Según el contexto hebreo de la Torá para el quinto “iom” (intervalo de tiempo) se menciona: “Y dijo Elohim: "Produzcan las aguas almas vivientes, y enjambre de ave que vuele sobre el Árido, sobre la cara de la Entidad: Los Cielos". Y creó Elohim esos los Taniním, los grandes; y toda alma de vida. Los que se arrastran en enjambres en el mar, de todo tipo; y todo ave alada por su tipo, y vio Elohim que bueno”. (Génesis - Barashit 1:20-21). En ese respecto, la Escritura ha hecho alusión a “taniním” del MAR, no de la tierra seca. De entrada, si nos basamos por aspectos cronológicos sabríamos que los dinosaurios aparecieron “antes” que las aves, y los peces “antes” que los reptiles –según revelan los hallazgos arqueológicos-. Si bien, los dinosaurios “como tales” surgieron sobre la edad Cretácica y Jurásica más allá de los 75 millones de años; por su parte las aves –no consideradas como dinosaurios- son bastante más recientes. Como ejemplo vemos al archaeopteryx, que es el primer ave alada registrada por la paleontología y no hace parte de la Era Secundaria sino de la de los primeros mamíferos. O sea, la primera orden es que el mar haga producir almas de vida “y aves” ¿Cómo se come eso? ¿Cómo podría esta eventualidad rebatirle este respecto a la arqueología? Ni aún la hipótesis de la evolución podría encontrar alguna respuesta ¿Aves salidas del mar? ¿En que especie de proceso? ¿En que orden?
No dándole demasiadas vueltas a ese asunto, estos animales “no pudieron” ser creados una día antes que el hombre, pues este se presume que aparece hace tan solo cuestión de varios miles de años –no apoyándonos en deliberaciones darwinianas- sino en los descubrimientos y las investigaciones. Con esto vemos como factor primario, que la Creación no entra en un marco de días de nuestro calendario, sino de acuerdo a la propia palabra hebrea mencionada en el Génesis: “iom”, que es “intervalo de tiempo”, y se ha traducido literalmente como: “día”. De aquí los muchos errores doctrinales y profecías mal entendidas.
Otro factor a tener en cuenta es que la palabra utilizada en hebreo: “Taniním” –no se puede asumir que sea un dinosaurio porque el idioma hebreo no nació en una época en la que se conociera de la existencia de dicho animal, como para adjudicarle un nombre- hace “acepción”, es decir, habla sólo de “los grandes”, no de los pequeños. Supongamos que se refiere exclusivamente a los saurópodos y en el caso también a los carnosaurios. La palabra Tanín se usa para describir una gran “organización” que actúa en contra de los valores del Reino de los Cielos, es un equivalente a “la Bestia”, como sistema de gobierno que dirige el Imperio Satánico. No hace mención a un animal, aunque… encontramos en la Biblia otras similitudes: La palabra Taniním es plural, y vuelve a aparecer en Job 7.12, Salmos 74.13 & 148.7, Isaías 51.9 y Lamentaciones 4.3. En el caso de Job y Salmos vuelve a traducirse Monstruo Marino, aunque se conoce en la cultura hebrea al “Tanín” –equivalente al “Lön” mandarín- como en Isaías: “el Dragón”. Pero no un dragón más, sino “El Dragón”, ese mismo del que se habla en el Apocalipsis: “el Sistema bélico de Satanás”, y “los taniním” son sus “enjambres”, por ello en Lamentaciones se traduce “chacales”, que son los que “persiguen a los corderos”. En esta cuestión hay mucho más, pero seré breve.
Puede que hasta este momento en vez de dar aclaraciones parezca estar confundiendo. Más explicito es todo el contexto en el hebreo, pues habla de “quienes” se arrastran tras los valores mundanos. Y a “estos”, al igual que a Satanás, los describe Elohim como: reptiles y serpientes. Nuevamente en el capítulo siguiente se le quedan miles de animales fuera de esa orden de crear ¿Raro? Pero este razonamiento también lo vemos en los libros del escriba Enóc -7º después de Adán- pues él vuelve a reiterar que Dios describe a los hombres “de aquel entonces” también como a animales: a los de Satanás los llama “serpientes”; a los que se arrastran bajo los valores humanos, los llama “reptiles”; a las organizaciones satánicas que imperan en la tierra llama “bestias”, a las que imperan en el resto de la creación, llama “leviatanes”; a los Mensajeros del Altísimo, que vigilan el firmamento de la Tierra, los describe como “aves de los cielos”; y al resto de gente del montón meramente los describe como “ganado” o “vacuno”. Tal como vemos en el Génesis 1.24, en la versión del hebreo, sólo habla de los “behemot” (traducido como: “bestias salvajes”) y los “reptantes”. Volvemos a ver el mismo argumento ¿Por qué crean estas criaturas explícitamente? Cuando buscamos a los “behemá” en la escrituras, volvemos a llenarnos de asombro, pues “no habla de animales”. El Behemot, femenino de “Behemá” es considerado el segundo imperio más importante del sistema satánico, teniendo como sobrenombres estos dos: Leviatán Serpiente Veloz y Leviatán Serpiente Tortuosa. Y nuevamente nos topamos con “organizaciones satánicas” ejerciendo sobre la creación –no sobre toda, sino sobre un macro determinado-. ¿Dios los crea? No, Dios se “atribuye” toda creación.
