Estamos hablando de madre como progenitora.
Hoy se puede implantar un embrión humano en cualquier mujer y esa mujer tendrá un niño y dará a luz y el bebe nacerá.
Si se queda con el bebe será su madre pero no su progenitora.
La devoción que reciben María y los santos son "poca cosa", deberían ser mayores!
- Autor Poke19-2
- Fecha de inicio
Hoy se puede implantar un embrión humano en cualquier mujer y esa mujer tendrá un niño y dará a luz y el bebe nacerá.
Si se queda con el bebe será su madre pero no su progenitora.
Es lo mismo.
Dios "no puede" hacer cualquier cosa aunque "pueda".
Hay un puedo que es de permiso y hay un puedo que tiene que ver con la capacidad física para hacer algo.
Un chico de 16 años no puede (permiso) manejar aunque pueda (sepa) manejar.
Dios "no puede" reconciliarse con el hombre porque ese camino está cerrado.
A causa de su ley y santidad.
Pero el hombre tampoco puede reconciliarse con Dios porque su falta es irreversible.
La solución es un nuevo Adan, un segundo hombre.
Y ahora si, en este segundo hombre es el hombre el que se reconcilia con Dios.
No es off-topic.
Sin embargo lo tuyo estaba completamente fuera de lugar y tu post solo muestra tu inmadurez y el caracter vengativo de la misma.
Madurá.
En lengua castellana, no es lo mismo
Por otro lado, tu razonamiento es desde el punto de vista humano y no tiene relación con el nacimiento de Jesús
Dios puede hacer que el nacimiento de Jesús no pierda su condición de divino y Jesús sea bajado del cielo y etc. Y al mismo tiempo cumpla con el requisito para que Jesús sea verdadero Dios y Verdadero hombre. Es decir, María sí es progenitora, para que se cumpla lo que está escrito, sobre la ascendencia de Jesús.
Porque: "Nada es imposible para Dios"
Y luego nuestro señor dijo amaras a tu prijimo como a ti mismo ,quiere decir Que lo amamos mas que a nuestro señor.
Mis dos centavos:
¿ES BÍBLICA LA ORACIÓN A LOS SANTOS / MARÍA?
La posición oficial de la Iglesia Católica Romana es que los católicos no oran a los santos en el cielo ni a María; más bien, a los católicos se les enseña que pueden pedir a los santos o a María que oren por ellos. Según la Iglesia Católica Romana, pedir a los santos en el cielo sus oraciones no es diferente de pedirle a alguien aquí en la tierra que ore por nosotros.
A pesar de las afirmaciones católicas oficiales, es difícil ver cómo las palabras del Acordaos, una famosa oración católica, no son una petición directa a María:
“Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti. Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre,”
Lo mismo puede decirse de las palabras de otra oración católica tradicional, “Salve, Santa Reina”:
"Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a tí suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente!
¡Oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén."
(de Un Libro de Oraciones, 1982, Comité Internacional sobre Inglés en la Liturgia, Inc.)
En la práctica, muchos católicos se apartan de las enseñanzas católicas romanas oficiales sobre la oración. Muchos católicos, de hecho, oran directamente a los santos y/o a María, como se ve en las oraciones anteriores. Incluso en los casos en los que simplemente se le pide a María o a un santo que ore, la práctica no tiene fundamento bíblico.
La Biblia en ninguna parte instruye a los creyentes en Cristo a orar a nadie distinto a Dios. La Biblia en ninguna parte alienta, o incluso muestra, a los creyentes pidiéndole a las personas en el cielo sus oraciones. ¿Por qué, entonces, muchos católicos rezan a María y/o a santos como Gertrudis, Rita, Silvestre, Vicente, Inés, etc.? ¿Por qué solicitan a los muertos sus oraciones? Los católicos ven a María y a los santos como “intercesores” ante Dios. Ellos creen que un santo, que es glorificado en el cielo, tiene más “acceso directo” a Dios que nosotros los pecadores desde nuestro punto de vista terrenal. En el pensamiento católico, si un santo entrega una oración a Dios, es más efectivo que orar directamente a Dios. Este concepto es descaradamente antibíblico. Hebreos 4:16 nos dice que nosotros, los creyentes aquí en la tierra, tenemos acceso directo a Dios y podemos “acercarnos al trono de la gracia con confianza”.
