LA TEORÍA DE LOS «CENTROS SUTILES»
EN EL SUFISMO DEL SHAYKH AHMAD
SIRHIND~"

Autor: Antoni Gonzalo Carbó

Este último también (si es de tu interés),lo puedo transformar a epub.

Solo debes enviarme tu email, para poder dartelos.

Mi correo es: [email protected]

Con amor:junegofe

YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Muchas gracias Junegofe, pero como te imaginas, ya me he leído esos libros. La Filocalia que estoy compartiendo, la "rejunte" entre "otras" de esas páginas; y las revisé con el primer tomo de los cuatro de la traducción completa al español de la obra de Nicodemo. Y lo que yo tengo, es un poco mas de la mitad del primer tomo; así que te puedes hacer una idea del tamaño de esa obra, es casi tan extensa como el libro de Urantia. Pero la síntesis que el autor del peregrino ruso hace de ella; la Filocalia de Paisý -la eslava- que lleva el peregrino, es extraordinaria. También el libro "la espiritualidad de la Filocalia" hace una síntesis muy buena; vale el esfuerzo de leerlo. Entre el Peregrino, y este último libro, no hacen 250 páginas..., comparado con las como 1500 de la Filocalia completa...
Está también la Escala al Paraiso de Juan Clímaco del siglo VII; que se puede conseguir en internet, igual que el Asceticón de Isaias de Gaza del siglo IV; y las Colaciones de Casiano el romano, de quien justo estoy pegando capítulos.
Estas colaciones te pueden gustar mucho, pues están escritas en un muy agradable estilo de "dialogo", pues allí Casiano cuenta sus entrevistas (colaciones) con los monjes de Egipto, con quienes pasa algún tiempo tratando de aprender su sabiduría práctica y ascetismo, de las cuales es promotor en Europa.
Todos estos que te he mencionado, son el fundamento de toda la mística posterior como Eckart y Miguel de Molinos.
Como ya sabes soy tradicionalista, y reacio a toda cosa "nueva". Por eso prefiero los autores antenisenos: Justino, Ireneo, y Clemente-Orígenes; son bastante bíblicos podríamos decir.
Hasta aquí occidente cristiano, también tenemos el oriente y las doctrinas hindúes; que eso ya es otra historia; pero tengo páginas si quieres indagar (claro, desde la perspectiva tradicional). Nada de el movimiento teosófico en adelante.

Que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo sea contigo.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

La acidia

Nuestra sexta lucha es contra el espíritu de la acidia, que está unido al espíritu de la tristeza y con él colabora, siendo éste un terrible y pesado demonio, siempre pronto a ofrecer una batalla a los monjes. Cae sobre el monje en la hora sexta produciéndole desasosiego y escalofríos, causándole odios hacia el lugar donde se encuentra y contra los hermanos que viven con él, así como respecto de su trabajo y de la lectura misma de las divinas Escrituras. Le insinúa también el pensamiento de cambiar de lugar y la idea de que, si no cambia y no se muda, todo será fatiga y tiempo perdido. Además de esto, le dará hambre alrededor de la hora sexta, un hambre tal como no le sucede después de tres días de ayuno, de un largo viaje o de una gran fatiga. Luego hará que surjan pensamientos varios, tales como que no podrá nunca liberarse de tal mal o de tal peso, si no sale frecuentemente visitando a tal hermano, para obtener una ventaja, se entiende, o visitando a los enfermos. Cuando el monje no se encuentra atado por estos pensamientos, lo sumerge entonces en un sueño profundo, tornándose el sentimiento aun más violento y fuerte en contra de él, y no podrá ser ahuyentado si no es por medio de la oración, evadiendo el ocio, con la meditación de las divinas palabras y con la resistencia a las tentaciones. Porque si este espíritu no encuentra al monje defendido por estas armas, lo golpea con sus flechas y lo torna inestable, lo agita, lo torna indolente y ocioso, induciéndolo a recorrer varios monasterios, no preocupándose, no buscando otra cosa más que lugares donde se coma y se beba bien. Porque la mente del acidioso no piensa más que en esto o en la excitación que proviene de estas cosas. Y llegado a este punto, el demonio lo envuelve en asuntos mundanos, y poco a poco lo engancha mediante estas peligrosas ocupaciones, hasta que el monje rechaza del todo su profesión monástica.

El divino Apóstol, sabiendo cuán pesado es este mal, y queriendo, cual médico sabio, erradicarlo completamente de nuestras almas, nos muestra sobre todo las causas que lo originaron y nos habla así: Os rogamos hermanos, en el nombre del Señor nuestro Jesucristo, manteneros alejados de todo hermano que no cambie por la disciplina y siguiendo la tradición que habéis recibido de nosotros. Vosotros sabéis cómo imitarnos, puesto que no nos hemos portado desordenadamente entre vosotros: no hemos comido gratuitamente el pan de nadie, sino que hemos trabajado día y noche con fatiga y afán para no ser una carga para vosotros; no porque no tuviésemos potestades para no trabajar, sino con el fin de darles un modelo a imitar. Cuando estuvimos entre ustedes les pedimos esto: si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Sentimos que algunos de entre vosotros caminan indisciplinadamente, sin hacer nada, pero inmiscuyéndose en todo. A éstos nos dirigimos y les recomendamos en Cristo Jesús que coman de su pan, trabajando con tranquilidad (2 Ts 3,6-12).

