La azarosa historia del celibato clerical

Re: La azarosa historia del celibato clerical

Elessar dijo:
Ajá, o sea que cuando no te gusta la fuente automáticamente no es de fiar. Ya.

Es curioso que yo no te haya puesto ninguna opiniòn de fuentes protestantes y tu lo primero que haces es copiar de "la voz del papa". Eso huele a escusa. No crees.?
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

RELIGIÓN | ABUSOS SEXUALES – CRÓNICA EL MUNDO

Las sotanas del diablo
LA REVISTA norteamericana National Catholic Reporter, una de las publicaciones católicas de mayor prestigio, ha removido los cimientos del Vaticano con la publicación de informes que denuncian la violación de monjas por sacerdotes. CRONICA publica en exclusiva en España este informe demoledor

JOHN L. ALLEN. PAMELA SCHAEFFER

En África hay 561 obispos y arzobispos, 26.026 sacerdotes y 51.304 religiosas de origen africano, según el «Almanaque Católico» de 2001
Los cinco informes elaborados por las superioras de varias órdenes religiosas y un sacerdote norteamericano, hablan de sacerdotes que exigen sexo a cambio de favores; de un continente, África, azotado por el Sida, donde las monjas jóvenes son un factor de bajo riesgo para mantener relaciones sexuales seguras; de religiosos que embarazan a monjas, les aconsejan el aborto y terminan oficiando su propio entierro.

El problema no había trascendido hasta ahora a la opinión pública, pero sí ha sido discutido en concilios religiosos y en el Vaticano.En noviembre de 1998, las Misioneras de Nuestra Señora de África presentaron un documento (El Problema del Abuso de las Religiosas Africanas en África y en Roma), elaborado por Sor Mary McDonald. Y en septiembre pasado, la hermana benedictina Esther Fangman, psicoterapeuta, lo planteaba en un congreso en Roma.

Pero las denuncias se remontaban mucho más atrás en el tiempo.El 18 de febrero de 1995, el Cardenal Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la Congregación Vaticana para la Vida Religiosa, fue puesto al tanto por la hermana Maura O'Donohue, doctora en Medicina y perteneciente a la Orden de las Misioneras Médicas de María.

El informe de esta religiosa elaborado en 1994, cuando era Coordinadora del Sida para el Fondo Católico Para el Desarrollo Internacional es uno de los más detallados. «Con gran tristeza», escribió, «las hermanas me han informado que los sacerdotes las explotan sexualmente porque ellos también temen quedar infectados por el VIH». «En cierto país, un grupo de sacerdotes solicitó al padre superior de una comunidad de hermanas que éstas fueran puestas a su disposición a modo de favor sexual. Cuando el padre superior se negó a semejante propuesta, los sacerdotes explicaron que no tendrían más remedio que irse al poblado a buscar mujeres, con la consiguiente posibilidad de contraer el sida».

«Con bastante franqueza», le dijo el Vicario general de una diócesis africana a O Donohue, «el celibato en un contexto africano significa que un sacerdote no contrae matrimonio pero eso no quiere decir que no pueda tener hijos». De los 1.000 millones de católicos existentes en el mundo, 116,6 millones, aproximadamente el 12%,se encuentra en África. Según el Almanaque Católico de 2001, hay 561 obispos y arzobispos, 26.026 son sacerdotes y 51.304 religiosas de origen africano.

Al despacho del Cardenal español Martínez Somalo ha llegado documentación sobre casos puntuales. En 1988 en Malawi, según cita el informe de O Donohue, el equipo directivo de una congregación diocesana de mujeres fue disuelto por el obispo local después de que presentaran una queja afirmando que 29 de sus hermanas habían quedado embarazadas por sacerdotes. En otro caso, una monja que fue llevada por un sacerdote a abortar, falleció en el transcurso de la operación.El mismo cura fue el encargado de oficiar su funeral. Incidentes similares, contaba O Donohue, se han producido en 23 países entre ellos EEUU y otras naciones repartidas en los cinco continentes , pero la mayoría de los casos sucedieron en África.

[Aunque España no es citada en el informe, esta semana, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, no descartaba la posibilidad de que pudiera suceder en nuestro país, «porque donde hay hombre, puede haber lo que sea». Los misioneros españoles piden que no se extienda estos hechos a todos los que trabajan en las obras misionales y descartan la vinculación de los 30.000 que España tiene en el mundo con los abusos sexuales a monjas].

El rosario de vejaciones y estupros que relata O Donohue en su informe es demoledor:

En varios países, existe una honda preocupación entre las religiosas por la política que las obliga a abandonar la orden en el caso de que queden embarazadas, mientras que al sacerdote se le permite continuar con su ministerio. Son abandonadas para que eduquen a su hijo, por sus propios medios, y como madres solteras. Muchas de estas mujeres se vieron obligadas a ser la segunda o tercera esposa de una familia. La otra alternativa, como cuestión de supervivencia, es hacer la calle como prostitutas.

Los superiores generales que he conocido estaban profundamente preocupados por el acoso que algunas hermanas sufrían. El padre superior de una congregación diocesana donde varias hermanas quedaron embarazadas por sacerdotes, se muestra completamente desorientado. Otra diócesis ha tenido que dar de baja a 20 monjas por embarazo, en muchos casos, fruto de una relación con un sacerdote.

Algunos clérigos han recomendado a las religiosas que tomen anticonceptivos, informándoles de una manera engañosa que «la píldora» previene la transmisión del VIH. Otros curas le han llegado a decir a las religiosas con las que han mantenido relaciones sexuales que se sometan a un aborto. Algunos católicos, profesionales de la medicina, han denunciado la presión a la que se ven sometidos por parte de los sacerdotes para que faciliten la interrupción del embarazo de estas religiosas en sus hospitales.

