¿Quieres saber lo que detiene el misterio de iniquidad para que no se manifieste?, he recibido discernimiento santo sobre eso.
La Eucaristía, lo que ustedes llaman santa cena.
Lo de ustedes, vuestra eucaristía, no tiene respaldo bíblico, y no lo asocie con la Cena del Señor por cuanto peca contra la Iglesia de Cristo.
Lo que detiene el surgimiento del anticristo es La Persona del Espíritu Santo morando en la genuina Iglesia de Cristo.
El "hombre de pecado" o "el inicuo" o "el anticristo" es una personalidad, y sus operaciones incluyen el área de lo espiritual. Por lo tanto, el que impide:
2Ts 2:6 Y ahora vosotros sabéis
lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
2Ts 2:7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que
hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
Obligatoriamente tiene que ser un miembro de la Deidad, porque tiene que ser más poderoso que el "hombre de pecado" y más poderoso que el mismo Satanás, quién es el que fortalece al anticristo, y por simple eliminación este poder restringente le corresponde al Espíritu Santo, mantener controlado el surgimiento de este ser maligno, durante toda esta era, por lo tanto, tiene que ser Eterno, para que no esté limitado por el tiempo ni el espacio.
Vuestra "eucaristía" es un rito abominable donde la hostia, de acuerdo a la falsa doctrina de la transubstanciación, representa un hombre entero que es tragado y muerto en el estómago del que ingiere la hostia, para expulsarlo después convertido en heces.
De esta forma aborrecible, Satanás, el Jefe Supremo del Catolicismo Romano, es glorificado, ingenuamente por millones de católicos a quienes han engañado con palabras persuasivas, haciéndoles creer que están alimentando del cuerpo y de la sangre de un tal Jesús, que ustedes copian de la Biblia.
Para alimentarse de Cristo, está su Palabra Bendita, cuando el Señor habla en Juan 6 de comer su carne y beber su sangre:
Jua 6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Jua 6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
PARA TENER VIDA ETERNA
Jua 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
El sentido espiritual es la identificación con el Cristo que murió y resucitó, habiéndonos justificado delante del Padre, al satisfacer plenamente las demandas de su Justicia.
De esto se trata la Cena del Señor, un memorial, donde reconocemos el altísimo precio que costó nuestra Justificación delante de Dios Padre, de ahí, el mantenernos continuamente, alimentados de su Palabra, por cuanto los antiguos comieron el maná en el desierto y murieron, nosotros obtenemos vida eterna porque ya Cristo no puede volver a morir, y él es quien permanece en nosotros, leemos:
Jua 6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre,
en mí permanece,
y yo en él.
El que se une al Señor, un Espíritu es con él.
Nuestra comunión, verdaderamente es con el Padre y su Hijo Jesucristo.