Sabemos con cuanta sabiduría el Apóstol nos muestra las causas del tedio. Llama "sin disciplina" a los que no trabajan; pone en evidencia con esta sola palabra una gran malicia, porque el que lo hace no teme a Dios, no considera a su hermano al hablar y es presto al insulto: es decir, no sabe estar en paz y es esclavo del tedio. El Apóstol nos ordena mantenernos alejados de tales personas, es decir, separarnos como de un mal contagioso. Y no según la tradición que han recibido de nosotros (2 Ts 3,6), y con esta expresión indica cómo aquellos son soberbios, discutidores y malos difusores de las tradiciones apostólicas. Aun dice: No hemos comido gratuitamente pan de nadie, sino que hemos trabajado día y noche con fatiga y afán (2 Ts 3,8).

El Doctor de las gentes, el heraldo del Evangelio, aquel que ha sido raptado hasta el tercer cielo, aquel que dice cómo el Señor ha establecido que aquellos que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio (Cf. 1 Co 9,14), trabaja de día y de noche para no ser una carga para nadie (2 Ts 3,8). ¿Qué haremos nosotros, que frente al trabajo nos mostramos tediosos y buscamos el reposo del cuerpo? Nosotros, a quienes no nos ha sido confiado el anuncio del Evangelio ni la preocupación de las iglesias (Cf. 3 Co 11,28), sino apenas el cuidado de nuestra alma. Y el Apóstol agrega: mostrando claramente el daño causado por el ocio: ...sin hacer nada pero inmiscuyéndose en todo (2 Ts 3,11). Del ocio viene la curiosidad, de la curiosidad, la falta de disciplina y de ésta toda malicia. Pero el Apóstol nuevamente prevé una cura para éstos y agrega: A éstos recomendamos que coman de su pan trabajando con tranquilidad (2 Ts 3,12). Y de modo aún más impresionante, agrega: El que no quiera trabajar, que tampoco coma (2 Ts 3,10).

Los santos Padres que viven en Egipto, adiestrados por estos preceptos apostólicos, no permiten a los cristianos permanecer ociosos en ningún momento, sobre todo si se trata de jóvenes. Porque saben que sometiéndose al trabajo alejan el tedio, obtienen su propia comida y ayudan a los necesitados. Éstos no trabajan sólo para obtener su propia comida, sino para proveer a los extranjeros, a los pobres y a los presos con su propio trabajo; a causa de su propia fe, las buenas obras que hacen se convierten en un sacrificio santo, grato a Dios (Cf. Ro 12,1).

También dicen esto los Padres: "El que trabaja, no tiene a menudo más que un solo demonio a quien combatir y por el cual está oprimido, mientras que el ocioso está atormentado por miríadas de malos espíritus.

Pero es bueno agregar también una palabra del padre Moisés, hombre de probadísima virtud entre los Padres. Me refiero a una palabra que recibí de él. En un breve período transcurrido por mí en el desierto, fui atormentado por el tedio, por lo que acudí a su consejo contándole lo que me había ocurrido.
Habiéndome el tedio reducido a los extremos, logré superarlo acudiendo a san Pablo. El padre Moisés me contestó así: "Ten coraje. No te has liberado, sino que te le has entregado totalmente como esclavo. Debes saber que, puesto que has desertado, te hará una guerra aún más grave, si de ahora en adelante no te dedicas a combatirlo con celo por medio de la paciencia, de la oración y del trabajo manual."
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

La vanagloria​

Nuestra séptima lucha es contra el espíritu de la vanagloria. Ésta es una pasión multiforme, muy sutil, y no la reconoce ni siquiera aquel que por ella ha sido tentado. En efecto, los asaltos de las otras pasiones son mucho más manifiestos, por lo que la lucha contra ellos es más fácil pues el alma reconoce al adversario y lo rechaza enseguida mediante la resistencia y la oración. Pero la malicia de la vanagloria, justamente por ser multiforme es difícil de ser distinguida. En cualquier ocupación, usando la voz y la palabra o aun callando, en el trabajo o en la vigilia, en los ayunos o en la oración, en la lectura, en la hesichía, en la paciencia; en todo esto trata de abatir con sus flechas al soldado de Cristo. A quien la vanagloria no logra seducir con el lujo de los vestidos, trata de tentarlo por medio de una prenda vil. Y al que no puede agrandar con honores, lo induce a la tontería, haciéndole soportar cualquier cosa que parezca un deshonor. Al que no puede ser persuadido a vanagloriarse con la sabiduría de los discursos, lo atrapa con el lazo de la hesichía, como si se hubiera dedicado al recogimiento. Al que no puede convencer con la suntuosidad de los alimentos, lo debilita con el ayuno para que obtenga alabanzas.

En una palabra, cualquier trabajo, cualquier ocupación brinda a este pésimo demonio una ocasión para promover batalla. ¡Y además de esto, sugiere también fantasías de ordenaciones clericales! Recuerdo a un cierto anciano, cuando vivía en Escete (1), quien al dirigirse a visitar a un hermano en su celda, acercándose a su puerta, sintió que éste estaba hablando. El anciano, pensando que estaba meditando las Sagradas Escrituras, se detuvo a escuchar. Y oyó que aquel, tornándose insensato por la vanagloria, ¡se imaginaba haber sido ordenado diácono, y que estaba despidiendo a los catecúmenos! Oyendo esto, el anciano empujó la puerta y entró. El hermano se adelantó y se arrodilló según la usanza, tratando de saber si el anciano había estado un buen tiempo detrás de la puerta. Pero el anciano le contestó sonriendo: Llegué cuanto tú estabas despidiendo a los catecúmenos." Ante estas palabras, el hermano cayó a los pies del anciano, suplicándole que rogara por él, a fin de ser liberado de este engaño.