Los miembros de los consejos parroquiales y de las pequeñas comunidades cristianas están denunciando a sus pastores por la relaciones que mantienen con las mujeres y con las chicas jóvenes en general. Algunas de estas mujeres son esposas de los parroquianos.Bajo semejantes circunstancias, los esposos comienzan a mostrar su enojo ante lo que está ocurriendo, pero se avergüenzan a la hora de denunciar al sacerdote de la parroquia. Se sabe que algunos sacerdotes mantienen relaciones con varias mujeres a la vez, y que algunos tienen hijos con más de una de estas relaciones.En uno de los países que visité, fui informada de que el presbítero de una parroquia fue atacado por fieles armados con pistolas que mostraban su enojo hacia los sacerdotes por el abuso de poder que veían en sus actos y en su estilo de vida.

En otro país, una persona recientemente convertida del Islam fue aceptada como candidata a ingresar en una congregación religiosa local. Fue violada por el sacerdote antes de que éste le entregara el certificado. Tras ser desahuciada por su familia cuando se convirtió al cristianismo, ya no se sentía con libertad para regresar a su casa. Al poco tiempo de unirse a la congregación se supo que estaba embarazada. Pensó que la única opción que tenía era abandonar la congregación. Pasó los siguientes 10 días deambulando por el bosque, intentando tomar una decisión. Decidió ir a hablar con el obispo, que a su vez llamó al sacerdote. Éste reconoció que la acusación era cierta y el obispo le dijo que se tomara un retiro de dos semanas.

Desde la década de los 80, en algunos países, las religiosas se niegan a viajar en un coche solas con el sacerdote ante el temor que sienten a ser acosadas o incluso violadas. En ocasiones, los sacerdotes han abusado de su papel pastoral y de dirección espiritual para obtener favores sexuales de las religiosas. En cierto país, las monjas superiores han tenido que solicitarle al obispo o al padre superior que retire a los capellanes, directores espirituales o de ejercicios espirituales después de que estos abusaran de las religiosas.

El sacerdote norteamericano Fray Robert J. Vitillo aportó un informe similar promovido por los obispos estadounidenses. En marzo de 1994, hablaba sobre el tema con un grupo de estudio teológico en Boston College: «Yo mismo he escuchado las trágicas historias de religiosas que fueron obligadas a mantener relaciones sexuales con algún sacerdote local o con un consejero espiritual, que insistía en que esta actividad resultaba buena para ambos». «Todo intento por sacar este tema a colación con la autoridad eclesiástica local o internacional se ha topado con oídos sordos», afirmaba.
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Es curioso que yo no te haya puesto ninguna opiniòn de fuentes protestantes y tu lo primero que haces es copiar de "la voz del papa". Eso huele a escusa. No crees.?
No, no creo. Por varios motivos:

1) Yo no he puesto nada.

2) ACI Prensa es una agencia católica independiente, no "la voz del Papa"

3) Descalificas de plano una fuente de información católica por el sólo hecho de ser católica y

4) Si los medios católicos ya cubrieron la noticia, ¿para qué la reproduces aquí?
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Bueno, talcual rechaza la información porque no confía en aciprensa.

Pero lo divertido es que la Revista World es evangélica, no es católica, el pastor luterano John Lundin tampoco es católico, el señor Ian Evison y el Instituto Alban de Bethesda tampoco son católicos, la angencia Episcopal News Service tampoco es católica.

Bueno, me imagino que talcual no considera a la Revista Times como la voz del Papa ¿cierto?
Bueno, acá le dejo un artículo publicado en esta revista donde aparecen las conclusiones de un pastor episcopaliano e investigador sobre el tema de la pedofilia, que concluye después de un estudio muy serio, que las estadísticas muestran que la pedofilia no tiene nada que ver con el celibato, y además muestra que el número de casos entre el clero católico célibe es similar al número de casos entre clerigos de otras iglesias cristianas y entre personas de otras profesiones y ocupaciones.

http://www.ipce.info/library_3/files/labels.htm

Ojo que este es un artículo de la Revista Times, no del Osservatore Romano.
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

talcual dijo:
Tu respuesta es una falacia porque intenta ensuciar el nombre de los pastores protestantes comparandolos con el clero.
Nosotros no tenemos problemas con los pederastras como vosotros y eso solo puede venir de la proibición de mantaner relaciones sexuales normales.
Por otro lado nosotros no tenemos clero. Tenemos gente normal, casada, con esposa-esposo e hijos que ha decidido servir a Dios y a la comunidad
Ademas cada cuatro años la comunidad decide si sigue como pastor o no. Es lo mismo que vuestro clero.?
No cierres los ojos a la realidad. ¿Cuál es tu pretexto cuando gente normal casada, con hijos, y que han decidido servir a Dios y a la comunidad terminan cometiendo delitos sexuales? Según lo que aparece a continuación, el celibato no ha sido la causa de tales delitos.