Ningún santo puede tomar el lugar de Jesús: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). No hay nadie más que pueda mediar con Dios por nosotros. Puesto que Jesús es el único mediador, María y los santos no pueden ser mediadores. Además, la Biblia nos dice que Jesucristo mismo está intercediendo por nosotros ante el Padre: “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25). Con Jesús mismo intercediendo por nosotros, ¿por qué necesitaríamos que María o los santos intercedieran por nosotros? ¿A quién escucharía Dios más prontamente que a su Hijo unigénito? Romanos 8:26–27 dice que el Espíritu Santo también intercede por nosotros. Con la segunda y tercera Personas de la Trinidad ya intercediendo por nosotros ante el Padre, ¿por qué necesitaríamos que María o los santos intercedieran por nosotros?
Los católicos argumentan que orar a María y a los santos no es diferente a pedirle a alguien aquí en la tierra que ore por nosotros. Examinemos esa afirmación: (1) Pedirle a otros creyentes (en la tierra) que oren por nosotros es ciertamente bíblico (2 Corintios 1:11; Efesios 1:16; Filipenses 1:19; 2 Timoteo 1:3). El apóstol Pablo pide a otros cristianos que oren por él en Efesios 6:19. (2) La Biblia en ninguna parte menciona a un creyente pidiéndole a alguien en el cielo que ore por él. La Biblia en ninguna parte describe a alguien en el cielo orando por alguien en la tierra. (3) La Biblia no da absolutamente ninguna indicación de que María o los santos puedan escuchar nuestras oraciones. María y los santos no son omniscientes. Incluso glorificados en el cielo, siguen siendo seres finitos con limitaciones. ¿Cómo podrían escuchar las oraciones de millones de personas? (4) Cada vez que la Biblia menciona orar o hablar con los muertos, es en el contexto de la hechicería, la brujería, la nigromancia y la adivinación, actividades que la Biblia condena enérgicamente (Levítico 20:27; Deuteronomio 18:10–13). En el único caso en que una persona viva se dirige a un "santo" muerto, el santo, Samuel, no está exactamente feliz de que lo molesten (1 Samuel 28: 7-19). Orar a María o a los santos es completamente diferente a pedirle a un amigo aquí en la tierra que ore por nosotros. Pedirle a la gente en la tierra que ore por nosotros tiene una sólida base bíblica; pedir a los santos celestiales o a María que oren no tiene ninguna base bíblica.
Es un error pensar que Dios escuchará y contestará las oraciones de San Judas, por ejemplo, por encima de las tuyas. La Escritura enseña que la oración ofrecida a Dios con fe, según la voluntad de Dios, de un corazón redimido será escuchada. Como ejemplo, “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” (Santiago 5:17–18).
No hay absolutamente ninguna base bíblica para orar a nadie más que a Dios. Tampoco hay necesidad de hacerlo. Jesús, nuestro Intercesor, lo tiene cubierto. Nadie en el cielo puede mediar en nuestro nombre excepto Jesucristo. Sólo Dios puede escuchar y contestar nuestras oraciones. El velo del templo se rasgó en dos (Hebreos 10:19–20); el hijo de Dios en la tierra tiene tanto acceso al trono de la gracia de Dios, en el nombre de Jesús, como cualquiera en el cielo (Hebreos 4:16).
Fuente: https://www.gotquestions.org/prayer-saints-Mary.html
________________________________________________________________________________
Clarísimo entonces (y demostrado con la Biblia) que sólo a Dios nos debemos dirigir en oración. Otra vez se demuestra que la doctrina católica romana está equivocada.
Bendiciones.
Robespengler
¿ES BÍBLICA LA ORACIÓN A LOS SANTOS / MARÍA?
La posición oficial de la Iglesia Católica Romana es que los católicos no oran a los santos en el cielo ni a María; más bien, a los católicos se les enseña que pueden pedir a los santos o a María que oren por ellos. Según la Iglesia Católica Romana, pedir a los santos en el cielo sus oraciones no es diferente de pedirle a alguien aquí en la tierra que ore por nosotros.
A pesar de las afirmaciones católicas oficiales, es difícil ver cómo las palabras del Acordaos, una famosa oración católica, no son una petición directa a María:
“Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti. Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre,”
Lo mismo puede decirse de las palabras de otra oración católica tradicional, “Salve, Santa Reina”:
"Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a tí suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente!
¡Oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén."
(de Un Libro de Oraciones, 1982, Comité Internacional sobre Inglés en la Liturgia, Inc.)
En la práctica, muchos católicos se apartan de las enseñanzas católicas romanas oficiales sobre la oración. Muchos católicos, de hecho, oran directamente a los santos y/o a María, como se ve en las oraciones anteriores. Incluso en los casos en los que simplemente se le pide a María o a un santo que ore, la práctica no tiene fundamento bíblico.