He recordado este hecho para demostrar a qué grado de insensatez este demonio conduce al hombre. El que quiera combatirlo con perfección (Cf. 2 Ti 2,5), y llevar firmemente la corona de la justicia (Cf. 2 Ti 4,8), usará de todo su celo para vencer a este demonio polimorfo. Y que tenga siempre bien presente lo dicho por David: El Señor ha dispersado los huesos de aquellos que gustan a los hombres (Sal 53,5). Y que no haga nada mirando a su alrededor, con el fin de obtener las alabanzas de los hombres. Que busque solamente la merced que viene de Dios; que siempre rechace aquellos pensamientos de autoelogio que provienen de su corazón, que se anule frente a Dios, y podrá así, con su ayuda, liberarse del espíritu de la vanagloria.

1) Luego de llevar a cabo nombramientos monásticos en el desierto egipcio.
2) La meditación de las Escrituras era llevada a cabo en voz alta.
3) En la antigua Iglesia, al comenzar la parte del sacrificio de la eucaristía, era deber del diácono despedir a los catecúmenos, los cuales, al no haber aún recibido el bautismo, no estaban en condiciones de participar integralmente de los misterios y comulgar en el sagrado banquete.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

El próximo texto pe pegue, sera la ultima parte del escrito de Casiano; y hay muchas posibilidades de que al menos que hayan algunos comentarios que me animen, llegue a ser el último del epígrafe.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

El próximo texto pe pegue, sera la ultima parte del escrito de Casiano; y hay muchas posibilidades de que al menos que hayan algunos comentarios que me animen, llegue a ser el último del epígrafe.

No necesitan "comentario" los textos que compartes, mi estimado Norberto, ni la ausencia de "comentarios" implican "desinterés".
Pueden ayudar a comprender los diferentes niveles y sus "estados", y ayudar a "superarlos"...

Que EL SEÑOR te Bendiga en todo momento. AMÉN.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

No necesitan "comentario" los textos que compartes, mi estimado Norberto, ni la ausencia de "comentarios" implican "desinterés".
Pueden ayudar a comprender los diferentes niveles y sus "estados", y ayudar a "superarlos"...

Que EL SEÑOR te Bendiga en todo momento. AMÉN.

Bueno, lo tuyo ya es un comentario; pero yo mas bien, me fijo en la cantidad de "visitas" al tema, que son pocas. No obstante, se pueden hacer consultas sobre distintas palabras y las ideas -algunas propias de la época- que ellas significan; las cuales, pueden ser criticadas; amen de aquellas que involucran un ambiente netamente monacal, y algún otro detalle. Por ejemplo, yo resalto apropósito con negrita todo aquello que me llama la atención, y estoy seguro que a algún otro forista también. Es por eso, que pienso que no están de mas los comentarios; al menos como ya dije: para preguntar. Dado que buscar la respuesta me motiva mucho. Y aun las críticas ácidas como las del principio, no son del todo negativas.

La Gracia del Señor sea contigo, y con todos los hermanos
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Amado hermano Norberto7. Recibe mis saludos, mi amor y mis bendiciones.

Bueno, lo tuyo ya es un comentario; pero yo mas bien, me fijo en la cantidad de "visitas" al tema, que son pocas. No obstante, se pueden hacer consultas sobre distintas palabras y las ideas -algunas propias de la época- que ellas significan; las cuales, pueden ser criticadas; amen de aquellas que involucran un ambiente netamente monacal, y algún otro detalle. Por ejemplo, yo resalto apropósito con negrita todo aquello que me llama la atención, y estoy seguro que a algún otro forista también. Es por eso, que pienso que no están de mas los comentarios; al menos como ya dije: para preguntar. Dado que buscar la respuesta me motiva mucho. Y aun las críticas ácidas como las del principio, no son del todo negativas.

La Gracia del Señor sea contigo, y con todos los hermanos

Amado hermano, creo muy siceramente, que lo que aportas en este epígrafe no necesita comentario alguno amén de reconocer la riqueza que en él nos has dado a conocer. Es tan maravilloso leer lo que esos grandes hombres pensaban, comprendían y manifestaban, que sólo resta expresar el reconocimiento. Es por eso que te dije que sólo entraba a leer, pues no me siento con el derecho (aunque no concuerdo con todo lo que se expone), de debatir o de confrontar esa fe o razonamiento que tan brillantemente está escrito.

Demás está decir que no solo nos separa la distancia en tiempo de aquellos exégetas (aunque más que exégetas fueron verdaderos filósofos), sino que también nos separa enormemente la capacidad de razonamiento, comprensión y discernimiento.

Lo mismo ocurre cuando se lee en el libro de Urantia, lo que razonaban, pensaban y discernían los apóstoles de Jesús. Notoriamente se ve una involución con el pensamiento y comprensión actual de la exégesis cristiana.

Este epigrafe, amado hermano, es verdaderamente un aporte y te pido con toda humildad y respeto, que lo continúes, porque tesoros como estos perduran en el tiempo; es un manantial que refresca el alma venir a estas páginas y leer un poco de ellos.

Con amor:junegofe

YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Norberto7;1948641]Bueno, lo tuyo ya es un comentario; pero yo mas bien, me fijo en la cantidad de "visitas" al tema, que son pocas.
Bueno, personalmente considero que, hasta el momento, casi 1600 respuestas, no son pocas....En cualquier caso, la cantidad de visitas no es siempre relativa al interés por la edificación. Hay muchos epígrafes que son muy visitados por el "morbo" que despiertan, las discordias, los enfrentamientos verbales, las palabras torpes y soeces, las bufonerías, los desprecios, de muchos participantes altivos, y vanidosos que se jactan y alardean de "conocimiento, pero la misma CEGUERA......NINGÚN FRUTO DE DIOS, NINGUNA EDIFICACIÓN.

