Re: Juan el Bautista esperaba a otro Mesías de Jesús
1. Realmente, Ricardo, no comprende tú manera de interpretar o entender la lectura. . ¿Ahora la caña agita por el viento, fluctuante e indeciso tampoco se refiera Juan? Desde luego es muy coherente que Jesús indignado se refiera a Juan como la caña agitado por el viento, porque es justo la persona más preparado por Dios que debía preparar al pueblo para aceptarle, quien le hiciese semejante pregunta. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
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2 -Si, seguramente Juan murió por sus principios éticos, pero su muerte prematura, que se la buscó él solito y nada tuvo que ver con su misión providencial, precipitó a Jesús a un vacio. Juan no había preparado al pueblo dispuesto a recibir al Señor, al Mesías. Juan ya había declarado que él no era Elías, ni el profeta y su muerte hizo que la profecía de la vuelta de Elías quedará incumplida. Sólo retumbada en los oídos del pueblo judío la afirmación de Jesús, ese joven que se autoproclamaba Mesías: “Juan es el Elías que iba a venir”. Una estrategia muy hábil para hacerse pasar por Mesías. ….<o
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3 –Ricardo, Jesús continuó diciendo: “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. <SUP>12</SUP> Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. <SUP>13</SUP> Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. <SUP>14</SUP> Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. <SUP>15</SUP> El que tiene oídos para oír, oiga”<o
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Cuando Jesús dice que Juan es el mayor nacido de mujer, pero el menor en el reino de los ellos es mayor que él? ¿Por qué lo dice, qué quiso decir? Y luego cuando dice: que el reino de los cielos sufre violencia desde los días de Juan el bautista hasta ahora y los violentos lo arrebaten? ¿A qué se refiere?<o
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4 -Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. <SUP>35</SUP> El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. <SUP>36</SUP> Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado. <SUP>37</SUP> También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. <o
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Juan 5 dice que Juan era antorcha que ardía y alumbraba en las que los judíos quisieron regocijarse un tiempo en su luz. Y dice Jesús que él tiene mayor testimonio que el de Juan, que son las obras que él hace. <o
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Los judíos no debieron refugiarse un tiempo en la luz de Juan, Juan debería desde que supo quien era Jesús, haber llevado al pueblo a regocijarse en la luz de Jesús, el Mesías Juan 8:12: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. de modo que él no tuviera que dar testimonio de si mismo haciendo milagros. “.Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero”. A Jesús le faltó alguien que diera testimonio de él, que le preparar un pueblo bien dispuesto, cuál era el cometido de Juan. <o
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Que Dios te bendiga<o
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Otras pautas adicionales a que la duda no era de Juan:
1 - “¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?” (Mt 11:7; Lc 7:24). La acción del viento contra la caña equivale en el término griego “saleuomenon” al fluctuar de las olas del mar, y en las 15 veces que aparece en el NT se traduce con sinónimos castellanos como: agitar, mover, perturbar, conmover y menear. Nos hace acordar de Ef 4:14: “niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina”, y de Stg 1:6: “el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. No parecería coherente, que si Jesús hubiera tomado la pregunta que le enviaba Juan como una duda del Bautista, tan pronto se sobrepusiera a la pena que le habría causado para introducir esta metáfora en alusión a Juan. Más bien, la valentía y el arrojo de Juan se identifica con el de Elías desafiando al pueblo de Israel: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?” (1Re 18:21). La duda de si Jehová es Dios o lo es Baal, era del pueblo, no de Elías.
2 - “¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? Pero los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están” (Lc 7:25). Es característica de los cortesanos que su criterio oscile entre la opinión pública y la del soberano, atendiendo también a la de los ministros más influyentes. Hoy podrán decir una cosa y mañana otra, no perdiendo tiempo en pensar por sí mismos, sino apenas para acomodarse a lo que de momento mejor convenga. No había vestido más rústico y barato que el de pelo de camello, estilo Elías (2Re 1:8). Ahora Juan seguía con su raído vestido, pero en el calabozo. Como su antecesor Micaías, allí fue a parar por hablar con la verdad al rey (2Cr 18:26). Juan el Bautista parecía ser un hombre de profundas convicciones, capaz de morir por sus principios, y no como quien ahora sucumbe a la duda sobre la persona y misión de aquel a quien se ha dedicado a prepararle el camino.
