Re: La Falsedad De Que Maria Sea Una Inmaculada Concepción
Pasemos a Lc 1,28.
¿Qué es lo que ocurre aquí?
Primero, sorprende que en vez de que el ángel
llame a la Virgen por su nombre, le diga "llena de Gracia".
Este hecho nos recuerda algo llamativo en el Antiguo Testamento
(y que se repetirá, por ejemplo, en el Nuevo en el caso de Mt 16,16-19),
y es el nuevo nombre que recibe una persona para designarle una función.(Gn 3,20; 17,5.15; 32,28).
Génesis 3,20 dice así:
"Y el hombre le puso por nombre Eva (en hebreo "Hawa") a su mujer,
porque ella era la madre de todos los vivientes".
En hebreo el verbo "hayah" significa "vivir".
Las letras "y" y "w" en hebreo se suelen intercambiar con facilidad:
por ello es que la mujer de Adán recibe el nombre de Eva,
nombre cuya raíz hebraica designa "vivir".
Algo similar ocurre con María y el ángel:
Para nombrarla, el ángel emplea precisamente
lo que en Eva equivalía a su misión -"Madre de los vivientes"-
en María se trata de "colmada de gracia"
por el hecho de que será Madre de Dios,
ella tendría que ser llenada a plenitud de la Gracia de Dios
mucho más que cualquier ser humano
para hacerla digna habitacion de Hijo.
El nombre de María en griego consiste en un tiempo en perfecto(kejaritomene),
ello pone de relieve que es una acción que ha tenido lugar en el pasado:
lo que decíamos antes, fue preservada del pecado por parte de Dios;
y ella se ha mantenido en dicho estado de Plenitud de Gracia ;
de lo contrario, el ángel no podría haberla llamado así.
Ello muestra su estado de Gracia, Pleno y Perfecto.
En la Biblia, además, encontramos varios pasajes
que confirman que María es inmaculada.
En Génesis 3,15 se habla de la enemistad entre la serpiente y la mujer,
entre su simiente y la de Ella...
Se habla de la descendencia de la mujer con el término "simiente"
María no está incluida en la simiente de la serpiente:
Porque la enemistad es absoluta,
y dicha oposición no tendría ningún sentido
si María también tuviera herencia de pecado.
En el Evangelio de Juan Jesús se dirige a su Madre
siempre con el apelativo de "Mujer" (Jn 2,5; 19,26;
en el Apocalipsis se habla de Ella como "mMujer" unas ocho veces: ( Ap 12,1.4.6.13.14.15.16.17).
1a Corintios 15,45 habla del primer Adán y del nuevo Adán.
Al llamar Jesús a su Madre "Mujer" pone de relieve que es la "nueva Eva":
La nueva Eva, María, trae la salvación con su "hágase"
en el momento del anuncio del ángel,
aceptando así el ser Madre de Dios en su Encarnación.
Además de nueva Eva, María es el "Arca de la alianza".
El Antiguo Testamento enseña
que el Arca de la Alianza debía ser santa e inmaculada,
intocable de hombre pecador ninguno:
"Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de cubrir los objetos sagrados
y todos los utensilios del santuario,
cuando el campamento esté para trasladarse,
vendrán después los hijos de Coat para transportarlos,
pero que no toquen los objetos sagrados pues morirían.
Éstas son las cosas que transportarán los hijos de Coat
en la tienda de reunión" (Num 4,15; cf Ex 25,10; 2a Sam 6,1-9).
Dentro de los objetos sagrados se encuentra el Arca como lo principal.
Si el Arca Antigua que contenia lo mas Sagrado, tenía que ser pura,
con ¡cuánta mayor razón María, Madre del Hijo de Dios encarnado!
En Ap 11,19 se abre el templo de Dios
y se muestra el Arca de la Alianza en un contexto típico de "revelación"
como son los relámpagos, las voces, los truenos.
En el siguiente versículo se muestra a María: es la mujer vestida de sol...
En el Antiguo Testamento el arca contenía tres cosas
que en el Nuevo serán atributos de Cristo:
El maná, el cayado de Aarón y los diez mandamientos
"Y detrás del segundo velo había un tabernáculo llamado el Lugar Santísimo,
el cual tenía el altar de oro del incienso y el arca del pacto
cubierta toda de oro, en la cual había una urna de oro
que contenía el maná y la vara de Aarón que retoñó
y las tablas de la alianza", Heb 9,3-4:
Jesús es el verdadero maná (Jn 6,32),
el sumo sacerdote de Dios verdadero (Hb 3,1)
y la palabra que se ha hecho carne (Jn 1,14).