No obstante, se pueden hacer consultas sobre distintas palabras y las ideas -algunas propias de la época- que ellas significan; las cuales, pueden ser criticadas; amen de aquellas que involucran un ambiente netamente monacal, y algún otro detalle. Por ejemplo, yo resalto apropósito con negrita todo aquello que me llama la atención, y estoy seguro que a algún otro forista también. Es por eso, que pienso que no están de mas los comentarios; al menos como ya dije: para preguntar. Dado que buscar la respuesta me motiva mucho. Y aun las críticas ácidas como las del principio, no son del todo negativas.

La Gracia del Señor sea contigo, y con todos los hermanos[/QUOTE]
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Norberto7;1948641]Bueno, lo tuyo ya es un comentario; pero yo mas bien, me fijo en la cantidad de "visitas" al tema, que son pocas.
Bueno, personalmente considero que, hasta el momento, casi 1600 respuestas, no son pocas, mi estimado Norberto....En cualquier caso, la cantidad de visitas no es siempre relativa al interés por la edificación. Hay muchos epígrafes que son muy visitados por el "morbo" que despiertan en los ciegos, las discordias, los enfrentamientos verbales, las palabras torpes y soeces, las bufonerías, de muchos de los participantes que se jactan y alardean de "conocimiento"; pero, la misma ceguera......NINGÚN FRUTO DE DIOS, NINGUNA EDIFICACIÓN, por la VANIDAD de la VANAGLORIA....

No obstante, se pueden hacer consultas sobre distintas palabras y las ideas -algunas propias de la época- que ellas significan; las cuales, pueden ser criticadas; amen de aquellas que involucran un ambiente netamente monacal, y algún otro detalle. Por ejemplo, yo resalto apropósito con negrita todo aquello que me llama la atención, y estoy seguro que a algún otro forista también. Es por eso, que pienso que no están de mas los comentarios; al menos como ya dije: para preguntar. Dado que buscar la respuesta me motiva mucho. Y aun las críticas ácidas como las del principio, no son del todo negativas.

La Gracia del Señor sea contigo, y con todos los hermanos
AMÉN, e IGUALMENTE. AMÉN.[/QUOTE]
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Norberto7;1948641]Bueno, lo tuyo ya es un comentario; pero yo mas bien, me fijo en la cantidad de "visitas" al tema, que son pocas.
Bueno, personalmente considero que, hasta el momento, casi 1600 respuestas, no son pocas, mi estimado Norberto....En cualquier caso, la cantidad de visitas no es siempre relativa al interés por la edificación. Hay muchos epígrafes que son muy visitados por el "morbo" que despiertan en los ciegos, las discordias, los enfrentamientos verbales, las palabras torpes y soeces, las bufonerías, de muchos de los participantes que se jactan y alardean de "conocimiento"; pero, la misma ceguera......NINGÚN FRUTO DE DIOS, NINGUNA EDIFICACIÓN, por la VANIDAD de la VANAGLORIA....

No obstante, se pueden hacer consultas sobre distintas palabras y las ideas -algunas propias de la época- que ellas significan; las cuales, pueden ser criticadas; amen de aquellas que involucran un ambiente netamente monacal, y algún otro detalle. Por ejemplo, yo resalto apropósito con negrita todo aquello que me llama la atención, y estoy seguro que a algún otro forista también. Es por eso, que pienso que no están de mas los comentarios; al menos como ya dije: para preguntar. Dado que buscar la respuesta me motiva mucho. Y aun las críticas ácidas como las del principio, no son del todo negativas.

La Gracia del Señor sea contigo, y con todos los hermanos
AMÉN, e IGUALMENTE. AMÉN.
[/QUOTE]

Pido disculpas, donde dije "1600 respuestas", quise decir: 1600 "visitas"....
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Bueno, ante la insistencia de por lo menos dos foristas, continuaremos un poco mas. Ahora viene el ultimo tema del tratado de Casiano, sobre:

La soberbia​

La octava lucha es contra el espíritu de la soberbia. Es un espíritu terrible el más salvaje de todos los precedentes. Combate sobre todo a los perfectos, y trata de derrocar, sobre todo, a aquellos, que han alcanzado el ápice de la virtud. Como un morbo contagioso y pernicioso, no destruye solamente una parte del cuerpo, sino el cuerpo entero; así, la soberbia no destruye solamente una parte del alma sino el alma entera. Cada una de las otras pasiones, aun turbando el alma, combate a la sola virtud que se le opone, y solamente ésta se esfuerza en vencerla. Por tal motivo, oscurece solamente en parte al alma y la turba. Pero la pasión de la soberbia oscurece el alma toda y la arrastra a una caída extrema.

Para entender mejor cuanto se ha dicho, observemos lo siguiente: la gula se esfuerza por corromper la continencia; la fornicación tiende a corromper la templanza; el amor por el dinero está en contra de la pobreza; la cólera, contra la humildad; así, cada uno de los distintos vicios trata de corromper la virtud opuesta. Pero el vicio de la soberbia, cuando domina al alma mísera, como un tirano feroz que ha ocupado una grande y excelsa ciudad, la abate completamente desde sus cimientos.

