Sí, es una interpretación muy coherente y luminosa. Ahora bien, pienso yo lo siguiente. Abraham fue elegido por el Creador. Todos conocemos las promesas que recibió del Señor. Bien podría haberse dedicado a la labor evangelizadora, pero sin embargo el Señor lo destinó a ser padre de naciones.Creo que no se casaron porque el tener que cuidar de un hogar con esposa e hijos es bastante distracción para poder cumplir metas muy altas en la labor evangelizadora.
Gracias a su no celibato acabaron naciendo Yaakov y el pueblo de Yisrael. Si se hubiese dedicado a evangelizar y no tomase a Saray, ¿su evangelio habría creado un pueblo fuerte y cohesionado? Seguramente no. No fue casualidad. Evangelizar en cierta forma recuerda a compartir un aire puro que da vida. Si a un hombre el Señor le infunde aire puro y lo comparte con otros, les da aire para que respiren. Si ese hombre con aire puro tiene hijos, ¿no procurará que también su descendencia respire ese aire? ¿No será como plantar un árbol que purifica el aire, como un olivo, a la manera de Abraham?
Todo esto a tenor del celibato obligatorio, en cuya contra estoy. Pudo tener su sentido en su día, pero hoy me parece una debilidad ¿Alguien se imagina a Pablo diciéndole a Abraham las bondades de ser célibe? ¿O a Adam? ¿O a Dawid? ¿O a Hosea, a quien le fue ordenado que se uniese a una prostituta por el Señor y aún así era profeta antes de que Pablo naciese?
Si observamos la evolución del cristianismo y la comparamos con el hebreo, ¿qué es más deseable? El cristianismo ha devenido en una cierta forma de idolatría, de culto jerárquico, de espiritualidad hueca, porque muchos tienen fe pero no todos disciplina. Desgraciadamente para muchos ser cristiano es que te perdonen los pecados los domingos, sin profundizar en el mensaje del Señor, sin vestir realmente su armadura y entender la intención bíblica. Los hebreos tienen mucha disciplina y mucha fe, pero de una manera material centrada en este mundo y las promesas de la Ley. Les falta el mensaje de amor del Ungido.
Los unos tienen el tallo y no gustan la flor, el reino del Sur. Los otros, el reino del Norte, tienen la flor, que sin el tallo es frágil y no se conserva bien. No deja de ser curioso pensar que el culto hebreo en cierta forma recuerda a su miembro circunciso: Vigoroso, sin enfermedades, pero también sin la corona del Señor y menos sensibles. El culto cristiano, por otra parte, recuerda a la propia vida del Señor: Empieza bien, pero acaba con su templo destrozado por los reyes de este mundo, en apostasía y burla por parte del pueblo que antes lo aclamaba, con enfermedades por la falta de higiene ante su incircucisión. Los hebreos han conservado su culto durante casi seis mil años. Los cristianos, como culto, a los dos mil ya no saben lo que eran.
Y todo ello, en herencia de la división de los dos reinos, de donde podemos inferir el origen del pecado ¿No fue al final del reinado de Shlomoh cuando tuvo tantas mujeres? ¿Y no es ahora cuando hay tantas iglesias, mujeres a la luz de las Escrituras? Siendo invertidas algunas de las cosas la conclusión lógica es que pronto tallo y flor deben buscar un camino común, para el que quiera seguirlo, con cumplimiento de la Ley para el que desee agradar al Señor como un obsequio adicional a su fe - Los caminos antiguos del profeta -, sin ser ésta una imposición, como tampoco debería serlo el celibato, que a día de hoy poco sentido tiene, y menos como obligación. Donde falle la Ley la Gracia aparecerá para cubrir la falta, si no cumples la Ley todo tendrá que ser Gracia.
En lo personal, si al Señor le agrada algo prefiero hacerlo por Él, pero no para obtener las promesas de la Ley sino por amor hacia su Nombre, como un hijo intenta agradar a su padre, al margen de la asignación, al igual que debería estudiar al margen de que le prometan juguetes. Y no intento imponer esta idea a nadie.
Pienso que si el apóstol Pablo murió decapitado fue como señal de lo que pasaría con su mensaje al final de los tiempos, circuncidado al aumentar el conocimiento. Algo inevitable, porque la ballena tiene que vomitar al hijo del hombre.
Se que aquí, como en tantos otros sitios, se respeta profundamente a Pablo. Yo lo respeto, no me entiendan mal, pero a mis ojos siguiendo su lógica de "Si cualquier otro les trajese un evangelio distinto sea anatema" no podrían existir los ciento cuarenta y cuatro mil que traerán el Evangelio del Reino. Para mí, Pedro y Santiago son tan imprescindibles como él.
Sin el testimonio de dos testigos no tiene validez ninguna aseveración, porque como ya dijo el Señor "Allí donde estén dos o tres de ustedes, estoy yo en medio de ellos", y mucho de lo que escribió Pablo lo hizo en soledad y tenía un contexto concreto. Además no escribía "Así dice el Señor" así que no hablaba siempre en Su nombre.
Si a Pedro mismo le dijo el Señor "Atrás Satanás", ¿quién se atreve a afirmar que Pablo era infalible? Si el propio Pablo reprendió a Pedro, ¿no debemos nosotros ir con cautela y pensar que también él puede ser reprensible? ¿Tenía acaso más espíritu Pablo que Pedro por ser más culto que él?
Lo que he dicho lo he dicho a la asamblea en respeto.
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