Sí, hermano, estoy de acuerdo con usted.
El comentario que cita Elihú es mío.
En él NO AFIRMO que la palabra hebrea "bara" se use solo para significar 'creación de la nada', y según el artículo del diccionario que cito, ese concepto de "de la nada" "no está necesariamente inherente dentro del significado de la palabra". Apoyando ese hecho, menciono en mi comentario el uso del verbo en referencia a la creación del hombre, que, obviamente fue creado del polvo terrestre, no "de la nada". Sin embargo, este verbo implica NOVEDAD en lo creado, y de esa manera se usa solo referente a lo que es creado por Dios, nunca a lo que es 'hecho' por el hombre.
También se usa qanah con relación a la creación, y esa palabra sí se aplica a Jesús en Pro.8:22. Sin embargo, el verbo 'bará' no es intercambiable con 'qanah', siendo que este último puede ser traducido como "adquirir", mientras el primero no. Algunos detalles sobre los verbos no se especifican en los diccionarios, así que es muy edificante realizar profundos estudios acerca de ellos. Un método que uso es analizar todos los lugares donde se usan las palabras; consultar nuestra Biblioteca, y cotejar toda la información.
Dicho sea de paso, nuestra Enciclopedia "Perspicacia" dice con relación a la creación de los cielos y la tierra (mencionada en Gén.1:1), bajo el tema "CREACIÓN":
"[...] Aunque Jehová, que es un Espíritu (Jn 4:24; 2Co 3:17), ha existido siempre, no se puede afirmar lo mismo de la materia que constituye el universo. Por lo tanto, cuando creó los cielos y la tierra literales, Jehová no usó materia preexistente. Génesis 1:1 deja esto claro con las palabras: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”. En caso de que la materia hubiera existido siempre, no habría sido correcto el uso del término “principio” con referencia a las cosas materiales. Sin embargo, después de crear la tierra, Dios sí formó “del suelo toda bestia salvaje del campo y toda criatura voladora de los cielos”. (Gé 2:19.) También formó al hombre “del polvo del suelo”, soplando en sus narices aliento de vida para que llegara a ser un alma viviente. (Gé 2:7.)[...]"