Testimonio de todo esto es aquel mismo ángel que cayó del cielo por causa de su soberbia: creado por Dios y adornado de toda virtud y sabiduría, no quiso atribuir todos sus dones a la gracia del Soberano, sino a su propia naturaleza. Y hasta llegó a concebir la idea de ser igual a Dios. Y el Profeta, confrontando este pensamiento, le dijo: Has dicho en tu corazón: Me sentaré sobre la excelsa montaña, pondré mi trono entre las nubes y seré parecido al Altísimo (Cf. Is 14,12-14). ¡Pero eres hombre y no Dios! (Cf. Ez 28,2) E incluso otro profeta dijo: ¿De qué te alabas en tu malicia, oh poderoso? (Sal 52,1), y continúa el salmo. Conociendo esto, temamos y pongamos toda vigilancia en custodiar nuestro corazón (Cf. Pr 4,23) del letal espíritu de la soberbia, recordándonos siempre a nosotros mismos, cuando ejercemos alguna virtud, lo dicho por el Apóstol: No yo, sino la gracia de Dios que está conmigo (1 Co 15,10); y lo que dice el Señor: Sin mí no podréis hacer nada (Jn 15,5), y cuanto ha sido dicho por el Profeta: Si el Señor no construye la casa, vano es el trabajo de los constructores (Sal 127,1); y aun esta palabra: No de quien quiere ni de quien corre, sino de Dios que hace misericordia (Ro 9,16). Puesto que si alguno fuera ardiente en su celo, solícito en su determinación, aun así, revestido de carne y sangre como lo es, no podrá alcanzar la perfección si no es por la misericordia de Cristo y de su gracia. Dice Santiago: Todo regalo bueno... viene de lo alto (Stg 1:17). Y el apóstol Pablo: ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te alabas como si no lo hubieras recibido? (1 Co 4,7), exaltándote como por cosas de tu pertenencia.

De que la salvación nos provenga de la gracia y de la misericordia de Dios, es veraz testimonio aquel ladrón, que adquirió el Reino de los Cielos no ciertamente como recompensa por sus virtudes, sino por la gracia y la misericordia de Dios (Cf. Lc 23,42 y ss.).

Nuestros Padres, que bien conocen todo esto, nos han trasmitido con unívoca sentencia que no se puede alcanzar de otro modo la perfección de la virtud si no es mediante la humildad, y ésta es habitualmente generada por la fe, por el temor de Dios y la perfecta pobreza: cosas gracias a las cuales se origina el amor perfecto. Por la gracia y por el amor de nuestro Señor Jesucristo a los hombres, a Él la gloria de los siglos. Amén.

* * *​

Marcos, el Asceta​

Nuestro santo padre Marcos el Asceta floreció alrededor del año 430. Fue discípulo de san Juan Crisóstomo, según Nicéforo Calixto, volumen II, libro 14, cap. 53, siendo contemporáneo de san Nilo y de Isidoro Pelusiota, famosísimos ascetas. Hombre laborioso y dedicado a la meditación de las Sagradas Escrituras, compuso muchos discursos llenos de todo tipo de instrucciones y de utilidad. Nicéforo Calixto menciona treinta y dos de ellos, actualmente perdidos, que enseñan todos los caminos de la vida ascética. Se han salvado solamente ocho de sus discursos, distintos de aquellos recordados. Éstos son mencionados por Calixto, y el crítico Focio, en el código 200, pág. 286. De éstos, se incluyó aquí el primero, concerniente a la ley espiritual, y el tercero, concerniente a aquellos que creen poder ser justificados por sus obras. Estos discursos son subdivididos en capítulos, el octavo de los cuales está dirigido al monje Nicolás. Estos capítulos son más útiles que los otros y todos concernientes a las leyes espirituales.

Los escritos de Marcos han sido también recordados por el santo mártir Pedro de Damasco, por san Gregorio de Tesalónica, por Gregorio el Sinaíta, por el santísimo patriarca Calixto, por Pablo Everghetinos y por muchos otros padres. Al haberlo leído, nos inducen a leerlo también.

* * *​

Poco se sabe de él, sin embargo. Parecería que fue contemporáneo de Nilo de Ancira y como él, discípulo de Juan Crisóstomo, y que fue nombrado abad de un monasterio de Ancira, antes de retirarse a la vida eremítica en Palestina.


(Continuará)...
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Continuemos con Marcos (el asceta):

1. La Ley Espiritual

1. Puesto que habéis expresado más de una vez el deseo de saber cómo es la ley espiritual según el Apóstol, y cuál es el conocimiento y la actividad de aquellos que la quieren cumplir, os diremos lo que está dentro de nuestras posibilidades.

2. Primero: sabemos que Dios es el principio, el centro y el fin de todo bien. Y el bien es imposible de ser obrado o creído, fuera de Cristo Jesús o del Espíritu Santo.

3. Cada bien es un don del Señor, conforme a su voluntad. El que crea en esto, no lo perderá.

4. La fe firme es una torre fuerte. Y Cristo es todo para aquel que cree.

5. Que Aquel que se halla al principio de todo bien, esté al principio de cada uno de tus propósitos, de tal modo que lo que debas hacer, se haga según Dios.

6. El que actúa con humildad y tiene una actividad espiritual, cuando lee las Sagradas Escrituras, relaciona todo consigo mismo y no con los demás.

7. Suplica a Dios para que abra los ojos de tu corazón y puedas ver cuánto se obtiene con la plegaria y con la lectura entendida en base a la experiencia.

8. El que tiene algún carisma espiritual y siente compasión por los que no lo tienen, guarda este don gracias a esta compasión. El que es vanidoso lo perderá, debido a los golpes que los pensamientos de vanidad imparten.

9. La boca del que tiene sentimientos humildes, habla con la verdad; el que contradice la verdad se asemeja a aquel siervo que golpeó al Señor en la mejilla (Cf. Jn 18,22).

