EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA ANTES DE LA GRAN TRIBULACIÓN
La Autoridad que tenemos para esperar al Señor, son sus mismas palabras al cierre de la revelación bíblica, leemos de nuevo:
Apo 22:7 !!He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Apo 22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Apo 22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Apo 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Apo 22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
Apo 22:21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Esta es la realidad de su venida, antes de la Gran Tribulación tal como nos enseña el apóstol Pablo en su primera carta a los tesalonicenses, leemos:
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Nada se presenta de manera más prominente en el Nuevo Testamento que la segunda venida del Señor Jesucristo.
Este fue el primer consuelo de los ángeles para los afligidos discípulos, leemos:
Hch 1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
En Hebreos 9 leemos:
Heb 9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Este versículos es una evidencia más de su retorno inminente por su Iglesia.
¿Por qué?
Porque la expresión:
"SIN RELACIÓN CON EL PECADO"
Permite separar el arrebatamiento de la Iglesia, cuyo encuentro con el Señor es en el aire (1Ts.4:17) con su descenso a la tierra en relación con el pecado de los moradores de la tierra, Israel y las naciones gentiles, a quienes el Señor juzgará, cuando haya puesto su Trono en Jerusalen (Jer.3:17), leemos:
"CON RELACIÓN CON EL PECADO"
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Otra evidencia más, que evita que su venida por la Iglesia y su encuentro con Ella en el aire, sea confundida con su venida a la tierra, la tenemos aquí:
Apo 22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Mal_4:2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Son dos títulos:
1. La estrella resplandeciente de la mañana
2. El sol de justicia.
El primero está relacionado con la Iglesia, la estrella resplandeciente de la mañana surge cuando las tinieblas de este mundo se hallan en su máximo apogeo.
Antes que esclarezca el día, la estrella ha salido para arrebatar a su Iglesia, y trasladarla a un lugar seguro, la Casa de su Padre Dios en el cielo.
El sol de justicia está relacionado con Israel y las naciones gentiles, cuando ya la Iglesia está en el cielo.
En este mismo libro de Malaquías contemplamos el Día del Señor en medio del sol de justicia, ardiente como un horno, leemos:
Mal_4:1
El advenimiento del día de Jehová
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
Este día de Jehová, es el mismo al que se refiere el apóstol Pablo en su segunda carta a los tesalonicenses, leemos:
2Ts 2:1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él (1Ts.4:17) os rogamos, hermanos,
2Ts 2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Habían falsificado una carta con las firmas de Pablo y los demás apóstoles, dónde se engañaba a los tesalonicenses, en el sentido de que el Dia de Jehová, ardiente como un horno, había llegado.
El apóstol les advierte que no se dejen engañar, que el hombre de pecado no puede surgir, si el impedimento que lo detiene no es quitado, leemos:
2Ts 2:6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
El hombre de pecado o hijo de perdición está relacionado con el Día de Jehová, y el impedimento que detiene la manifestación del anticristo, es el Espíritu Santo que mora en la Iglesia.
La confianza que infunde las palabras del apóstol cuando separa a la Iglesia del Día de Jehová, leemos:
2Ts 2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
2Ts 2:14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Y en su primera carta se encuentra las mismas palabras de confianza, leemos:
1Ts 5:2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
El Día de Jehová, ardiente como un horno, viene como ladrón en la noche para los que se queden aquí en la tierra, luego del arrebatamiento de la Iglesia.
1Ts 5:4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
Claro que no, nosotros lo esperamos a El tal como prometió al finalizar la revelación, leemos de nuevo:
Apo 22:7 !!He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Apo 22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Apo 22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Apo 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Apo 22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
1Ts 5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
La ira que contiene el Día del Señor, es la misma ira de la cual nos libra el Señor en su venida por su Iglesia, leemos:
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Aquí está escrita la ira en medio de la Gran Tribulación, leemos:
EL SEÑOR CASTIGANDO LA TIERRA CON GRAN IRA
Apo 6:16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
Apo 6:17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Mas claro no se puede.
Que el Señor bendiga nuestra esperanza de recibir al Señor en el aire, antes de la ira venidera.