FUENTE NO CATÓLICA
“Sería ingenuo y deshonesto de nuestra parte decir que este es un problema Católico Romano y que no tiene nada que ver con nosotros sólo porque tenemos sacerdotes casados y sacerdotes mujeres en nuestra iglesia. El pecado y el comportamiento abusivo no conoce fronteras de ninguna índole.”
(Rev. William Persell, Obispo de la Diócesis Episcopal de Chicago, en su sermón de Viernes Santo en 2002)
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Más FUENTES NO CATÓLICAS que hablan del problema
Eddie Thomas, pastor de la iglesia St. Luke Baptist Church en Ringgold, Louisiana, es arrestado y acusado formalmente de comportamiento indecente con un menor, incesto agravado y pornografía con un menor.
(Del diario “The Shreveport Times” Julio 17, 2003)


NEWARK, New Jersey. Un convicto abusador sexual que fue nombrado pastor de una iglesia de la ciudad hace varias semanas ha sido retirado de su puesto. Los dirigentes de la iglesia Shiloh Baptist Church habían empleado al Rev. Chavalis T. Williams a mediados del mes de marzo, aún cuando ellos sabían que él se había declarado culpable en el estado de Florida de las acusaciones de abuso infantil y de usar niños menores en actos sexuales.
(Del diario “Newsday” Mayo 7, 2003)


TINLEY PARK, Illinois. Por segunda vez en dos semanas, un pastor bautista de la ciudad de New Lenox ha sido acusado formalmente de molestar sexualmente a un niño – y los abogados acusadores dicen que están buscando más víctimas. Dennis Larry Shaw, de 53 años, con dirección de 2100 Sanford Drive, New Lenox, fue acusado formalmente el día lunes de abuso sexual criminal agravado de una chica de 16 años de edad, de acuerdo a la oficina del abogado estatal en el Condado de Will. El 31 de enero, Shaw fue arrestado por acusaciones similares después que una niña de 12 años de la congregación declaró que había sido tocada sexualmente por el pastor dentro de la iglesia entre los meses de octubre y diciembre, según dijeron los abogados acusadores.
(Del diario “Daily Southtown” Febrero 11, 2003)


LYONS, New York. Un ministro de Lyons sentenciado a 1 1/3 – 3 años en la prisión estatal. El ministro retirado de la iglesia Mount Zion Baptist Church en Lyons fue sentenciado de 1 1/3 a 3 años en la prisión estatal el martes 14 de enero. Grady O. Kemp, Sr., edad 65, de Wadley, Georgia, se declaró culpable a un crímen reducido de conducta sexual en contra de una menor, felonía en segundo grado, clase D, el 12 de diciembre de 2002, evitando así que la hijastra testificara. Kemp, cuando complete su sentencia en prisión, debe registrarse como depredador sexual. Él había sido procesado por un gran jurado en el Condado de Wayne en julio del año pasado por una acusación de mal comportamiento sexual en primer grado, 4 acusaciones de violación en segundo grado, 2 acusaciones de violación en tercer grado, 4 acusaciones de abuso sexual en segundo grado, 2 acusaciones de abuso sexual en tercer grado y una acusación de sodomía en segundo grado, con su hijastra. Grady había sido arrestado el 31 de julio de 2002. Según la acusación, su actividad sexual con su hijastra comenzó cuando la niña tenía 9 años de edad y continuó hasta que ella tenía 14. "Él tuvo contacto sexual con la chica cientos de veces,” declaró Rick Healy, abogado acusador del Condado de Wayne. El descubrimiento de los incidentes surgió a partir de que la chica, ahora de 16 años de edad, comenzó a inquietarse y a orar. Al día siguiente la chica comenzó a llorar y a gritar en una reunión familiar y dijo que ya no lo podía contener. Lynda Kemp, la madre de la chica y ahora ex-esposa de Kemp, dijo que ella y su hija ahora viven en el estado de Florida. De acuerdo a Healy, Grady había servido como pastor de la iglesia por casi 20 años. “Él se acaba de retirar el año pasado y se mudó al estado de Georgia,” dijo Healy. Grady aún posee la casa ubicada en el 122 Ford Street en Newark, donde los mencionados delitos se llevaron a cabo.
(Del diario “Times of Wayne County” Enero 27, 2003)
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Dicho lo anterior, te reitero mi pregunta:

¿Qué pretexto tienes para aquellos ministros y pastores protestantes que siendo casados y que no practican el celibato, pero que de todas maneras cometen esos mismos abusos sexuales?
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Me encanta que hayas puesto ejemplos de algunos pastores que han caido en este pecado. Pero una flor no hace verano.
Lo vuestro es cotidiano y como consecuencia de un mal entendido celibato.Yo respeto una opción de mantenerse sin el matrimonio, Pablo lo hizo, pero no como fórmula obligatoria para acceder al sacerdocio. Y ahí están los resultados.
Otra cosa a remarcar: los pastores son excluidos de su función, cosa que en el sacerdocio no ocurre.
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Un poco mas de historia.......


De cómo la Iglesia católica malinterpretó de forma interesada el Nuevo Testamento para poder imponer su voluntad absoluta sobre el pueblo y el clero

(Fuente: Rodríguez, P. (1995). La vida sexual del clero. Barcelona: Ediciones B., capítulo 3, pp. 53-64)