10. No seas discípulo de quien se alaba a sí mismo, para que no seas aprendiz de la soberbia en lugar de ser humilde.

11. Que no se ensalce tu corazón a raíz de las reflexiones relativas a las Escrituras, a fin de que tu intelecto no caiga en manos del espíritu de la blasfemia.

12. No trates de resolver un asunto difícil mediante la controversia, sino mediante lo que te promete la ley espiritual, es decir, por intermedio de la paciencia, la oración y la esperanza, sin vacilaciones.

13. El que reza con el cuerpo sin tener todavía el conocimiento espiritual, es un ciego que grita: Hijo de David, ten piedad de mi (Lc 18,38).

14. Aquel que en un tiempo fue ciego, una vez que recuperó la vista y reconoció al Señor, lo adoró confesándolo "hijo de Dios," en lugar de "hijo de David." (Cf. Jn 9,35-38)

15. No te ensalces cuando derrames lágrimas durante la oración: es Cristo el que ha tocado tus ojos y tú has vuelto a adquirir la vista espiritual.

16. El que, a imitación del ciego, se ha sacado su manto y se ha acercado al Señor, se convierte en su seguidor y en heraldo de los dones más perfectos.

17. La malicia, ejercitada mediante los pensamientos, torna insolente el corazón; cuando es eliminada, mediante la continencia y la esperanza, lo torna arrepentido.

18. Hay una justa y benéfica contrición del corazón que lo conduce a la compunción; existe otra, sin embargo, desordenada y nociva, que lo lleva a enojarse consigo mismo.

19. El velar, el orar y el soportar todo lo que sucede, son una aflicción que no perjudica al corazón, sino que constituyen una ventaja, siempre y cuando, debido a la avidez, no quebremos la cohesión que existe entre estas cosas. El que persevera en ellas, será socorrido incluso en las demás. El que las descuida y las olvida, en el momento de su muerte tendrá sufrimientos intolerables.

20. Un corazón que ama los placeres se convierte, a la hora de la muerte, en prisión y cadenas para el alma; el que ama la fatiga es una puerta abierta.

21. Un corazón duro es como una puerta de hierro que conduce a la ciudad; pero se abre automáticamente para quien se encuentra en la pena y en la aflicción, como aquella puerta lo hizo con Pedro (Cf. Hch 12,10).
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

22. Muchas son las maneras de la oración, cada una distinta de la otra; pero ninguna podrá causar daño, porque, si es oración, no es operación diabólica.

23. Un hombre que quería hacer el mal, primero rezó mentalmente como de costumbre e, impedido de obrarlo por voluntad divina, agradeció ampliamente al Señor.

24. Cuando David quiso matar a Nabal del Carmelo, al recordar la divina retribución, fue impedido de realizar su propósito y agradeció ampliamente (Cf. 1 S 25). También sabemos lo que hizo cuando se olvidó de Dios, y cómo no deseaba desistir de ello, hasta que fue conducido al recuerdo de Dios nuevamente, por el profeta Natán (Cf. 2 S 12).

25. Cuando llegue el momento en que recuerdes a Dios, abunda en oraciones, para que cuando te olvides de Él, sea el Señor el que te recuerde.

26. Lee las Sagradas Escrituras y trata de comprender lo que en ellas se encuentra escondido. Porque todo lo que en un tiempo fuera escrito, ha sido escrito para enseñarnos (Ro 15,4).

27. En las Escrituras la fe ha sido denominada garantía de las cosas esperadas (He 11,1), y aquellos que no reconocen en ella a Cristo, son llamados réprobos.

28. Así como las ideas se dan a conocer mediante las obras y las palabras, así también la retribución futura se manifiesta mediante las obras del corazón.

29. Un corazón piadoso obtendrá ciertamente la piedad; en caso contrario habrá de esperar las correspondientes consecuencias.

30. La ley de la libertad (Cf. Stg 1,25) enseña toda la verdad: muchos la leen como si fuera la ciencia, pero pocos la comprenden, es decir, en la medida en que obran de acuerdo con los mandamientos.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

31. No busques su perfección en las virtudes humanas, porque no se la encuentra en forma perfecta en ellas. Su perfección está escondida en la cruz de Cristo.

32. La ley de la libertad es leída como una ciencia verdadera y es comprendida poniendo en obra los mandamientos pero encuentra su plenitud en la fuerza de la misericordia de Cristo.

33. Cuando a conciencia nos esforcemos por actuar de acuerdo con todos los mandamientos de Dios, entonces conoceremos la ley inmaculada del Señor; sabremos cómo ésta es perseguida por nosotros mediante nuestras buenas acciones, aunque no pueda cumplirse plenamente en los hombres sin la misericordia de Dios.

34. Todos aquellos que no se consideran deudores respecto de cada uno de los mandamientos de Cristo, leen la ley de Dios solamente con el cuerpo sin comprender lo que dicen ni lo que dan por seguro (1 Ti 1,7). Es por esto que creen poder llevarla a cabo mediante las obras.

35. Sucede, a veces, que hay cosas que parecen buenas al ser llevadas a cabo; y sin embargo, el motivo de quien las ejecuta no tiende al bien. También hay otras que parecen malas, mientras que el motivo de quien las hace tiende al bien. Esto no sucede solamente respecto de las obras, sino también respecto de las palabras, que pueden ser dichas de la misma manera que mencionáramos anteriormente. Otros cambian las cosas por inexperiencia o por ignorancia, algunos por mala intención, otros en cambio con fines piadosos.

36. El que hace ostentación de alabanzas, escondiendo calumnias y críticas, no es fácilmente descubierto por los más simples. Así también es quien se vanagloria, simulando ser humilde. Todos éstos, después de haber alterado en mucho la verdad con la mentira, finalmente son alejados y confutados mediante las obras.