Otro factor que no se tiene en cuenta, son los cataclismos que hubo en la prehistoria. Si se crearon los dinosaurios en “x” día hace más de 80 millones de años ¿Quién creó los trilobites hace 600 millones de años? ¿Las bacterias? ¿Los animales devónicos? Y tras la devastación que hubo en la tierra hace 200 millones de años –La Extinción Primaria- ¿Se volvió a repoblar la tierra? Si así fuera ¿Dónde se menciona? Pues nuevamente otra extinción similar sobrevino hace 65 millones de años ¿Quién creó a los animales que vinieron después? Y ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Dónde se hace referencia a ello? Y nuevamente vino la Era Cuaternaria con “nuevos especimenes” ¿Dónde se menciona todo esto? Y más aún ¿Cuándo aparecen entonces Adán y Eva?
Si nos basamos en la explicación literal, vemos que Elohim “sólo” creó: serpientes, ballenas, aves, vacas, y demás bestias. Pero ¿Por qué ese orden? ¿Por qué dice: bestias, serpientes, y demás criaturas? ¿Por qué tienen prioridad las serpientes y no hacen parte el común restante? El problema es que comemos entero de las fabulas.
Otro punto a cuestionar es ¿En que parte de la creación de Elohim entran las especies de changos cuyos huesos proliferan por miles? Estos aparecen desde tiempos prehistóricos ¿Quién los creó? No soy darwinista, solo es un planteamiento racional. Las respuestas al enigma –que no sean evolucionistas- aparecen “grabadas” y son reflejadas en escritura sumeria, egipcia, griega y en pinturas rupestres en Perú, Tanzania, Australia, México y EE.UU. entre otros, pero la ciencia y la religión descartan dichas evidencias: fueron cruces genéticos, ingeniería genética, es decir: manipulación del ADN con base al mapeo genómico. No lo digo yo, hago las veces de reportero y “comento” la información que hay en los marcos de investigación.
Entramos en un paradigma. Los dinosaurios “no son mencionados en ninguna parte del Génesis”, y si así se quisiera creer, sólo habla de unos tales “Taniním” del MAR, no de taniním de tierra. Hay más para comentar pero… a ver que opináis de esta información que os dejo por ahora. Un fuerte abrazo, Bendiciones!!
No dándole demasiadas vueltas a ese asunto, estos animales “no pudieron” ser creados una día antes que el hombre, pues este se presume que aparece hace tan solo cuestión de varios miles de años –no apoyándonos en deliberaciones darwinianas- sino en los descubrimientos y las investigaciones. Con esto vemos como factor primario, que la Creación no entra en un marco de días de nuestro calendario, sino de acuerdo a la propia palabra hebrea mencionada en el Génesis: “iom”, que es “intervalo de tiempo”, y se ha traducido literalmente como: “día”. De aquí los muchos errores doctrinales y profecías mal entendidas.
Otro factor a tener en cuenta es que la palabra utilizada en hebreo: “Taniním” –no se puede asumir que sea un dinosaurio porque el idioma hebreo no nació en una época en la que se conociera de la existencia de dicho animal, como para adjudicarle un nombre- hace “acepción”, es decir, habla sólo de “los grandes”, no de los pequeños. Supongamos que se refiere exclusivamente a los saurópodos y en el caso también a los carnosaurios. La palabra Tanín se usa para describir una gran “organización” que actúa en contra de los valores del Reino de los Cielos, es un equivalente a “la Bestia”, como sistema de gobierno que dirige el Imperio Satánico. No hace mención a un animal, aunque… encontramos en la Biblia otras similitudes: La palabra Taniním es plural, y vuelve a aparecer en Job 7.12, Salmos 74.13 & 148.7, Isaías 51.9 y Lamentaciones 4.3. En el caso de Job y Salmos vuelve a traducirse Monstruo Marino, aunque se conoce en la cultura hebrea al “Tanín” –equivalente al “Lön” mandarín- como en Isaías: “el Dragón”. Pero no un dragón más, sino “El Dragón”, ese mismo del que se habla en el Apocalipsis: “el Sistema bélico de Satanás”, y “los taniním” son sus “enjambres”, por ello en Lamentaciones se traduce “chacales”, que son los que “persiguen a los corderos”. En esta cuestión hay mucho más, pero seré breve.