En el Antiguo Testamento el Espíritu de Dios
se cernía cobre el Arca en forma de nube (Ex 40,32-33),
así como el Poder el Altísimo cubrió a María con su sombra (Lc 1,35).
David exclama ante el arca:
¿Cómo podrá venir a mí el arca del Señor? (2Sam 6,9).
Así como David salta de gozo ante el arca (2Sam 6,14-16)
Juan Bautista salta en el seno de su madre
al llegar María a casa de Isabel (Lc 1,43).
El arca del Señor permanece seis meses en casa de Obededón (2Sam 6,11)
y María permanece unos tres meses en casa de su prima (Lc 1,56).
El cumplimiento del Antiguo Testamento por parte del Nuevo,
implica no sólo que se le lleva a plenitud, sino que lo supera con mucho.
Por ejemplo, Cristo en la cruz lleva a cumplimiento
varios pasajes veterotestamentarios sobre el cordero pascual,
entre otros, pero los supera en cuanto que además de cordero
es el Hijo de Dios altísimo que muere en una cruz para redimirnos del pecado.
Las citas de la Escritura "no quebrantarán ninguno de sus huesos" (Jn 19,35; cf Éxodo 12,46)
y la alusión a la rama de hisopo" (Jn 19,29; cf Éxodo 12,22)
ponen de relieve que ambos pasajes hallan su cumplimiento en Él.
Mas su muerte no se limita al solo cordero,
ya que lleva a cumplimiento otra profecía: "Mirarán al que traspasaron" (Jn 19), que se refiere a la muerte del rey Josías,
rey piadoso que en el Antiguo Testamento había llevado a cabo
la reforma religiosa del pueblo (Zc 12,10-11; cf 2Re 23,29):
además, de morir como cordero, muere también como rey.
La cruz es su propio trono (Jn 19,19).
En el caso de María, si hubiera nacido en pecado,
sería entonces inferior a Eva que fue creada en perfección y sin pecado,
lo que implicaría que también Adán tendría que ser superior a Cristo.
Volviendo a la muerte de Cristo en la cruz, todo parece verificarse,
ya que Jesús la llama "Mujer" .
La designación carecería de sentido si Ella no fuera la nueva Eva
y Él el nuevo Adán.
Más aún así como del fruto del árbol comieron el hombre y la mujer,
de modo que pecaron,
del mismo modo, el fruto del madero de la cruz
son la sangre y el agua de Cristo.
Por el fruto del primer árbol los hombres pecaron,
por el fruto del madero son regenerados (el agua)
y reciben un alimento de vida, El Maná escondido : la Eucaristía
Ahora volvemos al pasaje de Rm 5,12:
Allí el punto de la comparación es entre Cristo y Adán.
Si la comparación fuera entre María y Eva,
tampoco María estaría incluida en ese "todos" de Rm 5,12,
ya que de otro modo la comparación carecería de sentido
(en el Génesis aparecen tanto Adán como Eva
y ambos caen en el pecado de comer del fruto del árbol).
Es aquí donde entra el texto del Génesis 3,15
y en el que aparece la figura de La Mujer y su simiente
Esto lo vio muy claro ya San Justino en el siglo II
en el Diálogo 100 (PG 6,172); posteriormente otros padres de la Iglesia
profundizaron y siguieron meditando en esta realidad,
como Ireneo (Adversus Haereses 3,22,4),
San Efrén Sirio (Carmina Nisibena 27,8).
San Jerónimo profundiza la relación de Cristo con María
a la luz del Salmo 67,6
"La tierra ha dado su fruto; nos bendice el Señor nuestro Dios":
el fruto es Cristo,es el Señor que nace de la esclava;
el Dios de la criatura humana; el Hijo de la Madre, el fruto de la tierra.
Así como Dios formó a Adán del barro de la tierra
a la que no había afectado el pecado original,
Dios formó a Cristo, de Maria, la tierra nueva
que también tenía que estar inmune de dicho pecado.
La vieja creación tuvo inicio sin pecado; la nueva creación también.
Pero a diferencia de la vieja creación,
la nueva creación es la naturaleza humana del Hijo de Dios
nacida en el seno purísimo de María Aantísima:
así ha tenido lugar La Nueva Creación.