37. Existe el que hace una obra que se manifiesta buena, a fin de ser útil al prójimo; también existe aquel que obtiene una ventaja espiritual, no haciéndola.

38. Existe el reproche hecho por maldad y por venganza. Existe otro hecho por temor a Dios y a la verdad.

39. No reproches a aquel que ha dejado el pecado y hace penitencia. Y si argumentas que reprochas según Dios, manifiesta primero, entonces, tus males personales.

40. Dios da principio a toda virtud, así como el sol se encuentra en el origen de la luz del día.

41. Cuando lleves a cabo alguna acción virtuosa, recuerda a aquel que dijo: Sin mí, nada podéis hacer.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Amado hermano Norberto7. Recibe mis saludos, mi amor y mis bendiciones.


La soberbia​

La octava lucha es contra el espíritu de la soberbia. Es un espíritu terrible el más salvaje de todos los precedentes. Combate sobre todo a los perfectos, y trata de derrocar, sobre todo, a aquellos, que han alcanzado el ápice de la virtud. Como un morbo contagioso y pernicioso, no destruye solamente una parte del cuerpo, sino el cuerpo entero; así, la soberbia no destruye solamente una parte del alma sino el alma entera. Cada una de las otras pasiones, aun turbando el alma, combate a la sola virtud que se le opone, y solamente ésta se esfuerza en vencerla. Por tal motivo, oscurece solamente en parte al alma y la turba. Pero la pasión de la soberbia oscurece el alma toda y la arrastra a una caída extrema.

Amado hermano, se que estás emprendiendo una buena obra casi en soledad. Me he negado a entrar a dialogar y sólo lo hago para leer lo que aportas, pero creo que eso es injusto para contigo, por lo tanto quiero mostrarte mi reconocimiento entablando un diálogo que ojalá nos lleve a una mejor comprensión.

La soberbia es sinónimo de "orgullo espiritual", y es lo más corrosibo que pueda existir en todo discípulo que quiera ascender en la luz se le llama el "gusanillo del orgullo espiritual" y quienes son invadidos por ese pequeño gusanillo pero poderoso en dañar, se pierden o involucionan muchísimo.

Por otro lado Jesús, nos insta a ser perfectos así como perfecto es el Padre.(Mat.5:48). Para ser perfectos deberemos alcanzar la consciencia divina y hacernos UNO con el Padre; ese es el fin del "Camino al Padre" que nos prometiera su Hijo. Por lo tanto al ser perfectos no hay pecado, ni maldad ni nada que muestre o demuestre imperfección; por lo tanto la soberbia ni el orgullo espiritual, tienen cabida en la perfección. Por lo tanto los "perfectos" y los que han alcanzaso el ápice de la virtud, no pueden ser soberbios ni orgullosos, creo yo.

¿Qué opinas tú, amado hermano?

Con amor:junegofe

YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Amado hermano Norberto7. Recibe mis saludos, mi amor y mis bendiciones.


Continuemos con Marcos (el asceta):

1. La Ley Espiritual

1. Puesto que habéis expresado más de una vez el deseo de saber cómo es la ley espiritual según el Apóstol, y cuál es el conocimiento y la actividad de aquellos que la quieren cumplir, os diremos lo que está dentro de nuestras posibilidades.

2. Primero: sabemos que Dios es el principio, el centro y el fin de todo bien. Y el bien es imposible de ser obrado o creído, fuera de Cristo Jesús o del Espíritu Santo.

3. Cada bien es un don del Señor, conforme a su voluntad. El que crea en esto, no lo perderá.

4. La fe firme es una torre fuerte. Y Cristo es todo para aquel que cree.

5. Que Aquel que se halla al principio de todo bien, esté al principio de cada uno de tus propósitos, de tal modo que lo que debas hacer, se haga según Dios.

6. El que actúa con humildad y tiene una actividad espiritual, cuando lee las Sagradas Escrituras, relaciona todo consigo mismo y no con los demás.

7. Suplica a Dios para que abra los ojos de tu corazón y puedas ver cuánto se obtiene con la plegaria y con la lectura entendida en base a la experiencia.

8. El que tiene algún carisma espiritual y siente compasión por los que no lo tienen, guarda este don gracias a esta compasión. El que es vanidoso lo perderá, debido a los golpes que los pensamientos de vanidad imparten.

9. La boca del que tiene sentimientos humildes, habla con la verdad; el que contradice la verdad se asemeja a aquel siervo que golpeó al Señor en la mejilla (Cf. Jn 18,22).

10. No seas discípulo de quien se alaba a sí mismo, para que no seas aprendiz de la soberbia en lugar de ser humilde.

11. Que no se ensalce tu corazón a raíz de las reflexiones relativas a las Escrituras, a fin de que tu intelecto no caiga en manos del espíritu de la blasfemia.

12. No trates de resolver un asunto difícil mediante la controversia, sino mediante lo que te promete la ley espiritual, es decir, por intermedio de la paciencia, la oración y la esperanza, sin vacilaciones.

13. El que reza con el cuerpo sin tener todavía el conocimiento espiritual, es un ciego que grita: Hijo de David, ten piedad de mi (Lc 18,38).

14. Aquel que en un tiempo fue ciego, una vez que recuperó la vista y reconoció al Señor, lo adoró confesándolo "hijo de Dios," en lugar de "hijo de David." (Cf. Jn 9,35-38)

15. No te ensalces cuando derrames lágrimas durante la oración: es Cristo el que ha tocado tus ojos y tú has vuelto a adquirir la vista espiritual.

