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http://www.editorial-la-palabra.com/cgi/gen_article.cgi?article=g143es&type=sampl
La Biblia está falsificada
JERÓNIMO, el falsificador eclesiástico de la Biblia
«Deformación»
«El hecho de que el texto del Nuevo Testamento haya sufrido en este período de su desarrollo cambios tan grandes, habiendo sido sometido en parte a una deformación en regla, lo puede desmentir sólo la ignorancia.»
El teólogo Jülicher
«Un caos»
«El texto original desaparece cada vez más; se notan las contradicciones cada vez más numerosas entre los manuscritos de diferentes tradiciones y se trata de unificarlos: El resultado es un caos.»
Los teólogos Hoskyns y Daveyl
«Corrompido fatalmente»
«Hasta en el siglo XVIII se creía poseer el original del Evangelio de s. Marcos, tanto en Venecia como en Praga; y ambos originales en latín, lengua que ningún evangelista jamás empleó. La verdad es que no existe ningún original, que no se ha conservado ningún libro nuevo testamentario como tampoco ninguno bíblico en su texto original. Tampoco existen las primeras copias. Hay solamente copias de copias de copias. El texto actual del Nuevo Testamento es un texto mezclado, es decir, que ha sido compuesto en base a los diferentes textos legados por la tradición. …El texto del «Libro de los Libros», conocido actualmente en más de 1100 idiomas y dialectos, está por lo tanto corrompido fatalmente.»
Karl Heinz Deschner: «Y una vez más cantó el gallo»
¿Sabía usted?
- Jerónimo recibió en el año 383 el encargo del Papa Dámaso I de elaborar un texto bíblico homogéneo en latín.
- Jerónimo cambió los evangelios en más o menos 3500 partes.
- Jerónimo también escribió que en párrafos largos no hay dos textos que se parezcan y que existen tantas formas de textos como copias; él indicó también que «es difícil encontrar la verdad» donde un texto se diferencia del otro.
- El Nuevo Testamento existe en no menos de 800 manuscritos de evangelios, del siglo II hasta el siglo XIII. El número de las discrepancias y diferencias en los aproximadamente 1500 textos conservados más o menos completos es enorme.
- No existe ningún manuscrito que concuerde con los demás. Los teólogos cuentan entre 50.000 y 100.000 variantes.
- Se conocen 4.680 manuscritos griegos del Nuevo Testamento, de los cuales no hay dos que den a conocer el mismo texto.- A pesar de esto, la Iglesia católica mantiene su opinión de que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son la «verdadera palabra de Dios». También para la Iglesia protestante luterana son ambos «únicos juez, regla y norma de conducta».
...
Jerónimo, el falsificador de la Biblia
Las instituciones denominadas Iglesias quieren convencer a los fieles de que la Biblia es la palabra absoluta de Dios. Pero no es así.
Los escritos fueron falsificados desde el principio. Con intención o inconscientemente. Por ignorancia o por descuido.
Cuando Jerónimo recibió alrededor del año 370 la tarea del Papa Dámaso de traducir al latín todos los textos de los evangelios existentes y de ordenarlos en una gran obra (la Biblia), sufrió una gran desesperación: Ni siquiera dos textos tenían una semejanza en todo su contenido. Todos se diferenciaban.
Jerónimo le escribió al Papa:
«También los que me calumnian tienen que reconocer que… en discrepancias no se encuentra la verdad. Si hay que confiar en los textos latinos, que digan, por favor, ¿en cuáles? Existen casi tantas formas textuales como copias.»
Jerónimo cambió la Escritura en 3500 partes
Intuyendo lo que podría suceder, Jerónimo le escribe al Papa:
«¿No habrá por lo menos uno… que a mí, en cuanto tome este volumen (Biblia) en la mano…, no me califique a gritos de falsificador y sacrílego religioso, porque tuve la osadía de agregar, modificar o corregir algunas cosas en los viejos libros?»
Hay que reconocer Jerónimo no tuvo una tarea fácil. Con el mayor gusto él se habría basado en los textos griegos originales y corregido después todos los errores que surgieron por «traductores en los que no se podía confiar». También podría haber eliminado las «graves correcciones de críticos literarios audaces, pero incompetentes», como Jerónimo le dice al Papa en su carta, y dejar sin efecto «los agregados o las correcciones de copiadores poco atentos».
Pero por lo visto Jerónimo tampoco se atrevía a ir muy lejos, debido a que a raíz de las constantes lecturas los romanos se habían acostumbrado a un cierto texto. Por eso «controló su pluma», escribe él, y cambió la Escritura sólo en 3500 partes…
Por lo demás, hay que mencionar que tampoco se podía confiar en los textos originales hebreos y griegos, ya que entretanto se habían cambiado muchas cosas en los casi 300 años transcurridos desde su aparición.
Considerando esto, y los hechos siguientes, no es sólo una frescura el presentar a los fieles toda la Biblia como la «verdadera palabra de Dios» (Catecismo católico), sino simplemente un engaño a todos los creyentes.
En tanto para Jerónimo en los escritos que discrepaban los unos de los otros «es difícil encontrar la verdad», las instituciones católica y evangélica protestante ven esto de forma muy distinta.
Donde para Jerónimo «es difícil encontrar la verdad», para el Vaticano vale: «Manifestación sin error alguno»
Extractos de la decisión doctoral del Primer Concilio Vaticano de 1869/70 sobre la Biblia:«Esta manifestación sobrenatural está contenida, de acuerdo con el credo de toda la Iglesia explicado por el santo concilio de Trento, en libros escritos y en transmisiones no escritas, que fueron recibidos por los apóstoles mismos directamente de la boca de Cristo o que habiendo sido dictados por el Espíritu Santo fueron transmitidos, por decirlo así, de mano en mano por los apóstoles, hasta llegar a nosotros» (DH 1501).