La hermenéutica bíblica actual garantiza absolutamente la tesis de que Jesús no instituyó prácticamente nada, y menos aún ningún modelo determinado de Iglesia. Antes al contrario, los textos del Nuevo Testamento ofrecen diversidad de posibilidades a la hora de estructurar una comunidad eclesial y sus ministerios sacramentales.
Según los Evangelios, Jesús sólo citó la palabra "iglesia" en dos ocasiones, y en ambas se refería a la comunidad de creyentes, jamás a una institución actual o futura. Pero la Iglesia Católica se empeña en mantener la falacia de poner a Cristo como instaurador de su institución y de preceptos que no son sino necesidades jurídicas y económicas de una determinada estructura social, conformada a golpes de decreto con el paso de los siglos.
Así, por ejemplo, instituciones organizativas como el episcopado, presbiteriado y diaconado, que empiezan a formarse hacia finales del siglo II, fueron defendidas por la Iglesia como dadas "por institución divina" (fundadas por Cristo), hasta que en el Concilio de Trento, a mediados del siglo XVI, se cambió hábilmente su origen y pasaron a ser "por disposición divina" (por arreglo, por evolución progresiva inspirada por Dios). Y, finalmente, a partir del Concilio Vaticano II (documentos Gaudium et Espes, y Lumen Gentium), en la segunda mitad del siglo XX, la estructura jerárquica de la Iglesia ya no tiene sus raíces en lo divino sino que procede "desde antiguo" (es una mera cuestión estructural que devino costumbre).
Son muchas las interpretaciones erróneas de los Evangelios que la Iglesia Católica ha realizado y sostenido vehementemente a lo largo de toda su historia. Errores que, en general, deben atribuirse antes a la malicia y al cinismo que no a la ignorancia —nada despreciable, por otra parte—, ya que, no por casualidad, todos ellos les han resultado inmensamente beneficiosos a la Iglesia en su afán por acumular dinero y poder. Pero en este capítulo vamos a ocuparnos sólo de dos mistificaciones básicas: la que atañe al concepto de la figura del sacerdote, y la que transformó el celibato en una ley obligatoria para el clero.
Los fieles católicos llevan siglos creyendo a pies juntillas la doctrina oficial de la Iglesia que presenta al sacerdote como a un hombre diferente a los demás —y mejor que los laicos—, "especialmente elegido por Dios" a través de su vocación, investido personal y permanentemente de sacro y exclusivo poder para oficiar los ritos y sacramentos, y llamado a ser el único mediador posible entre el ser humano y Cristo. Pero esta doctrina, tal como sostienen muchos teólogos, entre ellos José Antonio Carmona[iii], ni es de fe, ni tiene sus orígenes más allá del siglo XIII o finales del XII.
La Epístola a los Hebreos (atribuida tradicionalmente a San Pablo) es el único libro del Nuevo Testamento donde se aplica a Cristo el concepto de sacerdote —hiereus—, pero se emplea para significar que el modelo de sacerdocio levítico ya no tiene sentido desde entonces. "Tú [Cristo] eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec" —se dice en Heb 5,6—, no según el orden de Aarón.
Otros versículos —Heb 5,9-10 y 7,22-25— dejan también sentado que Jesús vino a abolir el sacerdocio levítico, que era tribal —y de casta (personal sacro), dedicado al servicio del templo (lugar sacro), para ofrecer sacrificios durante las fiestas religiosas (tiempo sacro)—, para establecer una fraternidad universal que rompa la línea de poder que separaba lo sacro de lo profano. Y en textos como el Apocalipsis —Ap 1,6; 5,10; 20,6—, o la I Epístola de San Pedro —IPe 2,5— el concepto de hiereus/sacerdote ya se aplica a todos los bautizados, a cada uno de los miembros de la comunidad de creyentes en Cristo, y no a los ministros sacros de un culto.
La concepción que la primitiva Iglesia cristiana tenía de sí misma —ser "una comunidad de Jesús"— fue ampliamente ratificada durante los siglos siguientes. Así, en el Concilio de Calcedonia (451), su canon 6 era taxativo al estipular que "nadie puede ser ordenado de manera absoluta —apolelymenos— ni sacerdote, ni diácono (...) si no se le ha asignado claramente una comunidad local". Eso significa que cada comunidad cristiana elegía a uno de sus miembros para ejercer como pastor y sólo entonces podía ser ratificado oficialmente mediante la ordenación e imposición de manos; lo contrario, que un sacerdote les viniese impuesto desde el poder institucional como mediador sacro, es absolutamente herético (sello que, estricto sensu, debe ser aplicado hoy a las fábricas de curas que son los seminarios).
En los primeros siglos del cristianismo, la eucaristía, eje litúrgico central de esta fe, podía ser presidida por cualquier varón —y también por mujeres— pero, progresivamente, a partir del siglo V, la costumbre fue cediendo la presidencia de la misa a un ministro profesional, de modo que el ministerio sacerdotal empezó a crecer sobre la estructura socio-administrativa que se llama a sí misma sucesora de los apóstoles —pero que no se basa en la apostolicidad evangélica, y mucho menos en la que propone el texto joánico— en lugar de hacerlo a partir de la eucaristía (sacramento religioso). Y de aquellos polvos vienen los actuales lodos.
En el Concilio III de Letrán (1179) —que también puso los cimientos de la Inquisición— el Papa Alejandro III forzó una interpretación restringida del canon de Calcedonia y cambió el original titulus ecclesiae —nadie puede ser ordenado si no es para una iglesia concreta que así lo demande previamente— por el beneficium —nadie puede ser ordenado sin un beneficio (salario de la propia Iglesia) que garantice su sustento—. Con este paso, la Iglesia traicionaba absolutamente el Evangelio y, al priorizar los criterios económicos y jurídicos sobre los teológicos, daba el paso para asegurarse la exclusividad en el nombramiento, formación y control del clero.
Poco después, en el Concilio IV de Letrán (1215), el Papa Inocencio III cerró el círculo al decretar que la eucaristía ya no podía ser celebrada por nadie que no fuese "un sacerdote válida y lícitamente ordenado". Habían nacido los exclusivistas de lo sacro, y eso incidió muy negativamente en la mentalidad eclesial futura que, entre otros despropósitos, cosificó la eucaristía —despojándola de su verdadero sentido simbólico y comunitario— y añadió al sacerdocio una enfermiza —aunque muy útil para el control social— potestad sacro-mágica, que sirvió para enquistar hasta hoy su dominio sobre las masas de creyentes inmaduros y/o incultos.
El famoso Concilio de Trento (1545-1563), profundamente fundamentalista —y por eso tan querido para el Papa Wojtyla y sus ideólogos más significados, léase Ratzinger y el Opus Dei—, en su sección 23, refrendó definitivamente esta mistificación, y la llamada escuela francesa de espiritualidad sacerdotal, en el siglo XVII, acabó de crear el concepto de casta del clero actual: sujetos sacros en exclusividad y forzados a vivir segregados del mundo laico.
Este movimiento doctrinal, pretendiendo luchar contra los vicios del clero de su época, desarrolló un tipo de vida sacerdotal similar a la monacal (hábitos, horas canónicas, normas de vida estrictas, tonsura, segregación, etc.), e hizo que el celibato pasase a ser considerado como de derecho divino y, por tanto, obligatorio, dando la definitiva vuelta de tuerca al edicto del Concilio III de Letrán, que lo había considerado una simple medida disciplinar (paso ya muy importante de por sí porque rompía con la tradición dominante en la Iglesia del primer milenio, que tenía al celibato como una opción puramente personal).