La Biblia en ninguna parte instruye a los creyentes en Cristo a orar a nadie distinto a Dios. La Biblia en ninguna parte alienta, o incluso muestra, a los creyentes pidiéndole a las personas en el cielo sus oraciones. ¿Por qué, entonces, muchos católicos rezan a María y/o a santos como Gertrudis, Rita, Silvestre, Vicente, Inés, etc.? ¿Por qué solicitan a los muertos sus oraciones? Los católicos ven a María y a los santos como “intercesores” ante Dios. Ellos creen que un santo, que es glorificado en el cielo, tiene más “acceso directo” a Dios que nosotros los pecadores desde nuestro punto de vista terrenal. En el pensamiento católico, si un santo entrega una oración a Dios, es más efectivo que orar directamente a Dios. Este concepto es descaradamente antibíblico. Hebreos 4:16 nos dice que nosotros, los creyentes aquí en la tierra, tenemos acceso directo a Dios y podemos “acercarnos al trono de la gracia con confianza”.
Ningún santo puede tomar el lugar de Jesús: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). No hay nadie más que pueda mediar con Dios por nosotros. Puesto que Jesús es el único mediador, María y los santos no pueden ser mediadores. Además, la Biblia nos dice que Jesucristo mismo está intercediendo por nosotros ante el Padre: “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25). Con Jesús mismo intercediendo por nosotros, ¿por qué necesitaríamos que María o los santos intercedieran por nosotros? ¿A quién escucharía Dios más prontamente que a su Hijo unigénito? Romanos 8:26–27 dice que el Espíritu Santo también intercede por nosotros. Con la segunda y tercera Personas de la Trinidad ya intercediendo por nosotros ante el Padre, ¿por qué necesitaríamos que María o los santos intercedieran por nosotros?
Los católicos argumentan que orar a María y a los santos no es diferente a pedirle a alguien aquí en la tierra que ore por nosotros. Examinemos esa afirmación: (1) Pedirle a otros creyentes (en la tierra) que oren por nosotros es ciertamente bíblico (2 Corintios 1:11; Efesios 1:16; Filipenses 1:19; 2 Timoteo 1:3). El apóstol Pablo pide a otros cristianos que oren por él en Efesios 6:19. (2) La Biblia en ninguna parte menciona a un creyente pidiéndole a alguien en el cielo que ore por él. La Biblia en ninguna parte describe a alguien en el cielo orando por alguien en la tierra. (3) La Biblia no da absolutamente ninguna indicación de que María o los santos puedan escuchar nuestras oraciones. María y los santos no son omniscientes. Incluso glorificados en el cielo, siguen siendo seres finitos con limitaciones. ¿Cómo podrían escuchar las oraciones de millones de personas? (4) Cada vez que la Biblia menciona orar o hablar con los muertos, es en el contexto de la hechicería, la brujería, la nigromancia y la adivinación, actividades que la Biblia condena enérgicamente (Levítico 20:27; Deuteronomio 18:10–13). En el único caso en que una persona viva se dirige a un "santo" muerto, el santo, Samuel, no está exactamente feliz de que lo molesten (1 Samuel 28: 7-19). Orar a María o a los santos es completamente diferente a pedirle a un amigo aquí en la tierra que ore por nosotros. Pedirle a la gente en la tierra que ore por nosotros tiene una sólida base bíblica; pedir a los santos celestiales o a María que oren no tiene ninguna base bíblica.
Es un error pensar que Dios escuchará y contestará las oraciones de San Judas, por ejemplo, por encima de las tuyas. La Escritura enseña que la oración ofrecida a Dios con fe, según la voluntad de Dios, de un corazón redimido será escuchada. Como ejemplo, “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” (Santiago 5:17–18).
No hay absolutamente ninguna base bíblica para orar a nadie más que a Dios. Tampoco hay necesidad de hacerlo. Jesús, nuestro Intercesor, lo tiene cubierto. Nadie en el cielo puede mediar en nuestro nombre excepto Jesucristo. Sólo Dios puede escuchar y contestar nuestras oraciones. El velo del templo se rasgó en dos (Hebreos 10:19–20); el hijo de Dios en la tierra tiene tanto acceso al trono de la gracia de Dios, en el nombre de Jesús, como cualquiera en el cielo (Hebreos 4:16).
Fuente: https://www.gotquestions.org/prayer-saints-Mary.html
________________________________________________________________________________
Clarísimo entonces (y demostrado con la Biblia) que sólo a Dios nos debemos dirigir en oración. Otra vez se demuestra que la doctrina católica romana está equivocada.
Bendiciones.
Robespengler