3 – “¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta” (Mt 11:9; Lc 7:26). Difícilmente Jesús tuviera libertad para testificar de tal forma acerca de Juan con tan reciente precedente de su duda, si tal fuera el caso. Recordemos que la duda planteada en aquella pregunta no era un nimio detalle, sino de lo más atinente a la persona y obra del Señor.
Los profetas no están para plantear dudas sino para resolverlas (Dan 5:12); no dudan sino que convencen (Jud 22). El valor de Juan al decirle al rey Herodes “No te es lícito” (Mt 14:4), apenas es precedido en su patetismo por el del profeta Natán al decirle a David: “Tú eres aquel hombre” (2Sa 12:7).
Cuando se psicoanaliza a Juan el Bautista como si la estadía en el calabozo lo hubiese sumido en profunda depresión, se olvida que él no era un cortesano habituado a las comodidades y lujos palaciegos, sino a la rusticidad del desierto. Ni el suelo donde se echaba a dormir era más duro, ni la ración de comida era más magra a la acostumbrada.
4 – “Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Él era antorcha que ardía y alumbraba” (Jn 5:33,35). “Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad” (Jn 10:41).
Santiago nos dice del Padre de las luces “no hay mudanza ni sombra de variación” (1: 17). Si Juan el Bautista se hubiese hecho acreedor de la mentada duda, cuesta creer que Jesús usando otra metáfora dijera que “era antorcha que ardía y alumbraba”. Las dudas afectan a nuestra comprensión de la verdad, tanto como las nubes cubriendo el sol a la claridad del día. Humanamente, todas nuestras dudas son legítimas; pero el viento del Espíritu las disipa no bien la Palabra de Dios nos ilumina y confirma en la fe. No hay rastros en los evangelios que nos lleven a pensar que en algún momento de la vida de Juan, su lámpara dejara de arder con la certeza de la fe, para echar el humo de la duda.
Amables saludos para todos.
Ricardo.
1. Realmente, Ricardo, no comprende tú manera de interpretar o entender la lectura. . ¿Ahora la caña agita por el viento, fluctuante e indeciso tampoco se refiera Juan? Desde luego es muy coherente que Jesús indignado se refiera a Juan como la caña agitado por el viento, porque es justo la persona más preparado por Dios que debía preparar al pueblo para aceptarle, quien le hiciese semejante pregunta. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
2 -Si, seguramente Juan murió por sus principios éticos, pero su muerte prematura, que se la buscó él solito y nada tuvo que ver con su misión providencial, precipitó a Jesús a un vacio. Juan no había preparado al pueblo dispuesto a recibir al Señor, al Mesías. Juan ya había declarado que él no era Elías, ni el profeta y su muerte hizo que la profecía de la vuelta de Elías quedará incumplida. Sólo retumbada en los oídos del pueblo judío la afirmación de Jesús, ese joven que se autoproclamaba Mesías: “Juan es el Elías que iba a venir”. Una estrategia muy hábil para hacerse pasar por Mesías. ….<o
3 –Ricardo, Jesús continuó diciendo: “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. <SUP>12</SUP> Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. <SUP>13</SUP> Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. <SUP>14</SUP> Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. <SUP>15</SUP> El que tiene oídos para oír, oiga”<o
Cuando Jesús dice que Juan es el mayor nacido de mujer, pero el menor en el reino de los ellos es mayor que él? ¿Por qué lo dice, qué quiso decir? Y luego cuando dice: que el reino de los cielos sufre violencia desde los días de Juan el bautista hasta ahora y los violentos lo arrebaten? ¿A qué se refiere?<o
4 -Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. <SUP>35</SUP> El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. <SUP>36</SUP> Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado. <SUP>37</SUP> También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. <o
Juan 5 dice que Juan era antorcha que ardía y alumbraba en las que los judíos quisieron regocijarse un tiempo en su luz. Y dice Jesús que él tiene mayor testimonio que el de Juan, que son las obras que él hace. <o
Los judíos no debieron refugiarse un tiempo en la luz de Juan, Juan debería desde que supo quien era Jesús, haber llevado al pueblo a regocijarse en la luz de Jesús, el Mesías Juan 8:12: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. de modo que él no tuviera que dar testimonio de si mismo haciendo milagros. “.Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero”. A Jesús le faltó alguien que diera testimonio de él, que le preparar un pueblo bien dispuesto, cuál era el cometido de Juan. <o
Que Dios te bendiga<o