El Papa Paulo VI, en el Concilio Vaticano II, quiso remediar el abuso histórico de la apropiación indebida y exclusiva del sacerdocio por parte del clero, cuando, en la encíclica Lumen Gentium, estableció que "todos los bautizados, por la regeneración y unción del Espíritu Santo, son consagrados como casa espiritual y sacerdocio santo (...) El sacerdocio común de los creyentes y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque difieren en esencia y no sólo en grado, sin embargo se ordenan el uno al otro, pues uno y otro participan, cada uno a su modo, del único sacerdocio de Cristo."
En síntesis —aunque sea entrar en una clave teológica muy sutil, pero fundamental para todo católico que quiera saber de verdad que posición ocupa dentro de esta Iglesia autoritaria—, el sacerdocio común (propio de cada bautizado) pertenece a la koinonía o comunión de los fieles, siendo por ello una realidad sustancial, esencial, de la Iglesia de Cristo; mientras que el sacerdocio ministerial, como tal ministerio, pertenece a la diakonía o servicio de la comunidad, no a la esencia de la misma. En este sentido, el Vaticano II restableció la esencia de que el sacerdocio común, consustancial a cada bautizado, es el fin, mientras que el sacerdocio ministerial es un medio para el común. El dominio autoritario del sacerdocio ministerial durante el último milenio, tal como le queda claro a cualquier analista, ha sido la base de la tiránica deformación dogmática y estructural de la Iglesia, de la pérdida del sentido eclesial tanto entre el clero como entre los creyentes, y de los intolerables abusos que la institución católica ha ejercido sobre el conjunto de la sociedad en general y sobre el propio clero en particular. Pero, como es evidente, el pontificado de Wojtyla y sus adláteres ha luchado a muerte para ocultar de nuevo este planteo y ha reinstaurado las falacias trentinas que mantienen todo el poder bajo las sotanas.
Vista la falta de legitimación que tiene el concepto y las funciones (exclusivas) del sacerdocio dominante hasta hoy dentro de la Iglesia Católica, repasaremos también brevemente la absoluta falta de justificación evangélica que tiene la ley canónica del celibato obligatorio.
En el Concilio Vaticano II, Paulo VI —que no se atrevió a replantear la cuestión del celibato tal como solicitaron muchos miembros del sínodo— asumió la doctrina tradicional de la Iglesia al dejar sentado —en PO (16)— que "exhorta también este sagrado Concilio a todos los presbíteros que, confiados en la gracia de Dios, aceptaron el sagrado celibato por libre voluntad a ejemplo de Cristo, a que, abrazándolo magnánimamente y de todo corazón y perseverando fielmente en este estado, reconozcan este preclaro don, que les ha sido hecho por el Padre y tan claramente es exaltado por el Señor (Mt 19,11), y tengan también ante los ojos los grandes misterios que en él se significan y cumplen."
A primera vista, en la propia redacción de este texto reside su refutación. Si el celibato es un estado, tal como se afirma, eso es una situación o condición legal en la que se encuentra un sujeto, lo será igualmente el matrimonio y, ambos, en cuanto a estados, pueden y deben ser optados libremente por cada individuo, sin imposiciones ni injerencias externas.
En segundo lugar, el celibato no puede ser un don o carisma, tal como se dice, ya que, desde el punto de vista teológico, un carisma es dado siempre no para el provecho de quien lo recibe sino para el de la comunidad a la que éste pertenece. Así, los dones bíblicos de curación o de profecía, por ejemplo, eran para curar o para guiar a los otros, pero no eran aplicables por el beneficiario a sí mismo.
Si el celibato fuese un don o carisma, lo sería para ser dado en beneficio de toda la comunidad de creyentes y no sólo de unos cuantos privilegiados, y es ya bien sabido que resulta una falacia argumentar que el célibe tiene mayor disponibilidad para ayudar a los demás. El matrimonio, en cambio, sí que es dado para contribuir al mutuo beneficio de la comunidad.
En todo caso, finalmente, en ninguna de las listas de carismas que transmite el Nuevo Testamento —Rom 12,6-7; 1Cor 12,8-10 o Ef 4,7-11— se cita al celibato como a tal; luego no es ningún don o carisma por mucho que la Iglesia así lo pretenda.
La pretendida exaltación del celibato por el Señor, citada en los versículos 19,10 del Evangelio de San Mateo, se debe, con toda probabilidad, a una exégesis errónea de los mismos originada en una traducción incorrecta del texto griego (primera versión que se tiene de su original hebreo), cometida al hacer su versión latina (Vulgata).
Según Mt 19,10 Jesús está respondiendo a unos fariseos que le han preguntado sobre el divorcio, y él afirma la indisolubilidad del matrimonio (como meta a conseguir, como la perfección a la que debe tenderse, no como mera ley a imponer), a lo que los fariseos le oponen la Ley de Moisés que permite el divorcio y él responde:
Por lo incorregibles que sois, por eso os consintió Moisés repudiar a vuestras mujeres, pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno repudia a su mujer (no hablo de unión ilegal) y se casa con otra, comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si tal es la situación del hombre con la mujer no trae cuenta casarse. Pero él les dijo: No todos pueden con eso que habéis dicho, sólo los que han recibido el don [ou pántes joroúsin ton lógon toúton, all'hois dédotai]. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de Dios. El que pueda con eso que lo haga.
En este texto, que aporta matices fundamentales que no aparecen en la clásica Vulgata, cuando Jesús afirma que "no todos pueden con eso" y "el que pueda con eso que lo haga", se está refiriendo al matrimonio y no al celibato, tal como ha sostenido hasta el presente la Iglesia. Las palabras ton lógon toúton se refieren, en griego, a lo que antecede (la dureza del matrimonio indisoluble, que hace expresar a los discípulos que no trae cuenta casarse), no a lo que viene después. Lo que se afirma como un don es el matrimonio, no el celibato y, por tanto, en contra de la creencia eclesial más habitual, no exalta a éste por encima de aquél, sino al contrario.
La famosa frase "hay quienes se hacen eunucos por el reino de Dios", tomada por la Iglesia como la prueba de la recomendación o consejo evangélico del celibato, nunca puede ser tal por dos motivos: el tiempo verbal de un consejo de esta naturaleza, y dado en ese contexto social, siempre debe ser el futuro, no el pasado o presente, y el texto griego está escrito en tiempo pasado; y, finalmente, dado que toda la frase referida a los eunucos está en el mismo contexto y tono verbal, también debería tomarse como "consejo evangélico" la castración forzada ("a otros los hicieron los hombres"), cosa que, evidentemente, sería una estupidez.
Resulta obvio, por tanto, que no hay la menor base evangélica para imponer el celibato obligatorio al clero. Las primeras normativas que afectan a la sexualidad —y subsidiariamente al matrimonio/celibato de los clérigos— se producen cuando la Iglesia, de la mano del emperador Constantino, empieza a organizarse como un poder sociopolítico terrenal. Cuantos más siglos iban pasando, y más se manipulaban los Evangelios originales, más fuerza fue cobrando la cuestión del celibato obligatorio, clave, como veremos, para dominar fácilmente a la masa clerical.