Puede que hasta este momento en vez de dar aclaraciones parezca estar confundiendo. Más explicito es todo el contexto en el hebreo, pues habla de “quienes” se arrastran tras los valores mundanos. Y a “estos”, al igual que a Satanás, los describe Elohim como: reptiles y serpientes. Nuevamente en el capítulo siguiente se le quedan miles de animales fuera de esa orden de crear ¿Raro? Pero este razonamiento también lo vemos en los libros del escriba Enóc -7º después de Adán- pues él vuelve a reiterar que Dios describe a los hombres “de aquel entonces” también como a animales: a los de Satanás los llama “serpientes”; a los que se arrastran bajo los valores humanos, los llama “reptiles”; a las organizaciones satánicas que imperan en la tierra llama “bestias”, a las que imperan en el resto de la creación, llama “leviatanes”; a los Mensajeros del Altísimo, que vigilan el firmamento de la Tierra, los describe como “aves de los cielos”; y al resto de gente del montón meramente los describe como “ganado” o “vacuno”. Tal como vemos en el Génesis 1.24, en la versión del hebreo, sólo habla de los “behemot” (traducido como: “bestias salvajes”) y los “reptantes”. Volvemos a ver el mismo argumento ¿Por qué crean estas criaturas explícitamente? Cuando buscamos a los “behemá” en la escrituras, volvemos a llenarnos de asombro, pues “no habla de animales”. El Behemot, femenino de “Behemá” es considerado el segundo imperio más importante del sistema satánico, teniendo como sobrenombres estos dos: Leviatán Serpiente Veloz y Leviatán Serpiente Tortuosa. Y nuevamente nos topamos con “organizaciones satánicas” ejerciendo sobre la creación –no sobre toda, sino sobre un macro determinado-. ¿Dios los crea? No, Dios se “atribuye” toda creación.
Otro factor que no se tiene en cuenta, son los cataclismos que hubo en la prehistoria. Si se crearon los dinosaurios en “x” día hace más de 80 millones de años ¿Quién creó los trilobites hace 600 millones de años? ¿Las bacterias? ¿Los animales devónicos? Y tras la devastación que hubo en la tierra hace 200 millones de años –La Extinción Primaria- ¿Se volvió a repoblar la tierra? Si así fuera ¿Dónde se menciona? Pues nuevamente otra extinción similar sobrevino hace 65 millones de años ¿Quién creó a los animales que vinieron después? Y ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Dónde se hace referencia a ello? Y nuevamente vino la Era Cuaternaria con “nuevos especimenes” ¿Dónde se menciona todo esto? Y más aún ¿Cuándo aparecen entonces Adán y Eva?
Si nos basamos en la explicación literal, vemos que Elohim “sólo” creó: serpientes, ballenas, aves, vacas, y demás bestias. Pero ¿Por qué ese orden? ¿Por qué dice: bestias, serpientes, y demás criaturas? ¿Por qué tienen prioridad las serpientes y no hacen parte el común restante? El problema es que comemos entero de las fabulas.
Otro punto a cuestionar es ¿En que parte de la creación de Elohim entran las especies de changos cuyos huesos proliferan por miles? Estos aparecen desde tiempos prehistóricos ¿Quién los creó? No soy darwinista, solo es un planteamiento racional. Las respuestas al enigma –que no sean evolucionistas- aparecen “grabadas” y son reflejadas en escritura sumeria, egipcia, griega y en pinturas rupestres en Perú, Tanzania, Australia, México y EE.UU. entre otros, pero la ciencia y la religión descartan dichas evidencias: fueron cruces genéticos, ingeniería genética, es decir: manipulación del ADN con base al mapeo genómico. No lo digo yo, hago las veces de reportero y “comento” la información que hay en los marcos de investigación.
Entramos en un paradigma. Los dinosaurios “no son mencionados en ninguna parte del Génesis”, y si así se quisiera creer, sólo habla de unos tales “Taniním” del MAR, no de taniním de tierra. Hay más para comentar pero… a ver que opináis de esta información que os dejo por ahora. Un fuerte abrazo, Bendiciones!!