16. El que, a imitación del ciego, se ha sacado su manto y se ha acercado al Señor, se convierte en su seguidor y en heraldo de los dones más perfectos.

17. La malicia, ejercitada mediante los pensamientos, torna insolente el corazón; cuando es eliminada, mediante la continencia y la esperanza, lo torna arrepentido.

18. Hay una justa y benéfica contrición del corazón que lo conduce a la compunción; existe otra, sin embargo, desordenada y nociva, que lo lleva a enojarse consigo mismo.

19. El velar, el orar y el soportar todo lo que sucede, son una aflicción que no perjudica al corazón, sino que constituyen una ventaja, siempre y cuando, debido a la avidez, no quebremos la cohesión que existe entre estas cosas. El que persevera en ellas, será socorrido incluso en las demás. El que las descuida y las olvida, en el momento de su muerte tendrá sufrimientos intolerables.

20. Un corazón que ama los placeres se convierte, a la hora de la muerte, en prisión y cadenas para el alma; el que ama la fatiga es una puerta abierta.

21. Un corazón duro es como una puerta de hierro que conduce a la ciudad; pero se abre automáticamente para quien se encuentra en la pena y en la aflicción, como aquella puerta lo hizo con Pedro (Cf. Hch 12,10).

Esto es un deleite, amado hermano. ¡Qué sabiduría la de este hermano!...

Con todo respeto quiero destacar lo siguiente:


7. Suplica a Dios para que abra los ojos de tu corazón y puedas ver cuánto se obtiene con la plegaria y con la lectura entendida en base a la experiencia.

Esto habla claramente de la apertura del corazón, algo indispensable para recibir y comprender la Verdad. Jesús decía: "el que tenga ojos vea, el que tenga oidos escuche"; con ello enseñaba a abrir el corazón y mantenerlo abierto al recibir la verdad. Se que no es algo fácil y que no se abre solamente por voluntad propia, sino por la palabra de Jesús:la verdad.

Claro ejemplo de esto, lo leemos en las escrituras:

"La conversión de Lidia

Y el día sábado salimos fuera de la puerta de la ciudad, junto al río, donde pensábamos que habría un lugar de oración. Nos sentamos allí y hablábamos a las mujeres que se habían reunido. 14 Entonces escuchaba cierta mujer llamada Lidia, cuyo corazón abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía."
(Hec.16:13-14)

Ojalá muchos más hermanos entraran en este epígrafe que entrega tanta sabiduría.

Con amor:junegofe

YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Gracias Junegofe por tu participación, es muy razonable lo que dices; y la frase así como está da base para pensar que habiendo alcanzado la "perfección" se pueda caer. Yo no me animo a afirmar que pueda ser así, pero entre los ascetas mas reconocidos, hay los que piensan que si, y los que no; como te podrás imaginar, definir esto va mas allá de mi capacidad, y no me atrevo a especular mas que en el sentido de que quizá el autor, en este caso, no esté hablando de los que hayan alcanzado la meta suprema; sino de aquellos que más se han acercado a ello. Como cuando Pablo dice: "los que somos perfectos" pero también: "no digo haberlo alcanzado, ni ser ya perfecto"; de modo que aquí la palabra "perfecto" tiene dos declinaciones, una de las cuales había alcanzado, tanto el como algunos de sus lectores; pero la otra, al menos él, todavía no.

Dado que Casiano apreció mucho a Evagrio, lo sigue en su doctrina, por eso, te remito a este capítulo sobre la vanagloria, en que Evagrio dice algunas cosas semejantes:


Sigamos con Evagrio,

La vanagloria​

13. De todos los pensamientos, el de la vanagloria es el que está compuesto por más elementos. En efecto, abraza a casi toda la tierra y abre las puertas a todos los demonios, tal como lo haría algún malvado traidor en una ciudad. Por tanto, humilla el intelecto del solitario, llenándolo de discursos y objetos y corrompiendo las plegarias con las cuales él trata de curar todas las heridas de su alma.

Todos los demonios una vez vencidos, hacen crecer este pensamiento y por su intermedio, encuentran un nuevo acceso a las almas. Y es así como hacen que la última situación de las almas sea peor que la precedente (Cf. Mt 12,45). De aquí nace también el pensamiento de la soberbia. Esto es lo que ha hecho derrumbar de los cielos sobre la tierra el sello de la semejanza la corona de la belleza (Ez 28,12). Rehúyela pues, no tardes, porque puede suceder que entreguemos a otros nuestra vida, y nuestra riqueza a quien no tiene misericordia (Pr 5,9). Este demonio es ahuyentado por la oración continua y por el no hacer ni decir nada de lo que se lleva a cabo por la maldita vanagloria.

14. Ni bien el intelecto de los solitarios alcanza una cierta impasibilidad, he aquí que adquiere el caballo de la vanagloria y en seguida corre por las ciudades, llenándose sin medida de alabanzas a su gloria.
 
Re: La Filocalia de los padres Nípticos

Aquí pego la dirección de donde se puede bajar el escrito de Evagrio que es la base del de Casiano, y donde se puede encontrar una exposición similar sobre el espíritu de la soberbia. Evagrio es el pionero de lo que con el tiempo degenerará en lo que se llamó los 7 pecados capitales. Ustedes pueden ver, que para Evagrio eran 8 "pensamientos viciosos". Mas adelante en el siglo VII primero Juan damasceno -si no me equivoco- unió la vanagloria y la soberbia, en el "orgullo", Juan de la escala lo sigue en esta postura: http://www.fatheralexander.org/booklets/spanish/escala_juan_climaco.htm#_Toc43898197 que como dije, mas adelante se convirtió en el séptimo pecado capital.