Hasta el Concilio de Nicea (325) no hubo decreto legal alguno en materia de celibato. En el canon 3 se estipuló que "el Concilio prohíbe, con toda la severidad, a los obispos, sacerdotes y diáconos, o sea a todos los miembros del clero, el tener consigo a una persona del otro sexo, a excepción de madre, hermana o tía, o bien de mujeres de las que no se pueda tener ninguna sospecha"; pero en este mismo concilio no se prohibió que los sacerdotes que ya estaban casados continuasen llevando una vida sexual normal.
Decretos similares se fueron sumando a lo largo de los siglos —sin lograr que una buena parte del clero dejase de tener concubinas— hasta llegar a la ola represora de los concilios lateranenses del siglo XII, destinados a estructurar y fortalecer definitivamente el poder temporal de la Iglesia. En el Concilio I de Letrán (1123), el Papa Calixto II condenó de nuevo la vida en pareja de los sacerdotes y avaló el primer decreto explícito obligando al celibato. Poco después, el Papa Inocencio II, en los canones 6 y 7 del Concilio II de Letrán (1139), incidía en la misma línea —lo mismo que su sucesor Alejandro III en el Concilio III de Letrán (1179)— y dejaba perfilada ya definitivamente la norma disciplinaria que daría lugar a la actual ley canónica del celibato obligatorio... que la mayoría de clérigos, en realidad, siguió sin cumplir.
Tan habitual era que los clérigos tuviesen concubinas, que los obispos acabaron por instaurar la llamada renta de putas, que era una cantidad de dinero que los sacerdotes le tenían que pagar a su obispo cada vez que trasgredian la ley del celibato. Y tan normal era tener amantes, que muchos obispos exigieron la renta de putas a todos los sacerdotes de su diócesis sin excepción; y a quienes defendían su pureza, se les obligaba a pagar también ya que el obispo afirmaba que era imposible el no mantener relaciones sexuales de algún tipo.
A este estado de cosas intentó poner coto el tumultuoso Concilio de Basilea (1431-1435), que decretó la pérdida de los ingresos eclesiásticos a quienes no abandonasen a sus concubinas después de haber recibido una advertencia previa y de haber sufrido una retirada momentánea de los beneficios.
Con la celebración del Concilio de Trento (1545-1563), el Papa Paulo III —protagonista de una vida disoluta, favorecedor del nepotismo dentro de su pontificado, y padre de varios hijos naturales— implantó definitivamente los edictos disciplinarios de Letrán y, además, prohibió explícitamente que la Iglesia pudiese ordenar a varones casados.
En fin, anécdotas al margen, de la época de los concilios de Letrán hasta hoy, nada sustancial ha cambiado acerca de una ley tan injusta y falta de fundamento evangélico —y por ello calificable de herética— como lo es la que decreta el celibato obligatorio para el clero.
El Papa Paulo VI, en su encíclica Sacerdotalis Coelibatus (1967), no dejó lugar a dudas cuando sentó doctrina con este tenor: "El sacerdocio cristiano, que es nuevo, no se comprende sino a la luz de la novedad de Cristo, pontífice supremo y pastor eterno, que instituyó el sacerdocio ministerial como participación real de su único sacerdocio" (n. 19). "El celibato es también una manifestación de amor a la Iglesia" (n. 26). "Desarrolla la capacidad para escuchar la palabra de Dios y dispone a la oración. Prepara al hombre para celebrar el misterio de la eucaristía" (n. 29). "Da plenitud a la vida" (n. 30). "Es fuente de fecundidad apostólica" (n. 31-32).
Con lo expuesto hasta aquí, y lo que veremos en el resto de este libro, demostraremos sin lugar a dudas que todas estas manifestaciones de Paulo VI, en su famosa encíclica, no se ajustan para nada a la realidad en que vive la inmensa mayoría del clero católico.
Como sacerdote —explica el teólogo y cura casado Josep Camps—, tuve que vivir muy de cerca —en algunos casos teniéndolas prácticamente en mis manos— terribles crisis personales de bastantes compañeros y amigos. Uno de ellos, un profesor prestigioso de una orden religiosa muy destacada, me confesó que estuvo diez años angustiado antes de decidirse a confesarse ¡a sí mismo! que deseaba abandonar el celibato. En el curso de unos tres años celebré las bodas de siete sacerdotes amigos, hasta llegar al punto de sentirme el casacuras oficial. Y rechacé en varias ocasiones proposiciones para casar bajo mano y sin dispensa a algún sacerdote que deseaba legalizar su situación y dejar el ministerio.
Simultáneamente, un cierto acercamiento e interés por temas de psicología y psiquiatría me alertó y empezó a preocuparme. No me pesaba demasiado un celibato vivido y querido —aunque no fuese nada fácil mantenerlo— por una decisión libre y constantemente renovada, pero comencé a cuestionarme sobre su imposición administrativa a una sola categoría de cristianos... porque es sabido que los sacerdotes de ritos orientales católicos pueden casarse, y lo mismo cabe decir de los ministros de la Iglesias surgidas de la Reforma protestante.
En pleno fragor de lo que la Iglesia llama "deserciones" de sacerdotes —con fines, entre otros, matrimoniales—, apareció, en 1967, la encíclica de Paulo VI Sacerdotalis Coelibatus. Había llegado, para mí, el momento de aclarar todo este asunto del celibato.
El texto de la encíclica es un bello panegírico, sabio y profundo, de la virginidad consagrada a Dios, que forma parte de los llamados tradicionalmente "consejos evangélicos" (por más que apenas se encuentre rastro de ellos en los evangelios). Sólo que al llegar al punto, para mí clave, de las razones por las que se exige el celibato a los sacerdotes seculares, la encíclica pierde piso y se hunde estrepitosamente: no hay verdaderas razones, sólo la "secular tradición de la Iglesia latina", o sea, nada. La encíclica mató en mí la idea del celibato —¡gracias Paulo VI!—y desistí de él. En teoría, claro, porque no tenía prisas, ni especiales urgencias, ni había aparecido aún la persona con la cual establecer una relación profunda y seria.
La Iglesia Católica, a lo largo de su historia, ha falseado en beneficio propio todo aquello que le ha interesado. Ha impuesto sobre el pueblo un modelo de sacerdote (y de su ministerio) mistificado y cínico, pero le ha sido de gran utilidad para fortalecer su dominio sobre las conciencias y las carteras de las masas.
Y, del mismo modo, ha impuesto sobre sus trabajadores pesos sacros que no les corresponden y leyes injustas y arbitrarias, como la del celibato obligatorio, que sirven fundamentalmente para crear, mantener y potenciar la sumisión, servilismo y dependencia del clero respecto de la jerarquía.
El celibato de los pastores debe ser opcional —afirma el sacerdote casado Julio Pérez Pinillos—, ya que el celibato impuesto, además de empobrecer el carácter de "Signo", es uno de los pilares que sostiene la organización piramidal de la Iglesia-aparato y potencia el binomio clérigos-laicos, tan empobrecedor para los primeros como humillante para los segundos.
En este final de siglo, cuando muchísimos teólogos de prestigio se han levantado contra las interpretaciones doctrinales erróneas y las actitudes lesivas que comportan, el Papa Wojtyla ha acallado sus voces con una encíclica tan autoritaria, sectaria y lamentable como la Veritatis Splendor. ¿Esplendor de la verdad? ¿de qué verdad? La mentalidad de Letrán y Trento vuelve a gobernar la Iglesia. Corren malos tiempos para el Evangelio cristiano.

