Respuesta a Mensaje # 13:
De la armonía de los cuatro evangelios resulta que el Señor Jesús comió esa cena de pascua con sus doce discípulos, Judas Iscariote incluido.
Ya estaban todos sentados a la mesa y empezaban a cenar, cuando sorpresivamente Jesús se levanta y se pone a lavar los pies de los doce, Judas Iscariote, incluido.
Dice entonces algo que nadie pareció entender, y si Judas lo advirtió, no se dio por aludido: “vosotros limpios estáis, aunque no todos” (Jn 13:10).
Vuelto a la mesa, Jesús, entre lo que habla, suelta alguna frase enigmática, dándole oportunidad a Judas para que se arrepintiese, aunque sabiendo que no lo haría.
Judas se sentía descubierto, y se admiraría que Jesús no lo denunciase ante todos.
Es probable que Judas no fuera el único que metía su mano en el plato, pues entonces todos se hubieran dado cuenta de quién era el traidor. Los que estaban a ambos lados y frente a Él podían ser cuatro o cinco candidatos que compartían el mismo plato.
Sin embargo, los sentidos de los discípulos parecían como embotados, pues pese a la clara señal de que el traidor era quien recibiera de su mano el pan mojado, cuando Él lo hizo así no lo identificaron y tomaron la salida de Judas como algún encargo normal.
Juan no se detiene a describir la institución de la Cena del Señor como hacen los sinópticos, sino que incluye los discursos que en aquellos no constan.
Es cierto que TODOS bebieron de aquella copa, pero ese TODOS podía comprender a los once y no ya a Judas que habría salido.
Hasta el día de hoy, nosotros también acostumbramos mojar el pan en la salsa o jugo que queda en el plato, pues conserva el substancioso gusto de la carne asada. Por lo menos, es lo último que yo hago antes que me sea retirado el plato. Pienso que aquel de Judas también fue el último bocado.
La ausencia de Judas motivó a Jesús a decir:
-Ahora es glorificado el Hijo del hombre (Jn 13:31).
Creemos que este es el momento donde Jesús establece su memorial.
Judas Iscariote pudo recibir el mismo lavado de pies y compartir la misma comida y el vino que los demás, pero él mismo nada tenía que ver con lo significado por aquel pan y aquella copa. El diablo no comulga con los hijos de Dios, ni estos con él.
Saludos cordiales.