Podría seguir,pero mejor dejarlo aquí........
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Vale fantástico, ahora resulta que Pepe Rodríguez es una buena fuente de conocimiento histórico y teológico


De verdad, qué penas dais algunos
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Luis Fernando dijo:
Vale fantástico, ahora resulta que Pepe Rodríguez es una buena fuente de conocimiento histórico y teológico


De verdad, qué penas dais algunos

Tu crees que por poner "las cartas boca arriba" damos pena algunos.? Yo respeto todas las opiniones de los foristas pero nadie me podrá negar que el celibato es un problema para el clero.
Luis Fernando que cada palo aguente su vela...............
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Una cosa es debatir sobre el celibato y otra dar credibilidad a un tipo que se burla de la Biblia, de las creencias comunes a todos los cristianos y que hace del amarrillismo editorial su medio de vida.

Pero oye, cada cual elige sus fuentes
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Elessar dijo:


"A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo." (1 Cor. 7)

O sea que según Tobi Pablo les está diciendo a los solteros y las viudas que se casen (!)

Eso, Elessar, no responde a mis preguntas.
Si no tienes la respuesta, por fabor, cállate y no lances cortinas de humo. :Off-Topic
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Eso, Elessar, no responde a mis preguntas.
Muy bien, pues, ilumíname entonces:

"A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo." (1 Cor. 7)

Según San Pablo, ¿cómo debían quedarse los solteros y las viudas cuando les decía que se queden "como yo"?

Espero una respuesta directa. Desda ya te digo que dudo que la obtenga.
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Me encanta que hayas puesto ejemplos de algunos pastores que han caido en este pecado. Pero una flor no hace verano.
Ah ya, o sea que cuando se trata de los evangélicos son sólo "algunos pastores", mientras que cuando se trata de la Iglesia Católica es el clero en su totalidad.
Lo vuestro es cotidiano y como consecuencia de un mal entendido celibato.
Primero que nada, no es cierto que los abusos de algunos sacerdotes sean "cotidianos". Segundo, que los abusos de algunos sacerdotes son consecuencia del celibato es lo que tú afirmas, pero no basta con afirmarlo, tienes que probarlo. Ya se te ha dicho que el mayor número de casos de abuso sexual se encuentra entre personas no célibes. Si el celibato es la "causa", ¿entonces por qué personas no célibes cometen esos abusos?
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Elessar dijo:


"A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo." (1 Cor. 7)

O sea que según Tobi Pablo les está diciendo a los solteros y las viudas que se casen (!)

Eso no responde a mis preguntas.
Si no tiees respuestas (cosa lógica y comprobada) cállate.
Cortinitas de humo no amigo Elessar
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Eso no responde a mis preguntas.
Lo dicho, no obtuve una respuesta directa.
Si no tiees respuestas (cosa lógica y comprobada) cállate.
Tú eres el que no tienes respuesta para lo siguiente:

"A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo." (1 Cor. 7)

Según San Pablo, ¿cómo debían quedarse los solteros y las viudas cuando les decía que se queden "como yo"?

¿Responderás algún día, o continuarás con la cantaleta de las "cortinas de humo"?
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Elessar dijo:
Ah ya, o sea que cuando se trata de los evangélicos son sólo "algunos pastores", mientras que cuando se trata de la Iglesia Católica es el clero en su totalidad.

Primero que nada, no es cierto que los abusos de algunos sacerdotes sean "cotidianos". Segundo, que los abusos de algunos sacerdotes son consecuencia del celibato es lo que tú afirmas, pero no basta con afirmarlo, tienes que probarlo. Ya se te ha dicho que el mayor número de casos de abuso sexual se encuentra entre personas no célibes. Si el celibato es la "causa", ¿entonces por qué personas no célibes cometen esos abusos?

Por lo que parece tu tienes la verdad absoluta. Si la mayoría de informes, incluidos los de la IC, dan por sentado que el celibato es la causa mayor que ocasiona los problemas sexuales, que tengo que probarte yo.?
Lee los informes que copiado y enterate. Dentro de la iglesia protestante puede salirnos alguna que otra oveja descarriada, pero lo vuestro es ya casí normal.
 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

talcual dijo:
Me encanta que hayas puesto ejemplos de algunos pastores que han caido en este pecado. Pero una flor no hace verano.
Lo vuestro es cotidiano y como consecuencia de un mal entendido celibato.Yo respeto una opción de mantenerse sin el matrimonio, Pablo lo hizo, pero no como fórmula obligatoria para acceder al sacerdocio. Y ahí están los resultados.
Otra cosa a remarcar: los pastores son excluidos de su función, cosa que en el sacerdocio no ocurre.

Bueno, dices que una flor no hace verano. Pero lo que tu llamas una flor, parece que es un jardin entero.

Cito una parte de un artículo que muestra lo contrario a lo que tú dices:

El abuso sexual se extiende

a todo el abanico de iglesias


Por Mary Clayton, articulista del The Christian Science Monitor

A pesar de los titulares periodísticos, centrados todos ellos en el problema de la pedofilia sacerdotal en la Iglesia Católica, la mayoría de las iglesias golpeadas por el reporte de abuso sexual de menores en los Estados Unidos son Protestantes, y la mayoría de los supuestos abusadores no son clérigos o miembros del personal, sino los que trabajan en el voluntariado.

Estas son las conclusiones de la encuesta nacional hecha por el Christian Ministry Resources (CMR), una editorial especializada en asesoría impositiva y legal que trabaja al servicio de más de 75,000 congregaciones y 1,000 agencias religiosas a lo largo y ancho de todo el país.


El artículo es de Mary Clayton, protestante, no es católico, y apareció en una publicación no católica (The Christian Science Monitor), y se basa en un estudio serio realizado por una organización no católica (Christian Ministry Resources). La conclusión que saca el estudio es que en Estados Unidos la mayoría de las iglesias golpeadas por abusos sexuales a menores son protestantes, cometidos por personas no sometidas al celibato.

El artículo traducido al español está en apologética.org pero si alguien desconfía de los perversos traductores católicos, puede ir al artículo original en inglés en http://www.csmonitor.com/2002/0405/p01s01-ussc.html.
Esto que he mostrado son estudios serios, de fuentes no católicas, y no recortitos de prensa.


Debo recordar aqui, porque la memoria es frágil, que un forista afirmó:
talcual dijo:
Nosotros no tenemos problemas con los pederastras como vosotros y eso solo puede venir de la proibición de mantaner relaciones sexuales normales.
Queda demostrado lo contrario.



 
Re: La azarosa historia del celibato clerical

Si la mayoría de informes, incluidos los de la IC, dan por sentado que el celibato es la causa mayor que ocasiona los problemas sexuales, que tengo que probarte yo.?
Muestrame un solo informe de la Iglesia Católica en la cual se diga que el celibato es la causa de los problemas sexuales, uno solo. Por otro lado, nadie puede "dar por sentado" nada, si alguien pretende echarle la culpa al celibato pues tiene de todas maneras que sustentarlo, y hasta ahora nadie ha mostrado un sustento serio de que el celibato sea efectivamente la causa. Y por último, si tú afirmas que el celibato de los sacerdotes es la causa mayor de los problemas sexuales, pues tú tienes que probar que eso es así, de lo contrario no pasa de ser una calumnia gratuita.
Dentro de la iglesia protestante puede salirnos alguna que otra oveja descarriada, pero lo vuestro es ya casí normal.
Eso es mentira, y una mentira descarada. Para serte franco, no me interesan los casos de abusos sexuales entre los evangélicos. Lo que sí es increíble es que pretendas hacernos creer que entre los sacerdotes el abuso sexual es "casi normal".